Capítulo 31: habitaciones de pánico, novios y venganzas. Penúltimo
Capítulo 31: habitaciones de pánico, novios y venganzas.
Alexa
1 de septiembre de 2017
—Señorita Lee, me alegro de que haya despertado – me dice el oficial y asiento con la cabeza, mirando las maquinas, me encuentro en el hospital – quiero hacerle unas preguntas - ¿recuerda algo distintivo de sus atacantes? – pregunta el oficial en plural. Mientras la enfermera revisa mis signos vitales, Tessa se encuentra en una esquina de la habitación observándome con atención.
—No, aquellas personas tenían capuchas – le contesto. Mis ojos se cierran lentamente, mi cuerpo se encuentra adormecido por el dolor, me cuesta respirar, mi rostro está tan hinchado que me duele cada uno de mis músculos, me he negado a verme en el espejo. Me robaron todo, tengo algunos cortes de cuchillo en mi antebrazo, también un rasguño en el rostro. Me siento un poco nerviosa e intranquila, no me siento segura.
Todo parece estar saliéndose de control frente a mis ojos. Con mi ojo que permanece abierto se desliza una lágrima, mi cuerpo comienza a temblar en repetidas ocasiones, cuando la policía me encontró, todavía estaba en la habitación del pánico, la cual se encontraba vacía, ya que esos cabrones me asaltaron.
—Señor, no recuerdo nada – digo mirando al oficial – trato de echarle mente y nada. La enfermera termina de revisarme y me ayuda a sentarme en la camilla, donde ella me susurra una y otra vez que todo estará bien, que la llame si necesito algo.
—Señor – llama un subalterno a su oficial, bebo del agua que me ofrece la enfermera cuando me ve toser, alcanzo a escuchar – la madre de la señorita también se encuentra en urgencias, ella también fue atacada a noche, su ama de llaves la halló esta mañana inconsciente cerca de la piscina. Alejo la mirada de ellos y bajo la mirada a mis dedos unidos.
Luego a Tessa que permanece como una estatua allí de pie en una esquina de la habitación, no sé cómo lo consigo a pesar del dolor estremecedor en mi rostro, estiro mis labios en una dulce e inocente sonrisa sin mostrarle mis dientes, ella solo niega con la cabeza y sigue en su posición inicial de ser mi sombra.
Ella al igual que todos se sorprendió al encontrarse con una rubia llamada Odette Lee en urgencias, volví a tener una cabellera rubia, brillante y hermosa como la de Clary, a diferencia del suyo, mi cabello no es un rubio platinado, sino un rubio más oscuro, tipo miel, su cabello es largo hasta la cintura y él mío se encuentra cortado hasta la altura de mis hombros.
Trago saliva y comienzo a llorar cuando el oficial me explica lo que paso con mi madre que en estos momentos se encuentra en cirugía. También me invita que cuando me sienta mejor, recuerde algo, vaya a su oficina, asiento la cabeza.
***
15 de septiembre de 2017.
Cuando dices la verdad implica que las personas conozcan un poco de ti, que se enteren de pequeños detalles de tu vida que siempre has intentado mantener bajo la alfombra, que se cuestionen cosas sobre ti. Cuando cree a Alexa hice el personaje perfecto, nadie podía amenazarla, si algún día alguien hablaba de ella, solo conocerían sobre una deportista cualquiera que tuvo la mala fortuna de ser atacada a los dieciséis años, lo que no sabe el mundo es que detrás de ella hay más. Siempre hay más.
Alexa no estaba asociada con la familia Lee.
Alexa no debía fingir ser una buena chica.
Alexa no estaba asustada.
Alexa no es conocida como la hermana de Andrew Lee, ex mariscal de campo y adicto.
Alexa simplemente es un lobo solitario.
—Alexa, a veces me aterra las cosas que haces, aunque sé la respuesta a mi pregunta, me veo obligado a preguntarte esto, ¿te encuentras segura de hacer esto? – me cuestiona y asiento con la cabeza.
—Debo hacerlo.
—Ten cuidado, a veces los policías no son tan tontos como te los imaginas – me dice y juntos miramos la entrada de la estación de policía, él me entrega la bolsa con el mechón de cabello que conseguimos en la habitación del pánico —, hazlo bien, suena convincente.
—Siempre soy convincente.
—Recuerda que Odette y Alexa son seres humanos totalmente distintos, que ella por primera vez quiere ser escuchada – dice y mira mi rostro un destello de furia pasa por su mirada – espero esta mierda valga la pena – dice acariciándome el rostro.
—Lo valdrá, confía en mí.
—Lo hago – dice negando con la cabeza – luego de esto, quiero llevarte a la casa del lago.
—Interesante, tienes una casa frente a un lago, ¿podemos lanzar un cadáver?
—Puedes lanzar lo que te dé la gana al fondo del agua. Jamás lo encontrarán.
—Interesante – digo riendo.
—Hoy voy a reunirme solo con Orazio – me dice, despeinando su cabello – es mejor que él y yo hablemos a solas.
—Ve con calma, Orazio a veces puede ser desesperante con sus comentarios – le consejo – él siempre juega con la mente de todos, no permitas que juegue con la tuya.
—Conozco sus juegos sucios, estudie con Orazio – abro mucho mis ojos —. Estudiamos en la misma universidad – mis labios se abren mucho – era el rey del mundo, yo iba entrando y él saliendo – me cuenta – puedo sobrevivir a una charla con él.
—No me imagino a Orazio conviviendo con otros seres humanos.
—Lo hizo Alexa, antes era muy diferente.
—Matt, ninguno de nosotros es igual, tú ya no tienes esta sonrisa pícara y encantadora, ya no eres el chico des complicado que conocí, ahora eres silencioso, cuidadoso y eres mucho más sobre protector que antes.
—Tienes razón, ninguno de nosotros es igual.
—Solo aprendimos a integrarnos en la sociedad – digo encogiéndome de hombros – Matt, debes hablar con Emily, ella no puede dejar sola a Alaia, por irse detrás de un desconocido.
—Tengo miedo por ella, Alexa – dice con pesar – Emily es muy buena amiga.
—Lo sé, lo que ella hizo por Alaia fue maravilloso.
Retorciendo mis manos, digo las palabras que me han atragantado por mucho tiempo.
—¿Ese es tu verdadero rostro? – le pregunto y él me mira extrañado – tu mirada cuando estabas frente a Samantha, cambio por completo, tu semblante, todo tú, se volvieron lleno de perversión, es como si estuviera frente a un monstruo.
—Alexa, ¿de qué hablas? – me responde confundido.
—Te entrenaron para ser de ese modo – aseguro – para que siempre estés calmado, analizando, observando y calculando cada uno de tus pasos. Eres la calma que Chase no tiene, tu madre es mala y lo sabes, tu padre es un asco de hombre, ¿Por qué no actuaste antes en su contra? – comento.
—Cuando actúe impulsivo en contra de Gerald, perdí – me responde mirando al frente.
—¿Por qué no te enojas?
—Porque las veces que no me he controlado... Las cosas se ponen fuertes, comienzo a desconocerme, es como si algo en mi interior se nubla y no pudiera detenerme, por eso aprendí a buscar otra manera de resolver mis problemas.
—Siempre dices que soy un enigma, pero tú Matt Keys eres un libro en blanco – murmuro.
—Alexa, si te llega a pasar algo haré que cada uno de ellos se retuerza de dolor y que cada lágrima que ellos te hicieron derramar valga la pena – dice y trago saliva – no estoy mintiendo, niña sucia.
***
Luego de ir hablar con el oficial que me atendió en el hospital, decidimos con Matt que debíamos darle una inauguración a la casa que compre, por eso esta noche mientras los chicos se encargan de la cena, Azul, Aisha y yo estamos sentadas frente a la chimenea en la nueva casa que compre, la misma casa que vine a ver con Liam cuando era su prometida, la compre porque es bonita, segura y alejada de la ciudad, desde donde estamos sentadas escuchamos a Dean, Brad, Dalton y Matt discutir sobre la cena, Alaia se encuentra dormida en mi habitación.
—Me alegro de que Dalton siga mejor – dice Azul robándose uno de mis bocadillos.
—Dalton, le dio su corazón a la persona equivocada.
—En diciembre es su épica fiesta de cumpleaños, se ha concentrado tanto en eso y en el trabajo que tengo miedo de que se desmaye antes de llegar a ese grandioso día – dice Aisha horrorizada.
—No creo que Dalton quiera pertenecer al grupo de los 27.
Nos reímos de mi comentario y miro a Dalton que se encuentra de pie en el marco de la puerta en silencio mientras observa a los chicos discutir. Su cabello rubio se encuentra peinado hacia atrás y hoy no lleva traje, sino que decidió una vestimenta casual. Dalton la mayoría de las veces tiene una mirada de superioridad y de chico inalcanzable, él se ha encargado personalmente de decírselo a todo el mundo. Sus ojos son del mismo azul brillante que los de Dean que hacen que cada una de sus emociones brillen al verlos. En estos momentos el enojo, ira e irritación brillan en todo su esplendor, aunque no lo diga con palabra, él se encuentra avergonzado.
Su belleza es igual de impactante a la de Dean, solo que mientras la de Dean es de facciones duras, marcadas y masculinas, la de Dalton es una belleza angelical, es un rostro tallado por los dioses, su cuerpo no es grande o musculoso, es más bien atlético y algo flaco que le da el toque justo para robar las miradas de ambos sexos.
—Baruc es una basura – dice Azul y Dalton la alcanza a escuchar, rueda sus ojos.
—Dejen de mirarme como si sintieran lástima por mí – nos pide cerrando los ojos y bebiendo de un trago su cerveza.
—Eres el reflejo de la miseria – le dice Matt saliendo de la cocina —, no deberías cuestionarte tanto por las decisiones de Baruc. Él jamás sacrificaría su vida por ti, no iba a luchar por su amor o pasar por encima de su familia para estar contigo. Los hombres como Baruc están acostumbrados a usar a las personas a su antojo, no les importa a cuantas personas deban pisotear, joder con tal de llegar a la cima.
Lo observo por unos segundos y le doy la mano, él observa mi cabello rubio como si todavía no se adaptara a él.
—¿Qué serias capaz de hacer por amor? – pregunta Dalton con timidez.
—No tanto por amor, sino por las personas que amo, haría cualquier cosa, sacrificaría mi vida entera.
—No puedes sacrificar tu vida por amor – digo con horror.
—¿Qué harías tú por amor? – me pregunta.
—No tengo idea – susurro – tal vez nada.
—Apoyo a Matt, la palabra amor conlleva sacrificios, cambios y lucha. El amor es mucho más difícil de lo que aparenta ser – dice Aisha bebiendo de su vino.
—Baruc, me mostró una cara y tarde o temprano debía despertar del sueño – dice él con pesar —, valgo demasiado como para ser usado como pieza de un juego, no soy basura. Tal vez me cueste años encontrar un hombre o mujer que me dé lo que realmente merezco.
—Así se habla – dice Azul y entrecierro mis ojos hacia ella – solo apoyo la iniciativa de las personas por cambiar su vida y hábitos destructivos.
—Tú también podrías cambiar tu vida – la motiva Aisha – p...
—No quiero tus consejos, si alguna vez quiero cambiar, mejorar o ser un ser humano, mejor te llamaré, Aisha.
—Eso se traduce, vete a la mierda Aisha – digo y ella me lanza un cojín.
—Podríamos dejar de hablar de amor – dice Dean pasándole una cerveza a Matt, siempre me ha parecido sorprendente la familiaridad con la que ellos se hablan, ¿Qué tanto me ocultas Matt Keys?
—Pobre Dean, él tiene su corazoncito roto y la vida hecha un lío – dice Matt en forma de burla.
—La vida la tengo vuelta mierda – nos contesta – acostarme con Julieta, no mejoro mi vida.
—Coger con tus socios nunca es buena idea – le responde Matt – por esa razón nunca se debe tener sexo con compañeros de trabajo.
—Me alegro de que haya otra persona sensata en este lugar – dice Brad que viene a nosotros con una bandeja de comida – y ya no me encuentre reunido con una cantidad insana de inadaptados e irracionales.
—¿Ale? – la voz de Alaia hace que voltee la cabeza, corro hasta ella y la cargue en mis brazos – ¿ya prepararon la cena? – me pregunta y asiento con la cabeza, ella juega con un mechón de mi cabello, pone su cabeza contra mi pecho – me alegro, ya me encontraba muriendo de hambre.
—No te veo muriendo – comento y ella comienza a hacer una dramatización donde pierde el conocimiento.
—¿Convencida ahora? – me cuestiona y me río mirando a mis amigos, ellos se encuentran observando nuestra interacción con la boca abierta. Camino hasta donde están mis amigos con ella en brazos, le doy de comer. Ella no se queja, con sus manitos retorciéndose en la tela de su camisa, me observa con atención mientras devora cada bocado.
—Me gusta esta casa – dice mirándola – es menos tenebrosa que tu otro hogar – le doy una pequeña sonrisa, ella observa los morados de mi rostro.
—A mí también me gusta, Alaia – le respondo mirando la estancia. A pesar de que no he terminado de decorarla por completo, la casa es muy bonita, tiene un gran jardín y zona de juegos.
—Los viejos dueños fueron unos idiotas al momento de venderte esta casa – dice Aisha y mira a Alaia que parece estar en un sueño mientras me mira a los ojos, Matt le susurra algo al oído y ella hace una pequeña mueca, su papá le dice otra cosa, ella sonríe recostando su cabeza en su brazo.
—La historia sobre la casa es trágica, su antiguo dueño luego de perder a su esposa decidió venderla, por eso tiene ese ambiente hogareño – digo encogiéndome de hombros —. No profundice el tema con la vendedora, tampoco es que me interesara.
***
20 de septiembre de 2017
Tal vez debería irme del planeta y así ninguno de ellos me alcanzara.
Aunque eso sucedieran, ellos encontrarían el modo de traerme de vuelta.
Hoy murió el hermano de Liam y no me siento arrepentida de nada, estoy feliz por haber conseguido que esa escoria ya no estuviera en el mundo, muerto no volverá a lastimar a ninguna chica en su vida. Observo a cada uno de los miembros de la familia de Liam, ellos me dan malas miradas, el odio y la superioridad de sus allegados se ven reflejados en cada uno de sus gestos, ellos murmuran cuando me ven pasar, mi mirada cae en Belén que acaricia descuidadamente su vientre mientras habla de mí con sus primas.
Algunas mujeres del club me saludan, les devuelvo una sonrisa amable, no voy a permitir que ninguno de ellos me haga sentir mal, camino hasta Liam que se encuentra hablando con su padre, los murmullos no calman, se intensifican, Liam al verme hace una pequeña mueca al verlos los moretones en mi rostro.
—Lo siento mucho, Liam, tu hermano fue un gran hombre – le digo con voz afligida, él se aleja de su padre y abrazándome, comienza a llorar sobre mi hombro, acaricio suavemente su espalda.
—Gracias por venir, cariño – dice alejándose de mis brazos.
Luego de esa demostración de afecto, me siento en un lugar vacío y alejado, mientras veo como enterraban a esa basura, Liam me llama para que hablemos solos.
—Lo siento mucho – dice acariciándose el pecho – nunca pensé que fueran capaz de hacerte eso – dice tocándome el rostro.
—Tranquilo, Liam, esto no es culpa tuya.
—Alexa, no me defiendas, ¿Cómo puedes seguir siendo tan buena conmigo, después de tanto?
—Porque estoy agradecida contigo – le respondo.
De verdad, ¿nadie ha creído que es buena idea darme un premio? Porque estoy a nada de mandarme hacer uno. No dice nada más, ambos caminamos juntos hacia la oficina de su padre.
—Voy a extrañar a mi hermano – dice Liam y luego me mira mientras tomo asiento – llevamos tanto tiempo sin estar juntos o solos, nunca consideré que pudieras lucir más hermosa – dice – a pesar de los golpes sigues viéndote como una modelo.
—Gracias.
—Te estuve llamando e intenté subir a tu apartamento, pero no me dejaron subir y quería problemas con tu novio.
—Liam...
—Me quería comunicar contigo, me sentí como un payaso cuando cancelaste el compromiso, por mi error, ¿Por qué mierda cancelaste el compromiso con ese dramático comunicado de prensa, Odette? – me cuestiona y toma un mechón de mi cabello – me alegro, que vuelvas en sí – dice Liam.
—¿Volviendo a la razón? – digo con una sonrisita.
—Volviste a tu color original de cabello, vistes la ropa que antes solías usar y pronto vas a comportarte como tú – me asegura.
—Quieres que vuelva a ser la misma chica buena de antes, no la drogadicta y perdida. Simplemente, quieres que sea una chica buena y sumisa.
Paso mis dedos por mi barbilla, Liam se fija en el morado en esa zona.
—No era eso a lo que me refería – se defiende.
—No me sorprende que pienses lo mismo que todos sobre mí, Liam – digo bajando la cabeza – sé que vas a encontrar una buena chica.
—Odette, ¿Collins te busco? – me cuestiona.
—Sí, estaba muy asustado, ¿Cómo conoces a Collins?
—Hace tiempo me crucé con él – me responde y asiento con la cabeza, mientras le doy una pequeña sonrisa.
—¿Qué quieres hablar conmigo? – lo cuestiono.
—Odette, primero que nada, quiero disculparme contigo, por todo lo que se encuentra pasándote – dice con voz atormentada —, las cosas en la compañía no han estado bien últimamente y la muerte de mi hermano ha empeorado todo para mí.
—¿Por qué dices eso?, no creo que romper un compromiso con una adicta arruinara tanto tu vida – le digo – dime, ¿Qué pasa? Me estoy asustando.
—Estoy cansado de ser un peón en este juego de mierda que ya no me beneficia en nada – dice tragando saliva, sus manos tiemblan – Odette, quisiera decírtelo todo, sin embargo, no me siento preparado – me dice con pesar.
—¿Qué quieres decirme? Confía en mí, Liam – lo cuestiono con nerviosismo y él intenta acercarse a mí – ¿de qué te encuentras arrepentido?
—De todo, Hendrick fue el culpable de que te atacaran esos chicos esa noche en la fraternidad, mi hermano me lo confesó hace años, él decía que estar en silla de ruedas era su castigo, por lo que hicieron cuando estaban en la escuela y la universidad – dice tragando saliva – que él estaba pagando los pecados de la familia.
—¿Mi tío?, el pago para que me atacaran – digo palideciendo —, ¿Por qué hizo eso? – digo asustada.
—Para seguirte controlando financiera y psicológicamente, Richard le pidió que se encargara de ti, él necesitaba que fueras una chica buena o con el dolor de su alma iba a encerrarte.
—¿Encerrarme? – digo aterrorizada —, ¿Por qué mi padre hizo eso?, sabías todo esto y así ibas a casarte conmigo – digo incrédula, me levanto de la silla mirándolo con repudio – ¿Por qué me dices esto ahora?
—Porque estoy acorralado, Alexa – dice con desesperación – lo que tengo que decirte tiene que ver con la compañía.
—Habla rápido.
—No es un secreto para nadie que Gerald se dedica a negocios turbios, que la familia de Axel tiene lazos con el narcotráfico y que tu padre era un maldito corrupto, ambicioso, de mierda. Que nos permitió usar la compañía para nuestros negocios sucios, con esa inyección de dinero evitaron irse a la quiebra – me quedo sin aire y abro mucho los ojos, de verdad que voy a mandar hacerme un premio y organizar una premier junto con mis amigos—. Cuando tu padre te ordeno que volvieras es porque él se encontraba en riesgo de perder la compañía, ya que su ambición lo llevo hacer un trato mortal, estábamos bien antes, luego él y Gerald quisieron llevar todo a otro nivel, buscando un nuevo socio.
—¿Qué socio?
—Un tipo que se apellida Fischer, el cabrón puso nuestra vida en juego y nuestro dinero – dice desesperado —. Los Lee y los Griffin casi nos llevan a la quiebra, si no hubiera sido por ti, estaríamos en la ruina.
—¿Ese tal Fischer dónde está?, ¿él conocía a alguien llamado Stone?
—Creo que uno de sus guardaespaldas se llamaba, Stone.
—Gracias – le respondo —, dime, ¿sabes algo más de ese tipo?, ¿su nombre?, ¿rostro? ¿País de origen? No puedo pensar que ustedes hayan jugado conmigo y puesto mi vida en riesgo de aquella manera, ¡esos hombres pudieron matarme a golpes!
—Alexa lo siento, por eso estoy aquí para redimirme contigo, nunca conocí sus nacionalidades o nombres, aunque una vez alcancé a escuchar su voz tenía un acento tosco como si fuera alemán – dice con pesar, sabía que él no iba a decirme nombres —. Opino que esas personas eran conocidos de Gerald. Aunque el cabrón no ha vuelto a llamar, tampoco ha enviado dinero o nos da órdenes, hemos perdido toda comunicación con ellos, pusimos en peligro a la compañía en vano.
—Entonces todo se encuentra bien – digo encogiéndome de hombros.
—No, Alexa, ahora nos están extorsionando.
Abro mucho los ojos.
—Esta persona no nos ha dicho nombre o apellido, estoy casi seguro de que es la misma persona, las ataco a ustedes, por lo que me dijo Belén, tú no recuerdas nada y Clary sigue inconsciente. Puede ser cualquier persona, Alexa. Hasta Hendrick ese hombre quiere sabotearte, para que la única culpable sea tú y vayas a la cárcel.
Asiento con la cabeza y tomo mi bolso.
—¿Hay algo más que deba saber? – lo cuestiono y niega con la cabeza – para estar preparada.
—Que te amo.
Ay por favor.
—No dudes de mi amor, si no te amara no estaría haciendo esto por ti. No hubiera sido un caballero, tuve tantas oportunidades de sobrepasarme contigo y no tome ninguna.
—Liam – mi voz suena rota – ya has dicho mucho. De verdad te quería, Liam.
—Ode... Ten cuidado, Hendrick haría cualquier cosa con tal de lastimar a quienes amas
***
24 de septiembre de 2017
Volver a casa luego de mis clases con Alaia, fue bastante difícil, el dolor de cabeza que he tenido los últimos días hace que casi ocasione que me desmaye mientras conducía en dirección a mi casa. Tampoco he podido dormir bien por las múltiples pesadillas, siempre que cierro los ojos, tengo recuerdos confusos que han empeorado mis ataques de ansiedad, físicamente tienen mis huesos entumidos y adormecidos, he vomitado un par de veces en la semana.
Tengo miedo de mis recuerdos, recordar significa revivir todo aquello que me atormenta, respiro hondo. Sigo revisando las fotos de las redes sociales de Emily ella lleva un mes de viaje con sus amigas y al parecer se divierte mucho, porque ni siquiera tiene tiempo de llamar a Alaia o a su familia.
Tocan el timbre de la casa y sonrió pensando que puede ser Matt que decidió volver a mi casa y hacerme compañía. Mi antiguo hogar era grande y a pesar de eso, no me sentía tan sola como en este lugar que a veces se siente tan propio y prestado al mismo tiempo. Una parte de mí cree que anteriormente había estado en este sitio, eso mismo me paso cuando Liam me la enseño, sentía que ya había estado aquí antes, por eso decidí comprar la casa.
Entrecierro los ojos al ver la insistencia con la que tocan el timbre y con eso descarto la opción que sea Matt, cierro mi computadora y me dirijo a donde me encuentro a un agitado, Gerald que tiene la mirada pérdida, ¿Cómo diablos sabe dónde vivo? Su mirada me escanea de arriba y abajo cuando abro la puerta, gruño y Gerald da un paso al frente con el intento de entrar, me interpongo para que él no pase a mi casa. Jamás podría estar sola con él en mi casa. Y es ahora cuando lo noto él se encuentra desesperado, sus piernas se mueven de un lado al otro, como si estuviera perdiendo el control, el sudor baña su frente.
—Hola, papá – lo saludo, ya que él insiste en llamarme hija —. Al parecer te gusta hacer visitas nocturnas cuando el mundo se apaga un poco y nadie puede escucharte o detenerte.
—Déjame pasar – me pide y niego con la cabeza, me interpongo en su paso, Gerald se encuentra tan mal que ni siquiera lucha conmigo, en otras circunstancias jamás hubiera tenido oportunidad de ganar un combate.
—No – respondo con voz dura, Gerald se sorprende, aunque con él siempre intento ser amenazante, mi voz jamás ha sido dura o fuerte cuando se trata de él – ¿mi madre se encuentra bien? – pregunto alterada y ajustando la puerta detrás de mí.
