Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8: "Comportamientos extraños: Intriga"

Un apuesto jovencito de cabello alborotado miraba con extrañeza a su bella amiga que tarareaba una canción mientras preparaba el almuerzo del día.

Veo que hoy amaneciste más feliz que los otros días, dijo Gokú sonriendo.

Pues sí, estoy muy feliz, respondió Milk sonriendo.

¿Y podría saber por qué?, dijo Gokú sonriendo.

Pues el día esta hermoso, estoy preparando un delicioso asado y tu estas aquí conmigo, respondió Milk sonriendo.

Todos los días son hermosos en Paoz Milk y yo siempre estoy contigo, ¡ah, ya se, estas feliz por el asado¡ dijo Gokú sonriendo.

Si, si estoy feliz por ello, dijo Milk sonriendo mientras suspiraba sin que su amigo lo notase, al tiempo que pensaba: Hay Gokú creo que ya es tiempo de que empiece a hablarte de San Valentín.

Lo sabía, dijo Gokú con orgullo.

Gokú, en el pueblo oí que la amistad se festeja en este mes, decía Milk mientras servía la comida que había preparado.

¿La amistad?, dijo Gokú.

Si, tú y yo somos amigos, ¿no?, dijo Milk con temor.

No, respondió Gokú dejando sorprendida y entristecida a la pelinegra con su respuesta.

No somos amigos, dijo Milk con nostalgia.

No, somos más que amigos Milk, somos hermanos, respondió Gokú sonriendo haciendo que la pelinegra volviera a sonreír.

Sí, es cierto, somos como hermanos, pero no llevamos la misma sangre Gokú esa es la diferencia, por ello creo que es mejor decir que somos grandes amigos, dijo Milk con calma.

Ello no importa, tu para mi eres mi hermanita, que llevemos o no la misma sangre no me importa, respondió Gokú mientras la pelinegra se acercaba con su plato a la mesa.

¡Gracias, me alegra oír que pienses ello¡ dijo Milk mientras pensaba: El me ve como hermana y yo enamorándome de él.

Huele delicioso Milk, dijo Gokú.

Espero y te guste, respondió la pelinegra mientras se servía su plato.

Una vez que la pelinegra se sirvió su plato se sentó a la mesa frente al jovencito de cabello alborotado y ambos empezaron a comer el delicioso asado en completo silencio mientras pensaba: ¿Cómo puedo hacer para demostrarle que yo lo quiero de una forma distinta al cariño de hermanos?, ¿Cómo hacerlo sin correr el riesgo de que él se aleje de mí?.

Esta delicioso Milk, decía Gokú mientras comía sacando de sus pensamientos a la pelinegra.

Gokú, ya te he dicho que no se habla con la boca llena te puedes atragantar, respondió Milk con dulzura.

Pero quería decirte que esta delicioso Milk, decía Gokú sonriendo haciendo que la pelinegra sintiera ese extraño cosquilleo dentro de ella.

¡Gracias¡ dijo Milk.

Horas después:

Milk giraba de un lado para otro en su pequeña cama tratando de conciliar el sueño cuando un pensamiento vino a su cabeza.

Y si me pongo linda para él, si tal vez así, el deje de verme como hermanita, si una vez oí decir a la nieta de la señora Uranai que ella se ponía más linda para ir a ver a un chico que le gustaba, ahora sé lo que es gustar, lo que es el amor y tener un novio, todo ello me lo explico la señora Uranai. Si eso hare a partir de mañana me pondré linda para él, además le preparare muchos platillos deliciosos,.......... pensaba la pelinegra mientras una bella sonrisa se plasmaba en su rostro.

Al día siguiente:

Milk buscaba dentro de una pequeña caja de cartón algún vestido que pueda servirle para empezar a llamar la atención de su apuesto amigo.

Creo que este está bien, su color es muy lindo y la señora Uranai cada vez que me lo ve puesto me dice que me queda muy bien además es el más nuevo que tengo, decía Milk mientras sacaba un sencillo vestido de tirantes color verde.

La pelinegra se colocó su vestido, un par de zapatitos negros que eran los únicos zapatitos que tenía para ir al pueblo, se soltó el cabello, se lo cepillo, se acomodó su flequillo y luego salió de su habitación con una sonrisa radiante en sus labios.

La pelinegra busco al jovencito de cabello alborotado por la pequeña casita al no encontrarlo dentro decidió buscarlo fuera.

