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Llegando la tarde, tengo espadas serafines en todo mi uniforme, desde mis cadera en el cinto que adorna mi traje, dagas en mi borcegos, bajo la manga de mi chaqueta, en la parte de la espalda, parte trasera del pantalón por si acaso, me he colocado la bolsa de flechas en mi espalda.
Sé que cuando salga por aquella puerta de Alacante Magnus me localizara, y el arco en el otro lado de la espalda enganchada a la bolsa, me he preparado para una batalla o solo estoy fingiendo hacerlo. No quiero que sospechen de lo que va a pasar en aquel bosque, hoy puede ser mi final o el suyo, hoy estaré un paso más adelante de acabar esto o caeré en las penumbras de la muerte lamentando mi derrota, siendo castigado toda la eternidad por mis malos actos de esta vida, cuando estuve vivo, seré humillado y maltratado por todas aquellas vidas que saque, y lo peor de todo, dejaré solo en el eterno ocultamiento a mis dos hermanos, rogando que el brujo no se canse de ellos y les dé un nuevo hogar por todo sus años de vida. Hoy se define todo, y no puedo más de estar ansioso por saber qué pasará.
Salgo fuera de casa, le he mandado una nota a Magnus para que esté alerta, aunque sé que no iremos solos, mis suposiciones dicen que nos estarán vigilando, puedo saber que Valentine no dejara ir sola a la única persona que queda como parte de su familia, algo tiene planeado, y por esa razones ahí debe entrar el brujo, debe sacar a las personas extras de encima. Le he dejado en claro que esta será una lucha, se hará y nadie debe entrometerse, yo solo lo haré, no hay vuelta atrás, no puedo arrepentirme, esto sería como un sacrificio de vuelta para que perdonen mis actos ¿Eso no es lo que hacen las religiones mundanas? Ofrecer un sacrificio para tener un perdón de alma o eso es escuchado. Camino hasta donde está la puerta encontrando a los Morgenstern esperando.
— ¿Listo?— pregunta ella.
— Siempre estoy listo— digo con una pizca de broma— tenemos dos horas nomás, así que debemos apurarnos antes de que el anochecer nos de de arriba.
Valentine despide a su mujer, y me da un apretón de mano avisando que cuide la espalda de ella mientras estemos fuera, le juro que haré lo posible, lo juro por el ángel aunque en verdad no lo digo enserio, tantas veces que juramos por el ángel, ambos, y solo fueron mentiras ¿Por qué debería hacer lo mismo? El parece confiar porque nunca he hecho nada malo cuando he jurado y después de eso salgo a trote con Joselyn fuera de Alacante para entrar a Idris, indicándole que vayamos hacia el sur y después este por el simple hecho de que sus antiguas casas estaban en el lado norte y oeste. Ella no niega, vamos a pasos rápidos para aprovechar el día y las dos horas que quedan.
— ¿Cómo supiste que el brujo y tú Parabatai estaba aquí?— pregunta.
— Se lo dije a Valentine, cuando escape del instituto agarre a un subterráneo brujo y lo usé para que localizara, llegué aquí, pero ya se había trasladado camine por todo Idris hasta encontrarlo y justo los encontré a ustedes— contesto sin parar— todo lo demás, lo sabes.
— Sabes que no te creo ¿No?
Me detengo y me volteo a mirarla, estamos no tan lejos de Idris, no puedo atacar aquí aún, le dedico una sonrisa de medio lado y levanto mis hombros como diciendo que me da lo mismo, sigo caminando rápido, tenemos que alejarnos lo suficiente para atacar, ella me sigue, sabe que tampoco es la hora, me estoy mordiendo la lengua por no decir nada, solo callo para no meter ahora la chispa.
— ¿Sabes qué más? Creo que eres una de las personas que ha planeado todo esto.
— Podemos comenzar a trotar más rápido, no estamos encontrando nada— la interrumpo— no es hora de reclamaciones, más en medio de subterráneos escondidos en lugares que conocen como la palma de su mano.
Comienzo a trotar sin esperar una respuesta, sacando una espada serafín para simular que estoy alerta en estos momentos, la escucho detrás siguiendo mis pasos, trato de estar alerta por si me ataca por la espalda, no creo que sea capaz pero debo estar alerta. Paramos ya cuando estamos alejado, hemos atravesado un pequeño cerro y el atardecer está cayendo frente a nuestra cara, Joselyn ha pedido detenerse para descansar y colocarse runas, la veo mirar los árboles que siguen rodeado nuestro camino pero no encuentra nada, hace tiempo que Magnus Bane se deshizo de ambos Nephilim que nos seguían, miro sobre el cerro y miro Alacante, queda tan lejos ya que nadie podrá venir aquí si no es a través de portales.
— Muy bien, ya no aguanto más— dice Joselyn— hoy morirás por mi mano, confiesa Alexander, tú estás también en esto.
Sonrío volviendo hacia ella, sacando la otra espada que está en mi cintura y dejándola que se muestren a sus ojos, esta vez no daré atrás, veo a Magnus Bane subiendo al cerro pero quedándose detrás, sus ojos gatunos una vez se muestran para mí y puedo verle emanar su magia azul, está aquí y va a obedecer de no entrometerse, veo como este usa su magia en ella y me hace una mirada que no, no tiene máquinas que puedan grabar está conversación.
— Lo has descubierto Joselyn, que inteligente eres, yo planee todo esto, junto a los subterráneos, junto a Magnus Bane— digo con diversión— ¿Acaso crees que no disfrute ver a tus hijos morir? Fue lo mejor que ha pasado frente a mis ojos, estoy tan orgulloso de mis hermanos por su acción. ¿No crees que no pueda ser buen actor? Compadecer por ustedes cuando no es así, oh Joselyn ¿Cuánto durará tu inteligencia?
— Te mataré niño, arrancaré tu corazón y celebraré tu muerte aquí en este lugar.
— Solo inténtalo, capaz te lleves la sorpresa— me burlo— puedo llevarte de vuelta con tu familia, con tus hijos.
La veo sacar sus dos espadas de su espalda y flexionarse en modo de lucha, no me niego a hacer lo mismo, solo que ambas espadas ya están en mi mano, veré cuánto es el potencial de esta mujer, veo como al lado de Magnus aparece Jace, entonces se que debo hacer, dejarme herir y después matarla, echarle la culpa de una emboscada y una lucha con mi Parabatai será fácil, y que Joselyn ha salido herida también, podré llevar el cuerpo a Valentine como prueba.
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