Me quedo encerrado en ese lugar, mirando todo lo que hay en la habitación, dejo el plato en una mesa de luz cercana mientras me limpio mis manos por el pantalón roto, para pasar cerca de los muebles, las fotos, hay muchas fotos, unas con subterráneos sonriendo y pasando un buen momentos, y otras donde sale solo, de diferente aspectos, con diferentes trajes y peinados señalando sus cambios de años, sigo caminando viendo solo telas, maderas, muebles importados, abro una puerta encontrando una pequeña habitación de ropa la cual cierro de inmediato porque me siento tan abrumado, este subterráneo tiene un lugar de ropa de toda clase cuando los Nephilim solo usamos una prenda, con un solo color, negro, excepto en situaciones importantes. 

Sigo deambulando hasta que por curiosidad me acerco a la pantalla que está en la pared viendo la sala, donde están las dos jaulas con Jace y Clary, comienzo a escuchar todo lo que dicen.

— Vamos Jace, sigue preguntando— digo— pregunta si es su hermano o su pareja, o ambas.

Miro hacia la cama encontrando un conjunto de ropa que el brujo ha dejado ahí, me acerco a ella para encontrar una réplica igual a mi traje que han roto los subterráneos, entro a la otra puerta que está en la habitación encontrando el baño, a pasos lentos para dejar la ropa y caminar hasta la ducha, abriendo una manecilla donde me sobresalto cuando ambos chorros salen de los costados y de arriba, todo está muy modernizado y eso me aterroriza un poco, porque nunca me he enfrentado a una casa así, el instituto tiene su modernidad pero la mayoría está rodeada por antigüedades básicas, sin dar más vuelta me despojo de mi ropa para meterme en ella dándome un baño rápido usando jabones que están cerca, salgo de la ducha después de ochos minutos contados para secarme con una toalla que está colgada y me coloco la ropa, riéndome por haber caído tan bajo, estoy de tregua con un demonio, con la persona que he soñado matar tantas veces.

— ¡Ahh!

Salgo del baño casi corriendo para volver a la habitación viendo a Jace en alerta con sus puños adelantes, pero cuando me logra ver se relaja y viene hacia mí para darme un abrazo de esos que hacen sentirnos seguros, ahora me siento completo, lo aprieto contra mi agradeciendo que siga vivo y nos hayamos unidos con tanta rapidez. Solo nos falta Isabelle y estaremos unidos otra vez, toda la familia.

— Creí que había muerto, sentí que todo mi cuerpo ardía cuando ese brujo uso su magia en mi.

— Pero estás aquí, conmigo, estamos bien, ya todo está bien.

Jace se separa de mi abrazo y mira a nuestro alrededor esta vez con preocupación, tocando todo su cuerpo para ver si contiene armas, pero se lleva la desilusión a ver que no es así y más cuando ve que no estamos en el instituto.

— Tranquilízate Jace, estamos en casa del brujo, en su habitación— le digo— tenemos una tregua, él y yo.

— ¿Una tregua? Alec es el asesino de nuestra familia.

— Te explicaré todo— le digo— además he tenido que huir del instituto, algo extraño está pasando.

Nos sentamos en la cama, Jace está en alerta y aunque no quiera negarlo yo también lo estoy, pero me dedico a contar todo sin desviarme de ningún detalle, todo lo que pasó en el instituto después de que fueran prisioneros de los subterráneos, de cómo Valentine y Joselyn habían reaccionado con la pérdida de su hija pero también la reacción que tuvo conmigo cuando quise salir en la búsqueda de él, como se habían puesto hasta el punto de arreglarme un falso ascenso para sacarme de ahí, le expliqué mis dudas sobre lo que yo había observado en las palabras de Clarissa y mis sospechas de que algo malo había y nosotros no habíamos podido ver, pero aunque diga todo esto, veo la cara de mi Parabatai que le está doliendo hasta lo más mínimo de lo que digo, todo lo que su novia dice puede ser la destrucción para nosotros.

— Entonces ayudaremos a estos subterráneos.

— La vida de Isabelle puede estar en manos de ese Jonathan— le digo— y si es verdad lo que dice Clary, la vida de miles de Nephilim están siendo asesinadas por nada Jace ¿Confías en mi? ¿Confías en que mis suposiciones están sospechando de algo malo? Porque ahora mis emociones están todos confundidos.

— Confío plenamente en ti Alec.

La puerta de la habitación se abre y ambos nos ponemos hombros con hombros para saltar a atacar si se trata de peligro, pero es solo el brujo que se ha adentrado a pesar de que somos dos Nephilim contra él, en su mano una copa con un contenido transparente y una fruta decorando, sus dedos largos de color moreno, lleno de anillos se mueven en pequeños círculos mientras canta en voz baja una canción y se dedica a hacer otro uniforme para indicarle que es para Jace, está moviéndose de lado a lado como si estuviera bailando, como si estuviera con amigos.

— Deberían agradecerme que están unidos niños— dice— si no fuera por la seguridad de mi gente ustedes ya no existirían.

— ¿Qué vas a hacer con Clary?

— De esa Nephilim no me encargo yo, Simón tiene cuentas pendiente con esa asesina— responde— pero no creo que dure tanto, tenemos a Jonathan Morgenstern que nos sigue detrás para recuperar a su amada, y el joven es peligroso.

— ¿No crees que es hora de aclarar todo lo que tú sabes y yo sé, brujo?

— Por eso estás aquí Lightwood, por eso estás aquí.

Lo veo como espera a que comience a hablar y mientras le indico lo últimos comportamientos de los Morgenstern el brujo nos muestra con evidencia gráficas muchas cosas que nosotros no sabíamos, por ejemplo una casa Morgenstern en las afueras de alicante levantada cuando había sido incendiada por subterráneos o un primogénito por parte de la pareja llamada como mi Parabatai Jonathan Christopher, todo comienza a ir formándose aunque Jace no quiera escuchar y yo estoy tratando de no creerlo aunque cuando nos muestra el momento más fuerte todo parece desmoronarse. 

Nos muestra con detalles de que lo que estamos viendo no es una creación de él, sino que son cámaras puestas en los bosques de Idris, es en el mismo lugar que es atacado el carruaje de mi familia, donde vemos un Nephilim atacando a los tres y en verdad no es una manada de subterráneos que han dado una emboscada. Y me siento asqueado, usado, tan avergonzado de haberme auto nombrado el segundo mejor Nephilim cuando no me daba cuenta que era lo que verdad ocurría.

— ¿Por qué no nos dijiste antes brujo?— reclama Jace.

— Porque sus ojos estaban cegados por la alabanzas al asesino y traidor de Valentine Morgenstern— dice— ¿Ahora van a creer que los subterráneos no tienen nada que ver con sus estúpidas traiciones dentro de su raza? ¿O quieren que peleemos? Aun siguen siendo poco para mí, ni la unión de dos Parabatai lograra que les dé una paliza.