—Ella se encuentra mejor – dice cerrando los ojos como si le costara mantenerlos abiertos —, un poco afligida por su pelea y el ataque, ella se encuentra ocupada con los asuntos de la boda, nos casamos en enero – me recuerda, me dice y asiento con la cabeza y dándole una sonrisa sin mostrarle los dientes vuelvo a decirle
—No quiero ser descortés con usted, pero es bastante tarde para hacer visitas – le contesto, él se toma la cabeza – algo se le debe ofrecer.
—Quería saber si te encontrabas bien, luego de la desaparición del cuerpo de Richard, han estado pasando cosas extrañas alrededor de tus familiares, te atacaron y a tu madre también – me comenta él con un poco de nerviosismo en la voz – Hendrick tuvo ese desmayo repentino que ocasiono que cayera por las escaleras, tu madre dice ver a Richard, tus tíos parecen delirar y ver fantasmas donde no los hay, no podía dejar de preocuparme por ti hija.
—¿Por qué le preocupo? – digo con una pequeña sonrisa en los labios – usted debería preocuparse por usted, no sé ve nada bien, tanto que no trajo su seguridad con usted.
—Podrías tener un comportamiento extraño, delirar, desaparecer o simplemente enfermarte, mi mayor temor es que Alaia te vea de ese modo, lo que menos me apetece es que mi nieta te vea como un potencial peligro, no quiero que aterres a Alaia – me advierte y asiento con la cabeza ante sus palabras.
—Veo que te interesa mucho, Alaia – digo pensativa – demasiado para ser sinceros.
—Es mi nieta, claramente va a interesarme, Alexa – me responde a la defensiva.
—Y te entiendo – digo cruzándome de brazos —, lo has dicho muy claro, eres su abuelo y aunque no entienda muy bien cómo funcionan las dinámicas familiares a ti no te interesa mi relación con Alaia o Matt.
—Eres una exadicta – me recuerda – claramente que me interesa tu relación con mi nieta y lo que ella vaya a aprender de ti – me dice molesto. Sus ojos se vuelven a cerrar, su rostro se encuentra tan blanco como una hoja de papel y le cuesta mantener los ojos abiertos, su mirada es de temor, sus ojos se encuentran inyectados en sangre, abro la boca, pero ni siquiera puedo hablar al ver su estado, sus manos tiemblan, su nariz y pómulos se encuentran enrojecidos, un pequeño sonido de dolor sale de mis labios al verlo en ese estado.
Lo obligo a sentarse en la entrada de mi casa, lo sacudo en repetidas ocasiones, él no puede hablar, su estado realmente me atemoriza, tomo sus manos y comienzo a llamarlo por su nombre, él se encuentra en trance.
¿Qué vio Gerald antes de venir? Un escalofrío me recorre el cuerpo, ¿Quién te visito?, ¿la muerte?, ¿o tus fantasmas te llaman para que rindas cuentas con ellos?
—Matt – lo llama y es como si lo invocara porque Matt salta de su camioneta hacia donde estamos nosotros, Gerald solo dice su nombre, mientras su hijo lo sostiene en sus brazos. Él se hace el fuerte y le dice a su hijo que estará bien, es la primera vez que veo preocupación en los ojos de Gerald, en estos momentos estoy pensando que no es el mismo hombre que me hizo la vida imposible en repetidas ocasiones, sino un padre amoroso y que su talón de Aquiles parece ser Matt Keys y Alaia Keys.
—Todo es su culpa hijo, desde que ella volvió nos ha arruinado la vida – grita con voz agitada —, ¡eres una maldición para todos!, ¡eres igual a tu madre, una maldita desgracia!
Gerald pierde el conocimiento y Matt como puede lo sube a su camioneta, camino detrás de ellos, a Gerald se le cae algo del bolsillo y tomo la hoja de papel, ya conocida para mí.
Solo quería que tuvieras un momento memorable con uno de tus hijos, Gerald Coleman.
Pasan los años y tu hijo sigue obsesionado con su pequeña maldición.
Me alegro de que lograras reencontrarte con tu hijo.
Rezo a Dios que no sea la última vez, que nos veamos.
Quien pensaría que al bastardo que aborreciste y encerraste, seria el mismo que te abrazaría cuando te encuentras al borde de la muerte.
Alexa si te encuentras leyendo esto, quiero decirte.
Bonita casa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro