Capítulo 5: Alexa Wood paso de novia a conocida, ¿Qué sigue?

Alexa

27 de marzo de 2017

Luego de reunirme con Bryce, ver como va su parte de la investigación, me dijo que todo estaba bien por su parte, Bryce es experto en tecnología al igual que Matt, es muy bueno haciendo la parte sucia en todo esto, luego de eso acompañe a Clary a elegir pasteles de boda, en el momento que Aisha me llamo y me comento que haríamos una noche de karaoke en la casa de Brad no dude en aceptar. No podía negarme a no asistir esta era la excusa perfecta para despejar mi cabeza, huir de Clary, no pensar en Cassie, Matt, mi familia o Liam, sobre todo quiero dejar de pensar en Matt, quiero volver a la época donde ignoraba su existencia.

Por eso cuando Brad abre la puerta, me observa extrañado, pero no dice nada, solo me muestra con orgullo las remodelaciones que hizo a su apartamento. No fue la gran cosa solo termino de organizar los utensilios de cocina, adornos y colocar los muebles, no hago ningún comentario referente hacia las cajas que todavía se encuentran en la sala de estar, Aisha me entrega un coctel y lo bebo de un trago.

—Gracias, lo necesitaba – le respondo y Dean me abraza, me da una galleta y la devoro, también me tomo su coctel – tengo noticias, el asaltantes de tumbas ha vuelto y esta vez dibujo un retrato familiar – les informo y antes de que digan algo voy a la cocina por un nuevo coctel.

—¿Quieres hablar del tema? – pregunta Brad con la formalidad que lo caracteriza – estamos para escucharte y apoyarte.

—No, en estos momentos quiero cantar – les respondo con voz cantarina.

—Deberías tener sexo – me aconseja Brad.

—No quiero tener sexo con nadie – me niego a su petición.

—Es lo mejor – me aconseja Aisha.

—¿Ahora le eres fiel a Liam? – cuestiona Dean curioso.

—No lo hago por Liam, lo hago por Gerald, solo necesito que mi futuro padre confié en mí – le contesto.

—¿Has pensado alguna vez dormir con Liam? – pregunta Aisha preocupada.

—No, lo último que quiero es el pene de Liam dentro de mí – digo con brusquedad y ellos respiran hondo, relajándose – Mientras él no se entere que le estoy dando somníferos, armando todo un teatro sobre sexo entre ambos. Estoy a salvo – les contesto.

—Todo esto lo haces por Gerald, para que él no sospeche de ti y arruine tus planes – contesta Dean y asiento con la cabeza.

—Exacto – digo tomando de mi coctel –. Necesito que ese hombre no ponga sus ojos en nosotros, que crea que somos buenos e inocente, sé que nos sigue a todos, nos vigila, lo mejor que podemos hacer es que crea que soy buena y que soy una simple chica necesitada de una figura paterna y que extraña a su hijo. Quiero que aleje toda su atención de mí. que deje de mirarme como si fuera un sabueso a punto de atacar.

—Alexa dice la verdad, estuvo en mi casa hace unos días, disque saludando y queriendo conocer al mejor amigo de su hija – comenta Dean.

—Cuando hablamos con Bryce para ir a las instalaciones del centro de investigación, él nos pidió que abortáramos la misión porque Jace andaba deambulando por el lugar – me contesta Brad, eso mismo de dijo Bryce esta mañana y asiento con la cabeza –. Tenemos que ser cuidadosos.

—Acepta mi oferta de pasar una temporada con mi familia – se vuelve a ofrecer Dean – las tres – dice mencionándonos a Aisha, Azul y a mí – allí pueden protegerte, cuidarte y apoyarte, Alexa.

—No, necesito hacer esto. No puedo poner marcha atrás, Dean, no ahora – le respondo negándome a su oferta – si esto se complica, Aisha y Azul van a irse contigo – le respondo y antes de que Aisha pueda quejarse – van a hacerlo, por favor – le pido – manténgame informada, si algún miembro de mi familia o Gerald intentan acercarse a ustedes. No quiero que ninguno de ustedes salga salpicados o implicados en esto, ustedes son mi única familia – les digo con sinceridad – si algo les pasara no podría perdonarme y soy muy segura de la destrucción que causaría por ustedes. – digo con voz firme.

—Ale...

—No, Dean, ahora no hablemos de ellos, vamos a divertirnos, los Lee y Gerald no pueden manejar nuestra vida, no hoy.

***

La melodía de la canción de Arctic Monkeys - Why'd You Only Call Me When You're High suena por todo el apartamento de Brad, mientras canto. Dean y Aisha son mis coristas, los cuales me dan ánimos, mientras canto a voces cada uno de los versos.

Ahora, son las tres de la mañana,

y estoy intentando hacerte cambiar de opinión.

Te dejé múltiples llamadas perdidas

y a mi mensaje tú respondiste:

¿Por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

Hola, ¿por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

¿Por qué pienso en ti?

¿Por qué luego de años te deseo?

¿Por qué ahora que estoy ebria lo necesito?

¿Por qué en las noches oscuras necesitaba abrazarte?

¿Por qué necesito hablar contigo?

Canto, me despeino mientras canto pensando en Matt.

En algún lugar más oscuro,

diciendo la misma m***da.

Necesito un compañero,

bien, ¿sales esta noche?

Canto y Aisha grita cuando me ve mover mi cabello de un lado al otro, Dean pone un ventilador para darle mayor efecto.

Cada vez es más difícil

hacer que escuches.

Según voy subiendo el ritmo,

incapaz de tomar decisiones correctas,

y teniendo malas ideas.

¿Por qué pienso en ti cuando estoy ebria?

Ahora, son las tres de la mañana,

y estoy intentando hacerte cambiar de opinión.

Te dejé múltiples llamadas perdidas

y a mi mensaje tú respondiste:

¿Por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

Hola, ¿por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

¿Por qué pienso en ti ahora?

Y no veo que estés aquí.

Me pregunto dónde estoy.

Parece como que

se me estuviese agotando el tiempo.

No he encontrado todo lo que

estaba esperando encontrar.

¿Por qué no te tengo ahora?

¿Aceptarías esa parte de mí de la que todos huyen?

Dijiste que tú tenías que madrugar,

nos iremos pronto a casa.

Y tú estás empezando a aburrirme, cariño.

¿Por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

Dime, Matt. ¿Seremos amigos o enemigos?

Porque deseo que seas mi aliado.

¿Por qué solo me llamas

cuando estás borracho?

(bis)

¿Por qué solo me llamas cuando estás borracho?

—Es mi momento de cantar – alza la mano Dean, quitándome el micrófono – y voy a cantar una canción muy sucia, ya que Alexa estuvo a nada de llorar e inundar la casa con sus lágrimas – me reclama y le lanzo un cojín.

—Me siento un poco mal de no estar al tanto de tu "extraño comportamiento" – dice Brad y me río – Dean no me explica nada y eso me enfurece.

—En pocas palabras tu examigo Matt Keys volvió a su vida – contesta Aisha y ella, él abre la boca sorprendido.

—Y no vamos a hablar del tema – contesto antes de que me ataque a preguntas.

—Sí, ustedes quieren robarme mi momento de brillar y no se los voy a permitir – contesta Dean furioso.

—Canta, Dean. Nadie te lo prohíbe – le digo y él me empuja de manera amistosa.

—Gracias. Mi querido pública – dice Dean sonriendo –. Esta canción va dirigida al amor de mi vida, Aisha Cass y mi alma gemela, cruel, fría y perversa, Alexa Wood.

Con mis amigos es cuando puedo bajar la guardia, reírme a carcajadas de sus comentarios y ocurrencias, sentándome en el sofá, escucho a Dean cantar una canción de Chase Atlantic. No es sorpresa para ningunos que Dean Monroe, sea tan buen cantante, ya que Dean en su adolescencia tuvo una banda que fue un éxito.

Mientras coreo sus canciones, tomo mi celular y tomando valentía, acabo con este asunto, entro a Instagram y busco a Matt Keys en mis conversaciones recientes. Y le escribo algo que deseo desde hace mucho tiempo.

@Ava Grey1

Quiero verte. No en Hera, sería peligroso para los dos en estos momentos. Quiero que vayas a la pista de patinaje.

***

Me siento un poco mareada, no sé cómo logre llegar a la pista de patinaje sin dormirme en el taxi, bajarme de él y abrir la puerta, ponerme los patines sin caerme al suelo. No enciendo las luces, me quedo a oscuras patinando a la espera de Matt, espero él siga mis indicaciones de donde vamos a encontrarnos, bebo agua y me concentro en no caerme.

Al sentir sus pasos, finjo desinterés, no puedo ponerme nerviosa cada vez que Matt Keys aparece en mi vida, los pensamientos de nosotros juntos perturban mi mente, ¿Cómo puede tener efecto en mí luego de siete años? ¿Por qué le he dado tanto poder y control en mi vida? La vida me enseñó a no depender de otro y mucho menos permitir que ellos tengan el controlarme.

Respirando hondo dejo salir todo el aire contenido y hago lo posible por no escuchar a mi parte insensata que me pide a grito que corra a sus brazos y lo abrace, le diga que lo extrañe. Me quedo en silencio y continúo patinando, esperando a que él hable, ya que él tomo asiento en las graderías.

—Al parecer sigues cumpliendo tus promesas – dice referente al reloj, sigo patinando, evitando dar giros o volteretas, lo último que quiero en estos momentos es terminar en el hospital con una herida en la cabeza o huesos rotos –. Después de tanto tiempo sigues usándolo, me ha nacido la duda, ¿vives con la idea de que no soy nadie para ti o ves mis películas y series?

Y su voz me enerva la sangre.

—Vete a la mierda – digo y me río sin humor –, no eres quien debe acusar al otro, la única con derecho aquí soy yo.

—Entonces tu familia te lleno de mierdas sobre mí y tú las creíste todas – me dice y lo ignoro – entiendo, no puedo borrar esa idea errónea de mí en tu cabeza, Alexa – me contesta y me detengo de patinar en círculos cuando me siento nauseas –. No deberíamos estar aquí, tú deberías estar en brazos de tu prometido, siendo follada por él, si fuera él no me gustaría que mi prometida estuviera a las tres de la mañana con un desconocido encerrada en una pista de patinaje desolada – dice con voz de rencor.

—A Liam no le importa si estoy en la calle a altas horas de la noche – le respondo a Matt encogiéndome de hombros, de reojo veo como pasa las palmas de su mano por su rostro – ¿y tu novia sabe que estas aquí? ¿o Alana no le importa que te encuentres en la calle a esta hora?

Ninguno de los dos hace ningún amague por acercarse al otro y eso nos mantiene tranquilo a ambos.

—No tengo novia que se ponga celosa o me arme escenas de celos por salir de casa.

—¿Tu hija sabe que estás conmigo? – pregunto.

—Gracias por preocuparte por Alaia, ella se encuentra con su madre y abuelos. Lo más probable es que este dormida, porque son las 3:30 AM.

—Eso es bueno.

Digo, quedándome en completo silencio.

—Me preocupa el poco interés de tu prometido por ti, porque si yo tuviera la suerte de que Alexa Wood fuera mi esposa, no me separaría de ella ni un segundo – me contesta con seguridad, me detengo rápidamente dando un pequeño traspié, hago lo posible por no caerme, me alegro de poder mantener mi estabilidad, cuando lo encaro tiene una sonrisa divertida dibujada en sus labios.

Bajo la mirada y mirando al suelo, digo.

—¿Qué ganas volviendo a mi vida? ¿Qué quieres? – pregunto – me lastimas, Matt, tu indiferencia, palabras me duelen y aunque sea una maldita desalmada, tú eres el único ser en el mundo que causa que me sienta vulnerable – maldito seas, alcohol.

—¿Por qué haría que te sientas vulnerable? Tú y yo solo somos conocidos – responde sin un poco de vergüenza.

—Antes me llamabas novia – digo de manea acusatoria hacia él, Matt me da una pequeña sonrisa perezosa.

—En ese tiempo éramos novios, creía conocerte. En estos momentos no se nada de ti ¿o tú deseas cambiar eso, Alexa? – me pregunta con interés y enserio hago mi mayor esfuerzo por mantener mi equilibrio, me quedo sin aire y palidezco –, tranquila, respira – me pide – no te estoy pidiendo ser tu esposo o que seas mi amante.

—No quiero un amante – respondo ofendida hacia su insinuación –- tampoco que me toques, ¿Por qué sabes que va a pasar cuando me toques? – le pregunto.

—¿Qué va a pasar? – me responde con una pregunta.

—Voy a romperme y confesarte todos mis secretos – digo en un susurro y él parece complacido con mi respuesta, mis mejillas se sonrojan lo que menos quería era que escuchara mi respuesta – voy a darle clases a tu hija las clases corren por mi cuenta.

—Acepto el trato inicial, no quiero tu caridad – me dice con voz dura, Matt siempre ha sido orgulloso –. Voy a darte los diez millones de dólares como pago de los seis meses de clases particulares para Alaia, le pediré a Karin que hable contigo y le des tu número de cuenta, para enviarte la cantidad de dinero que solicitaste – me quedo pasmada al escuchar eso – puedes usar los diez millones para lo que te plazca, si lo deseas para tu boda o divorcio, también quiero...

—¿Qué? – pregunto confundida.

—Quiero verte en Hera y ver si sigues siendo tan atrevida como recuerdo – mis piernas tiemblan por su comentario.

—¿Me estas pagando por ser tu puta por una noche? – pregunto y él se ríe.

—Lo último que quiero es ofenderte. Puedes declinarte a mi oferta cuando lo desees, Alexa. Eras la que tiene el poder en esto, solo te pido que lo pienses solo sería una noche, tú y yo en Hera. Solo pido eso.

—Acepto – digo sin ni siquiera pensarlo – mi prometido no será problema, como ya te dije a Liam no le importa lo que haga.

No me atrevo a preguntar que pasara después.

—No luces como una mujer enamorada – comenta él y me río – una mujer enamorada jamás aceptaría mis insinuaciones.

—El amor se transmite de diferentes formas, esta es mi forma – contesto y él se vuelve a reír.

—¿Y la infidelidad es una de esas? – me pregunta y asiento con la cabeza –. Me imagino que esta boda es parte de la presión que tiene tu familia sobre ti. No eres de la clase de mujer que piensan en bodas.

—Pensé que simplemente éramos conocidos, Matt, ¿Cómo sabes eso?, tienes razón no me conoces de nada – pregunto cruzándonos de brazo –, ¿Cuándo quieres verme en Hera? – le pregunto cambiando de tema.

—En la noche de diamantes – me sorprende que conozca las temáticas de Hera – te enviare un regalo especial.

—No necesito de tus regalos – le contesto molesta.

—No te estoy pidiendo permiso – dice con autoridad – en los datos que conseguí sobre ti, uno fue tu dirección – me comenta y me mordisqueo el labio inferior.

—Nos vemos en Hera entonces – digo cerrando nuestra conversación.

—Espérate, falta algo más, como estoy pagando por tu compañía, soy quien pone las reglas – dice y asiente con la cabeza, se aprovecha porque estoy afectada por su cercanía – iremos juntos de la mano, Alexa.

—Alexa Wood, paso de novia a conocida y luego a prostituta en menos de una hora – respondo con humor.

—No eres una prostituta – me responde furioso.

—Entonces replanteo la pregunta, Alexa Wood, paso de novia a conocida ¿luego que sigue?

—En Hera vamos a descubrirlo juntos.

—Trae a la niña a clases el viernes – digo dándole otro giro a la conversación – adiós, Matt Keys.

—Adiós, Alexa Wood.