Examenes Chunnin
Capítulo 11
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El exámen Chunnin reunió a ninjas de toda el mundo ninja. Gennin de Kiri, Iwa, Suna, Kumo y Konoha se encontraban distribuidos en los diferentes salones de un viejo edificio que ya no se ocupaba y que el Hokage pensaba derrumbar para construir un nuevo y más grande orfanato. La primera prueba consistía en un interrogatorio, los equipos que no pudieran soportar la presión de los jounnin que intentarían entrar a sus mentes, quedarían descalificados.
— Debe haber una gran fiesta salvaje allá dentro. — Mei Terumi sonreía con malicia. Los gritos de los examinados se escuchaban hasta la torre del Hokage, donde se encontraban reunidos los cinco kages.
— Pobres niños — Comentó el viejo Oonoki.
— La mayoría son gente adulta — Señaló Gaara, quien recibía una taza de té de manos de Hinata.
— ¿Y eso qué? Todos ustedes también son unos niños para mí.
El Raikage miraba en silencio por la ventana.
— Creo que podríamos aprovechar que estamos reunidos para ver un tema importante para la alianza shinobi. Mis hombres vendrán a avisarnos cuando tengan a los chicos que irán a la segunda prueba. — Más gritos acompañaron las serenas palabras del peligris.
— Han habidos ataques en cada una de nuestras aldeas, pero Konoha no ha reportado ningún incidente. — Dijo el Raikage y el Tsuchikage asintió.
— Una noche antes de su llegaba hubo un fuerte temblor en Konoha, tengo sospechas de que alguien está jugando con explosivos en Konoha. El problema es que no hemos podido dar con el autor de los hechos.
— Pero supones que es la misma gente de los otros ataques, ¿No es así?
— Efectivamente, Gaara-san, me temo que mis ninjas están listos para responder a una emergencia en cualquier momento desde que ustedes pisaron la aldea.
— ¿Qué buscan estás personas? ¿Desestabilizar la alianza shinobi? — Mei dio un sorbo a su bebida.
— Son seguidores de las patrañas de Kaguya, buscan la paz por medio de la destrucción. — El Raikage recibió su té por parte de Hinata, quien a parte de fungir como anfitriona, era la única escolta del Hokage. — Gracias, jovencita.
Ella hizo una reverencia y se sentó junto a Kakashi.
— Yo propongo que cada uno se haga cargo de los que ataquen su aldea, no deben ser muchos y de esa manera podemos someterlos. — Sugirió Oonoki.
— No creo que sea una buena idea dejar que este problema crezca.
— Gaara-kun tiene razón, imaginen que de pronto se esconden y se dedican por años a ganar poder y adeptos. — Mei se puso de pie — Yo propongo que se forme un escuadrón con lo mejor de ANBU de cada aldea y que se dediquen a dar con el paradero de los terroristas.
— ¿Hablas de formar un escuadrón de élite solo para perseguir a unos fanáticos? — La molestia fue palpable en el Raikage. — Creo que los están sobrevalorando, no pienso desperdiciar recursos en eso.
Todos se quedaron en silencio.
— ¿Qué piensas? — Preguntó Kakashi en voz baja a su esposa.
— El Raikage tiene razón — Respondió Hinata y todos los presentes la miraron sorprendidos. — No sería justo para un escuadrón de élite perseguir a un enemigo sin forma determinada. — El Raikage sonrió orgulloso de su lógica reflejada en las palabras de la esposa del Hokage. — Pero el punto de la Mizukage es válido. Akatsuki dio señales de vida pero no se les detuvo a tiempo, así que crecieron hasta ser una temible organización. — Mei acomodó su cabello con gracia. — Creo que un punto medio sería más útil para este problema.
— ¿Un punto medio? ¿Cómo qué? — El anciano comenzó a sentirse cansado de estar sentado, cada vez se oían menos gritos provenientes de la primera prueba del examen.
— ¿Quizá enviar a un equipo jounin a que indaguen quienes son los líderes de la organización y cuando los tengan identificados, enviar a ANBU a detenerlos? — Preguntó Gaara con serenidad. Hinata asintió.
— El costo sería menor, un jounin de cada aldea debería bastar — Señaló Mei.
— Supongo, suena más realista — Tuvo que admitir el Raikage.
— Apoyo la idea — Dijo el anciano poniéndose de pie con lentitud. — Pero les tengo un nuevo problema. — Todos pusieron atención — Ustedes son jóvenes y quizás les quede mucho tiempo en sus puestos, pero a lo largo de mi vida los problemas en el mundo shinobi nunca se acabaron, ni siquiera ahora que se supone que estamos en un periodo de paz. Propongo que ideemos una forma de mantener bajo control las posibles amenazas, que sin duda van a surgir en el futuro. — Miró a kakashi — Konoha tiene a los dos ninjas más fuertes del mundo Shinobi... Uzumaki-chan será Hokage sin duda alguna en unos años, por lo que yo propongo que el último Uchiha trabaje para la alianza shinobi viajando e investigando posibles amenazas. Espero que su lealtad al Hokage sea suficiente para que haga un buen trabajo.
El silencio regresó a la oficina.
— Es una idea tentadora — Aceptó Mei.
Hinata sintió como Kakashi se tensaba.
— Pero no sería justo que Uchiha-san sea el único que haga eso. ¿O por cuánto tiempo está hablando? — Gaara preguntó al Tsuchikage.
— Unos años, no toda su vida, supongo. Y por supuesto que no será el único, quizás puedan ser viajes de medio año, pero es necesario que alguien lo coordine.
— Podría intercalar con Bee-san. — Gaara también notó que la idea de mandar a Sasuke no le gustaba al Hokage.
— ¿En serio imaginas a Bee viajando de incógnito? — Preguntó el Raikage y dejó escapar una gran carcajada. — Pero pienso que es una gran decisión, deberíamos darle un tiempo al Hokage para que decida. Pero estoy dispuesto a cooperar.
Kakashi no sabía qué decir. Por supuesto que como Hokage podría ordenarle a Sasuke que hiciera eso... pero como su sensei y amigo, no le gustaba esa idea para nada.
— No creo que a Naruto le cause mucha gracia, pero lo consultaré con el consejo de Konoha. — Fue lo único que atinó a decir.
— Es solo una propuesta, y para que vean la buena voluntad de mi pueblo, comenzará un ninja de mi confianza, después de unos meses, podemos ir turnando a nuestros ninjas. Esta será una medida paralela al asunto de los seguidores de Kaguya. — El Tsuchikage finalizó.
— No se ustedes, pero ya no hay música para mis oídos. — Mei se puso de pie. — Quizá sea hora de ir a ver a a los afortunados que pasaron.
Los demás Kages asintieron, por lo que Kakashi llamó a Genma para que los llevara al edificio del examen para que vieran a sus gennin.
— No te ha gustado la idea, ¿Verdad? — Hinata miró a su esposo.
— No sé qué pensar, quizás no le moleste hacerlo... al final de cuentas no creo que le importe alejarse un tiempo.
— Pero tu no quieres que se vaya.
Kakashi alzó la mirada y se encontró con la penetrante mirada de la chica. Un escalofrío lo recorrió... ¿Ella era capaz de leerlo de esa manera? ¿Desde cuando?
— No, no quiero que lo haga.
— Entonces dale la opción de elegir, Sasuke-san sabrá qué quiere para sí mismo.
Guardaron silencio.
— Solo... solo quisiera que no se fuera sin arreglar sus problemas con Naruto y Sakura...
Ella colocó una mano en el hombro de él, se veía abatido. No sabía qué más decirle, así que se quedó en silencio a su lado.
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La semana siguiente se llevó a cabo la segunda prueba del examen, que consistió en una prueba de supervivencia. Ocho equipos (de un total de 20) consiguieron pasar a la segunda fase del examen.
— Deberíamos estar ahí — Shiro exclamó con molestia.
— Hinata-sensei consideró que no estábamos listos. — Respondió su gemela. — Además, seguro fue por tu culpa que casi echaste a perder la misión de los gatos de la señora Endo. Nunca vi a la sensei tan molesta. Debí decirle a papá lo que hiciste.
— Si tu le dices, yo le diré a mamá que Nobu-baka es tu novio.
— No es mi novio — La niña desvió la vista. — Pero tampoco es un baka.
Los hermanos se encontraban en el límite permitido para el público que quería ver a salir del bosque prohibido a los finalistas de la segunda prueba.
— Lo que tu digas... — Shiro miró a su alrededor y le dio un codazo a su hermana. — Mira — Señaló la tribuna donde estaban los líderes de las aldeas ninja.
— ¿Ya vieron? — Nobu llegó corriendo hasta los gemelos.
— Si, todos son muy impresionantes. — Respondió Meiko. — La Mizukage es bellísima.
Hinata y Kakashi iban a llegando para presenciar el final de la prueba.
— Ojalá siguiéramos saliendo a misiones a pesar de los exámenes... ¡Me aburro! Yo quería participar — Dijo Nobu.
— Yo también, Baka — Shiro rodó los ojos.
Salió el primer equipo, se trató de un equipo de Iwa.
— Creo que sé porque Hinata-sensei no nos dejó participar — Los dos chicos miraron a Meiko con atención. — Ustedes se la pasan peleando y perdemos tiempo para cumplir las misiones. Además sensei siempre dice que trabajemos juntos pero se resisten a hacerlo. — Salió el segundo equipo, de Konoha. — Creo que podríamos usar estos días libres para entrenar y trabajar juntos. Cuando regresemos a hacer misiones, la sensei se va a sorprender de que hayamos mejorado. ¿Qué opinan?
— Yo no tengo ningún problema con eso, Meiko-chan — Nobu sonrió.
— Pues yo sí, no puedo trabajar con un baka como tú ¿Cómo podría confiarte mi vida o la de hermana si no puedes dominar ningún ninjutsu?
— He estado practicando con Konohamaru-sensei, he mejorado bastante, así que puedes confiar en mi — Shiro se cruzó de brazos sin estar del todo de acuerdo con lo que decía Nobu. — Además, siempre protegeré a Meiko-chan con mi vida.
Ella se sonrojó.
— Bien, entonces entrenemos nuestro trabajo en equipo... el próximo año debemos presentarnos — Todos asintieron felices — Pero yo seré el líder.
— Como sea, Shi-kun, el punto es que seamos un equipo. — Meiko le dio un coscorrón.
— De acuerdo, de acuerdo..
Y se marcharon a los campos de entrenamiento, mientras salía del bosque el último equipo, gennin de Suna.
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— ¿Estás nerviosa? — Preguntó a Hinata mientras se acostaba, Kakashi ya estaba en la cama, sentado y leyendo un poco.
— No, más bien cansada. — Dijo mientras soltaba el listón de su cabello.
— Bueno, mañana serán los combates de la tercera prueba y en cuanto se acabe todos se irán. — Cerró su libro y se acostó. — Todo salió bien, gracias por tu ayuda.
— Todos ayudaron. Tsume-sama y Shino-kun nos salvaron en la segunda prueba. Kurenai-sensei, Ino-san e Ibiki-san hicieron un gran trabajo con los chicos que quedaron un poco trastornados en la primera prueba, creo que fue un poco exagerado el genjustsu de Anko-san.
— Si bueno, creo que no debí darle tanta libertad creativa... — Meditó el peliplateado.
Una pequeña sonrisa escapó de los labios de ella.
— Buenas noches.
— Descansa, Hinata-chan.
Ella le dio la espalda e intentó dormir con poco éxito, se quedó quieta y justo cuando empezó a relajarse, sintió que Kakashi se acercaba a ella.
La noche era fresca, pero no lo suficientemente fría para que él se acercara... Su corazón comenzó a acelerarse, ¿Qué estaba haciendo él?
En cambio, Kakashi estaba muy despierto, pensando en la plática que había tenido con el Tsuchikage hace unos días.
...Flash Back...
— Estos malditos huesos, uno ya no aguanta nada... — El anciano le había pedido a un guardia suyo que lo ayudara a bajar de la tribuna donde había estado con los otros kages observando el final de la segunda prueba.
— ¿Puedo ofrecerle algo? — Preguntó amablemente Kakashi, él debía ir a su casa por una carpeta.
— Solo me acostaré un rato... de cualquier forma, nadie me extrañará.
— No diga eso, Tsuchikage-sama — Le dijo su guardia con respeto.
— Kakashi, te daré la buena nueva... por fin me retiro. — Dijo mientras avanzaban por la aldea. — La hermosa Kurotsuchi ha sido elegida por el consejo y por mi como mi sucesora. Este es mi último evento público.
— Es una sorpresa saber eso, ¿Cuando tomará el puesto?
— En cuanto regrese a la aldea... Yo hubiera preferido dejar el puesto antes, pero esa niña tenía un asunto que resolver y no podía venir. — Llegaron a la casa del Hokage y despidió a su guardia con un gesto de la mano. — Será una mejor Kage, así como tú.
Kakashi no hizo ningún gesto pero le confundió su afirmación.
— Ser Tsuchikage es un honor, sin duda, pero yo solo cargué con mil responsabilidades y fue difícil, aunque no imposible — Subían las escaleras. — Ahora que miro mi vida en retrospectiva, sin duda me arrepiento de no haberme dado un tiempo de cultivar el amor. Nunca permití a cierta mujer traspasar mis miedos y la perdí, porque nadie espera para siempre, recuerda eso Kakashi.
— ¿Por qué me dice esto? ¿Kurotsuchi-san no es su nieta? — Algo había oído en los informes que le entregaba Shikamaru.
— Sí, mi amada quedó embarazada, pero nunca la permití acompañarme en mi camino como Kage por miedo a que algo le pasara. Y al final pasó, se marchó y tuvo a nuestra hija lejos de mi. Luego mi hija creció y tuvo a su propia hija, la cual ya creció y si tengo suerte, podré acompañarla como consejero, es el último consuelo que puede quedarme de la familia que nunca valoré.
...Fin del Flash Back...
— Hinata — La suave y varonil voz de Kakashi le habló al oído. — Creo que tuve suerte de que fueras tu.
Ella se estremeció completamente y cerró sus ojos con fuerza. Entonces el brazo de Kakashi la rodeó, creyó que no podría dormir en esa situación, pero también estaba cansada por todo el ajetreo del día, que sin darse cuenta, se quedó dormida, cobijada por el calor de su esposo.
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Los combates se estaban llevando a cabo mientras los cinco Kages observaban atentos los combates. Hanabi, Hinata y Ko se encontraban sentados juntos en una tribuna cercana a la de los kages.
— ¿Segura que no quieres ir con Hokage-sama? — Preguntó Hanabi.
Su hermana mayor negó con la cabeza. Cuando despertó, la cabeza de Kakashi había estado apoyada en su nuca y sus brazos la sostenían de manera firme. Le costó mucho trabajo safarse sin que él se despertara. En cuanto pudo salir de cama se bañó y arregló y salió corriendo para coordinar a las gemelas y al resto de sus ayudantes para tener listo el desayuno. De ninguna manera quería ver a Kakashi a la cara, no podría. Estaba tan avergonzada, pues por un lado había descansado como nunca pero por otro, no podía permitir que Kakashi jugara así con ella.
— Casi no te he visto a causa de los exámenes, él comprendió que quería pasar un rato contigo. — Bueno, más que comprender, no le había dado elección cuando le informó que se sentaría con Hanabi durante los combates y salía corriendo.
— Eres una mala mentirosa. — Suspiró la castaña — Pero me alegra verte.
— Así es, es bueno verla mucho mejor, Hinata-sama — Dijo Ko. — Hanabi-sama ya logró dominar el puño suave giratorio, seguro la sorprenderá cuando regrese a entrenar a la mansión.
La pequeña se sonrojó.
— No lo he dominado del todo, no exageres... — Desvió la vista y Hinata le acarició el cabello.
— Seguro Ko sabe de lo que habla.
Juntos presenciaron los combates, las hermanas esperaron que su padre las acompañara pero él se había excusado diciendo que tenía unos pendientes que le impedían ir. Aunque Hanabi le confesó a su hermana que su padre últimamente salía poco y que ya no estaba presente en sus entrenamientos. Un poco preocupada, Hinata hizo la nota mental de ir a verlo lo más pronto posible.
Faltaban pocos minutos para que comenzara el último combate, cuando un can llegó corriendo hasta Hinata.
— Ama, huele a pólvora, Kakashi le pide que dé un vistazo para comprobar si sucede algo.
Ella asintió a lo que le pidió Pakkun y las dos hermanas activaron su doujutsu. Lo que vieron las dejó pasmadas por un momento. Bajo el monte de los Kages, un montón de explosivos estaban acumulados.
— Dile a Kakashi que envíe un escuadrón ANBU al monte de los Kages, hay suficientes explosivos para volar media aldea, incluido el estadio. — Dijo Hinata y se puso de pie.— Iré.
Pakkun asintió y marchó a entregar el mensaje.
— Voy contigo — Hanabi se puso de pie a su lado, hablaban en voz baja para no crear pánico entre los demás espectadores del combate que iniciaba.
— No, debes quedarte para ayudar por si hay un ataque directo a los Kages o al estadio. — Miró a Ko. — Quédate con ella.
— No es justo, soy fuerte y puedo ayudarte.
— Lo sé... — Hinata le dio una caricia en su cabello. — Pero eres la esperanza del clan Hyuuga, y mi deseo es proteger a mi hermana menor.
Hanabi hizo una mueca.
— De acuerdo, pero lleva a Ko contigo. — El Hyuuga asintió.
— Bien. No tardamos.
Y los dos desaparecieron para llegar rápidamente al monte de los Hokages. Cuando llegaron ahí, vieron aparecer a su lado a dos ANBUS.
— Hokage-sama nos envió. ¿Dónde están los explosivos? — Preguntó la ANBU mujer.
— Dentro, en la bodega de emergencia. — Respondió Hinata. Pero no pueden entrar, hay sellos explosivos en todos lados.
El otro ANBU se acercó.
— Nosotros nos encargamos de los sellos.
— No pueden, están escondidos — Dijo Ko mientras usaba su doujutsu.
— Uno de ustedes irá conmigo a quitarlos, los demás deben cuidar que nadie se acerque y los active. — Indicó Hinata.
— No recibimos órdenes de usted. — El ANBU le dio la espalda. — Llamaré al escuadrón de explosivos y ellos se harán cargo.
— No creo que haya tiempo de eso, hay demasiada carga dentro de ese lugar, un simple chispazo hará explotar Konoha.
— ¿Y alguien puede explicar cómo demonios lograron introducir tales cantidades de explosivos en la aldea? — El ANBU se desesperó.
Hinata se mordió el labio.
— Insisto en que nosotros cuatro podemos controlar la situación...
— No... — Dijo el ANBU e hizo a un lado a la chica de un manotazo. Antes de que Ko pudiera decir algo, la ANBU mujer de cabello morado se acercó.
— Hinata-sama es la esposa de Hokage-sama, le debes obediencia y protección. — Miró a los Hyuugas. — Haremos lo que dice, pero no entrará usted, irá conmigo el otro Hyuuga.
Ko asintió.
— De acuerdo, pero la responsabilidad de lo que suceda caerá sobre ti, Yugao.
— Yo responderé ante Hokage-sama. Ahora... — Dirigiéndose a la peliazul. — Monitorea la zona y cuando veas que hacemos la señal de que terminamos, manda un clon y pide ayuda a Mizukage-sama para que ayude a mojar la carga explosiva, de esa manera reduciremos el peligro de explosión.
— De acuerdo — Contestó la chica.
— Tu cuida que nadie se acerque, todos estamos interesados en saber cómo llegó todo esto hasta el centro de la aldea.
El ANBU gruñó pero asintió.
— Vamos.
Ko y la ANBU desaparecieron.
Hinata hizo un clon y lo envió al estadio para notificar a Kakashi de lo sucedido y pedir ayuda a la Mizukage.
Los minutos iban pasando y Hinata permanecía atenta a todo lo que Ko y la ANBU hacían, cuando de pronto el ANBU que se quedó fuera con ella, llegó a su lado con un prisionero.
— ¿Les falta mucho para acabar? — Preguntó el ANBU.
— Llevan la mitad.
El shinobi hizo una mueca tras su mascara.
— De cualquier forma el equipo de vigilancia ya está inspeccionando los alrededores. — Miró al sujeto inconsciente que arrastraba. — Lo llevaré a los calabozos de inteligencia, no tardo.
— Hai — Respondió la chica mientras su clon le informaba que Kakashi y Mei se dirigían a ella. — Hokage-sama ya está en camino, no te preocupes.
El ANBU asintió y se marchó.
Hinata continuó revisando los alrededores, cuando de pronto detectó a una persona desconocida dirigirse a toda velocidad hacía la entrada subterránea del monte de los Kages. Sin pensarlo dos veces, corrió para interceptarlo y grande fue su sorpresa al ver que la persona comenzaba a hacer los sellos para activar los sellos explosivos, así que saltó y cayó frente a la persona y de inmediato lo golpeó, inmovilizando sus brazos.
— Mujer ninja. — Dijo el hombre, cuya vestimenta era totalmente blanca. — Te interpones en el destino que le espera a todas las aldeas ninja, usurpadores del poder.
— Esta aldea es mi hogar, no puedo permitir que la hagan explotar... — Hinata volvió a golpear al sujeto, dejándolo caer inmóvil en el piso. Pero de pronto un par de kunais con sellos explosivos pasaron volando muy cerca de Hinata, quien por poco los esquivó. Miró en la dirección del ataque y encontró a un joven de no más de 14 años, haciendo sellos para invocar un ninjutsu de tierra.
Ella esquivó cada uno de sus ataques, sin problemas, y justo cuando estaba lo suficientemente cerca para cerrar sus canales de chakra, una sombra cubrió a Hinata. Por un momento creyó que había sido cubierta por el jutsu de sombras de Shikamaru, pero después sintió algunos granos de arena caer sobre ella. Fue así que vio que una gran pared de arena la cubrió de recibir un ataque de lanzas de metal.
— ¡Hinata! — Kakashi llegó a su lado. — Ese chico era una distracción — Entonces Hinata notó que Mei sostenía a una niña de no más de 12 años y le sujetaba las manos impidiendo que continuara su ataque.
— Su presencia era muy pequeña, no pensé que pudiera utilizar ninjutsu...
— Están usando a niños para llevar a cabo sus ataques, por eso no son fácilmente detectados — Indicó Gaara.
Aparecieron tres ANBU más.
— Lleven a las tres invasores con Ibiki. — Ordenó Kakashi y los ANBU los esposaron, desapareciendo en el acto.
Hinata activó su byakugan y observó que la ANBU y Ko ya habían terminado con los sellos explosivos y se dirigían a ellos.
— Hinata-sama... — Saludó Ko.
— Listo, es posible entrar sin peligro de causar una explosión, pero recomiendo que se mojen los explosivos lo más pronto posible. — Dijo la ANBU.
Mei asintió y se dirigió a la entrada del sitio.
— ¿Estás bien? — Preguntó Gaara mientras la arena regresaba a su calabaza.
— Hai, muchas gracias, Kazekage-sama — Hizo una reverencia.
Kakashi no dijo nada, pero por dentro lo agradeció. Ese no hubiera sido un ataque fatal pero sin duda habría lastimado a su joven esposa.
— Esto se está volviendo una molestia. — Murmuró Kakashi y Gaara asintió.
— Creo que será necesario empezar cuanto antes con la misión de exploración.
— Sí. Tendremos una última reunión después de nombrar a los nuevo Chunnin. — Indicó Kakashi. — Hinata, ¿Podrías ver cómo va la Mizukage?
Ella asintió y activó su técnica ocular.
— Creo que terminará en poco tiempo.
— Bien, para enviar un equipo que saque todo eso y averigüe su procedencia.
— ¿Qué procede en estos momentos? — Preguntó Gaara observando el monte de los Hokages.
— En cuanto acabe la Mizukage, nos reuniremos con el resto en el estadio para finalizar el examen.
Gaara y Hinata asintieron.
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El examen chunnin terminó, siendo elevados de rango dos ninjas de Suna, uno de Iwa y uno de Konoha. Después de los nombramientos, los cinco kages se reunieron en el doujo del hogar del matrimonio Hatake. Donde determinaron que en dos días, se encontraría en Konoha el nuevo escuadrón de exploración.
Los guardias de los Kages esperaban sentados en el jardín delantero, mientras Hinata se sentó a un lado del pequeño estanque que estaba junto al doujo. Las gemelas habían terminado de envolver las provisiones que llevarían los kages y sus comitivas de regreso a sus aldeas, por lo que Hinata les había dejado marchar para que descansaran, aunque no solo a ellas, sino a todos los que le ayudaron a mantener la casa durante ese mes.
— Son muy bellos los peces Koi. — Dijo Gaara a sus espaldas y se sentó a su lado.
Ella asintió y se quedaron en silencio observándolos.
— Kakashi-san estaba muy preocupado cuando el ninken le dijo que usted se adelantaría a llegar a la zona de los explosivos. — Dijo Gaara.
Hinata lo miró.
— ¿Por qué lo dice?
— Bueno, me pareció que usted es una persona muy preciada para él, creo que la impresión que me llevé del día de la boda fue errónea. — Hinata se sonrojó, pero no respondió. — Me dio la impresión de que no eran felices.
— Aún así no entiendo, Gaara-san — Ella tomó una hoja que se había desprendido de alguno de los árboles que rodeaban su jardín.
— Hinata-san ha creado un bello jardín, me temo que esto hubiera sido imposible en Suna. — Gaara miró fijamente a los peces. — ¿Puedo preguntarle algo?
Ella asintió y no supo por qué pero se sonrojó un poco.
— ¿Usted es feliz con Kakashi-san? — Hinata se sorprendió por la pregunta, si no hubiera visto a Gaara decir eso, jamás lo hubiera podido creer.
— Mmm... — Titubeó antes de contestar. — Creo que es un poco complicado — Miró a su alrededor. — Pero es cierto que Konoha es mi hogar y donde vivo tranquila, supongo que las cosas no siempre son como las deseamos.
Gaara la miró.
— Si un día decide irse de aquí, en Suna siempre habrá un lugar para usted. — Ella abrió la boca para decir algo, pero Gaara alzó una mano. — Vine con la intención de decir que Hinata-san es una persona especial para mi, pero que por respeto a mi amistad con Naruto nunca me atreví a hacer algo. — Los ojos de Gaara la miraron fijamente. — Jamás esperé que usted se comprometiera con alguien como Kakashi-san, sin embargo, si es feliz me temo que yo también lo seré. — E hizo una pequeña reverencia.
La chica se sonrojó completamente, pero desvió su mirada.
— Aún no estoy muy segura de mi matrimonio... — Murmuró en voz casi inaudible — Pero yo también me he equivocado... — La imagen de Naruto vino a su mente. — Así que aún no sé si soy feliz. — Pero entonces el beso de la noche anterior regresó a su mente. — Creo que quizás necesito un poco más de tiempo — Y se sonrojó aún más.
El pelirrojo asintió.
— Debo marcharme, pero es agradable saber que está bien — Puso una mano en el hombro de ella — Y que es amada por su esposo.
Ella quiso decirle que se equivocaba, que Kakashi era un hombre con extraños comportamientos, pero no se atrevió, quizás, porque en lo profundo de su corazón quería creer que eso era verdad. La noche anterior la había tocado con tanta delicadeza y emoción, que por un segundo pensó que aquello eran los reales sentimientos de Kakashi hacía ella. Que la podía querer.
— ¡Ama! Ya no hay galletas — Pakkun se arrojó sobre el regazo de Hinata.
— Oh... — Pero antes de que ella pudiera decir algo más, el resto del ninken comenzó a rodearla y pedirle comida.
— Galletas...
— Pollo...
— Comida o moriremos...
Gaara se despidió con un gesto de ella. Hinata le sonrió y le dijo adiós mientras los perros la empujaban para ir por comida. A primera vista el Kazekage se quedó solo en el jardín, pero él sabía que el Hokage estaba cerca y que había sido quien había mandado al ninken.
— Ella no puede decirle que no a ellos. — Kakashi se hizo presente con una fingida sonrisa despreocupada.
— Hinata-san es una persona muy amable. — Miró el vivero que la chica había construido. — Pocas personas se aventuran a cultivar plantas de Sunagakure, porque consideran que poco valor deben tener al crecer en el desierto.
— Pero Hinata logra ver aquello que todos llevamos dentro... se esfuerza por ver lo mejor de todos. — El pelirrojo asintió dándole la razón.
— Has sido afortunado, Kakashi-san... — Gaara se dio la vuelta y con un movimiento de su mano, sus guardias llegaron a su lado. — Agradezco el recibimiento que Hokage-sama y su esposa nos brindaron durante los exámenes. Hasta la próxima.
— Buen viaje — Dijo Kakashi y miró el sitio por donde se había ido Hinata con el ninken.
Gaara le había demostrado algo. Si no cuidaba de Hinata, ella se marcharía, aún cuando Konoha fuera su hogar, tal vez un día sería capaz de irse sin voltear atrás de nuevo. Al fin de cuentas ella era joven y aún le quedaban muchas cosas por vivir y conocer. Si no la valoraba, otro hombre lo haría y ella se iría de su vida.
Caminó hasta llegar a la cocina, donde Hinata les entregaba unas galletas en forma de hueso que ella misma había hecho para el ninken. Los perros la adoraban, mejor ellos habían aprendido a valorarla antes que él. Pero no se iba a rendir.
— Hinata — La llamó, haciendo que los perros y ella voltearan a verlo.
— Dime.
Kakashi dio largas zancadas, llegando a su lado y sujetándola de la cintura.
— Te quiero — Y antes de que ella pudiera decir algo más, la besó.
Los perros comenzaron a mover la cola contentos y a salir de la cocina, no sin antes, tomar la bolsa de galletas que había caído de manos de su ama y llevársela con ellos al jardín.
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¡Gracias por leer!
Ya tenemos a un Kakashi enamorado xD Abordé de manera ultra veloz el examen y desde distintas perspectivas para no hacerlo aburrido y no dejar de lado los otros temas que maneja el fic, así que espero que les haya gustado.
Y bueno, solo aclarar que no creo que Gaara haya estado enamorado como tal de Hinata, más bien le gusta su forma de ser tan cálida y por eso la considera una buena opción para ser su compañera. No imagino a Gaara siendo apasionado sin un buen desarrollo previo. Quizás un día haga un Gaara x Hinata.
¡Gracias por leer y comentar!
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