Capítulo I
JK observa al pequeño espécimen de hombre cuando es arrojado frente a él. Se tambalea pero se mantiene sobre sus pies. Las manos le tiemblan y está tan tenso... Tiene un miedo que él puede oler a la distancia.
Bien, debería de tenerlo.
Pero incluso si está horrorizado y asustado como la mierda la pequeña cosa se esfuerza en ocultarlo muy bien, lo cual le resulta.... cómico de presenciar. Y Jungkook no sabe cuándo fue la última vez que pensó en alguien o algo como cómico.
La vara de metal se estrella contra la campana y el juego empieza. Ya puede ver que se divertirá muchísimo antes de enviar al chico al otro barrio.
Esto es el bajo mundo de lo aberrante, luchas sin reglas, donde todo se vale y nada importa excepto una cosa: matar o dejar que te maten.
Aquí no existen las presentaciones ni choques amistosos de puños como verías en una transmisión de la MMA, y aún así Jungkook se acerca a su nueva presa, solo por el placer de verle temblar.
Taehyung aprieta los labios en una línea fina hasta que se vuelven blancos. Los salvajes de este agujero no paran de vociferar que comience la pelea y otras órdenes más relacionadas a él que preferiría no escuchar, pero el oxígeno se atasca a mitad de camino en su garganta cuando ve a este hombre, su contrincante invicto, evaluarle de arriba a abajo de forma casi perezosa, si no fuera de nuevo por esa desagradable sonrisa creciendo a cada segundo. Se siente como si fuese un juguete regalado en bandeja a alguien que no puede esperar para romperlo. Entonces se inclina y Taehyung cree que debería alejarse lo más pronto posible, los vellos de su nuca pican por ello. Mas sin embargo se queda inmóvil como si fuera granito sólido, incapaz de hacer algo más.
"¿Me pregunto qué pudo haber hecho una cosita como tú para ser enviado aquí?" el pesado y cálido aliento del hombre hace hormiguear el lóbulo de su oreja.
Si bien Taehyung no puede evitar fruncir el ceño ante la manera en que le ha llamado, una punzada de dolor se mezcla con el enojo. Los recuerdos aún recientes en su mente, difíciles de borrar y de recordar al mismo tiempo. Confió en quien no debía y está pagando un precio que no era suyo desde el principio.
Aún así encuentra valor para clavar sus ojos en los contrarios.
"¿Qué te hace pensar algo así?" espeta Taehyung, aplaudiéndose interiormente por no tartamudear. "Quizás estoy aquí porque quiero y también sé una cosa o dos sobre asesinato a sangre fría"
Jungkook soltó un bufido que se convirtió en una risa baja. Podía ver que la pequeña cosa se había enojado.
"¿Oh, es así? Muy bien, entonces quiero verte darme todo lo que tienes" dijo para luego alejarse. Su lengua delineó la comisura del labio superior antes de agregar. "Si logras divertirme lo suficiente, te daré una muerte rápida."
El primer golpe fue como un rayo impactando en la corteza de un árbol, igual de rápido y letal.
No lo vio venir.
Taehyung cayó doblado sobre sus rodillas, hasta que la propia de JK impactó en su nariz enviándolo directamente al suelo.
Su visión se había vuelto negra con destellos blancos por un momento, y esto apenas era el comienzo. El pie descalzo de su contrincante presionó su esternón haciendo que sea difícil respirar, o moverse.
En su visión, JK lucía como un gigante y sus ojos, con una sed de muerte que iluminaba el vacío negro en rojo. Lo había visto en sus otras peleas y ahora lo volvió a presenciar, esa era la única emoción que este hombre era capaz de reflejar en sus iris.
Este hombre vivía para matar, y disfrutaba del dolor ajeno probablemente más que cualquier otra cosa.
"Veo que no sabes una mierda. Ni siquiera puedes llegar a mi" aplicó más fuerza en su talón provocando una tos entrecortada en el hombre debajo suyo. "Estás siendo todo menos entretenido, cosita."
Taehyung aspiró aire compulsivamente cuando JK apartó el pie de su pecho. Como pudo se puso sobre sus pies de nuevo y palpó su abdomen, el dolor era agudo pero no hasta el punto declarar una fractura o costilla rota, al menos eso esperaba.
