ANTRY:

Lo único que le pedía a mis compañeros era que la cuidaran.  Cosa imposible ya que cada vez que me iba algo malo pasaba.

Abrí la puerta con fuerza provocando que se estrellara contra la pared.

Criss se sobresalto; mi irá era evidente.

—¿Dónde carajos esta? —pregunté.

Los tres intercambiaron miradas y no fueron capaces de responderme.

—¡Qué donde esta! —vocifere.

—No lo sabemos, salto por la ventana —dijo Jael.

—¿Porqué permitieron que lo hiciera?, ¿Qué acaso no saben que va a pasar ahora?

—Debes calmarte —sugirió Phoe acercándose—. Scarlett dijo que volvería en una hora.

—¿Y tu le crees? —cuestione irritado—. Ella se escapó y no va ha volver.

Deseaba darles una golpiza por su ineptitud. Solo debían estar pendiente de ella. Nada mas. Eso fue lo único que les pedí. Y el trío de inútiles no eran capaces de hacerlo.

Los quería como si fuesen mis hermanos, pero habían veces en las que me sacaban de mis casillas.

—¿Qué hacen aquí parados? —interrogue señalándolos—. ¡Muévanse hay que ir a buscarla!

—El Lord se dio cuenta de que Scarlett se fugó y nos prohibió salir de aquí —añadió Criss—. Por eso envió a Brian y a Zatu a custodiarnos. El lord cree que ella nos aprecia y por lo tanto volverá.

Hasta ahora entendía el porque los dos imbéciles estaban en la puerta. Lo que no comprendía era porque el Lord había los había enviado para vigilarnos. Eso de que ella nos apreciaba no lo creía.

—No me importan las órdenes del Lord. Vamos a ir a buscar a Scarlett.

—Pero son ordenes del Lord —agregó Jael.

—Acuérdense que sólo recibimos órdenes del Gobierno humano. Más en concreto del Ministro Vega.

—Tienes razón Antry pero...

—Pero nada Phoe, la principal orden fue que en ningún momento debíamos separarnos de ella. Así que vamos a cumplir esa orden a cabalidad.

Camine de nuevo hacia la puerta en la cual Brian y Zatu hacían guardia. No iba a entrar en discusiones absurdas con ellos.

Más cuando ninguno de ellos comprendía mi urgencia de encontrarla.

Al salir a el pasillo, Brian se posicionó delante de mi. Cada vez detestaba más a el híbrido mal nacido. Mi odio por el había aumentado desde que vi la forma en la que sus ojos inmundos miraban a Scarlett.

Su mirada lasciva sobre ella era algo que no soportaba.

—¿A donde vas Antry? —preguntó observándome fijamente.

—A donde me de la gana —respondí sin apartar la vista.

Jael y los demás ya se encontraban detrás mío. Ellos sabían que cuándo daba una orden, esta se cumplía y listo.

—Por favor vuelve a el cuarto Antry, nos dieron órdenes de no dejarlos salir —añadió Zatu con total tranquilidad.

—¿Tú vas a detenerme? —interrogue.

El licántropo alzó ambas manos a el lado de su cabeza.

—Sabes que contigo nunca me metería. Voy al baño, al rato vuelvo.

Zatu era lo bastante inteligente como para saber que no podía ganarse un problema con el Gobierno. Los licántropos y vampiros tenían prohibido el uso de la fuerza en humanos, a menos de ser estrictamente necesario.

—¿Y tú? ¿Vas a detenerme?

Brian me sonrió con malicia. Eso quería decir que estaba dispuesto a usar su fuerza para cumplir su trabajo.

Mal por el. Por que yo no le tenía miedo. A lo único que le temía era a no volver a verla.

Brian colocó su dedo en mi pecho. Mis amigos se acercaron más a mi.

Admiraba la valentía que ahora mostraban y el hecho de que estuviesen dispuestos a enfrentarse a el vampiro.

—Ya no tienes a nadie para defenderte; eres una simple cucaracha que puedo hacer pedazos. ¡Vuelve a la habitación; es una orden!

—¡Quita tus manos de mi!, ¡Y eso también es una orden!

—¿Qué vas a hacer sino lo hago? —interrogó.

Era más bajo que yo, así que tuve que mirar hacia abajo para encararlo de una vez por todas.

—Esto...

Brian no se dio cuenta de que había activado la bomba de luz solar que Jael me ofreció desde atrás. Habíamos entrenado tantas veces que sabíamos lo que debíamos hacer con exactitud en determinadas situaciones.

El deslumbre de la luz cayó sobre Brian dejándolo ciego. Cerré los ojos para que la luz no me afectará. El vampiro se tapó los ojos con ambas manos a la vez que caía en el suelo. De si rostro empezó a salir humo. Las quemaduras eran lo bastante graves.

—¡Maldito seas! —exacerbo—, mis ojos...

Jael guardó la bomba y me miro asustado.

—¿Qué vamos a hacer Antry?

—Ir por ella —respondí pasando por un lado del vampiro que se revolcaba en el suelo—. ¡Muévanse antes de que le avise a los demás!

Ignore las maldiciones y los gritos de Brian. Corrí hacia el ascensor. Los demás me siguieron sin hacer más preguntas.

—El coronel Yulian la esta buscando —dijo Criss tragando saliva—. Zatu me lo contó.

Busque en mi dispositivo el número del coronel y proseguí a llamarlo. Así no quisiera iría a buscar a Scarlett.

—Antry, ¿Qué sucede? ¿Alguna noticia de Scarlett?

—No tengo ninguna y usted.

—Estoy cerca del barrio de los licántropos. Uno de los drones captó a Scarlett cerca a una residencia. Vamos por ella.

Ella estaba bien. Eso era lo importante.

—Esta bien, vamos para allá.

—No, es mejor que no vengan —añadió el coronel alzando la voz—. Las cosas pueden ponerse muy difíciles.

Arrugue el ceño. Eso quería decir que iban a usar la fuerza para traerla.

Y no temía por ella sino por ellos. Scarlett podía asesinarlos y con ello finiquitar el trato que tenía con el concejo vampírico.

—¿Porqué no?, Son órdenes del Gobierno.

—Es por su seguridad —dijo el coronel—. Tenemos sospechas de que el cambia formas va tras ella. Creemos que su objetivo es eliminar a Scarlett.

¡Maldita sea!

Un cambia formas era sinónimo de muerte. Si te convertías en el objetivo de uno de ellos debías considerarte difunto.

Sólo alguien de la orden del silencio podía cazarlo. No sabía si Scarlett podía hacerlo. Sabía que era fuerte y una asesina, sin embargo me preocupaba que pudieran hacerle daño.

¿Porqué tenía que ser tan obstinada?

El haberse escapado sólo la ponía en riesgo.

—Antry, se que no estas bajo mis órdenes. Pero te ordenó que te quedes en el comando —dijo el coronel—. En estos momentos todos estamos en riesgo.

—Lo siento Coronel, pero como usted yo también debo hacer mi trabajo.

Colgué la llamada a la vez que se abría el ascensor. Todo estaba tranquilo, eso quería decir que Brian aun no había avisado sobre nuestra fuga.

—No les voy a pedir que vayan conmigo —agregue alternando mi mirada entre ellos—.Si quieren pueden quedarse.

Criss se hizo a mi lado.

—Nunca, estamos juntos en esto.

—Bueno yo también estoy puesto —murmuró Jael.

—Yo tampoco tengo miedo —siguió Phoe acercándose a Jael—, hay que movernos.

Avance a grandes pasos hacia la entrada. Pudimos salir como si nada del lugar.

Con mi móvil llamé a mi automóvil vía virtual. Me encantaba la rapidez que tenía y también era muy útil porque allí guardaba todo mi arsenal.

Nunca me había enfrentado a un cambia formas. No tenía ni la más remota idea de como derrotarlo.

Pero por proteger a Scarlett lo iba a averiguar.

Antes de que alguien quisiera dañarla tendría que pasar sobre mi cadáver. Desde que la conocí en la prisión procuraba protegerla de todo.

Aunque nunca pude verla de frente, mi estadía en la prisión se hizo más llevadera gracias a que la veía a diario.

Muchas veces mientras ella pasaba horas sentada en la cama quise entrar a hacerle compañía. Me imaginaba lo entretenido que debería ser hablar con ella.

Preguntarle acerca de su pasado, de las cosas que le gustaban, de las que no. A que le temía, A quien amaba…

Todas esas preguntas murieron en mi mente y se quedaban sin respuesta. Y seguirían así.