Hay más en ser el Allfada que sólo agitar un martillo y gritarle a la gente.

La verdad es que eso es lo único divertido.

No, tienes que cuidar de las personas. Tienes que decirles cuándo cazar y cuándo recolectar. Tienes que saber leer a la tribu y evitar que peleen. Tienes que ser un símbolo de fuerza. Tienen que confiar en ti.

Eso es lo que mi padre me dijo la noche en que dio paso a mi liderazgo. Nunca he olvidado su consejo. Excepto una vez...

Su nombre era Loki y él era el hombre más hermoso que yo jamás hubiera visto. Hasta el día de hoy no puedo explicar cómo es que pudo haberme afectado así. Sus ojos, su cabello oscuro, su mirada maravillosamente superior. Oh, podía correr horas sólo para atraparlo, realmente podía. Pero lo que realmente me atrapó a mí, a mi corazón, fue la forma en que me golpeó la nariz con su brazo en la oscuridad la primera noche que nos encontramos.

Yo lo había perseguido a él con sed de sangre, pero mientras luchábamos juntos sentí un tipo diferente de lujuria. Uno que había sentido antes, el cual había entregado unas cuantas veces con otras de mi tribu que se sintieran lo mismo. Su cuerpo era intoxicante.

No dejó de intentar pelear conmigo todo el tiempo; de hecho, fueron sus luchas las que me negaron mi verdadero objetivo.

Justo cuando lo había logrado, y estaba sintiendo ese maravilloso resplandor en mi interior, me golpeó el codo contra el pecho y me quitó el aliento por completo.

La Tribu lo habría matado, pero a la luz de sus antorchas vi a Loki por primera vez. Y quería más.

Así que, desafiando las enseñanzas de mi padre, lo llevé a casa conmigo.

Durante el día él me mostraba sus habilidades de caza a animales pequeños, y por las noches yo exploré cada centímetro de su cuerpo. Primero tuve que sobornarlo con comida. La mirada que me dio al lamer su cuenco limpio casi me hizo derramarme allí junto a la chimenea.

Cuando volvimos de nuestro territorio de caza por el invierno, yo estaba enamorado de él, y él de mí. Al menos eso me dijo. Por eso, cuando desapareció, sentí un dolor espantoso en mi corazón. Pensé que me amaba. Estaba muy seguro de que sólo se había perdido o que alguien había logrado atacarlo a mis espaldas.

Algunos de la tribu me dijeron que así era mejor. No sabían nada de amor, y eran ciegos a todo lo que Loki había hecho en su tiempo con nosotros.

Esa noche volví por el camino que recorrimos, buscando una señal de él. Cuando vi las ramas rotas y los pasos poco profundos camino al bosque, supe que me había dejado.

Eso me parecía inaceptable.

No pude seguirlo de inmediato. Tenía un deber para con la tribu, así que los llevé con seguridad a los campos de caza de verano. Apenas nos habíamos instalado cuando anuncié la primera cacería. Tenía que encontrarlo. Tenía que irme. Mis hombres cubrirían mis huellas. No creía que Loki no me amara. Eso era totalmente ridículo.

Cuando llegamos al bosque, mis hombres buscaron una presa. Yo busqué a Loki. Dirigí deliberadamente a los hombres hasta estar cerca del antiguo campamento de su tribu. Pensé que tal vez él iría allí para conseguir suministros, aunque dudo que quede algo ahí después de tanto tiempo.

Yo tenía razón. Esa noche, mientras los hombres dormían, me escapé a donde pensaba que estaba el antiguo campamento. Había fuego ardiendo delante de una tienda.

Él estaba sentado al lado del fuego, y por un momento su rostro sólo mostró tristeza.

Había esperado un saludo, por lo que me sorprendió encontrarme con el extremo puntiagudo de su lanza. Parecía tener miedo, como lo había tenido cuando había llegado por primera vez a mi tribu. Me sentí traicionado.

"Thor." Susurró. "Eyamsory. Lo siento."

