Capítulo 6
La tribu comenzó a empacar sus cosas al día siguiente. Me enviaron a los campos de nuevo para tratar de obtener algo de los últimos granos. El Azotador me acompañó mientras Frigga se ocupaba de los demás.
No tuvimos mucho éxito, el grano estaba escasamente disponible. Mi bolso quedó lamentablemente pequeño. Los otros podían caminar libremente y más rápido, se habían alejado de nosotros a las áreas donde hasta ahora no habíamos estado en poco tiempo, tendrían un poco de mejor suerte allí, ya que habría más granos. Lentamente los perdimos de vista. No pensé que eso pudiera pasar, pero a nadie le importaba mucho lo que hicieran un viejo y un forastero.
El Azotador trabajó con apuro. Él también podía ver lo poco que recogíamos y parecía preocupado. Me di cuenta de que no era el único en esta tribu cuyas comidas dependían de una abundante provisión.
Trabajamos en silencio, ambos decididos a llenar nuestras bolsas tanto como fuera posible. Cuando llegó el mediodía, el Azotador no quiso detenerse para descansar. Tampoco yo descansé, pero mantuve mis ojos en las copas de los árboles. Los cazadores habían estado regresando con más y más pájaros cuando las presas más grandes salieron de las llanuras. Yo era bastante bueno en cazar pájaros, y quería probar mi suerte.
Pero tendría que convencer a al Azotador.
Lo miré por el rabillo del ojo hasta que se dio cuenta de mi mirada.
"¿Wa?" bufó.
Miré hacia los árboles y señalé.
"Aves." Dije. "Da craw aves."
Su ojo se estrechó.
"Yu hew wa yu dold." dijo.
Tiré de la cuerda que nos conectaba.
"Da craw dem, da craw iveh dem."
Los cazo, cazaré cinco de ellos. O al menos esperé que eso fuera lo que dije.
Me miró con sospecha. Cinco era u numero grande, pero yo no tenía arma.
"¿Powe?" preguntó.
Pensé que me preguntaba cómo lo haría, así que me agaché para tomar una roca del suelo. No era la situación ideal, ¿pero cuando los dioses nos entregan todo perfecto?
"Seh," dije y tiré la piedra con un rápido movimiento de mi muñeca.
La parte superior de un tallo cayó. Respiré de alivio. Yo era bueno, pero no perfecto, si hubiera fallado entonces jamás lo habría convencido.
"Da craw dem." Dije de nuevo.
Me miró pensativo, luego miró los tallos que nos rodeaban.
"Hinahden, goinat liep flacks yu hwew hewr craw, ut i yu craw du wei uy a pwuk whet ghen." Me dijo.
El permiso parecía dado. Se dirigió hacia los árboles y yo me arrastré detrás de él. Busqué en el suelo por piedras adecuadas para tirar. Cuando encontré tres, guardé dos en una mano y pesé la tercera cuidadosamente en la otra.
Nos deslizamos tranquilamente bajo los árboles, buscando una buena presa. El Azotador era ligero de pies, sus viejos instintos de caza seguían ahí. Su único ojo escudriñaba las copas de los árboles y su cabeza se giraba ante los ruidos de los pájaros, tratando de localizar su ubicación.
Señaló uno antes que yo, observando un pájaro de buen tamaño en las ramas. Se quedó inmóvil mientras me alejaba lentamente el brazo y yo envié una plegaria a mi dios para que pudiera matarlo rápidamente.
La piedra lo golpeó de verdad y el pájaro cayó. Ambos salimos hacia el lo más rápido que pudimos. Aterricé sobre el sólidamente justo cuando estaba luchando para volar de nuevo. Un rápido chasquido de su cuello lo hizo nuestro.
Por un momento nos miramos el uno al otro, ambos disfrutando silenciosamente de la presa que habíamos cazado, entonces el Azotador se dio la vuelta y comenzó a explorar los árboles de nuevo.
Al final volvimos por más granos. Tuvimos que hacerlo, la tribu estaría enojada si no regresábamos con lo que nos habían mandado a conseguir. Pero más tarde, ese día, volvimos a los árboles y cazé de nuevo. Se sentía bien hacerlo, correr por conejos era un juego de niños. Yo sólo había seguido con eso para mantenerme rápido y ágil. La caza de pájaros era una prueba de verdadera habilidad.
