Del pasado, lo cambiaría todo con tal de reconstruírlo de nuevo para volverlo a vivir. Vivir las desgracias, las vergüenzas, los pecados, los besos, las culpas, mi adolescencia en medio de miedos y los excesos de una década que ya murió.

Los raspones en la rodilla, mi primera bicicleta y el cabrón que me la robó. Aquellas tardes de futbol con mi Padre y los amigos del barrio. Volvería a vivir mi infancia feliz, la magia del arcoíris cuando jugaba debajo de la lluvia, los barcos de papel que mamá hacia para que yo los pusiera en el agua que corría por las calles, mi ropa manchada de lodo, mi primera canción, aquella que escribí cuando solo tenía 10 años. Mi madre enseñándome a volar en bicicleta, para serles sincero yo nunca quise ser otra cosa que el niño mas Feliz del planeta.

Viviría de nuevo incluso el dolor de cada partida, de cada despedida, de cada fracaso, la humillante derrota en mi pelea crucial por una mujer cuando tenía 11 años con uno de mis mejores amigos. Viviría los abrazos y caricias de tantos amoríos pasajeros, los deslices, las tormentas, los cuerpos clandestinos, la magia inexplicable de mi destino. Viviría las carencias, los miedos, la incertidumbre del día siguiente, los viajes a ninguna parte, cada segundo, cada instante. Mis 28 misiones. Mis más de mil canciones escritas en libretas convertidas en almacén de recuerdos.

Volvería a vivir los falsos “Te amo” de Karina, los besos a Mariana, el pequeño infinito de Ixtzel que como bien lo dijo ella termino por volverse eterno. Y por ultimo quizá sin temor a equivocarme volvería a cometer el mismo error con Fernanda, para así quizá tener musas para escribir por siempre, cada vez que una noche oscura me traiga su recuerdo. Una Vez Mas.

Lo cierto es que hoy me toca entre otras cosas: cargar el peso de las palabras que dije, soñar el sueño de soñar menos, y ponerme triste por descubrir que la vida no puede ser una fiesta que dura toda la vida. Aceptando que en ocasiones soy mi principal enemigo viviendo de preguntas donde no hay respuestas. Un Solidario corruptor de mis momentos placidos, un canalla culpable de casi todos mis tragedias épicas. Hoy, tengo el descaro de estar consciente de lo que soy, un poco de restos, escombros y ruinas, Un Agraciado de las coincidencias divinas, de una lluvia de estrellas hace un año, un 13 de noviembre del 2015, de una luna que desde el 48 no se veía (dicen) tan grande como la de Hoy por la noche, de destinos cruzados y demás.

Voltear al pasado es abrirle la puerta a la nostalgia para algunos, para mí, es saber quién soy.

¿Compartirlo? Nunca voy a saber si fue buena idea. Lo cierto es que soy el efecto de lo que fui con todas sus desavenencias, con toda su historia, con los besos que se quedaron guardados en la memoria de algunas, con los te amo que no dije, con la desventura de los afectos que no mostré, y con la guitarra que cuando cumpli 15 años me regalo mi Padre.
Un día de Noviembre de un año que ya ni Recuerdo.
Posdata Dirigida a Dios: Yo no se si asi hagas cada vez, pero Como sea Gracias por la lluvia de lluvia de estrellas de hace un año y la Gran Luna de Hoy.
A mis cuatro Lectores, Muchas Gracias.