Echó un vistazo rápido por las dimensiones de la arena cuyos límites hasta las bandas no eran muy espaciosos; tan solo cuatro esquinas que no podían medir más de tres por tres los aprisionaban entre sí. Con tan poco espacio era difícil poder innovar en cuanto a alguna maniobra de defensa, pero maldita sea, algo debía hacer o este tipo se lo comería vivo.
Observando en nueva cuenta el cuerpo ejercitado de músculos definidos que le sacaba al menos 20 centímetros por encima, Taehyung se percató de la única ventaja que podría explotar contra su rival.
Su constitución delgada le haría imposible ganar un enfrentamiento directo, en cambio su tamaño y peso más ligeros le brindarían una mayor agilidad a la suya. Solo debía revolotear alrededor y esquivar los golpes y, con un poco de suerte, cuando el tipo esté lo suficientemente cansado, tomarle con la guardia baja.
Solo un golpe certero en la región expuesta de su garganta y cualquier titán se derribaría en el acto. Incluso JK.
Con ese plan en mente, Taehyung se puso en la única posición de combate que conocía, con ambos puños en alto.
Jungkook bufó divertido ante tal actuación patética.
Desde que vio por primera vez al muchacho arrodillado en suelo mirando con los ojos fuera de órbita la escena frente a él, había sabido que era diferente a cualquiera que frecuentara este lugar.
Las prostitutas vendían su cuerpo aveces por centavos, alcohólicos y ludópatas que tiraban su dinero por el morbo y la adicción ya clavada en su sistema. Y luego estaban los tipos como él, cuya bestia arañaba en la superficie y este era el único lugar donde podía ser liberada sin temor a represalias. Pero todos y cada uno de ellos estaba aquí por su propia voluntad. Una simple mirada a este chico y te darías cuenta que no pertenece aquí abajo.
Quien sea que lo haya puesto aquí sabía exactamente lo que estaba haciendo, y por algún motivo quería que el menudo chico sufriera y pagara con creces lo que sea que haya hecho. Por eso lo sentenció a morir a manos del peor verdugo.
"¿Decidiste jugar en serio?" preguntó Jungkook con un tono jocoso ladeando la cabeza. Su postura relajada y deshinibida no era sino otra burla al sobreesfuerzo del chico. "Ven hacia mi. Te daré la ventaja esta vez"
Taehyung tragó afianzando los puños frente a su cara. Estaría condenado si atacara directamente al tipo. Incluso acercarse era demasiado arriesgado. No, debía ceñirse al plan original. Era la única oportunidad -por mínima que resultase- que tenía de hacer el cuento otro día.
"No llamaría a eso una ventaja. Ambos sabemos que solo quieres verme tambalear hacia ti para regodearte más a mí costa" provocó.
Con el esfuerzo de sus palabras y el movimiento de su diafragma, el dolor de sus costillas se extendió por todo su tórax como una brasa. Taehyung de alguna manera se las arregló para mantener su tono firme
"Si tanto me quieres tendrás que venir tú por mí"
El luchador invicto entrecerró ambos ojos, suspicaces, en dirección al intento de contrincante que tenía enfrente.
"Sea lo que sea que pienses, no va a funcionar" Jungkook se encogió de hombros. "Pero si tanto insistes"
Cuando se abalanzó hacia él, Taehyung fue capaz de correr hacia la esquina más cercana. Lo que hizo que una risa retumbara desde la garganta del hombre.
Su garganta. Solo tenía que cansarlo y marearlo lo suficiente y eso sería todo.
Pero no estaba funcionando.
Cada vez se le hacía más difícil esquivar los golpes que volaban en su dirección. En este caso los microsegundos hacían la diferencia. JK no solo era rápido sino que era mucho más que pura fuerza bruta; tenía una técnica mortífera y una resistencia más allá de la comprensión de Taehyung que hablaban de habilidades forjadas tras la experiencia. Probablemente años y años de pelea tras pelea.
En vez de extenuar al tipo era él quien se estaba quedando sin aliento. El dolor en su abdomen se había vuelto persistente, así como en su nariz que soltaba delgados hilos de sangre entre tanto. Se estaba cansando cada vez más mientras que Jungkook parecía como nuevo.
Estaba claro que había subestimado al hombre. Taehyung se regañó mentalmente por ello. Después de todo era campeón en esta celda de lobos hambrientos por una razón. Y él pensaba en Taehyung como un desgarbado cordero, alcanzaba a verlo en sus ojos. Podía ver cuanto estaba disfrutando esta cacería que Taehyung había ideado con el objetivo en mente de salir vivo de aquí.
Pobre iluso.
JK y él rodeaban el ring en un lento y esquivo círculo, uno con cautela y el otro en acecho, sin quitarse los ojos de encima. Hasta ahora Taehyung había tratado de descifrar su patrón de movimiento y escabullirse antes de que llegara a alcanzarle, teniendo aveces que moverse como un gato entre varillas para lograrlo. Después de todo había sido un instructor de Yoga antes de que toda esta mierda sucediera. Tenía la flexibilidad y el equilibrio.
Si hubiera sabido como acabarían las cosas, mejor se hubiera dedicado a las técnicas de defensa personal desde una edad temprana.
"¿Cuándo vas a parar de correr de un lado a otro? Admito que fue entretenido al principio pero ya me estoy cansando" habló Jungkook de repente, poniendo sus vellos de punta. "Quiero terminar rápido contigo pero he estado pensando si debo darte una muerte sencilla o... lanzarte a los hombres de ahí abajo para que tengan una probada justa"
Los bramidos y vítores de abajo de la arena no tardaron en escucharse, lo que hizo que la sonrisa cerrada de Jungkook se extendiera aún más.
Él no era del tipo hablador. Cuando un pobre diablo caía en su territorio se trataba solo de aplastar, batir y mancillar hasta que sus puños se volvieran rojos. Y definitivamente no necesitaba hablar para hacer aquello. Sin embargo este niño, que creía poder engañarlo para jugar su pobre juego de persecución, le obligaba a soltar más palabras de lo que normalmente hacía.
Tenía miedo, pero se esforzaba por esconderlo y actuar valiente sin embargo.
Jungkook no pensaba bien de la violación. No haría algo como lo que le había prometido al pequeño contrincante, pero era fácil e hilarante sacar a pasear ese miedo un rato. Solo para desconectarlo, y a juzgar por la palidez de su rostro vaya que sirvió.
Taehyung no contestó, todavía concentrado en lo que JK acababa de decir y tratando de controlar el miedo que se le enroscó en la bilis. Duró el tiempo suficiente para que Jungkook se abalanzara como un resorte hacia el frente.
Taehyung trató de huir hacia su derecha cuando los movimientos de su rival parecían apuntar en su camino, pero entonces JK osciló hacia su mismo eje de imprevisto atrapándolo en el acto y enjaulándolo con su cuerpo.
"¡No, no! Por favor, déjame ir. ¡Aléjate!" gritó removiéndose con desespero por escapar, sin embargo el agarre de su captor parecía de acero. "¡Suéltame!"
Jungkook sujetaba al chico que no paraba de soltar manotazos a ciegas y agitarse cada vez más. La comparación de un gato en una bañera llegó a su mente poco antes de que una de las manos del pequeño idiota chocaran contra su cara y sus uñas se incrustaran en la carne entre el lóbulo de su oreja y la línea de la mandíbula, donde la máscara no cubría su carne.
Jungkook lo dejó ir con leve siseo, al mismo tiempo que la multitud, antes eufórica, cayó en un mutismo absoluto de expectación y asombro.
Cada bastardo aquí presente lo conocía bien, al menos la parte fea y desquiciada de su ser que siempre lo recubría; si había algo que lo hacía ver rojo era que tocaran su rostro.
Y ahora la cosita que retrocedía con los ojos abiertos estaba a punto de descubrirlo también.
Holita tengan todxs!
Bueno, 1er cap después de veinte años, no me tiren piedras por favor xd.
Cuando publiqué el prólogo de esta historia tenía la idea de poder actualizar seguido, pero entonces me puse a escribir varias cosas a la vez y al final no actualizo ninguna ಥ‿ಥ
La cosa es que no estoy inactiva aunque parezca que sí. Se vienen cosas nuevas...
Espero tengan un hermoso día y nos leemos próximamente 💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro