— ¿Cuando pensabas contarlo Merliot? ¿Acaso no vez la gravedad de todo este asuntos?

Estoy sorprendido por lo que he escuchado, un niño con sangre de Nephilim y Seelie en sus venas está en la panza de la chica Lightwood, una pobre criatura que puede estar junto a su madre en peligro, los Nephilim se molestará demasiado si se enteran de estas noticias que es tan astros. Tengo una embarazada de un subterráneo en algún lugar de este mundo, sin saberlo, y como subterráneo mayor no le he dado los cuidado que deben requerirse, porque la tienen oculta ¿Podrán darle los cuidados requeridos? Madres embarazadas deben ser cuidadas con mucha sensibilidad. Por eso se ha ido de su instituto y ha ido en búsqueda de Merliot, por protección, miedo a su propia raza al poder ser asesinada sin piedad por haber cometido un incidente tan mínimo, no quiero pensar que ya lo hayan sospechados.

— Brujo, si no fueras el representante de todo el submundo nunca te lo hubiese contado— me dice el Seelie— pero sí reconozco la gravedad, por eso está oculta, oculta hasta de la Reina Seelie que quiere entregársela a Jonathan Morgenstern.

— ¿Jonathan Morgenstern? ¿El hijo de Valentine?

— He dicho más de lo que debía decir brujo, ahora necesito que des tu palabra que no dirás nada de con quién está mi Isabelle— dice— por la protección de mi familia.

— Deja ayudarte en algo, le puedo dar un alojamiento para su comodidad.

— De eso me arreglo yo, no necesito tu ayuda.

Lo veo como abre la puerta y se pierde solo en unos segundos, las Seelie siempre han sido así, tan tercos para recibir ayudas de otros subterráneo y Merliot más, un hombre Seelie, mano derecha de la Reina Seelie debe mostrarse como el orgullo de todo su pueblo, capaz algún día él pueda ocupar el lugar, capaz aunque la reina Seelie ya tiene muchos años de vida y nadie aún ha llegado a tocarle un solo pelo de su rojiza cabellera, sus soldados matarían y entregarían su vida por la de ella, por su reina. 

Cierro la puerta para volver a la sala principal viendo a Simón sentado arriba de una jaula haciendo una pose para que Raphael le saque una foto con su celular mientras los dos ríen, dejo escapar el aire acumulado de mis pulmones para llamar a Presidente Miau para que esté cerca mío por las dudas que ocurra algo y deba transportar a todos rápidos, pues las jaulas son difícil de hacerlo y necesitaré toda la magia posible, pero esto lo hago por un bien, de seguro que ahora el instituto debe haberse puesto de patas para arriba a haber perdido dos de sus Nephilim, una la hija de esa pareja Morgenstern que tanto sufrimiento han traído a este mundo.

"¡Esto es lo mejor que he hecho! Me siento la persona más feliz por acabar de una vez por todas el hilo del pasado."

El más ansioso y que puedo ver es Simón, no ha dejado de acechar a la niña pelirroja a pesar de que está en un estado de drogadicción, no deja de tocar las barandillas de la jaula y mirarla mientras habla, sin señas, solo para él, puede verse la venganza en sus ojos, puede sentirse la tensión que tiene con esa niña y que a todo momento quiere ya acabar y ser él quien mandé parte de sus cuerpos como yo mentí a Alexander Lightwood. Simón quiere por una vez en su vida matar una Nephilim con sus manos. Sí, mi pequeño Simón, la pareja de mi hijo Raphael, quienes ahora viven conmigo, Simón el niño de sabios consejos, el que me enseño que no mereces voz para decir, por el que aprendí lenguaje de señas, el que vi sufrir en sus entrenamientos. Sí, ese Simón, ahora puedo ver esa energía de vampiro flotar por la habitación, y sé que Raphael lo siente, un poco más intenso que yo, porque no deja de sonreír y abrazarlo, darle besos por toda su cara o besos largos con pizcas de pasión, por lo menos ellos eran felices y podían compartirlo conmigo.

— Consigan un cuarto.

Sin decir más Raphael alza a Simón y se van, dejándome solo, con los dos Nephilim en esa sala, los puedo escuchar en la cocina, riéndose, de seguro amándose, no soy nadie para interrumpir a los únicos que pueden tener sexo en este hogar, solo me siento en el sillón, acariciando a Presidente Miau y mirando a los niños, Jonathan Herondale ha tenido tantos ancestros con lo que he tenido la oportunidad de compartir, sin decir más de Will Herondale o James, todos los Herondale siempre estuvieron dándome la mano, pero desde que Stephen entró al círculo parecen haberse olvidado de mi ayuda hacia la familia, puedo asegurar que Jonathan no sabe nada de la historia de sus ancestros y mi participación en sus vidas. Estos niños han sido creado para odiar, enseñado para matar y obedecer cada orden, no sé de Clarissa Morgenstern, pero si de él, sé que aún por sus venas corren sangre de un Herondale honesto y justo, pero solo ha sido enseñado de mala manera, aunque tendrán una oportunidad de poder ser lo que eran antes.

— Alec, ayuda, Alec— susurra Jonathan— me ahogo...

Parte de la droga es eso, las alucinación de sus peores miedos o posibles pesadillas que han tenido recientemente, la sustancia no ha sido tan fuerte así que en unos minutos pueden volver a despertar de aquel sueño, miro a Clarissa está inmóvil, mirando un punto fijo como si no pensara en nada, aunque dudo que no lo haga, solo que los entrenamientos de su padre la deben llevado a ser así, ahora puede verse una careta caída, una figura igual a la asesina de Joselyn, quien esa vez en el círculo había llevado al pobre Luke, ex jefe de la manada, a su propia muerte cuando lo traicionó en el campo de batalla para que su ex Parabatai lo matara, Valentine.

— No veo corazón en ti Clarissa Fairchild Morgenstern, no sé porque te has metido en la vida de este joven, si en verdad tú no le amas.

Entonces me sorprendo cuando la chica me mira, ha estado haciéndose pasar por estar bajo la influencia de la droga todo este tiempo cuando no es así, me sonríe y en sus ojos puedo ver nada, solo enojo e irá, solo un cuerpo dominado por sus padres, esta vez esa Nephilim de pelo rojizo rizado, con pecas, una niña inocente se ve como la verdadera persona que es, hija de Valentine Morgenstern, una persona más con una mente tan maligna como el de él.

— ¿Amor por él, brujo? Estoy con él por órdenes de mi padre, querían que agarrara a Alexander ¡Pero el imbécil es Gay! Y me tuve que poner con Jace ¿Acaso piensas que puedes me divierto con él? Solo es un chico bastardo que no sabe más que presumir su vida de miserable para que las chicas caigan por él. Puedes matarlo si quieres— dice— diviértete, porque cuando salga de aquí te mataré.

— Fiel figura de tu padre niña, no importa, hay personas que se encargarán de ti, tú no eres mi responsabilidad.