“Hola, soy un alma vieja y viajera
vine a este mundo con la intención
de provocar sonrisas, de ser testigo
de las formas de amar en diversas lenguas,
de probar exquisiteces que conquisten
mi estómago.

El tiempo que yo ande
por aquí, voy a dejar mi rastro,
ya sea en canciones, poemas, dibujos,
caricias, fotografías, y una que otra
ocurrencia que tenga.

Mi intención
no es cambiar credos, ni predicar dogmas,
sólo vine a aprender, no sé cuánto tiempo
vaya a estar, he considerado
que será innecesario quedarme donde
no pueda crecer, que evitaré compañías
que me resten alegría.

Como estoy experimentado
la piel y los latidos, a veces tengo miedo,
tengo miedo de expresarme, de sentir los días,
hay cosas que me asustan mucho,
como la crueldad, el odio, los rencores
o de pronto una avalancha de tristeza
que me deja en el suelo un largo rato.

He estado en muchos mundos, en muchos lugares,
y creo que es fundamental, seguir sembrando amor,
soy muy sensible a las muestras de afecto,
me gusta sentirme amado, a veces me atormenta
pensar que no puedo llegar a sentir nada
por nadie, y de pronto veo una sonrisa
o a un niño correr estallando en júbilo y
me repongo.

Soy un alma vieja y viajera,
estuve en otras galaxias, te puedo decir
que hay un torneo de futbol interplanetario,
que existen colores que no puedo describir,
que hay un planeta que en toda su existencia
ha tenido música de fondo, que hay un país
donde los niños nunca se hacen adultos,

que hay seres que se comunican

con nosotros a través de sueños, que hay
otra galaxia donde no conocen
lo que es la poesía y se comunican
sólo con miradas, llevan milenios
sin pronunciar una palabra, por ello
todo lo que pueda decir, puede llegar
a ser tan hermoso, porque las palabras
son el resultado de nuestro andar por
esta esfera azul.

Soy un alma vieja y viajera,
pero en este mundo, soy nueva.”