Milk al verlo en el pequeño huerto de lechugas decidió acercarse a él.

¡Hola Gokú¡ pensé que estarías dentro esperando para que te preparase tu desayuno, dijo Milk con una dulce sonrisa.

No quise venir a ver cómo iba la cosecha de lechugas, respondió Gokú mientras levantaba su rostro pero al hacerlo se topó con la mirada de su bella amiga.

¿Y cómo va la cosecha?, pregunto Milk tratando de no mostrarse nerviosa.

Pues va bien, dijo Gokú sonriendo al tiempo que miro a la pelinegra de pies a cabeza antes de decirle: ¿Piensas ir al pueblo?

¿Al pueblo?, dijo Milk confundida.

Sí, es que tú te pones esos zapatos y tus vestiditos preferidos para el pueblo, respondió Gokú mientras miraba con detenimiento el rostro de su bella amiga sintiendo aquella extraña sensación que el había empezado a sentir desde hace algún tiempo cada vez que la miraba.

Pues no voy al pueblo, dijo Milk con calma.

¡Ah no¡ ¿entonces por qué te vestiste así?; hasta te soltaste tu cabello, decía Gokú sonriendo.

Pues quise hacerlo, ¿acaso me veo mal?, dijo Milk con nostalgia.

Claro que no Milk, tu eres muy hermosa te vistas con lo que te vistas, te sueltes o no el cabello, es solo que se me respondió ello, es todo, Gokú con sinceridad.

¡Gracias¡ dijo Milk abrazando de manera impulsiva al jovencito de cabello alborotado haciéndolo caer al piso junto a ella.

¡Milk¡ dijo Gokú sonriendo.

¡Disculpa¡ es que me dio alegría lo que dijiste es todo, respondió apenada la pelinegra mientras se ponía de pie al mismo tiempo que su amigo.

Tendré que ir a cambiarme de ropa, ya se me lleno de arena, decía Gokú sonriendo.

Yo la lavare, fue mi culpa que te cayeras, dijo Milk.

No Milk, yo la lavo, respondió Gokú sonriendo.

Pero yo tuve la culpa,....., decía Milk.

No tuviste la culpa Milk, solo paso, es todo, mejor ve a preparar el desayuno que ya me está dando hambre, respondió el apuesto jovencito de cabello alborotado.

Si, dijo Milk sonriendo.

Horas después:

El jovencito de cabello alborotado se sentaba a la mesa y en ella vio varios platitos con diferentes potajes.

¿Qué celebramos Milk?, dijo Gokú sonriendo.

Nada, es solo que quise cocinarte tus platillos favoritos y pues hice un poquito de todos ellos, es una manera de disculparme por el incidente de la mañana, respondió la pelinegra con una dulce sonrisa.

¿Qué extraña esta Milk?, primero se pone uno de sus vestidos preferidos, hasta sus zapatos nuevos se puso, se soltó el cabello y cocino tantos platillos, pensaba Gokú mientras empezaba a comer sus alimentos.

También hice una salsa que me enseño a prepararla la señora Uranai, dijo Milk sonriendo.

¿Y de qué es?, dijo Gokú con curiosidad.

De tomate, respondió Milk.

Pues esta sabrosa Milk, dijo Gokú sonriendo.

Tienes una linda sonrisa Gokú, dijo Milk.

¿Qué?, respondió sorprendido Gokú.

Que tu sonrisa me da tranquilidad, dijo Milk sonriendo.

La tuya también, dijo Gokú.

¡Gracias¡ dijo Milk sonriendo.

Veo que sigues muy feliz, Milk, ya dime, ¿Qué te tiene tan contenta?, pregunto Gokú con ingenuidad.

La vida, la vida Gokú, respondió la pelinegra sonriendo.

Días después:

Mientras Gokú recolectaba unos frutos en el bosque, la pelinegra juntaba sus flores cerca de él mientras tarareaba una canción.

Milk armaba un bello ramo de flores mientras su amigo por momentos la miraba mientras pensaba: Milk sin duda anda extraña pero cada vez que le pregunto que la tiene tan feliz me responde "la vida".

¿Qué te parece mi ramo Gokú?, pregunto la pelinegra mostrándole las flores a su amigo.

Muy lindo, dijo Gokú.

Me hare un collar con flores, dijo Milk sonriendo.

¿Te gustan mucho las flores, verdad?, pregunto Gokú.

Me encantan, dijo Milk sonriendo.

Como a mí me encanta el pastel de manzana, respondió Gokú haciendo sonreír más a la pelinegra.

Horas después:

La pelinegra se colocaba un collar de flores que ella misma se había elaborado mientras el jovencito de cabello alborotado se encontraba cortando leña.

¿Cómo me veo?, dijo Milk mientras empezaba a caminar delante de su amigo de cabello alborotado para llamar su atención.

¿Cómo te ves?, respondió Gokú con inocencia levantando su rostro.

Si, dijo Milk.

Pues bien, dijo Gokú continuando con su labor.

¿Crees que mi collar va bien así o debería ponérmelo en la cabeza?, pregunto Milk.

Pues no se Milk, yo no sé de esas cosas, respondió Gokú sonriendo.

Si, tienes razón, me lo pondré en la cabeza y luego tú me dices como me veo, decía la pelinegra mientras se sacaba el collar y se lo colocaba en la cabeza.

Luego de algunos minutos la pelinegra miro a su apuesto amigo y dijo: ¿Cómo me veo ahora?.

Gokú levanto la mirada mientras se rascaba la cabeza tratando de encontrar alguna respuesta que deje contenta a su bella amiga.

Me veo horrible, ¿verdad?, dijo Milk con nostalgia ante el silencio de su amigo.

No, Milk, claro que no, es solo que no tengo palabras para decirte como te vez, solo sé que te vez bien, pareces un ángel con su corona, dijo Gokú sin darse cuenta.

¡Gracias¡ dijo Milk acercándose a él para darle un beso en su mejilla antes de ir corriendo hacia la pequeña cabaña mientras el apuesto jovencito de cabello alborotado sintió una extraña sensación dentro de él.

Si, que esta extraña, pensó Gokú.

Durante todo ese día la pelinegra no se quitó la corona de flores de su cabeza, el jovencito de cabello alborotado no lograba comprender la actitud de su bella amiga pero tampoco quiso seguir indagando más sobre ella pues lo que menos quería era incomodarla.

Así fueron pasando los días y ya solo quedaban 1 semana para San Valentín. Milk aún no encontraba las palabras adecuadas para hablarle a su amigo de esa fecha especial pero ella estaba decidida a darle a conocer la misma a él.

Cabaña:

La pelinegra se encontraba haciendo la limpieza de la pequeña casa mientras tarareaba una canción al tiempo que el jovencito de cabello alborotado que estaba sentado en una vieja silla viendo una revista la miro.

Cantas bien Milk, dijo Gokú con dulzura.

¡Gracias¡ respondió Milk.

Veo que últimamente cantas mucho, dijo Gokú.

Es que cuando voy al pueblo escucho canciones en las tiendas y algunas son muy pegajosas y pues me las grabo, sabes estoy juntando para comprarnos una pequeña radito así podremos escuchar música y bailar con ella, respondió Milk sonriendo.

¿Bailar?, dijo Gokú.

Si bailar, cuando era niña mis padres bailaban conmigo, respondió Milk con nostalgia.

Milk, no te pongas triste, no debí preguntarte nada, decía Gokú con nostalgia.

No, tú no has hecho nada malo, es solo que cada vez que me acuerdo de mis padres me da tristeza, es todo, dijo Milk.

A mí me pasa igual pero luego pienso que ellos no querrían vernos tristes, respondió Gokú.

Si es cierto pero bueno dime algo Gokú, ¿no sabes bailar?, dijo Milk intrigada.

Pues no me acuerdo si bailaba de niño, respondió el jovencito de cabello alborotado.

¿Ah no?, dijo Milk.

No, no me acuerdo, respondió Gokú.

Bueno, ese no es problema, sino te acuerdas, yo te enseñare, dijo Milk acercándose a su amigo para tomarlo de las manos y empezar a bailar mientras tarareaba una canción.

¿Qué haces Milk?, pregunto confundido el joven de cabello alborotado.

Bailo contigo, tu solo sígueme, dijo Milk sonriendo.

¿Seguirte?, dijo Gokú.

Si, respondió Milk haciendo una pausa al tiempo que continuaba bailando al ritmo de la canción que tarareaba.

El par de jovencitos bailaron durante algunos minutos al tiempo del cual la pelinegra soltó las manos de su amigo al momento en que su mirada se encontró con la de él y sintió los latidos de su corazón acelerarse más.

Voy a preparar la comida, dijo nerviosa Milk.

Si, respondió Gokú mirándola extrañado mientras la jovencita echaba a correr hacia la cocina.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro