No recuerdo cuando fue la última vez que he dormido bien, pero esta no es la excepción, hace años que despierto en medio de la noche con dolores en mi cuerpo o lágrimas en los ojos, mi corazón pierde más alegría con cada noche, siento que muero cada día un poco más que el día anterior, siempre despierto tenso con un nombre entre mis labios lleno de rabia, Magnus Bane, quien está asesinando mi vida y asesina a mi familia. Despierto al anochecer, mi celular está a mi lado esperando una llamada de Isabelle, pero ya le he intentado llamar antes y solo me indica que no existe tal número, quiero encontrarla, abrazarla y cuidarla de todo el mal, es mi hermana pequeña. 

Apretó mi cara con las manos mientras dejo escapar suspiros, estoy cansado tanto físico como mentalmente, y creo que nadie ve lo que pasa conmigo, ni Valentine. Pero no me puedo desmoronar ahora, soy la mano derecha de este gran acontecimiento histórico que estamos por lograr todos los Nephilim, si me sacan de este puesto mis padres se sentirían tan desilusionado de mi por no hacer nada por ellos.

— ¡Agh!

Tiro la almohada a una de las paredes mientras escondo mi cabeza entre mis piernas que están flexionada en la cama, revivo mis momentos de niñez cuando terminaba encerrado en la pieza asustado por hacer los entrenamientos de los Nephilim, Hodger sabía dar miedo cuando se trataba de pelear y las armas, no son mucho mi fuente, años después descubrí mi arma ideal, pero esos tiempos siempre recibía una herida que terminaban por ser curadas por Jace por lo profundo que era, ahora estaba sufriendo una nueva herida pero interna, y ninguna runa podría curar eso. 

Me levanto de la cama para caminar al baño y encender la ducha en agua fría, tengo que relajarme, mañana por primera vez hace meses Valentine saldrá a cazar con nosotros y todo tiene que salir bien, no quiero que vea las debilidades que hay en nosotros, no habrá ninguna falla, dejo escapar otro suspiro más y me despojo del pantalón y el bóxer que uso como pijama y me adentro a la ducha viendo como mi cuerpo se tiesa cuando el agua toca mi piel y después todo se relaja, me siento en el suelo de la ducha dejando mis lágrimas camuflarse con las gotas de agua y los llantos mudos con el ruido de la lluvia artificial pegando con el suelo, entonces siento mi pecho relajarse, dejar de sentir aquella angustia.

— À la Claire fontaine, M'en allent promenerJ'ai trouvé l'eau si belleQue je m'y suis baignéIl y a longtemps que je t'aime, Jamais je ne t'oublierai. *— susurro cantando a lágrimas.

Mamá me solía cantar esa canción cuando era pequeño, a la hora del anochecer y debía separarme de mi Parabatai, ella solía dedicar un poco de su tiempo para hacernos dormir, su voz era angelical y podía escucharla por horas, pero no, solo tardaba minutos en caer en un profundo sueño y dejarla de escuchar, ahora que estaba cantando aquello con el peor dolor del mundo, lamentaba no haber dedicado más tiempo a ella o a papá, o hasta Max, nunca dedique tiempo a Max y él me quería mucho. Esta canción es mi sufrimiento y mi peor castigo.

— ¿Alec?

Me sobresalto mirando la puerta, la voz de Jace se escucha del otro lado, una vez más culpo a mi marca que está unida a él que refleja nuestras emociones y heridas, aunque creí que estando con Clarissa no vendría a socorrer por mí, pero no lo necesito siempre yo recorrí por ellos, se cómo afrontar la situación solo.

— ¿Alec?

— Ya salgo...

— Está bien, te espero aquí.

Cierro el agua y me levanto para secarme, me coloco la misma ropa para salir, Jace está en mi cama, sin remera y boca abajo abrazado a la almohada, si hubiese sido años atrás ahora podría estar sonrojado hasta el más minúsculo lugar de mi cuerpo, pero he madurado y el amor como la atracción no va conmigo en estos momentos, lo corrí hacia un lado para acostarme también pero boca arriba mientras miro el techo esperando el comienzo de conversación en la madrugada con mi hermano, no aguantará para hablar.

— Esto nos está matando Alec.

Y ahí está, el silencio no ha durado ni un segundo, es hora de hablar, dicen los mundanos que una conversación en la madrugada muestra todas las verdades, yo siento que debo ser sincero con mi Parabatai, entonces seguiré el ritmo y diré todo para que me comprenda, pero a la vez entenderle a él, que a parecer también quiere hablar y puedo notarlo.

— ¿Matarnos? ¿Qué nos está matando?

— Esto, todo lo que estamos viviendo— susurró— siento que no tengo vida Alec, pertenezco y trabajo para alguien, pero puedo morir mañana, no me siento feliz y siento que esto también pasó con Isabelle que fue en busca del mundo subterráneo.

— ¿Qué dices?— preguntó sorprendido.

— Alec, Izzy tiene o tenía un romance con Merliot, el Seelie y no fue capaz de decírtelo porque no confía en ti ni en mi o Clary ¿Esto quieres o queríamos? Isabelle no siente confianza en nosotros, se lo contó a Raj ¡A Raj! Nadie importante en la vida de ella. Estuvimos perdiendo a Izzy frente a nuestros ojos, ella necesita a alguien que la ayude o la aconseje, Merliot es su primer novio ¡Yo siempre soñé con conocer a su primer novio!

Estoy quieto, sin decir nada, mis ojos sienten el peso de las lágrimas una vez más, la angustia vuelve a mí, Isabelle tuvo su primer novio y yo no pude enterarme de ello porque él era un subterráneo, yo quería que confiara en mi o por lo menos en los más íntimo con Jace o Clarissa, poder aconsejarla a pesar de aún no tener mi experiencia en temas de relaciones sexuales cuando se trataba de estar con una persona permanente o solo estar para ella y hacer sentir incómodo a mi cuñado para que viera que tenía que tomar a Isabelle como algo serio y primordial, pero no pude, porque su primer novio era un subterráneo.

— ¿Un subterráneo?

— Si, un subterráneo— dijo Jace— ¿Y si ella no quiere ser encontrada?

— Ella será encontrada, ella no está bien, la traeremos con nosotros— digo ya al punto del llanto— ella no está bien, mírala, con un subterráneo, ella no está bien.

* À la Claire fontaine es una canción francesa que en los libros Maryse les canta a sus hijos cuando es pequeño y Jace escuchaba de la otra habitación.