— Han matado a Elías, lo encontraron en el callejón detrás del bar Pandemónium, he recurrido a cerrar aquel lugar hasta que todo vuelva a la normalidad, pobres inocentes vidas están siendo quitadas por capricho de los Nephilim.

Las quejas y los pedidos de ayudas no dejan de llegar a mi casa, todo el tiempo, a cada hora, el submundo está en alerta y cada subterráneo quiere salvar su vida, solo que no saben qué hacer y recurren a mí, un brujo que paso la época del círculo donde fue derrocado, pero aunque fuera así, ahora mismo está situación era diferente, no porque yo también estaba preocupado del nivel que se habían ido estos niños de sangre angelical, sino que ahora tenían apoyo de cada una de las personas de Idris, la inquisidora y el cónsul como la clave habían dado su visto bueno a lo que estaban haciendo, así que tengo que buscar otra manera de parar lo que está sucediendo. Y eso no es todo, Nephilim siguen mis pasos, sé que quieren asesinarme pero no me dejan dar explicación, todo vuelve a los siglos pasados y esta vez Valentine Morgenstern parece estar cerca del triunfo.

— Ordena que cierren todo negocio donde subterráneos trabaja o compra, da alerta roja y avisa que hasta que está tormenta no pase ningún subterráneo debe andar solo por las calles.

— Esto es tan grave— me dice Tessa mientras anota todo en un pequeño libro— si supieran que el asesino está entre ellos diciendo calumnias que no son.

— Querida, esto siempre ha pasado, Valentine tiene el mandato del círculo una vez más, y aunque queramos pararlo, es un Nephilim, los adolescentes de esta época y sus ex aliados están apoyándolo— dije mientras sirvo dos tragos— y nosotros somos subterráneo.

Miró por última vez la casa, después de asegurarme que Tessa ha llegado sana al espiral me voy a mudar una vez más, por el simple hecho de que se que están cerca de agarrarme, pero es divertido toda esta situación, ellos tratando de cazar mi persona y yo jugando con sus tiempos de vida, si supieran que no soy un brujo normal y corriente, se cada uno de sus pasos, soy el hijo de Asmodeus, unos de los reyes del infierno, y se con seguridad que soy inocente de lo que los Nephilim me acusan, pero hasta no poder terminar aquello y demostrar mi inocencia seguiré escapando, seguiré protegiendo la vida del submundo de Brooklyn junto a cada jefe de cada clan, y de los que quiero, lamentablemente no pude salvar a Elías, pero no dejaré que nadie más sufra aquellas consecuencia. 

Vi como Tessa tomaba en silencio de su copa, mirando por el ventanal, sabía que su preocupación estaba carcomiendo su cabeza, pero no había porque preocuparse, habíamos salido de esta crisis antes y podríamos hacerlo ahora o tendremos que tomar medidas para acabar de una vez.

— Que triste tiempos se asoman querido Magnus, me siento tan defraudado, sangre de mi familia están en venas de algunos de esos Nephilim, Will estaría tan defraudado como yo de todo lo sucedido y Jem, oh mi Jem, llevó unas semanas sin poder verle.

— Los verás pronto querida, solo debes tener paciencia, todo mejorará— la aliento para levantar sus ánimo— ahora debes irte, no es para ser descortés, solo que tengo una mudanza por realizar y jugar una vez más con las esperanzas de los Nephilim de poder atraparme.

Muevo mis dedos hacía unos centímetros cercanos haciendo un portal ancho y alta para darle la despedida a mi amiga, me paro mientras la tomo de la mano para llevarla hasta al frente del portal, puedo sentir los Nephilim cerca y está despedida debe ser rápida, Tessa me mira dedicándome todas las palabras que no puede decir en voz alta, nos fundimos en un abrazo lleno de cariño y preocupación, será el último abrazo hasta volvernos a ver después de la guerra, entonces la empujó hasta adentro sin esperar una despedida y la veo desesperarse pero sin tener éxito cuando ya había desaparecido detrás del portal.

— ¡Presidente Miau! ¡Es hora de irnos bebé!

Veo como aquel gato a cual llevo a todo lado llega en segundos a mi pies, lo alzó entre mis manos, sosteniendo entre mis dedos, le doy cariño mientras ronronea, entonces siento que los niños ángeles ya están aquí, y en segundos la puerta ha sido derribada y cuatros Nephilim adolescentes con ojos llenos de alegría por tener la esperanza de atraparme entran casi corriendo y deteniéndose a metros con armas apuntándome, los miró con tristeza, susurro sobre lo jóvenes que son y puedo ver en los ojos del chico de pelo azabache y ojos zafiros el fuego de venganza, tan parecido a Will Herondale. Son tan jóvenes para tener pensamientos tan malvados en su mente, entonces se acerca y yo sonrió mientras bajo mi dedo y veo a mis pies el piso desaparecer, entonces ellos corren hacia mí, pero yo ya he caído agarrando con fuerza al gato para caer a mi siguiente nueva casa, con la diversión corriendo por mis venas mientras dejó a Presidente Miau en el suelo y me dedico a decorar la casa temporal mientras dejó que la música recorra el lugar, los Nephilim no podrán agarrarme aunque quisieran, menos adolescentes que no saben pensar con la cabeza fría. 

Entonces una carta llega a mis manos, una vez más, con la marca de los Lightwood en frente del sobre, intento imaginar que el hijo progenitor de Maryse y Robert se cansará de seguirme, lo abro ya con cansancio por recibir aquello una vez más, entonces de nuevo la cursiva significativa, el negro del lapicero y el cello aparecen frente a mis ojos, comenzando a leer.

"Una vez más escapando de mis manos, pero no olvides que podré alcanzarte, la paciencia acompaña a los ganadores, subterráneo, lograré atraparte y matarte con mis propias manos como una vez hiciste con mi familia, pero antes de matarte sufrirás, rogaras que lo haga. Y entonces yo seré feliz, porque tú, Magnus Bane, asesino de mi familia, estarás muerte para todos y saciare la venganza de mi familia.

Alexander Lightwood."

Aunque lo que el primogénito de los Lightwood no sabía, es que yo no había sido, sino que Valentine Morgenstern había preparado todo aquello para desatar aquella guerra como años anteriores, que él había conseguido engañar a sus compañeros.