Traté de alcanzarlo, pero él se defendió con su lanza. Podía sentir mi corazón romperse dentro de mí. ¿Me había equivocado en cuanto a sus sentimientos por mí? ¡Pero él mismo había dicho las palabras!

Tal vez no los había comprendido verdaderamente.

"Ve, Thor, ve," susurró.

Sacudí la cabeza obstinadamente. Yo lo llevaría a casa conmigo. Le mostraría que era amado. Tenía que amarme también. Nuestro invierno juntos no podía ser una mentira.

Sólo me golpeó con la lanza. Parecía completamente miserable.

Fue entonces cuando vi lo que había detrás de él. Había gente durmiendo en la tienda. Algunos de su tribu habían sobrevivido.

Se paró frente a ellos, bloqueando mi vista.

"Eres mío." Le dije. Me miró tristemente mientras sacudía la cabeza.

"Por favor, vete." Dijo, aunque su rostro contaba una historia diferente.

Le señalé el pecho. Todavía llevaba el símbolo que le hice, el símbolo de nuestro amor.

"Eres mío," repetí. ¿Por qué más lo usaría todavía?

"Yo soy de ellos," me dijo. "Ve, Thor. ¡Vete!"

Él estaba llorando. Pero no tuve elección. No dejaría a las personas de su tribu. Él también tenía deberes.

Volví a mi tribu y vigile el resto de la caza. Pero en mi mente, sabía que no podía dejarlo ir. Él era mi Loki. Tenía mi corazón. Y lo más importante: él no había devuelto mi regalo, lo que significaba que él sentía lo mismo.

Esta era una caza de diferente tipo, y yo iba a ganar.

La noche que volvimos al campamento, me senté y miré al fuego, tratando de pensar en una manera de mostrarle a Loki que él pertenecía conmigo.

"Estás triste, Thor." Mi madre dijo a mi lado.

"Seré feliz cuando tenga a Loki." Le dije.

Ella frunció el ceño confundida.

"Se ha ido Thor, se escapó."

"No." dije, lo suficientemente alto como para ser escuchado. "Él no huyó de mí, se acercó a su tribu. Hay unos pocos que sobrevivieron."

En el momento en que esas palabras salieron de mi boca, los hombres comenzaron a buscar sus armas. Yo los detuve con un gesto.

"Son mujeres en su mayoría, algunos niños. No hay hombres."

Por lo que había visto esta era verdad, aunque con Loki bloqueándome no había podido ver mucho. De todos modos los tranquilicé.

"Lo traeré de vuelta." Dije.

Algunos rodaron los ojos, pero no me desafiaron. Habría ganado fácilmente de todos modos.

"Sólo huiría de nuevo, Thor. Él no permanecerá a tu lado mientras su tribu viva." Señaló Hogun.

Sus palabras me molestaron. La última vez que los atacamos había sido por el territorio. Los restantes de ellos no eran una amenaza para nosotros y no podía imaginarme matándolos.

"Él me ama; Lo alejaré de ellos." Insistí obstinadamente.

Me di cuenta de que no me creían, pero estaban contentos con dejarme intentarlo.

***

Le devolví a Loki la piedra azul. Había estado muy molesto al verme tomarla, así que pensé que sería un buen regalo para empezar, para demostrarle que no me había dado por vencido; después de tanto tiempo no quería que dudara de mis intenciones.

La próxima vez que cazamos, me escapé para hacerlo.

Pero su gente había abandonado su campamento. Los rastreé hasta llegar a una cueva pequeña, donde estaban durmiendo. Había un muchacho joven vigilando en el frente, pero me mantuve apartado y él no era muy bueno escuchando. Era una mala elección de refugio, pero yo no estaba aquí para juzgar.

Dejé la piedra donde Loki pudiera encontrarla. El juego había comenzado.

Me alojé cerca y vi como llegaba la mañana siguiente. Su tribu era pequeña, se juntaron alrededor de su piedra y se maravillaron al verla. Loki estaba diferente, escaneaba los árboles buscándome, pero yo estaba bien escondido. No parecía satisfecho. Claramente tengo que encontrar algo mejor para ganarlo.

Recordé cómo se había entregado a mí para poder comer. Eso es lo que intentaría a continuación. Después de todo, funcionó la última vez.

***

No podía ir hasta él todo el tiempo, tenía que cazar para mi tribu. Pero después de un logro particularmente bueno, y con la bendición de mis hombres, le dejé un buen pedazo de carne. Me quedé cerca otra vez y observé como él lo miraba con sus manos apoyadas en sus caderas.

Sonreí mientras veía una media sonrisa adornar sus rasgos. Estaba contento. Pero aparte de examinar de nuevo los árboles, no mostró señales de intentar encontrarme. Tengo que esforzarme más.

***

Los conejos son los animales más irritantes que he tenido la desgracia de cazar. Debo haber caído cien veces sobre mi estómago sin lograr atrapar a mi presa. No tenía ni idea de cómo Loki logra atrapar estas cosas noche tras noche.

Finalmente aterricé encima de uno y lo aplasté. Le rompí el cuello antes de que pudiera chillar y lo sostuve triunfalmente.

Mis hombres suspiraron decepcionados; habían estado disfrutando del espectáculo.

Esa noche lo dejé en la roca para él, y esperé ansiosamente el amanecer.

Se rió al verlo. Una risa adecuada y llena de afecto. Sonreí en mi escondite y me fui. Pronto me acercaría e a él, y él volvería a casa conmigo.

Volví dos noches más tarde, cuando él estaría de guardia. Descansando sobre la piedra estaba su colgante. Lo miré en shock durante varios minutos. ¿Cuál era el significado de esto? Sabía que me amaba. ¿Por qué hacía esto? ¿Por qué me rechazaba?

Tomé el colgante y me fui. Ni siquiera supo que había ido.

***

Me senté junto al fuego en casa y sostuve el colgante en mis manos. Me había equivocado. Loki no había estado dispuesto a venir conmigo. ¡Pero yo lo amaba! Y estaba seguro de que él también me amaba. De alguna manera no había sido suficiente.

Mi padre vino a sentarse a mi lado.

"Lamento que te sientas herido, hijo." Dijo. "Pero no puedes esperar que abandone a su pueblo."

"Pero él me ama." Insistí. "Yo sé que sí."

"¿Qué tiene que ver eso con algo?" Señaló mi padre. "Tiene su deber."

"No me importa. Él pertenece conmigo." Dije, agarrando fuertemente su colgante.

"Entonces déjanos para ir a estar con él." Me dijo mi padre. "Fandral será un Allfada bastante bueno."

Lo miré sorprendido.

"¡No puedo hacer eso! ¡Tengo un deber que cumplir! Debo cuidar de... oh."

"Sí." Mi padre me dijo, no cruelmente. "Debes dejarlo ir, Thor, él debe cuidar a su gente como tú cuidas de la tuya."

Dejé el colgante y me negué a mirarlo. Lo comprendo, pero aunque lo intente no puedo aceptarlo.

En mi mente sólo había una solución. Pero tenía que ser inteligente, lo cual, puedo admitir, no es mi punto fuerte. Pero puedo ser inteligente por Loki. Si él no deja a su gente, entonces su gente tendría que venir con nosotros.

Durante los siguientes días encontré tiempo para hablar con cada miembro de la tribu a solas.

****

"Esas pobres mujeres, están en la perfecta edad de tener hijos, pero sin nadie con quien yacer." Le dije a Fandral mientras caminábamos por los campos.

La cabeza de Fandral se levantó, como yo sabía que lo haría.

"Supongo que otras pocas personas aquí no harían demasiada diferencia, si trabajan bien." me dijo.

****

"Esos pobres niños sobrevivieron un invierno, pero ¿sobrevivirán a otro?" Le dije otro día a Volstagg mientras íbamos a explorar.

Volstagg parecía incómodo; Siempre había sido muy bueno con los niños.

"Estarán bien." Murmuró, pero pude ver lo que de verdad pensaba en sus ojos.

****

"Si los aceptamos ahora, serán una parte de nuestra tribu. No se convertirán en enemigos para los hijos de nuestros hijos." Le dije a mi padre mientras nos sentábamos junto a la chimenea.

"Como pasó con mi gente." Dijo mi madre con una suave sonrisa.

Mi padre frunció el ceño profundamente y hundió los hombros frente a nosotros.

"Él es bueno lanzando." Dijo al fin mi padre y yo sabía que esa era la verdadera victoria.

****

"Hay mujeres y niños, niños que sufrirán." Dije un día mientras Sif dejaba su comida junto a ella para descansar.

Ella me miró con los ojos entrecerrados, pero entonces su rostro se suavizó.

"Siempre supe que podías hacer lo imposible, Thor." Dijo. "Parece injusto que, ahora que has encontrado a tu igual, los mantengan separados el uno del otro."

****

Incluso con más de la mitad del apoyo de la tribu, hubo algunos gruñidos. Pero me apoyaron, lenta y pacientemente. Por Loki, yo podía ser cualquier cosa, incluso paciente.

Finalmente era el momento. Mis hombres y yo nos fuimos en busca de mi amor.

Y sus parientes.

***

Me resultó increíble que él no estuviera ahí. Los rodeamos junto a su fuego y los tuvimos rodeados e indefensos antes de que tuvieran tiempo de saltar, y él ni siquiera estaba allí.

Tuve que sentarme y esperarlo mientras sus parientes temblaban de miedo.

Salió de las sombras completamente decidido.

"¡Thor! ¿Qué estás haciendo?" Gritó. Mis hombres se separaron para dejarlo pasar.

No pude evitar sonreír. No me enfrentaría así si me temiera. Se escaparía y se escondería. No. Se acercaba a mí, listo para pelear. Esta es una pelea de amor.

"Mío." Le dije firmemente y lo besé con toda mi pasión negada. Él luchó brevemente en mis brazos. Podría haberme lastimado, pero no lo hizo.

Así que empujé mi suerte, y lo llevé allí junto al fuego. Supongo que siempre había creído que tendríamos una reunión física, porque había llevado la grasa para ayudar a facilitar el camino. Había estado pensando que pasaríamos nuestra noche a escondidas en la cueva, pero estaba demasiado ansioso después de tanto tiempo. No se negó más allá de esa primera lucha. Podía sentir que me besaba y sabía que había ganado.

Nuestro viaje a casa fue relativamente tranquilo. Loki trató de interrogarme, pero sabía que mis palabras se retorcerían entre nosotros. Era mejor mostrarle mis planes. Tal vez algún día pudiéramos hablar adecuadamente, él era muy inteligente. Tal vez podría aprender algunas de sus palabras también.

La tribu estaba dando la bienvenida a los parientes de Loki. Los había preparado bien. Mis apoyos ciertamente abrazaron este nuevo cambio. Miré el rostro de Loki al darse cuenta de que sus parientes estaban siendo bienvenidos a la tribu.

"¿Thor?" Me preguntó con la más adorable expresión de confusión en su rostro.

"Tú eres de ellos. Eres mío. Así que ellos son míos." Le dije.

Ahora él no tenía ninguna razón para irse, no había nada que nos mantuviera lejos el uno del otro.

Lo llevé a nuestra cueva y le di su colgante. Él sonrió suavemente al verlo.

"Mi Lowki, Low-Lock... Loki." dije. Su nombre siempre había sido difícil en mi lengua, pero merecía que lo dijera correctamente. "Mi Loki, siempre."

Me miró con tal amor, que robó todo el aliento de mi pecho.

"Mi Thor." dijo, "Mi Thor, siempre."

Lo tiré a mis brazos y dejé mi corazón se llenara de él. Nosotros éramos uno.

Siempre.