CAPÍTULO 47: Rechazo
SCARLETT:
A pesar de que Yulian no estuviera de acuerdo tome el control de la operación Eclipse. Empecé a sacar sobre la mesa los apuntes que había tomado; la información que había recabado, todo lo esencial para terminar de una vez por todas con el Alfa.
Volví a percibir su olor. Antry estaba afuera de la sala.
Era muy insistente y no iba a darse por vencido tan fácil.
Posiblemente eso era lo que me fascinaba de él. Su perseverancia.
El ministro me había suministrado uno de esos aparatos llamados “móviles” según el era necesario para nuestra comunicación.
El móvil que me había asignado empezó a vibrar, deslice mi dedo sobre el y me lo lleve a el oído.
—Scarlett, lo siento pero Antry y los demás humanos seguirán dentro de la operación. Ellos estarán bajo mis órdenes.
—Te dije que no los quería aquí; Esto es muy peligroso, ¿No lo entiendes?
Antry ingresó a la sala seguido de los demás. Los vampiros y licántropos se quedaron viéndolos. Todos esperaban mis ordenes, y que los echará de allí.
—Lo se, pero Antry es muy importante para mi y no me le pude negar.
—Es imposible que tu...
Antes de que terminará la frase, Trey había colgado la llamada.
Lance un bufido, levante la vista y ahí estaba el; escudriñándome con los ojos, revisando cada parte de mi haciéndome sentir más débil. Sus ojos se detenían en mi cuerpo con cautela, como cuidando de que nadie más pudiese verlo.
Me ruborice y de inmediato me senté para escapar de su inspección. No era que me molestará, todo lo contrario esas miradas suyas me encendían de una manera que ni él tenía idea.
—¿Y bueno? —preguntó Antry cruzándose de brazos—, ¿Qué fue lo que averiguaste durante este tiempo?
La posición que había tomado hacia que su pecho se viese mucho mas grande. Los músculos de sus brazos se tensaron, la camisa manga corta que llevaba dejaba ver más piel de la necesaria.
Ese tipo de vestimenta era perjudicial para mi. No iba ha poder concentrarme si él seguía al frente de mi.
No entendía como podía verse tan bien después de una semana en el hospital.
Vamos Scarlett, concéntrate.
—¿Quieres que los saquemos? —interrogó Sadic llegando a mi lado.
—No, déjalo así.
—Antry, pensé que te había quedado claro que no tienes nada que hacer aquí —intervino Yulian quien estaba de un humor pésimo—. Esta operación es solo para vampiros y licántropos.
—El ministro Vega no se siente muy seguro con eso. Por eso nos envió —respondió Antry de vuelta.
Se posicionó justo delante de Yulian. Seguía impresionándome su valentía; el coraje que mostraba ante un vampiro.
Acababa de salir del hospital y no tenía ni una sola pizca de miedo.
—Parece que el no confía mucho en ti —siguió Antry.
—Te recuerdo que el concejo vampírico me puso aquí. Porque soy el mejor agente de este comando.
—Mismo concejo vampírico que esta a punto de echarte —agregó Antry sin apartar su mirada del vampiro—. Se lo que intentaste hacer y no te lo voy a permitir. No me fío de ti Yulian, así que ándate con cuidado.
—¿Me estas amenazando? tienes muchos pantalones al hacer eso —comentó el coronel—, podría acabar contigo...
—¡Basta los dos!, —exclame poniéndome de pie—. Estoy a cargo de esta operación y no voy a permitir que ninguno de los dos la eche a perder. Los humanos están aquí por órdenes del ministro así que se van a quedarse. El coronel Yulian esta aquí por órdenes de Lord Marshall así que también va a quedarse. ¿Algún problema con eso?
—No ninguno —dijo Yulian.
Antry no dijo nada, tomó asiento igual que Yulian. Cada uno a diferente distancia del otro.
En la semana que había estado con Trey el me enseñó a manejar la tecnología. Era una cosa tan abrumadora que no logre aprender mucho; solo lo necesario.
Con mi poca habilidad logre proyectar una imagen en la pantalla.
Los vampiros y licántropos dejaron al fin las conjeturas que hacían acerca de la discusión de Yulian y Antry.
Ahora tenia la atención de todos. En la pantalla apareció la figura de lo que parecía un niño inocente.
—El es Modruk, el último cambia formas que queda —dije señalando la gran pantalla—. Fue visto por ultima vez hace más o menos un año. Esta es una de sus tantas caras; puede ser cualquiera. Debemos encontrarlo y apresarlo.
—¿Porqué el cambia formas es tan importante? —interrogó Yulian.
—Para que el Alfa realice el sacrificio de redención debe tener cada una de las siete criaturas pertenecientes a las razas oscuras —contestó Antry.
No esperaba que el tuviese ese tipo de conocimiento.
—Es el último cambia formas, por ello el Alfa ira por el —seguí mirando los documentos—. Creemos que durante el ataque en el centro de la ciudad el Alfa quería capturar a el cambia formas con vida; sin embargo las cosas se complicaron y terminó asesinándolo.
—Entonces ¿Ese cambia formas es importante? —interrogó Duchelis.
—Sí, mucho. También sabemos que el vendrá por mi —añadí clavando por enésima vez mis ojos en el rostro de Antry—. El objetivo de los cambia formas es acabar con los miembros de la orden de la luz. Es una venganza por la casi extinción de su raza.
—No es seguro que el venga por ti, aun quedan más guardianes en este mundo —añadió Criss con seriedad—. Son pocos, pero quedan más.
—Todos los guardianes que quedan serán llevados a un bunker de máxima seguridad en donde yo también iré. El cambia formas ira allí; por lo tanto el Alfa también lo hará.
—Les tenderemos una trampa —prosiguió Wenter—. Allí caerán los dos.
—Estamos seguros de que funcionará —continúe con firmeza—, la próxima Luna llena el Alfa tendrá que hacer su sacrificio; y vendrá por lo necesario para realizarlo.
—¿Eso quiere decir que te irás para el bunker? —inquirió Antry.
—Si, iré allí. Eso es todo, las demás órdenes las recibirán en el bunker.
Los vampiros y licántropos se marcharon cada uno a preparar sus pertenencias para realizar el traslado.
En la sala quedó Wenter que no desaprovechaba ningún instante para coquetearle a Criss. Jael y Phoe que esperaban ordenes de Antry. Y por supuesto el que no quitaba sus ojos de encima de mí.
Me puse de pie y camine hacia la salida. Todo lo que les había dicho era una absoluta mentira.
—Scarlett me permites unas palabras —Antry se colocó justo en frente de mí—. Necesito hablar contigo.
No, por favor no.
—En estos momentos estoy ocupada. Hablemos en el bunker.
—Ahora Scarlett —murmuró Antry—. Tiene que ser ahora.
Él tomo mi antebrazo para hacer que lo mirará. Me deshice con una gran habilidad de su agarre.
—Ya te dije que no —refute alzando un poco la voz.
Salí rápidamente sintiendo como el corazón se me iba a salir por la boca. No sabía siquiera como había sido capaz de rechazarlo tan categóricamente.
Seguí caminando hasta llegar a el ascensor. Debía agradecer que ya no requería guardias, así que nadie iba tras de mí.
O eso creía...
Antes de que el ascensor se cerrará unas manos se colaron en el. Me quedé con la boca abierta mientras Antry se abría paso. Entró por completo y el ascensor se cerró detrás de el.
La caja empezó a descender, Antry se inclinó y apretó uno de los botones que habían allí haciendo que el artefacto dejará de moverse.
—¿Qué te pasa? —interrogue enarcando una ceja.
—Te dije que quería hablar contigo —agregó acercándose.
Mi corazón empezó a latir de manera ruidosa.
—Y yo te dije que en el bunker hablaríamos.
—¿Porqué estas actuando de esta manera?
Me quedé callada, avergonzada por mi pésima actitud hacia el.
—¿Qué esta pasando? —preguntó—, ¿porqué dijiste toda esa sarta de mentiras.
El hablaba de la operación; y yo pensando que hablaba de nosotros. De nuestra ahora imposible relación.
—No dije ninguna mentira.
—Claro que sí, te conozco y eres una cazadora. Se que no eres el tipo de ser que le tiende una trampa a otro para atraparlo. Nunca te quedarías a esperar a que ellos vinieran a tocar tu puerta.
¿Cómo podía conocerme tan bien?
—Sí, es mentira. Lo del bunker es solo una distracción —confesé en voz baja.
—¿Porqué?
—Porqué hay un traidor y necesito mantenerlo distraído —agregue.
Sus ojos no se apartaban de los míos; esas dos esferas de luz lograban descolocarme de una forma impresionante.
—Entonces, esto es solo un señuelo.
Él ya estaba más tranquilo.
—Si, ellos van a creer que estoy en el bunker y la verdad es que estaré afuera cazando al Alfa.
Me aleje de Antry porqué estábamos muy cerca. Le di la espalda y clave mi mirada en el frío metal.
—Haré las cosas a mi manera, yo sola cazare a el Alfa y al cambia formas.
—Es peligroso que hagas eso. Estarás muy desprotegida y el Alfa puede hacerte daño.
¿Por qué tenía que hablarme de esa manera?
—Estoy lista para enfrentarlo; es mi deber acabar con el —añadí.
—No estoy de acuerdo —espetó Antry.
Podía sentir su cuerpo a pocos centímetros del mío. La calor que emanaba hacia que sintiera deseos de acorralarlo contra las paredes del ascensor y quitarle la ropa.
—Sé que no somos los seres más poderosos de este mundo, pero podemos cuidarte. Yo puedo protegerte.
No sabía como ni porque, pero creía en su palabra. Mi intelecto no comprendía como un humano podría darme tanta seguridad.
—Es que no puedo confiar en nadie.
—¿Ni siquiera en mí?
—No.
Me aleje justo cuando sus manos estaban a punto de tocarme.
—¿Porqué me rechazas así? —murmuró.
Cada una de esas palabras llevaba un tinte de dolor y de tristeza. Sentí que me escocían los ojos debido a las lágrimas que querían salir de ellos.
—Antry, tu confundiste las cosas.
Percibí como trago saliva y se puso más tenso.
—Ese beso no significó nada para mi.
¡Por Dios! ¿Qué era lo que estaba haciendo?
—Fue solo por el calentón de un momento. Nada más.
Agachó la cabeza y cerró los ojos con fuerza.
Aún faltaba la estocada final.
—Espero que no le des ninguna importancia a ese hecho —continúe rompiéndole el corazón y de paso el mío también.
Al fin alzó los ojos para verme. Podía sentir el dolor atravesar sus hermosos ojos negros.
—Le daré a ese beso la importancia que tú le des —concluyó.
Se acercó a los botones del ascensor y presionó uno de ellos haciendo que se abriera.
—Te veré en el bunker. Y si quieres que tu cacería funcione tendrás que hacerte a la idea de que iré contigo a todas partes.
—¿Qué?
—Sí Scarlett; espero que no confundas las cosas pero este es mi trabajo.
Había usado las mi más palabras que yo. Hice uso de toda mi fuerza de voluntad para no correr tras de el.
Antry debía comprender que todo era por su bien.
Si tan solo supiera todo lo que sentía, pero no.
Nunca iba a saberlo.
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