Son varias escaleras con olor a cloaca, tienen rastros de vomito y parece que se murió alguien aquí. Están pintadas varias frases con sangre pidiendo ayuda, agua o tan siquiera misericordia.
Una lágrima de rabia contenida baja por mi ojo, obligandome a repetirme:

Eres un asesino, es normal ver eso, deberías haberte acostumbrado hace años

Pero aun así por mas que haya pasado el tiempo no termino de sentir dolor por las muertes inocentes, por lo que tomando una drástica decisión implanto una pequeña bomba que explotara en 25 minutos.

-Descansen en paz -voy susurrando a la nada. Aquí tienen su venganza, espero que les sirva de consuelo.

Intento ser fuerte y no soltar lágrimas, pero descubro una cosa en la pared y fallo miserablemente.
Veo mas de 50 tipografías diferentes en las paredes, más de 50 personas inocentes muertas, más de 50 familias rotas, más de 50 familias sin saber el destino de sus parientes.
En medio de mis reflexiones siento pasos, voces y gruñidos.

Los animales están cerca, los hombres están detrás, los gritos de guerra con los ladridos son perfectos para una escena de suspenso

Al fin veo el final de la escalera y más rápido que el rayo tranco la puerta.
No llevo mucho tiempo esperando cuando veo el helicóptero y en el hay alguien

-Sube, rápido -me apresura mientras escucho a las bestias gritar mientras empujan la puerta

-Dale, vamos -empieza a alterarse y cuando reacciono ya rompieron la barrera y empiezan a disparar, las bestias corren y yo, yo me quedo indeciso
¿Debería subir ahora, debo confiar en ella? ¿Que hacer?

Ella por su parte, sin esperar hala mi brazo y manda a despegar la nave

Me quedo mirándola, su figura resplandece en la oscuridad, sus ojos negros son hipnóticos, parecen un lago que me incitan a nadar en él, su pelo rizado y pelirrojo se asemeja a el crepitar del fuego

-Hola -me estrecha la mano. Mi nombre es Ámbar, y el tuyo?

-Hola, mi nombre es...

No pude confesar, en ese momento explotó la bomba y el lugar empezó a estallar en un arcoiris de colores, el desierto se ilumino dejando una estela de caos y destrucción. Todo se fue en un suspiro.

Finalmente logré salir y lo siguiente fue esconderme y ser paciente

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Ya habían pasado algunos días desde la misión completada. Ahora el joven se encontraba descansando en un modesto y cómodo hotel en el centro de aquel país. Para él no había nada mejor que recostarse un rato en la cama mientras dejaba que sus pensamientos se fueran y poco a poco entrar en un estado de relajación.
Situación que no duró mucho ya que una llamada empezó a sonar con insistencia, con pereza respondió aunque sabia quien hablaba detrás de la línea.

-Hay un nuevo objetivo en Mexico -hablo una voz ronca detrás del auricular - ¿seguirás en el trabajo?

-Afirmativo, voy para allá- respondió decidido el joven

-Ah, por cierto, olvidé decirles mi nombre ¿no?

Mi nombre es Zeta, mucho gusto

¿Fin?