Si Hoy Vuelvo
A mí también me cabe un incendio en el pecho, si te extraño tanto que luego las palabras vuelan de mi boca y ni siquiera mis manos las detienen para escribirte de nuevo.
No soy de detalles, ese ademán lo perdí hace varios años. No soy caballeroso y los modales hoy me resultan una canción que alguna vez estuvo de moda en mi propio mundo.
He venido para que sepas que aún permanezco, estoy en la cuerda floja, debatiéndome entre volver a verte y esperar a verte volver. Si te odio no me culpes. Llevo tanto tiempo odiándome a mí mismo para que el cariño que te ofrezco no sea tan sucio como el deseo que tengo de volar a los brazos de cualquiera si los tuyos se olvidan de amortiguarme la caída.
Hace tiempo que mi piel ha perdido la memoria. Mis brazos, cuando encierran a otra chica, sienten despertar de su letargo, y vuelven a dormirse cuando comprueban que ese perfume no es el tuyo, ni esa piel la que te pertenece, ni la voz la que salía de tu boca, ni el beso de despedida que sólo tú me dabas.
He de decirte que ya no te espero, pero que aún no supero el haber visto que te marchas. No me has dejado vacío, sino confundido y la confusión puede hacerte olvidar que tienes algo y eso te vuelve alguien con las manos tristes, sin nada. O sea, que es lo mismo.
Pero el proceso es más lento y más doloroso. A esta y otras tristezas les puse tu nombre.
A veces, cuando salgo, puedo sentir sobre mí las miradas subterfugias de cuantos recuerdos que me asaltan en cada esquina. Porque ahí donde mis pasos me llevan, siempre me encuentro una historia que dejamos a medias, siempre un retroceso, un tirón atrás, al borde del precipicio.
Caer es un verbo sin dolor cuando el lugar del que caigo no es tu cuerpo. Pero hoy no estoy seguro. Olvidarte. Olvidarte sí que es imposible. No fuiste ni serás perfecta, no viniste ni te fuiste a tiempo, sólo fuiste parte de una casualidad que resultó doler demasiado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro