Capítulo 20: Chupa, lame y gime +18.
Capítulo 20: Chupa, lame y gime +18.
Matt.
27 de mayo de 2017
Jamás pensé que, al volver a enfrentarme con Richard, Richard no me daría una mirada cínica, llena de odio y fastidio, que por primera vez no escucharía sus gritos, insultos o humillaciones nadie, me preparo que me iba a encontrar con un Richard muerto, con una tumba vandalizada y escuchando la causa de la muerte por parte de su hija. Y no voy a ponerme con moralismos de mierda o ser hipócrita sobre la muerte de Richard o me encuentro triste por su muertos cuando no es así.
—Entonces ¿Richard se suicidó faltando días para San Valentín? – indago y Alexa asiente con la cabeza –, que acto de amor, más romántico de su parte.
Alexa me da un pequeño golpe en el brazo y se ríe mientras observamos al hombre trabajar en arreglar la lápida de Richard que fue destrozada la noche anterior, Alexa y yo nos enteramos esta mañana antes de una de nuestras salidas. Ya que nuestro último plan del día era tener que pasar la mañana en el cementerio, más cuando había organizado un desayuno para ambos en un lujoso restaurante. Alexa y yo nos tardamos demasiado en conseguir un reservación como para haberla perdido, por esto. Alexa se aleja unos segundos a contestar una llamada.
—Uno de los trabajadores en la noche vio a una persona con una capa roja, al estilo de caperucita roja – dice el hombre en un susurro y le doy el dinero que le prometí.
—¿Vio algo más? Algo que nos ayude a distinguir si es un hombre o una mujer.
—Un mechón de cabello rubio resplandecía fuera de la capa y sus manos eran delicadas como la de una mujer – me contesta él en un susurro, Alexa vuelve a mi lado y asiente con la cabeza al escuchar la información del hombre – no era muy alta, era delgada y en su mejilla alcance a ver una cicatriz larga y grande.
Nos contesta y nos despedimos de él, nos quedamos mirando la lápida de Richard Lee en completo silencio. Alejo mi mirada de la lápida y me centro en Alexa que se encuentra concentrada en sus pensamientos y se ve hermosa, su cabello tiene hondas, un vestido verde esmeralda liso y unos tacones altos de color negro, sus ojos por el frio se ven completamente grises con pequeñas motas de color verde. Suspiro, Alexa se ve como una hermosa obra de arte.
—Todo esto es tan extraño, salido de una película paranormal – dice Alexa con la mirada en la lápida.
Desde que conocí a Alexa aprendí a no juzgar, escuché muchas frases en su contra, que era una puta, una pecadora, una maldita, provocadora, zorra y mentirosa. Y siempre pensé que las personas no se dieron el tiempo para conocerla, tal vez si ellos le hubieran abierto las puertas de sus vidas, la hubieran tratado con calidad, amabilidad y sin prejuicios, hubieran conocido a una gran mujer, sin embargo, ellos no lo hicieron, la atacaron, la arruinaron y no tienen derecho de exigirle a Alexa que se calme o decirle que ella se encuentra mal por sus actos.
En el año de relación que tuvimos, la vi tener ataques de pánico, ansiedad, deambular en las noches, gritar, llorar, tener pequeños ataques de ira que nunca llevaban a gran escala porque ella misma se autocontrolaba. Pedirme a gritos que le llevara a Los Ángeles, que ella trabajaría, se portaría bien, que la ayudara, me arrepiento de no llevármela conmigo, pero no crean que no intentamos escapar, antes de siquiera pensar que seriamos novios, Alexa me abordo, subiéndose a mi auto, ella con seriedad me pidió que manejara y la llevara lo más lejos posibles, allí por primera vez fui cautivado por la combinación de sus ojos grisáceos.
Alexa no recuerda ese día, por el estado de alteración en el que se encontraba, manejé, hice lo que me pidió sin importarme las represarías, ¿Cómo terminamos? Atrapados con una Alexa suplicando que la dejaran, que la liberaran y yo con un ojo morado por defender a una chica desconocida que era golpeada por su padre. Cuando fuimos novios, teníamos el plan perfecto de huir a la playa, pero todo salió mal, trato de no pensar en ese día, me arrepiento de hacer tantas promesas y no cumplir ninguna, no ser un chico de acciones.
Pero Alexa tiene algo de razón, éramos niños, manipulables, vulnerables, que esperábamos un poco de amor o cambio de parte de nuestros progenitores, a pesar de no obtener nada de ellos creíamos en sus mentiras, no pusimos limites permitimos que nos lastimaran, humillaran y jodieran cada vez que a ellos les provocaba, mi mamá y Gerald son culpables de muchas cosas, una por fingir ser ciega y el otro por sus acciones. Espere que mamá me protegiera o que Gerald me defendiera, no recibí nada de su parte, solo un cheque y que guardara silencio, al salir de Portland y conducir directamente a Los Ángeles a mi audición, no podía dormir, comer, me concentré en mi trabajo, olvidar a Alexa y cumplir mis sueños. Llevándome mis secretos, mentiras y engaños lejos de allí.
Me alegro de que Alexa haya madurado o pensado mejor las cosas entre nosotros, me siento pleno que confié en mí, que sea sincera, que ya no se excuse con protegerme para decirme mentiras o engañarme, que ya no me maquille la realidad, que ya no crea que es Alexa contra el mundo, que entienda que somos un equipo.
—Esta no era la idea de cita ideal que tenía planeada para nosotros – susurra pensativas – ¿crees que Charlie fingió su muerto? – me pregunta.
—No creo, estoy más que seguro, he contratado a una detective privada, la misma que use para investigarte – le contesto y ella suspira dándome una breve mirada – no puedes andar por la vida suponiendo, debemos confirmar que ella está viva y enfrentarla.
—Entonces Charlie de nuevo será un problema en mi vida – dice con fastidio – pensé que mi único problema sería Cassie.
—¿Quién es ella?
—La examante de Liam y su secretaria personal a la que le conto todos sus secretos, le dio códigos, contraseñas de servidores de la compañía y hasta de su caja fuerte, ella tiene en su poder documentos y formulas muy importantes – me dice fastidiada.
—Liam es un maldito inepto, razón cien de porque no debías casarte con él – respondo enojado – ¿Qué vas a hacer con ella? Si esa mujer cree en las palabras de reconquista de Liam, vas a estar arruinada Alexa.
—Lo sé, pienso todas las noches en eso, si ella entrega esos documentos a las personas incorrectas estoy muerta – dice, tomando mi mano buscando consuelo – necesito encontrarla, ofrecerle un trato justo y aunque no quiera ponerla a salvo.
—Te ayudare a buscarla o conseguir información sucia sobre ella, sé que tienes un investigador privado, pero nadie como yo para conseguir mierdas sobre otras personas – digo con egocentrismo y ella se ríe – soy experto en tecnología, también mis intereses están en riesgo aquí.
—¿Cuáles son tus intereses? – pregunta distraída.
—Son muchos principalmente ver a tu familia destruida y en la quiebra total, que Gerald pague por sus crímenes, que por fin tú seas completamente libre para que puedas volverte mi esposa – le contesto seguro y ella se ríe.
—Te encuentras demasiado convencido que voy a decir que sí, Matt – dice con humor – hagamos un trato, deja que me encargue de Cassie, tengo que atraerla a mí y ya tuvimos nuestra primera comunicación con ella – me dice con emoción – ella fue la que me dijo lo de Liam, por eso pude ponerlo contra la espada y pared sobre su relación. Tú encárgate de Charlie.
—Me parece un trato justo – le digo dejando un pequeño beso sobre su frente.
—Investiga si Clary sabe algo de ella o Belén – me pide – ellas siempre fueron cercanas, necesito saber que quiere ahora.
—Lo hare – y vuelvo a ver la tumba de Richard – jamás pensé que el maldito ogro Lee, moriría de una manera tan trágica.
—Al menos ya no se encuentra para atormentarme y joderme la vida.
Asiento con la cabeza, Alexa da por terminada la conversación cuando comienza a quejarse de que esta no era la idea de cita que tenía y para completar nuestra mala suerte comienza a llover, juntos corremos a su auto, manejo rápidamente en dirección a su edificio que es el más cercano al cementerio, en el auto, Alexa no habla mucho se dedica a poner música, le hago algunas preguntas sobre si piensa escribir un libro pronto, la veo mordisquear su labio inferior y suspirar.
—No lo creo – responde con la mirada clavada en su celular – envié el último libro de una trilogía hace nada a la editorial, luego de ese libro tal vez no vuelva a escribir otro por un tiempo.
No hablamos más del tema, sé notar cuando Alexa desea hablar de un tema y cuando no le interesa en lo mínimo, le pongo una conversa más interesante donde hablo de Alaia, la última travesura que hizo con ese tema llegamos a su edificio, ella abre la puerta de su apartamento, observo su apartamento que tiene una decoración minimalista, de colores blanco y negro, todo se encuentra totalmente organizado en la sala de estar, en la cocina y en el comedor, las puertas de cada habitación y baño, se encuentran pintadas de blanco y los adornos son negros.
El lugar es todo lo que es Alexa, frío, controlado y ordenado. No hay nada fuera de lugar, Alexa me entrega una toalla para que me seque, me quito los zapatos para no mojar el piso con ellos. Alexa me ofrece algo de beber, al ir a la nevera me sorprendo, Alexa no tiene gaseosas, tampoco cervezas, solo tiene algunas botellas de vinos muy selectos, hay muchas botellas de agua, frutas, verduras, no hay chocolates o chucherías, todo es sano, en el congelador lo mismo, no hay pizza o comida congeladas, solo pollo y pescado.
Decido tomar una botella de vino tinto para ambos, ella me señala el lugar donde se encuentran las copas, bajo dos copas para ambos, Alexa me mira con atención, mientras se encuentra cruzada de brazos cerca del desayunador, haciendo que la presión de sus brazos sobre la tela mojada de su blusa resalte su sostén de encaje negro. Carraspeo mi garganta, por las reacciones de esa simple acción en mi cuerpo, nos sirvo vino a ambos, bebo de un trago el contenido, Alexa bebe un poco, se dedica a verme, la fusión de sus ojos grises con verde, que en estos momentos predomina el verde en ellos, me observan con atención, ella baja la mirada a mis brazos, mordisqueándose el labio inferior, golpeteando sus dedos contra el desayunador, muerde su labio inferior con intensidad, me encantaría también mordisquear su labio en estos momentos.
La detallo, Alexa el lunes fue al salón de belleza corto su cabello debajo de los hombros, también oscureció su cabello un poco más, haciendo que luzca un poco más atractiva y atrevida, rasca la parte trasera de la nuca, la conozco tan bien que sé que quiere pedirme algo.
—¿Necesitas algo niña sucia? – digo mientras bebo de mi vino – simplemente pídemelo.
—Quiero darme un baño – susurra – no puedo quedarme con esta ropa mojada.
—Exacto, no podemos quedarnos con la ropa húmeda, podemos resfriarnos.
—No podemos quedarnos con la ropa mojada – dice con tranquilidad, una sonrisa depredadora se dibuja en mis labios –. Tengo ropa de Dean que va a servirte para después – me confiesa.
—Claro la ropa de Dean – murmuro y ella comienza a balbucear, increíble pero cierto, Alexa se encuentra balbuceando.
—Sí, me daré un baño – me dice con autoridad, convencida de que esto es una buena idea, vuelva golpear sus dedos contra el material, sonrió al ver la indecisión en sus ojos - ¿quieres venir? – indaga nerviosa con las mejillas sonrojadas, me río, es la primera vez que la veo tan nerviosa y sonrojada.
—¿Quieres que vaya? – le pregunto con humor.
—¡Claro que sí! – grita emocionada, ella se ríe – bueno, sí tú quieres, podemos ir. No te obligo a nada.
—Ahorraríamos tiempo y ayudamos al medio ambiente – le contesto dándole un buen pronóstico de ese plan.
—Entonces vamos – le digo con seguridad, ella comienza a caminar en dirección a su habitación, cuando Alexa pasa cerca de la cocina detengo sus pasos, tomando su mano, su mirada conecta con la mía, mis ojos verdes escanean los suyos con atención.
—Déjame consentirte – le pido con una pequeña sonrisa seductora, ella se sonroja – quiero venerarte.
Alexa y yo caminamos a su habitación que a diferencia de la sala si tiene cuadros decorativos, su cama es enorme, también esta tendida, decorada con almohadas, Alexa traga saliva al verme abrir con seguridad la puerta del baño, adentrarnos juntos, comienzo a desabotonar los botones de mi camisa, cuando ella va a dejar de verme para desnudarse, niego con la cabeza, tomando con firmeza y sin miedo la tela de su blusa se la quito dejándola solo con su sostén de encaje, me encorvo un poco comienzo a chupar su pezón derecho, mientras con mi otra mano estimulo el izquierdo, Alexa gime mientras presiona sus uñas contra el mármol del lavamanos.
—Te deseo tanto niña sucia, que tus gemidos son música para mis oídos – digo y ella traga saliva, se muerde el labio inferior, ella me observa con las mejillas sonrojadas – ¡no muerdas tu puto labio! – le pido con impaciencia – solo dime lo que quieres, maldita sea.
—Bésame – me susurra, levanto mi cabeza y ella toma con fuerza la tela de mi camisa y acercando mis labios a los suyos me besa con fuerza, con deseo, con necesidad, de la misma manera correspondo el beso, nos besamos con profundidad, mis manos siguen estimulando sus pezones, mientras la beso, silenciando sus gemidos, mi pene duele por la presión que hace sobre la tela de mis pantalones, Alexa y yo no nos besamos de una manera coordinada, ella despeina mi cabello con desesperación, mordisqueo su labio inferior haciendo que jadee, mis manos no se detienen, toco su culo firme y trabajado, sus senos, quiero arrancarle el puto sostén, la sensación de mis dedos sobre la piel sensible de sus pezones hace que mi erección aumente.
Alexa se encuentra tan afectada cuando me alejo de ella, mis besos descienden por su barbilla, cuello donde mordisqueo, chupo su piel, Alexa sabe muy bien, Alexa dice palabras sin sentido, se ríe y presiona sus dedos en las hebras de mi cabello, el aire alrededor de los dos es tenso, ambos estamos cagados de miedo, deseosos de profundizar, con ganas de acabar con la tensión que nos recorre a los dos desde la primera vez que nos vimos en Hera, por eso con violencia y poca delicadeza arranco su sostén y comienzo a besar, chupar, mordisquear, sus pezones, dándole mi atención a los dos, estimulándolos, los gemidos y los jadeos de Alexa son música para mis oídos.
Maldición necesito más, ella es como una droga que deseo consumir para toda la vida. Levanto la cabeza y observo su rostro, sus ojos se encuentran cerrados, sus labios abiertos donde ella se encuentra diciendo mi nombre, su mano derecha se presiona las hebras de mi cabello, mientras que con la otra clava sus uñas en la piel de sus muslos, mis dientes muerden la piel de sus pezones, presiono mis manos con fuerza en su cadera.
—Por favor, bésame – me suplica – por favor – alzo mi cabeza y tomo comenzamos a besarnos, Alexa que es la que dirigía el beso hace que nuestro beso sea más lento, suave, pausado y deseoso, ella se alejó un poco con los ojos todavía cerrados y suspira, vuelvo a besarla, esta vez con intensidad, lleno de pasión y excitación, llevo su mano derecha hasta mi polla para que sienta la dureza de mi pene.
—Esta mierda es por ti – le digo sobre los labios – eres la única que ocasiona esto.
Vuelvo a besarla con violencia, mi lengua recorre su boca, gimo sobre sus labios, mordisqueo con fuerza su labio inferior hasta sentir un poco de sangre en mi boca, mis manos tocan con desenfreno su culo cubierto todavía por su pantalón, Alexa se mueve un poco, hasta presionar su centro contra mi erección. Cuando me separo de ella, maldigo, respirando hondo, presiono mi frente contra la suya sintiendo su respiración sobre mis labios, Alexa se encuentra con los labios entreabiertos y enrojecidos, sus pupilas están dilatadas, sus manos temblorosas se ponen sobre mis manos. Luego de unos segundos me deshago de su pantalón sin ningún problema, la vista es espectacular y exquisita para mí y Alexa es de las chicas que combinan su ropa interior, le quito el sostén, con mi mirada clavada en sus ojos rompo sus pequeñas bragas negras.
—Desnúdame, niña sucia – le ordeno.
Ella comienza a desabotonar mi camisa de vestir negra, Alexa jadea sorprendida al ver los tatuajes en cubren mis mi pecho y también tengo varios tatuajes en mi espalda los cuales cubren mis cicatrices y marcas. Algunos de mis tatuajes tienen un significado importante y espacial para mí, respirando hondo dejo que Alexa recorra con sus dedos la tinta de mis tatuajes y espero que ella no sienta la grosor de las marcas, cierro los ojos sintiendo sus caricias y sus labios besando mis tatuajes.
En mi lado izquierdo tengo un juego de cartas donde se encuentra un rey y una reina, también debajo de mi corazón tengo tatuada la inicial de Alaia y su fecha de nacimiento. El día que mi hija nació, volví a renacer, Alaia me dio la fuerza de seguir viviendo.
Pongo mi mano derecha en la parte trasera de la nuca de Alexa, volviéndola a besar en los labios, le sonrió, mientras ella sigue desabotonando mi camisa hasta quitármela por completo lanzándola al suelo, a pesar de la indecisión en los ojos de Alexa y temor, ella me comienza a desabotonar el pantalón, le ayudo a bajarlo, quedando en bóxer, los dos nos miramos a los ojos. Mis ojos verde un poco más oscuros que los suyos brillan con deseo y excitación, nuestros ojos a pesar de ser verdes son tan diferentes los de Alexa son de un verde pálido, que al fusionarse con el gris son realmente fantásticos, enigmáticos e increíbles. Que ocultan una cantidad insana de secretos, mentiras y engaños, su mirada a diferencia de la mía es expresiva, vivaz y explicita, Alexa, mantiene una mirada fría, inexpresiva, sin emociones, donde él único sentimiento que puedes reconocer en ella es el odio y la rabia que brillan en ellos.
—Matt – me llama en un susurro – ¿Qué más hago? – me pregunta y me río.
—Entonces, te gusta que te de ordenes – aseguro y ella asiente con la cabeza, al bajar la mirada Alexa tiene su mano en mi pene, vuelvo a besarla, ella me corresponde el beso, levanto a Alexa, ella rápidamente pone sus piernas alrededor de mi cadera, caminamos juntos hasta adentrarnos a su fantástico baño con una regadera estilo cascada. Alexa y yo nos quedamos mirándonos sin hacer ningún movimiento por unos segundos, tomando la iniciativa comienzo a chupar y lamer su pezón derecho, gime, Alexa presiona sus uñas en mi espalda, con mi mano libre le doy atención a su pezón izquierdo.
—Matt. Chupa, lame que yo me encargo de gemir – murmura gimiendo con fuerza.
La tensión del cuerpo de Alexa desaparece, la sensación de su cuerpo relajándose me llama la atención, al subir la mirada ella se encuentra con los ojos cerrados, los dientes clavados con fuerza contra su labio inferior, pongo su espalda contra la pared, bajando mi mano hasta llegar a su entrepierna toco su clítoris, cuando Alexa gime por fin suelta su labio lastimado, agrietado, por la presión de sus dientes sobre su piel, le doy un pequeño beso en sus labios, beso su cuello, clavícula, vuelvo a chupas, lamer y succionar sus pezones, mientras la masturbo con mi mano libre, los gemidos, jadeos de Alexa hacen que me mantenga en el paraíso, escucharla gritar mi nombre, pedirme que siga, hace que un nudo de deseo se forme en la parte baja de mi estómago.
Las piernas de Alexa comienzan a temblar, antes de que ella consiga llegar al clímax, la pongo en el suelo me arrodillo en medio de sus piernas abriéndolas, junto con mis dedos, lengua comienzo a devorarla y saboreándola, Alexa gime, jadea, grita mi nombre, pidiéndome que no pare, sus dedos se presionan con fuerza contra mi cabello, alzo la mirada, ella baja su mirada a mis ojos, le doy una pequeña sonrisa, mientras paso mi lengua por su clítoris, la observo jadear, la veo retorcerse, maldecir, gemir.
Alexa gime tan duro que si sus paredes no fueran insonoras todos los vecinos ya la hubieran escuchado, el cuerpo de Alexa se relaja por completo, sus piernas comienzan a temblar, muevo mi lengua contra su piel sensible, sus dedos se presionan con más fuerza contra las hebras de mi cabello, gimiendo con fuerza la veo alcanzar su orgasmo, levantándome del suelo, pasando mi lengua por mi labio inferior tomo la iniciativa de guiarla hasta la cama, hoy quiero follarla, Alexa se deja guiar, la lanzo contra la cama y ella se ríe, Alexa no habla todavía sigue muy afectada de lo de hace rato, por eso con su índice derecho me señala el cajón de su mesa de noche lo abro y no me sorprendo al encontrarme cuatro juguetes sexuales y muchos condones, tomo uno y antes de que pueda ponerme este, alguien toca la puerta de su casa con intensidad.
—Esto debe ser una maldita broma – grita ella furiosa – ignora eso – dice intentando besarme.
—¡Alexa, soy mamá! – grita la voz de Clary – por favor, hija sé que estas adentro, el portero me dijo que estabas – grita – porque no tengo llaves de tu casa.
—Este edificio por completo debería ser insonoro – dice quejándose, ella baja la mirada a mi pene endurecido – déjame aliviar eso – al poner su mano contra mi polla gimo con fuerza, al sentir el movimiento de su mano – follame, Matt Keys – me pide.
—Eso hare, me vale mierda que tu madre tumbe la puta puerta – le respondo.
Alexa vuelve a caer en la cama, pongo su mano derecha contra su boca cuando escucho el clic de la puerta abriéndose, Antes de que Alexa se queje la penetro con fuerza, Alexa gime con fuerza, abriendo más su piernas, levanto su pierna poniendo su pie contra mi hombro derecho, con mi mano izquierda presiono su cuello, la derecha la pongo sobre su boca, la cama de Alexa se mueve contra mis rápidos, duros movimientos, el rostro de Alexa se pone completamente rojo, Alexa mueve sus caderas, mis embestidas son duras, fuertes, gimo y jadeo moviendo mis caderas mientras me encuentro en el interior de Alexa, Alexa presiona su mano derecha contra la sabana y con su otra mano libre clava sus uñas en mi cadera haciendo gemir por el ardor que me causa.
—Alexa – grita Clary, mis embestidas son fuertes, sudor baja por mi frente perdiéndose en el cuerpo de Alexa, sus dientes se clavan contra la piel sensible de mi mano – Liam y yo queremos hablar contigo – sigo embistiendo con fuerza al escuchar ese nombre, los ojos de Alexa que permanecían cerrados se abren de golpe.
—¿Quieres que me detenga? – le pregunto con voz jadeante y ella niega con la cabeza rápidamente.
Sigo en mi trabajo de follarla de manera desenfrenada, profunda, ruda, violenta y dejándome llevar de mis emociones, mis dedos se presionan un poco contra la piel sensible de su cuello, a pesar de silenciar el sonido de su voz, Alexa jadea y gime con fuerza por encima de mi mano, sus uñas se presionan contra mi cadera arañándome, al escuchar la voz de Liam llamándola, la follo aún más fuerte, Alexa en ningún momento aleja su mirada de la mía.
—Mía – digo una y otra vez mientras la penetro – solo mía.
Todos los años deseándola, anhelándola, pensando en ella en la soledad de mi habitación, hacen que la folle de esta manera tan violenta, brutal, desenfrenada llena de deseo, no me importa cuantos hombres estuvieron antes, ninguno lograra el efecto que tengo en Alexa, todos ellos son y serán pasajeros en su vida, Alexa me muerde la mano, Alexa va a dejarme marcas y eso me vale mierda, gimo, jadeo, la cama se sigue moviendo con violencia mientras penetro a Alexa, una y otra vez, empujo mi cadera con fuerza a su interior y le digo.
—Solo puede follar con dos mujer en estos putos siete años sin ti y ni lo disfrute – le digo jadeando, moviendo mi polla con lentitud en su interior escuchándola gemir y Alexa presiona sus músculos sobre ella – siempre estás aquí – digo apuntando a mi cabeza – no puedo sacarte de mi memoria, no puedo disfrutar del sexo si no es contigo. Estoy loco por ti, estoy realmente obsesionado contigo, Alexa Wood.
Empujo mi cadera con fuerza a su interior, la embisto por unos minutos más, el sudor cae por mi frente, una capa de sudor se forma en su frente, Alexa me empuja haciendo que caiga de espalda contra la cama, ella se sostiene con ambas manos del cabecero de la cama, pongo mis manos sobre su cadera, ella comienza a montarle, a mandar sobre mi pene, ambos gemimos, jadeamos e ignoramos el sonido de las personas que tocan la puerta, Alexa solo mira mis ojos mientras se sostiene con fuerza del cabecero de la cama.
—No tengo miedo cuando estoy contigo – dice entre gemidos – me haces débil, Matt Keys – me dice sonriendo – contigo el sexo se siente, épico. Mierda...
La cama se mueve con desenfreno, ella se estira hacia atrás, mientras gime, sube y baja de mi polla, como si cabalgara sobre ella, mandando, controlando cada uno de sus movimientos. Dejándose llevar por el placer y el deseo, clavo mis uñas contra la piel de sus caderas, Alexa muerde su labio inferior con fuerza controlando el sonido que sale de ellos, su cuerpo tiembla, sus mano se ponen completamente pálidas por la presión de sus dedos contra el material de su cama, ella no quita la mirada de mis ojos mientras la veo obtener su segundo orgasmo.
Abrazo a Alexa, la beso y después de varias embestida siento la liberación, Alexa y yo nos quedamos en silencio, jadeando, no nos movemos de nuestra posición, solo escuchamos los pasos de las personas a fuera en su sala, Alexa bufa, ella se levanta y se acuesta de lado haciendo una mueca de dolor, enredando sus piernas con las mías. Ahora que detallo bien a Alexa, ella se ve un poco delgada, los huesos de su columna y clavícula se marcan en su piel no hago ningún comentario al respecto, solo la atraigo a mi cuerpo y la abrazo.
—Eso fue épico – dice con una risita – dios me follaste con tanta fuerza y necesidad, que estoy muy segura de que dejaste marcas en mi cuello, rostro, me arañaste en la cadera, sabes que es lo peor que creo que voy a caminar rarito – dice riéndose – y me vale mierda.
—Te extrañaba, niña sucia.
—Y yo a ti, actor porno.
—Deberías atenderlos, no me gusta la idea de tener a tu ex prometido rondando en tu casa – le digo con enojo y ella solo sonríe.
—No puedo creer que tengas celos de Liam – dice risueña – pero es verdad, voy a ir a ver que quieren – Me dice y con pesar la veo ponerse de pie, me quito el condón le hago un nudo, voy hasta el baño y me deshago de este en la papeleta de basura, escucho a Alexa dentro del armario hablando por celular, tomo mi ropa del suelo, abriendo los cajones del baño en busca una toalla en mi revisión me encuentro con una báscula y una libreta con el listado de comidas saludables, vitaminas, pastillas para adelgazar. Parpadeo constantemente, no corro a atacar a Alexa, lo único que hare será iniciar una guerra por revisar sus cosas, también tiene muchas cremas y producto de belleza.
—¿Matt? – me llama.
Alexa entra a el baño donde me entrega una toalla la cual pongo a un lado, antes de que vuelva a follarme a Alexa me adentro a la regadera, desde allí la veo usando un short negro y un top deportivo, hago una mueca al ver su vestimenta, ella comienza a peinar su cabello bajo mi atenta mirada.
—¿Pasa algo? – me pregunta asustada – ¿te duele algo? Tienes cara de que algo te duele algo – dice y se ve tan tierna con el ceño fruncido.
—No me pasa nada, solo que luces muy sexy para hablar con tu ex – digo señalando su vestimenta y ella se ríe.
—Me fue infiel, es para enseñarle lo que se perdió.
—No me interesa que Liam ahora descubra que se perdió a una gran mujer, no quiero que Liam tenga ojos en mi mujer – le contesto enojado, ella baja su mirada a mi pene, sigue con esa maldita sonrisita burlona.
—Tú pasas mucho tiempo en casa de Emily y ella en la tuya, siempre duermes allí o ella en la tuya con la excusa de que son padres de Alaia – me recuerda – nunca me pongo celosa confió en los dos – ¿ellos no se cansan de tocar la puerta? O tal vez piensan que Alexa murió de una sobredosis y son felices con eso – entonces ¿Por qué desconfías de mí?
—De ti no desconfió, desconfió de él – digo con seriedad.
—Liam no es un peligro, nunca me ha gustado, nunca me gustara, ahora date un baño de agua fría ver si logras bajarla un poco – dice al ver mi reciente erección – Matt ¿y puedes quedarte a dormir?
—Dormir es lo que menos haremos.
—Que pesado eres – dice saliendo del baño con una gran sonrisa.
Respirando hondo me dedico a bañarme con agua caliente, con mi mirada pegada a ese puto cajón donde esta esa maldita bascula preocupado por Alexa y que se encuentre lastimándose.
***
28 de mayo de 2017
Siento como algo camina por mi rostro, abro mis ojos lentamente todavía adormilado, lo primero que veo es el resto serio de Alexa, le doy una pequeña sonrisa sin mostrarle mis dientes, ella se ríe al verme despertar, pasa la yema de su dedo por mi rostro recorriéndolo, ella bufa un poco.
—Me alegro de que seas real – susurra – pensé que estaba soñando – dice bufando de nuevo. Ella se aleja un poco, buscando mi bóxer en su cama, lo encuentro tirado en su lado de la cama, me lo pongo y me dirijo al baño, Alexa me grita que en el cajón de debajo de la repisa del baño hay un cepillo de diente sin usar lo encuentro, me cepillo los dientes, lavo mi cara y peino un poco, por el reflejo de mi espalda veo los arañazos en mis hombros y espalda, veo mis labios enrojecidos, las profundas ojeras por la trasnochada.
Vuelvo a la habitación donde se encuentra Alexa sentada en la cama con una libreta escribiendo algo, cuando la cama sé hunde a su lado, Alexa me entrega una taza de café, bebo el contenido completo, le entrego la taza me acuesto a su lado en silencio.
—¿A qué hora me dormí? – le pregunto, cuando la veo dejar de escribir.
—Nos quedamos dormido como a las cuatro de la mañana – me contesta contenta – estoy rendida, cada vez que me muevo y recuerdo porque el dolor sonrió como tonta – dice sonriente. Le doy un beso en la mejilla.
—¿Ya desayunaste? – le pregunto mientras reviso mi celular.
—No – me contesta – hago ayuno intermitente.
—¿Puedes saltarte eso hoy? – le pregunto y a la expectativa espero su respuesta – hoy vamos a tener un domingo de panqueques.
—Aquí no hay harina de panqueques – dice con pena – pero puedo pedirle a Brad, él ama comer panqueques – me responde.
—¿Puedes pedirle un poco? – le pregunto tomando del café.
—¡Claro! – responde confundida – iré ya.
Usando unos pantalones cortos de Dean, un delantal rosado que Alexa me presto, comienzo hacer el desayuno para nosotros.
—Sabes te propongo que alguna vez que quieras estudiar tus líneas yo puedo ayudarte – se ofrece Alexa.
—Gracias – contesto desconfiado.
—¿Cómo van las grabaciones de la segunda temporada de lazos de sangre? Ya me terminé sinvergüenzas, lloré... Tu actuación me hizo llorar como tonta – me dice con causalidad.
—No voy a decirte nada sobre lazos de sangre o si se piensa renovar otra temporada de sinvergüenzas.
—¡Amo esa serie! – dice rendida acostando la cabeza sobre la mesa – el misterio, la acción, el suspenso y las constantes muertes que suceden me mantiene al borde del colapso, eres el protagonista – se queja – dime, ¿Qué pasa? Ya sé que revives porque aja, no estarías grabando escenas – susurra – dime más.
—Eres una caprichosa, quiero presentarte a mis amigos – le digo de la nada, ella por unos segundos se queda en silencio donde el único sonido que se oye es el de la estufa.
—Esto se está volviendo serio – contesta ella tomando sus manos – cuando te sientas listo me los presentas, quiero que me unas a tu manada.
—Ellos quieren conocer a la loca mujer que llena mi camerino de flores y chocolates – le digo – Alan, siempre dice que debes ser muy rica para que todos los días sin falta envíes un arreglo de flores al set de grabaciones, Blake te manda a decir que ya no puede diferenciar si mi camerino es una floristería o un cementerio, concuerdo con Blake – confieso, Alexa se ríe, sus mejillas se ponen completamente rojas le sonrió y saco los panqueques ya hechos del sartén –, odio el chocolate, se los regalo a Laslo.
—Solo te gustan los regalos baratos – dice con recelo – cuando podría comprarte un auto, casas, apartamentos, relojes. Cosas costosas, pero prefieres que sea cliché.
—Tus arreglos de flores son costosos y tus chocolates son de una selecta chocolatería del país – le recuerdo – deja de tratarme como un gigolo – le pido y ella se ríe - ¿eras así con Liam? – indago.
—Siempre pagaba nuestras citas y hubo un tiempo que paga su renta – me confiesa – lo hacía porque estaba agradecida, Liam me vio en muchos estados de vulnerabilidad, nunca me lastimo.
—Era lo de menos, Alexa. Hubiera sido una basura si lastimaba a una adolescente con problema de drogas que lo buscaba como escape – le digo serio.
—¿Tú me cuidarías si me ves de ese modo? ¿no te daría asquito? A Liam le daba asquito – susurra.
—No me das asco, te cuidaría, me preocuparía por ti y estaría a tu lado, jamás soltaría tu mano, niña sucia – digo tomando su mano.
—Eres tan dulce – dice presionando mis mejillas, Alexa puede ser realmente molesta si se lo propone – que haces que se me pare... el corazón, porque no tengo pene para eso – dice riéndose y le doy un pequeño golpe en la frente.
—Tú me paras el corazón y la polla, estamos a mano – le confieso.
Cuando por fin termino de cocinar dejo frente a ella un plato de panqueques con tocino y huevos, también un tazón de frutas, le pongo un poco de miel, ella se lleva el primer bocado de comida a la boca sus mejillas se sonrojan mientras jadea.
—Domingo de panqueques – susurra – ¿haces esto con Alaia?
—Esta idea nació con mi madre y la he replicado con Alaia – le contesto feliz, algo en su mirada cambia y sonríe con melancolía - ¿ustedes hacían algo relacionado? – pregunto Alexa se ríe a carcajadas.
—Los domingos, eran los domingos de recoger a Clary del suelo porque estaba borracha y de celebrar porque Richard había ganado en los casinos o escondernos si había perdido, nunca tuve tradiciones familiares.
—Alexa, lo siento mucho ¿y las fiestas con quien las pasas ahora? – le pregunto preocupado.
—Navidad la pase sentada en el sofá y luego me dormí temprano, en año nuevo fui hasta las diez a la casa de Liam, luego vine y me senté allí – me señala el sofá – bebi vino, ¿y tú?
—Alaia pasa navidad conmigo y año nuevo con su mamá, navidad fue caótica, loca y demasiado divertida junto con Alaia, estuve con mi familia, el año nuevo lo pasé con Tony y Chad.
—Me gusta que te lleves bien con dos de tus hermanos, ellos son los menos despreciables, nunca han sido fieles a Gerald me gusta que ellos le hagan creer lo contrario – me contesta sonriendo – ustedes son lo mejor que tiene Gerald y a los que menos a valorado.
—Chad hablo de ti – confieso – dijo algo de que sus deseos iban por ti, para que tuvieras una vida nueva.
—Chad como siempre diciendo idioteces.
—Tony me pedía que apareciera en tu casa con un ramo de flores y te pidiera que empezáramos el año nuevo juntos.
—¿Por qué no me buscaste? – pregunta confundida, comiendo de sus panqueques, luego niega con la cabeza.
—No era tonto, si aparecía así en tu vida ibas a mandarme a la mierda – confieso realista.
—Y te iba a golpear – le digo con sinceridad.
—Prometo que esta navidad y año nuevo será mejor para ti – le digo con cariño y ella jadea sorprendida – voy a llevarte a Aspen – le prometo.
***
Narrador anónimo.
Ella es preciosa, mentirosa, engañosa y mortal. Como una enfermedad incurable.
Ella es hermosa como una rosa, cortante y dolorosa como sus espinas.
Ella es hermosa como una dulce mentira y engaño.
Y unieron sus vidas en una tragedia griega, dirigida por mí.
La pequeña Odette cierra y abre sus ojos con pánico, ella no puede dormir, es igual todas las noches, le cuesta conciliar el sueño, sus pecados, delitos, engaños y crímenes siempre la persiguen a esta hora. Hoy después de mucho tiempo sola, por desgracia se encuentra acompañada, buscando refugio en un alma perdida y dañada igual a la suya. Días como hoy quisiera preguntarle, ¿Qué piensas? ¿Qué deseas?, días como hoy quisiera tocarla, acercarme a ella, sin aterrarla.
Días como hoy me gustaría cortar su cuello mientras duerme.
Mamá siempre me dijo que tuviera cuidado con ella, porque las mentirosas como ella solo destruyen tu vida.
No le hice caso y hoy me arrepiento.
Odette una noche me pregunto ¿Qué necesita una persona para convertirse en un monstruo?
Y después de años tal vez tenga una respuesta convincente para ella.
¡Y FOLLARON FELICES!
Y YO SOY FELIZ POR ELLOS.
Y RECEMOS QUE SIGAN ASI.
BUENO PREGUNTA SERIA.
¿QUIEN ES ESTE NARRADOR ANÓNIMO?
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