El Azote estaba contento, aunque trató de no mostrarlo. Habíamos atrapado cuatro pájaros y estábamos intentando conseguir el quinto.
Esta tribu no era buena en las pequeñas cacerías. Las semanas que había pasado con ellos habían dejado claro que los hombres estaban mejor preparados para las presas grandes. No tenía ninguna duda de que en la época correcta, incluso el más lento de esta tribu comía carne. Pero los tiempos de escasez eran más duros. Deberían haber estado almacenando algo de comida cuando la tuvieron, o preparándose para esto. Me pregunté cuántos niños habrían perdido por el hambre a lo largo de los años.
El Azotador señaló a otro pájaro. Levanté el brazo y tiré la piedra. Cuando aterrizó, corrimos a coger el pájaro. El Azotador me retuvo un poco porque era demasiado lento, pero aun así conseguí agarrarlo mientras trataba de volar hacia los árboles. Le rompí el cuello y sonreí. Éxito, había atrapado más pájaros por mi cuenta que dos o tres cazadores juntos. Entonces vi el rostro de el Azotador. Parecía alarmado.
Me volví y me vi observado por un oso. Se veía muy, muy enojado.
Corrí, también lo hizo él. El oso nos persiguió a través de los árboles. El Azotador se estaba quedando atrás; Si se caía entonces ambos estaríamos muertos. Me eché hacia atrás y agarré su brazo, tirando de él conmigo mientras huía lejos del oso.
Mi padre me dijo que cuando un oso te persigue es probablemente porque es madre y tú te acercabas demasiado a sus bebés. Si ese era el caso, tenías que correr y no detenerte. Ella no querría dejar a los cachorros, por lo que eventualmente se detendría para volver.
Todavía podía oírlo. A mi lado el Azotador estaba jadeando. Mi corazón tronó en mi pecho mientras me avanzaba aún más rápido.
Al cabo de un momento nos salimos de la zona de árboles y corrimos por las llanuras. Vi al grupo que regresaba a la base. Los cazadores de guardia nos vieron y nosotros seguimos hacia adelante, sólo para detenernos cuando Sif les tendió la mano y dijo algo. Ella nos miraba con deleite en sus ojos.
El oso se acercaba, podía oírlo. No se detuvo ni se volvió. A mi lado, el Azotador gritaba intensamente.
La tribu envió a las mujeres y los niños de nuevo a la base. Pero un niño no se dio la vuelta con los demás. Ullr se separó del grupo y corrió hacia nosotros, ondeando un palo alto en el aire.
Si hubiera tenido aliento para gritar, le habría dicho que corriera de regreso, pero apenas podía seguir andando. Sif gritó aterrorizada mientras los cazadores corrían hacia él.
El Azotador y yo pensamos lo mismo, ambos corrimos hacia otro lado en un esfuerzo por atraer al oso lejos de Ullr, pero desafortunadamente lo hicimos en direcciones opuestas. La cuerda entre nosotros se estiró muy tensa y sentí cómo se partía en dos, dando un latigazo a mi cintura que alcanzó a cortar mi piel.
Entonces el impacto me hizo caer. El oso había atrapado la cuerda en su hocico y estaba soltando un chirrido de dolor, el también tenía un corte en la boca.
Los cazadores llegaron, poniéndose junto a Ullr, quien ya había tirado su palo sin ningún efecto. Ellos tuvieron más éxito, y atacaron con sus lanzas. Aquí pude ver su habilidad. Trabajaron en un equipo perfectamente coordinado para derribarlo. Era impresionante, o lo habría sido si mi vida no estuviera en peligro mortal.
Me quedé en el suelo e intenté evitar ser arrastrado al centro de la lucha. Al otro lado del oso, el Azotador hizo lo mismo. El animal todavía tenía la cuerda en su boca y cada jalón que daba tiraba de uno de nosotros más cerca. Seguimos alejándonos todo lo que pudimos.
El golpe fatal vino de un hombre llamado Hogun, a quien no había visto sonreír ni una vez en todo el tiempo que he estado aquí. Su lanza se clavó en el cuello del oso y un chorro de sangre fluyó. Luchó durante unos minutos más, pero cada movimiento fue más débil que el anterior. Cuando se volvió demasiado débil para moverse, Hogun terminó todo pasando su lanza a través del ojo hasta el cráneo.
Sif llegó corriendo y toomó a Ullr en un abrazo.
"¡Yu doofoo kindri!" gritó. "¡Yu hwew hav bund fruk!"
Así es cómo aprendí cual era su palabra para estúpido.
"Ni por roondi da Gadadra." Protestó Ullr, empujándola lejos. Se volvió y se arrojó a los brazos de el Azotador, que seguía tragando aire. Parecía agotado.
Me sentía igual. Cuando el miedo se desvaneció de mi cuerpo me di cuenta de que mis miembros se sentían temblorosos y mis rodillas estaban tambaleándose.
Me senté de nuevo mientras los cazadores se reunían y felicitaban a Hogun por la hazaña.
Mis pájaros parecían insignificantes en comparación. El oso serviría para varias comidas buenas en los próximos días. De cualquier forma, me sentí agradecido por eso, pero ¿cómo iba a demostrar mi valía a la tribu?
Descansé durante algún tiempo mientras la tribu empezó a cortar y preparar al oso. Estaban a mitad de ello cuando Thor regresó con los otros cazadores. Golpeó a Hogun en la espalda con buen humor y se sentó a escuchar la historia.
El Azotador le contó. No entendí la mayor parte, pero la cara de Thor se oscureció cuando llegó la mención de Ullr, quién todavía estaba sentado en el regazo de su abuelo.
Thor se volvió hacia el muchacho y lo abrazó con fuerza.
Ullr hizo un gesto.
"Da leas a bu mase yu." dijo.
Thor lo abrazó de nuevo y se volvió hacia el Azotador para escuchar el resto de la historia. El Azotador describió el momento con la cuerda, que yo entendí porque él hacía mímica. El rostro de Thor me hizo reír, lo que atrajo su atención. Me miró mientras sostenía a su hijo. Tenían los mismos ojos azules y rasgos muy parecidos.
Me di cuenta de que nunca había reído aquí antes. Me detuve, avergonzado, pero me encontré riéndome de nuevo un momento después, mientras el Azotador volvía a describir la forma en que el oso se enfrentó primero a nuestra cuerda.
"Ni por ta gool rikip, I wei hew ni la urpot." preguntó Hogun con seriedad.
No estaba seguro de lo que dijo, pero hubo acuerdo entre los cazadores que habían presenciado lo que había sucedido.
Thor escuchó hasta el final, luego un ceño cruzó sus rasgos.
"¿Wa yu hew ip liep trorres?" Preguntó.
El Azotador se veía un poco culpable. Miré hacia atrás y hacia delante entre ellos tratando de resolver lo que se había dicho. Entonces él se levantó y vino a mí. Metió la mano en mi bolsa y sacó los pájaros.
"Lowki por craw liep urkes. Wei du hav smil wit liep whet." dijo él.
La tribu pareció enojarse.
"¡¿Yu mamut je hav ta frukit?!" preguntó uno de ellos.
"Pwo hes Thor, cuando je chatmut je a craw liep prara." respondió Odín con calma.
"Je hwewre hav fruk ah." replicó Sif bruscamente.
Odín le dirigió una mirada que contenía muchas emociones, pero ninguna buena.
"Je por was lohin sloe induf a fruk da, fwa yu hew du osso a hav ta mutilar wit da ded whe liep berid por roondi ah." le dijo él.
Los miré a todos, aturdido, comprendí sólo unas pocas palabras, aunque por el tono sabía que Odín estaba enojado con Sif.
Thor alzó las manos.
"Sten. I je hwew craw urkes den wei ould mamut je, wei hwew du smil la berid. Urkes erd getta oten dan berid, inspicla whe wei mud a liep craw-erta. ¿Wa hes je craw wit?"
Esta última pregunta se le dijo a el Azotador.
"Ta ruk, ta squa ruk." dijo él. "Je tot dem fwa fruk liep urkes grim liep trorress. Je gool craw mini metts."
Thor asintió con la cabeza.
"Wei hwew esu je. Je hwew etch ah."
"¡Du!" gritó uno de los cazadores. "¡Da hwew du ertche grim ta urgdu!"
Querían que yo no hiciera algo, pero no sabía qué era.
"Den yu ould du en liep dool je craw." Dijo el Azotador con calma.
