Salimos casi corriendo de ahí, Maia está tratando de localizar a Valentine, no puede haber escapado tan rápido cuando las puertas están todos los demás cuidando para que nadie se vaya, puedo ver a Jace un poco más inquieto de lo que es, de vez en cuando tocando la parte baja de su cadera izquierda, una parte del Nephilim está conmigo concentrado y la otra con su Parabatai que ha quedado herido en el Gard, me culpo tanto de no haberle mirado, porque fue por unos segundos que me concentre en aquella pareja donde todo sucedió, y no entiendo, Alexander parecía tan confiado de sí mismo, como si fuera a dar todo su potencial, pero de un momento para otro se derrumbo. 

Cielos, en ese momento que lo vi sangrando todo dentro de mi comenzó a temblar, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, es un niño, no puede morir, él no. Ahora puedo decir que esos malos segundos se han pasado, confío en que mis colegas, en las personas que son brujos como yo podrán sanarlos.

— Así que Alexander dijo que puedes pasar de nivel— dice Jace casi en un susurro— no sé si es porque esta delirando y no se va a acordar de esto, o porque algo se le ha despertado a ver su casi muerte.

Estamos siendo guiados hacia donde están las casas de los Nephilim, me encargaré yo esta vez de Valentine, no me importa que este protegido por Lilith yo siempre he podido vencer, soy un príncipe de Edom también, además tengo tanta magia negativa acumulada que debo liberarla con esa persona, la voy a destrozar en pedazos, lo haré rogar por todos los daños que ha caudado, por haber hecho daño a mi familia, mi gente y a Alexander.

— Creo que ha estado en el comienzo de un delirio, además nuestro "Pasar de nivel" son muy distinto para ambos, para mi es llevarlo a la cama, pero no creo que tu Parabatai sea de esos.

— Para Alec es dar su primer beso.

Me freno de caminar haciendo que los dos, tanto Maia como Jace, se detengan conmigo ¿Acaso escuche bien? El Parabatai de Alexander me está contando, no mejor dicho confesando que el ojiazul, a pesar de ser menor, que tiene un cuerpo de dioses, que es virgen a esta edad, tampoco ha dado su primer beso, un beso que se da en la niñez o entrando a la adolescencia en lo máximo, es como encontrar un diamante en el mar.

— Oh cielos, yo...

Veo una sombra saltar de un techo a otro, comienzo a correr hacia donde lo he visto, puedo afirmar que se trata de Valentine, escucho a mis dos acompañantes seguirme, pero trato de ser más ligero ayudado por la magia a subir y seguirlo, es él, está buscando como escapar pero ahora está en mis manos, y lo que tenga preparado, lo que vaya a decir no me afectara, tengo más siglos que él, he visto muertes y situaciones muy malas, he perdido gente, lo que tenga preparado no me afectara porque ahora lo estoy agarrando con mi magia para tirarlo hacia el suelo, del cual se quiere levantar pero no le dejo, veo como Jace corre con su espada para cortarle la cabeza.

— ¡No Jace! Su cuerpo está protegido por Lilith, si lo matas morirás.

Lo veo como se detiene y le da una patada a Valentine para volver hacia atrás, Maia en su forma lobo deja escapar un aullido viendo como en minutos llegan más licántropos y se colocan detrás de la licántropo respetando sus jerarquías, aún tengo con fuerza al asesino bajo mi magia, no se puede mover y todos están comenzando a dejar escapar quejas de que debemos matarle ahora.

— ¿Qué vamos a hacer? Valentine no puede seguir viviendo— musita Jace— ya me cansé de esto, le hizo daño a Alexander, debemos matarlo.

Yo también lo pienso, pero es un tema muy serio y delicado, debemos tomarlo con calma, tiene una barrera muy intensificada de poder demoníaco, aún no entiendo cómo ha sido esto, como alguien tan importante le ha dado tal protección a un hombre que morirá de todas formas. Ordeno a que dos licántropos sostengan a Valentine de los brazos, pero se tuvieron que unir dos más porque el Nephilim se ha querido defender y ha herido a uno. Le hemos quitado sus armas y lo escuchó maldecir tratando de escapar, pero no pasara, me coloco frente a él y lo veo como lo mantienen arrodillados, fue fácil atraparlo, fue fácil todo y sé que nadie se va a interponer hoy, porque todos están muertos, porque Lilith sabe que esta guerra está perdida.

— Jaque Mate Valentine.

Mis manos emanan de magia y las comienzo a llevar al pecho de Valentine viendo como una barrera roja en todo su cuerpo comienza a hacerse visible cuando mi magia azul comienza a chocar con ella, puedo sentir el gran potencial que tiene por no poder atravesar aún, es como si no fuera la única que hizo esto aunque no dudo que mi padre haya participado, trato de poner más fuerza en ello escuchándolo como comienza a quejarse pero no deja de reír.

— No lo suelten, no importa que pase o sientan, el daño nos llegará a ustedes, solo a él— les digo.

Si rompo la barrera después de eso Jace podrá matarlo o cualquiera de ellos mientras descanso, Valentine estará tan débil que no podrá ni huir, le indico eso a todos mientras comienzo a dejar que una gran cantidad de magia se apoye en la que ya está saliendo, puedo sentirme ya transpirar y la barrera comienza a quebrantarse pero aun le falta, tengo que canalizar mi ira o todo el esfuerzo que haga no llegará a nada, me agotare y no podre derribar esa barrera maldita que esos dos demonios han hecho. 

Pienso en Ragnor, en Cat, en Madzie, en esas tres personas que hicieron de mi familia por un largo tiempo, fueron mis mejores amigos, mi familia más cercana, me hicieron feliz cuando me dijeron que sería tío de una pequeña bruja tan bonita, nuestros momentos compartidos, también pienso en la familia Nephilim muerta, los de los Lightwood y en Alexander, es lo que permanece mas en mi memoria, porque lo vi herido, sangrando, casi muriendo, por esa persona que lo mantuvo bajo su poder por mucho tiempo, ni una pizca de arrepentimiento al saber que es un niño, un adolescente, que siguió sus ordenes por muchos años, haciendo su trabajo sucio. Escucho como la barrera comienza a hacer ese ruido cuando comienza a quebrantarse de a poco.