Por un momento pude ver al ex líder en él, parecía más alto, con una calma que sólo viene con el poder. Thor no tenía eso todavía, pero aún era joven.
"Da dadra id hinahden. Yo he eh hew du leas un ertche un craw, den yu hwew du en wa je fruk." Dijo Thor.
"Da hwew hav berid." El cazador respondió. De forma despectiva.
Thor simplemente asintió.
"Hinhahden." Dijo y se levantó. "Wei uy, ni id derk fwa liep berid ledis barro un hom."
Todo el mundo llevaba un poco de oso cargando, incluso yo, aunque se aseguraron de darme una carga muy pesada sólo para hacerme ir lento. Lo cargué sin problema y tuve que suprimir una sonrisa complacida.
Thor me dio uno de los pájaros que yo capturé frente a todos en el fuego. Comí toda su carne y roí la médula de sus huesos mientras el oso era compartido con todos los demás. A Ullr se le dio un pedazo considerado grande para un niño y pasó la noche siendo cargado por Sif y admirado por sus amigos. El Azotador comió un pájaro y oso, ambos de los cuales compartió generosamente con Frigga.
No me había dado cuenta antes, pero ver a esos dos juntos era algo habitual. Los hombres perseguían a las mujeres que no esperaban un bebé o estuvieran enfermas, y las mujeres elegían entre ellos.
Pero esos dos se amaban el uno al otro. Se notaba en la forma en que se hablaban, en la forma en que sostenían sus brazos mientras saludaban a los demás, y esta noche, en la forma en que el Azotador amorosamente sacaba carne de su porción y la ponía en el tazón de Frigga antes de si quiera comer.
Por un momento, me encontré sobrecogido ante el anhelo de tal amor. Una mujer de la edad de Frigga no podía tener hijos, un hombre de la edad de el Azotador no podía cazar, y sin embargo se cuidaban entre ellos. No tenía duda de que era ese amor el que los mantenía vivos.
Pero eso no era para mí, yo le pertenecía a Thor. Mi única esperanza de supervivencia era escapar de él e intentar sobrevivir por mi cuenta, o serle tan útil a la tribu que no me mataran, incluso cuando el interés de Thor disminuyera.
Thor estaba de buen humor. Su brazo estaba colgado alrededor de mi cintura mientras la tribu cantaba canciones y bailaba. Su voz era profunda y resonaba por encima de la multitud mientras cantaba. Había una melodía, pero yo no la sabía.
Thor me sacó de la multitud más tarde y me llevó de regreso a la cueva. Frigga había empacado la mayor parte de todo, así que nos quedamos con sólo una sencilla piel para dormir. Las otras cosas estaban perfectamente ordenadas para ser llevadas. No era mucho.
Thor dejó su martillo de piedra y envolvió sus brazos alrededor de mí. Le encantaba ese martillo, nunca se le veía sin él. Era una buena herramienta, pero yo prefería usar cuchillos. Cuando me fui no llevaba mucho conmigo, todo sería más fácil si lo que necesitaba estuviera entre las cosas de Thor.
Me besó fuertemente y me apretó los muslos. Respondí empujándome contra él y envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.
Me besó de nuevo y buscó con la mano la grasa. Al menos Frigga había pensado en dejarlo cerca. Sus dedos resbalaron contra mi hombría unas cuantas veces antes de empujarse entre mis piernas. Respiré profundamente y traté de relajarme mientras me abría.
Cuando estaba listo, Thor se retiró y se frotó con la grasa a lo largo de su longitud. Me sonrió y se empujó hacia dentro. Di un leve gemido e incliné mi espalda para tratar de encontrar ese lugar dentro de mí. Thor sabía lo que yo quería a estas alturas y movió sus caderas para ayudar. Jadeé cuando lo golpeó, y él sonrió abiertamente en respuesta, empujándose hacia arriba y hacia abajo contra él con movimientos fuertes y confiados. Me recosté e intenté mantenerme relajado para él.
Su mano se deslizó entre nosotros y rodeó mi virilidad. Comenzó a acariciarlo al mismo ritmo en que embestía.
Para mi horror, yo comencé a responder.
Esto no estaba bien, esto no era lo que yo quería.
Me incliné y puse mis manos sobre las suyas, tratando de empujarlo.
"No." Jadeé. "Thor, no."
Él no se detuvo, su gran mano callosa seguía acariciando lentamente, empujándome cada vez más cerca del borde hasta que estuve luchando para no terminar con todo lo que tenía. Mis manos eran inútiles contra su fuerza. Mis brazos parecían moverse a tiempo con los suyos, desde el exterior era difícil saber si intentaba detenerlo o alentarlo.
Mis esfuerzos no fueron suficientes. Solté un grito mientras derramaba mi humedad sobre mi estómago. Mi cuerpo se apretó y Thor terminó en ese momento. Por un segundo simplemente nos quedamos allí, sin aliento y unidos, luego él salió de mí. Limpió mi humedad de mi estómago y me envolvió en sus brazos para dormir.
Thor estaba feliz, por supuesto que lo estaba, pero yo estaba horrorizado. Una cosa era someterme a esto para salir beneficiado, ¿pero disfrutar? ¿derramar mi propia humedad en mi cuerpo como él derramaba la suya dentro de mí?
Detrás de mí, Thor gruñó en su sueño y apretó su agarre alrededor de mi cuerpo. Me quedé en la oscuridad y escuché los sonidos de la tribu fuera hasta que Frigga y el Azotador entraron a dormir.
***
Thor me llevó a cazar al día siguiente. Estaba atado a su cintura mientras el grupo de cazadores se abría camino entre las llanuras y hacia un afloramiento rocoso donde podían observar la tierra que los rodeaba. Thor me observó con ojos serios. Se estaba arriesgando conmigo, un riesgo que podría ser desastroso para su liderazgo si fallaba. Me encontré dispuesto a no fallarle. Era un buen líder, aunque algo impulsivo. Su juventud se calmaría con el tiempo si se le daba la oportunidad.
Él y yo recogimos un número decente de piedras para lanzar, y luego, como grupo, salimos a través de la zona boscosa lo más silenciosamente posible.
Atiné a los pájaros en los árboles y los cazadores corrieron a cogerlos antes de que pudieran recuperarse. Era un buen sistema. Había algunos cazadores que también intentaron lanzar, con diversos niveles de éxito. Estaban mucho más dispuestos a alabarse los unos a otros que a mí, pero eso era lo que yo esperaba.
Thor no era bueno en ello. Tenía una forma de lanzar que parecía bastante incómoda y fuera de lugar. A medida que avanzaba el día se sentía cada vez más frustrado con sus esfuerzos. Finalmente fue demasiado para su genio, así que cogió su martillo y lo arrojó al pájaro más cercano.
Ahora entendía por qué su estilo era tan extraño. Estaba acostumbrado a lanzar ese gran peso, eso hizo que su manipulación de objetos ligeros fuera torpe y fallida.
Se oyó un chillido cuando el martillo golpeó al pájaro y lo derribó del árbol.
Thor y yo intercambiamos una mirada y fuimos a ver el resultado.
El pobre había sido aplastado bajo el martillo, sus alas se extendían por ambos lados y sus piernas apuntaban hacia arriba.
Lo miramos por un momento, luego empecé a reír.
Thor me miró, indignado, y luego una sonrisa comenzó a nacer en su boca. Un momento después empezó a reír animadamente. Nos quedamos allí y nos reímos al ver el pájaro y el martillo hasta que los otros cazadores nos encontraron y tuvimos que seguir adelante.
La próxima vez que Thor estiró la mano para lanzar una piedra, yo la alcancé y la cubrí con la mía. Mientras él observaba, moví su brazo de la manera correcta para lanzar, repasando los movimientos lentamente para que pudiera aprenderlo.
Aquel día no mejoró, pero esa noche lo vi practicando sus lanzamientos al borde de la base, y yo volví a comer pájaro.
***
Salimos al quinto día, como había decidido Thor. Yo estaba cargando con todo lo que la tribu no deseaba llevar. Thor lo permitió; tenía que hacer ceder un poco para poder mantener su capricho estúpido de mantenerme con vida aún en el invierno. Me concentré en el conjunto de pies delante de mí mientras caminábamos, y traté de no mostrar cuán pesada era mi carga.
Caminamos todo el día, y comimos de nuestros escasos suministros esa noche. El oso había sido bueno para la tribu, dándoles un poco de grasa antes de iniciar el viaje, pero sólo un poco. La tribu no fue buena cazando después de eso.
Estaba agotado cuando nos detuvimos esa noche. El peso sobre mis hombros me hacía tropezar. Thor lo notó, y me ayudó a bajar todo de mis hombros mientras la tribu se establecía y se aseguraba de que el lugar de parada fuera seguro.
Me froté los hombros para aliviar el dolor. No sabía cuánto tiempo estaríamos viajando, y no quería preguntar delante de la tribu en caso de que pensaran que me estaba quejando.
Comimos poco esa noche y todos fueron a dormir sin cantar ninguna canción.
En total caminamos durante doce días antes de que nos detuviéramos por más de una noche. Estábamos en una gran cueva que estaba a una gran altura. Thor se las arregló para mimetizar que este era un lugar temporal donde descansaríamos y comeríamos por un tiempo antes de ir más lejos nuevamente. No me importaba, estaba demasiado cansado para hacer algo más.
A la mañana siguiente sí que me importó.
Estábamos en el extremo de tierras que pertenecían a mi tribu. Esto estaba justo cerca del lugar donde el Azotador había matado a mi padre y donde perdió su ojo. El río que consideramos el límite estaba justo debajo de la colina.
Ahora sabía por qué la tribu de Thor había matado a la mía. Habíamos estado acercándonos a esta área durante años, yendo más y más lejos en nuestra búsqueda caserías más grande. La tribu de Thor debió de notar nuestra creciente presencia a medida que pasaban los años hasta que finalmente nos rastrearon de regreso a nuestra base y nos mataron. Este es un mundo cruel; no podían permitirse la competencia.
Miré hacia el terreno familiar con una profunda tristeza. Una parte de mí anhelaba ir corriendo a casa, conocía el camino tan bien. Profundamente en mi mente sentía que ellos estarían allí para darme la bienvenida. Pero no lo estarían. Estaban muertos y yo pertenecía al hombre responsable de ello.
Thor vino a sentarse a mi lado mientras miraba hacia el río que salía de entre los árboles y atravesaba el terreno rocoso.
"Wei craw dawa." me dijo.
Asentí, pero no pude ocultar mi estado de ánimo.
"Yu erd grif." siguió.
Me volví hacia él con confusión. No sabía esa palabra.
"Grif." Dijo de nuevo y me tocó las mejillas. Estaban húmedas, no noté cuándo empecé a llorar.
"Yu tier grim grif." Dijo suavemente.
Tragué con dificultad. A pesar de mis sentimientos, no podía permitirme hacerlo enojar.
Thor me dejó ahí mientras él iba a organizar a los cazadores. Escudriñé el bosque, esperando una señal de que mi gente no había desaparecido. No hubo nada.
Oí pasos tras de mí. Por un momento creí que Thor estaba juzgándome, pero un momento después, Ullr se sentó a mi lado.
Él sonrió tímidamente y levantó una piedra plana.
"¿Hwew yu etch da a tot?" Me preguntó, imitando la acción de lanzar.
Puse mi mano sobre la suya y le mostré la manera correcta de mover su muñeca. Practicó unas cuantas veces contra la pared de la cueva, tratando de golpear un agujero poco profundo en el costado mientras yo lo corregía de vez en cuando si lo necesitaba.
Thor vino a vernos. Miró encantado mientras su hijo se acercaba cada vez más a su objetivo.
"Gool Ullr, gool, Yu houl bu ta crawa." le dijo.
Ullr sonrió.
Thor extendió la mano, tomó mi brazo y me acercó. En su otra mano sostenía una cuerda. Este arreglo estaba muy bien para la caza de aves, pero si encontraban buenas presas sería un problema para Thor. A él no parecía importarle, ató la cuerda alrededor de mi cintura y conectó el otro extremo a la suya. Me sonrió, se inclinó y me dio un beso. No me había alimentado bien, pero había poca comida, así que lo permití. Siempre podría parar si no me alimentaba pronto.
Nos dirigimos al lado de las rocas y caminamos a la orilla del río. Estábamos a punto de cruzar al territorio de mi tribu. Estaba tan cerca de mi hogar, y sin embargo, incluso si corriera y me escapara con éxito, nunca volvería a verlo.
Puse mis pensamientos en encontrar comida e intenté bloquear cualquier otra cosa. El grupo de cazadores cruzó el río, se trasladó a los árboles del otro lado y comenzó a buscar en el suelo algún rastro. Yo tenía una roca en cada mano y mantenía los ojos en las copas de los árboles.
En el día derribé dos pájaros, Fandral mató a un zorro. No fue mucho, yo no tenía esperanzas de que hubiera algo para mí cuando regresáramos.
Bueno, había una cosa que definitivamente podía tener. Vi un arbusto de enebro. Me acerqué a el y saqué un puñado de bayas y las metí en mi boca antes de que alguien pensara en detenerme.
Thor se acercó y empezó a recoger bayas. Se nos unieron todos un segundo más tarde. Dejé de comerlos y comencé a recolectarlos. Desnudamos el arbusto en un tiempo récord y volvimos a la base.
Me mantuve atento para encontrar más arbustos pero no tuve suerte. Me sentí feliz a sin importar eso. A pesar de todo, yo estaba en mi tierra natal y sabía que aquí podría sobrevivir.
Compartimos las bayas con la tribu. Todo el mundo logró tener un puñado pequeño, pero eso fue todo. Los cazadores comieron pájaros y zorro. Yo no conseguí nada, y Thor encontró su actividad favorita menos agradable como resultado. Se frotó y me besó en el cuello y murmuró palabras que me sonaron a disculpa, pero yo estaba impasible. No podía darme el lujo de ceder fácilmente.
Había otra cosa que me preocupaba. Aquí, todos estábamos en la misma cueva, no teníamos un lugar propio. Mi temor de convertirme en entretenimiento para la tribu se había hecho realidad.
Varios de ellos vieron abiertamente cómo Thor me tomaba. Fandral me dirigió una sonrisa y un guiño cuando capté su mirada. Me quedé tan rígido como pude y traté de no dejar que la vergüenza se reflejara en mi rostro.
Cuando terminó, Thor arrojó un brazo sobre mí y pareció notar nuestra audiencia por primera vez.
Él frunció el ceño y los demás encontraron de repente otras cosas a las que mirar. A excepción de Sif, que nos gruñó.
"Da hwew du seh liep leas, je hwew du lat lat yu." Su tono era despectivo.
Thor la ignoró y me apretó contra él, pero estuvo de mal humor durante el resto de la noche.
Al día siguiente Thor me ató a el Azotador de nuevo y se fue con los cazadores. Claramente no le había complacido mi negación la noche anterior. No protesté, no quería enojarlo más.
El Azotador, junto con un gran grupo de la tribu, se dirigió a través del río a buscar alimento. Uno de ellos encontró otro arbusto de enebro. Cuando me acerqué para recoger bayas, Sif me dio una palmada en la mano. Retrocedí y esperé mientras el Azotador trataba de obtener las más posible. La llegada del invierno los hacía a todos egoístas, pero aquellos que no podían proveer su propia comida eran una carga que debía morir por el bien de la tribu. Eso significaba yo para Sif.
El Azotador y yo nos alejamos del grupo. Yo seguí buscando pájaros para matar, y él escaneó los alrededores por otros arbustos.
Con los ojos hacia arriba, fui yo quien entró en el arroyo.
Mi pie se hundió de sorpresa y perdí el equilibrio, cayendo completamente en el agua. El Azotador logró mantenerse seco, pero fue jalado bastante cerca del borde.
Me arrastré fuera del agua y subí hasta volver junto a él. Mi piel estaba fría y me froté los brazos para tratar de crear calidez. Estúpido, había sido estúpido, dejando que la atención se concentrara demasiado sobre mí.
Odín no dijo nada, pero siguió caminando en un esfuerzo por encontrar comida. Lo seguí, sintiéndome muy sometido mientras intentaba no temblar.
No tuvimos éxito, y nuestro regreso al campamento fue difícil para los dos. Thor no compartió comida conmigo. Todavía estaba molesto de que yo no le respondiera frente a la tribu, pero sabía tan bien como yo que mi cooperación sólo podía ser comprada, no dada. Me senté e intenté quitarme el frío que parecía haberse metido en mis huesos.
Frigga compartió su comida con el Azotador, y él se comió sólo la mitad de lo que ella le había dado antes de empujar la otra mitad de vuelta en el tazón de Frigga. Su significado era claro, él no quería que sufriera hambre por su falta de habilidad. Me encontré deseando una vez más ese tipo de afecto.
Thor, por el contrario, comió su carne con grandes bocados y me miraba ocasionalmente para asegurarse de que yo era consciente de lo que tenía. Me senté tranquilamente a su lado y traté de no dejarle oír mi estómago gruñir. Todavía estaba frío y muy incómodo.
Thor no se acostó conmigo. Tomó la mano de Sif y la llevó a su cama. Me quedé sentado junto al fuego. Unos pocos miembros de la tribu me miraron con alegría, deleitándose ante mi cambio de circunstancias.
Me quedé tan cerca del fuego como pude esa noche, durmiendo en el suelo mientras los ruidos que hacían Thor y Sif resonaban detrás de mí.
Estaba preocupado. Si él estaba perdiendo el interés en mí, entonces mi tiempo aquí estaba en peligro, y todavía no había logrado conseguir un cuchillo, o cualquier otra cosa que necesitaría si quería sobrevivir por mi cuenta.
A la mañana siguiente, Thor seguía enojado. Sif parecía triunfante. Yo fui atado a el Azotador de nuevo.
El Azotador también estaba enfadado conmigo. Caminó a través de los árboles tratando de dejarme atrás, pero no fue lo suficientemente rápido. Busqué frutas y alimentos con desesperación. No había comido nada desde las bayas del enebro antes de ayer, y podía sentir la debilidad de mis miembros.
Nos alejamos más del grupo principal. No nos dejaron unirnos en la recolección. Caminamos durante la mayor parte del día, me estaba cansando y empezando a tropezar.
Era tarde cuando encontramos el árbol. Tenía fruta, amarilla y de sabor dulce. Yo los conocía como api, Odín los llamaba pilels. Nos quedamos de pie bajo las ramas y los miramos.
La rama más baja no era lo suficientemente baja. Podría intentar escalar pero no cuando estaba atado a Odín, y también me sentía muy cansado. Nos miramos desesperados.
"Liep tong." Me dijo él. Sacó su cuchillo y nos liberó. Lo miré sorprendido mientras ataba su lanza al extremo de la cuerda y apuntaba.
Al principio pensé que había fallado, la lanza cruzó sobre la rama más baja y cayó por el otro lado, pero entonces vi su plan. Agarró la lanza y tomó la cuerda.
Fui al árbol y comencé a trepar sosteniendo la cuerda. El Azotador hacía la cuerda estable usando su propio peso mientras yo subía, haciéndome más fácil todo. Subí hasta que estuve seguro y extendí la mano para recoger la fruta.
Escogí hasta que el sol empezó a ponerse. Llené mi bolsa, bajé hasta el suelo y subí la de el Azotador para llenarla también.
Para el momento en que nos pusimos en camino para regresar, estaba oscureciendo. Nos quedamos cerca uno del otro mientras que cuidadosamente seguíamos al río.
Pude ver el fuego de la tribu en la distancia. Avanzamos lenta y cuidadosamente por las rocas. Odín murmuró algo. Oí el nombre de "Frigga" y vi que su rostro parecía preocupado. No entendía, si acaso, sería ella la que estaría preocupada por él.
Lo que haría que él se preocupara por ella.
Alguien debería inmortalizar su amor en una canción.
Nos estaba esperando en la entrada. Su grito de alivio ante la visión de su hombre fue suficiente para traer una sonrisa a mi cara y lágrimas a mis ojos.
Para mi sorpresa, me encontré envuelto en un abrazo. Thor me abrazó y me sostuvo con fuerza. El calor de su cuerpo se sentía maravilloso después de la frialdad del aire nocturno. Le miré desde donde estaba, mis ojos verdes se encontraron con los azules suyos.
Levanté mi bolsa y le mostré el fruto. Él respondió besándome profundamente. Yo devolví el gesto. Ya había comido algo de fruta mientras los recolectaba, al igual que Odín. Podríamos ser poco valorados, pero no somos estúpidos.
Thor compartió un poco de su carne conmigo. Era un ratán que habían atrapado con una piel. O algo así, no entendí completamente sus mimos, pero no importaba, su interés había regresado.
Esa noche me tragué mi orgullo y respondí a sus toques, besándolo fuertemente mientras él me llenaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro