Capítulo 15: Ser artista y madre no es para todas.
Capítulo 15: Ser artista y madre no es para todas.
Azul.
4 de mayo de 2017
—¿Alguien volvió a vandalizar la tumba de Richard? – le pregunto a Aisha aterrada, me muerdo las uñas mientras en la persona que se encuentra haciendo esto. La situación de que alguien este haciendo esto constantemente me atemoriza.
¿Y si esa persona quiere lastimarnos? No puedo permitir que nadie arruine mi tranquilidad o la de mis amigas, ¿Por qué esta persona hace esto? Se que Richard no era un santo y que antes de morir recibió su castigo, ¿Por qué seguirlo atormentando después de muerto?
—Sí – me responde ella con tranquilidad, algo que siempre me agradado de Aisha es que parece que nada la molesta o la intranquiliza, su voz siempre suena neutral y tranquila a pesar de estarte contando un crimen – esta vez Brad se ofreció a limpiar el desastre de ese maldito ser. Esta vez fueron muy creativos en dejar dibujos bastante perturbadores en su lapida tipo los cuentos de Amanda.
—Puedes enviarme una foto de los dibujos para analizar de que se tratan.
—Sí, lo haré – dice con naturalidad.
—¿Siguen sin saber de quien se trata? – la cuestiono y ella relincha ante lo que Brad le dice.
—Ni idea, tal vez trabaja en el cementerio, es un fantasma o una persona que juega a ser invisible, parece que se divierte vandalizando la tumba y cree que para nosotros es divertido limpiarla – comenta ella con humor ácido.
—¿Y Alex lo sabe? – le pregunto preocupada, dejo de morder mis uñas y me dedicó a picar mis frutas.
—No, llegamos a un consenso que decirle esto a Alexa en este preciso momento es la excusa perfecta para volver y lo que menos queremos es que Alexa vuelva, menos ahora que Matt está jugándose todas sus fichas por estar a su lado, lo que menos queremos es arruinar lo que sea que Matt y Alexa tienen.
—¿Matt y Alex? – pregunto asombrada – de nuevo – digo sin aire – ¿Cuándo sucedió esto?
—Sí, Matt es muy inteligente, claramente que sabía que Alexa era Amanda, Alexa prácticamente escribió su historia de amor, ¿crees que él lo iba a dejaría pasar? – me cuestiona ella y niego con la cabeza – hasta va a darle clases de patinaje a la hija de Matt.
—¡Entonces ya no hay boda! – grito convencida y emocionada y Aisha se ríe – por fin vamos a deshacernos de la rata de Liam.
—Matt debe presionarla un poco más para que desista de aquella locura.
—¿Y si Liam la lastima? – cuestiono y sacudiendo la cabeza le digo – ya mentimos una vez, podemos hacerlo mil veces más – digo convencida.
—Esa es la actitud, Azul, ¿Cómo te sientes? – me pregunta preocupada.
—Perseguida, traicionada, necesito huir de todo esto de mis padres y de mi hijo.
—La invitación sigue en pie, ven y pasa unos días con nosotras.
—¿Me dejaras vivir en tu mansión? – pregunto ilusionada.
—Claro, hasta puedes hacer postres para mí y Alexa – me dice con alegría.
—Y estar pendiente de que Alex y tú coman y duerman, lo tomare.
—No sé cómo puedes decir que eres mala madre, cuando eres tan buena con nosotras.
—Ustedes ya van al baño y no son demandantes y celosas – le informo y ella se ríe – ¿oye, puedo saludar a Brad?
—Claro, de sus casos médicos tú eres su favorito, toma – dice Aisha y escucho su respiración.
—Hola, Brad, ¿Cómo estás? – lo saludo con causalidad.
—Bien, vivo ¿y tú?
—Me alegro, bien, te extraño mucho – le digo – cuando vaya voy a llevarte mucho de mis cuadros.
—Gracias, Azul – me agradece y me imagino que tiene los dientes apretados.
—¡Dios estas sonrojado! Y Azul solo dijo que traería un cuadro, cálmate – le pide Aisha emocionada.
—Bueno, hay algunos eróticos, ¿no te incomodara tenerme desnuda en tu casa?
—Mierda, Azul...
—Es muy bonito, ni se me ve la cara solo, ya sabes.
—Aisha...
Y con eso Brad huye, porque él y Alex solo saben huir.
—¿De verdad tienes un cuadro desnuda?
—No uno, sino varios. Los guardo en el almacén de la galería, me los hizo un pintor francés.
—Quiero que traigas dos, uno para la sala de Brad y otro para su habitación, sabes hasta deberías vivir con él.
—¿Y humillarme como en la adolescencia? Prácticamente lo acose hasta el punto de hacer que explotara y dijera: no me gustas, Azul, me excitas, pero no me gustas.
—Azul, lo de aparecer desnuda en su baño, si fue exagerado, demasiado salvaje para mi gusto – me informa ella.
—Al menos en ese tiempo me miraba, ahora ni me puede mirar a los ojos.
—Si lo hace se le para – me contesta ella y me río a carcajadas.
—Voy a llamar a Alex e insultarla por no llamarme y decirme de Matt.
—Oye ¿tienes el dibujo de Alexa? – me pregunta.
—Sí.
—Puedes pintarla, tal vez Matt, quiera tener a su niña sucia con él en su casa.
—Hoy te levantaste puerca, ¿esos viejos con los que follas no se les para la polla?
—Vete a la mierda, rubia multifacética – dice con humor y me cuelga.
Y hablar con Aisha y Brad me relaja.
***
—La exposición de arte será un éxito – digo orgullosa, al ver que todo mi esfuerzo está dando triunfos.
—Y esto es gracias a ti, socia – dice Barbara la hermana mayor de Brad, le sonrió y la abrazo emocionada.
Cuando ella se va, me quedo sola en el taller de reparaciones, mirándome en el espejo, siempre he odiado mi nombre. El color azul siempre me ha parecido un color frívolo, sin vida, lleno de oscuridad, mentiras y soledad. Por eso siempre evitaba el color azul, prefería usar colores más vivos o pasteles, el azul y el negro estaban vetados de mi vida por su significado. Antes tal vez los soportaba porque me hacía sentir el color más hermoso y brillante de la paleta de colores o eso me hacían creer.
Ahora lo único que siento por el color azul es aborrecimiento.
Aunque no quiera volver al pasado, pienso ella, en su desaparición y muerte, en mis suplicas, en la tierra cayendo en mi cara, en los gritos de dolor dentro de la casa. Aisha tiene razón, me creo la madre del grupo, no poder protegerlas me enfermaba, no poder cuidar a Alexa o a Aisha, me hacía sentir que les fallaba otra vez.
Y tal vez nunca olvide a Charlie, por eso creo que en cada rubia que pasa a mi lado es ella, se encuentra presente en mi vida y en mis sueños. La verdad Charlie nunca fue agradable con nosotras, ella siempre tuvo su conexión especial con Belén, pero eso no quiere decir que no nos duela su muerte y no pidamos paz por su alma. Lo más tétrico del asunto es que nunca atraparon a los culpables, ellos siguen allí causando daño.
Subo la mirada a la foto que tengo con mis amigos la navidad pasada, Alexa, Aisha y yo usábamos ridículas pelucas de colores, mientras, Dean y Brad, estaban vestidos de papá Noel y Dalton Grind, mi familia, loca, salvaje y mentirosa. Gracias a ellos cumplí mis sueños de estudiar artes plásticas. Alexa y sus millones me ayudaron a cumplir mis sueños cuando mis padres me sacaron de la casa cuando no quise estudiar leyes, ella giro el dinero de mis matriculas a una cuenta, me dijo que cuando tuviera mucho dinero y mis pinturas fueran vendidas le pagaba, cada año le hago pequeños pagos a su cuenta de banco, sé que Alexa, no usa ese dinero, que lo deja para mi hijo.
Respiro hondo cuando invoco a su padre, lo primero que escucho al contestar mi celular es su risa, parece que él ríe con todos menos conmigo.
—¿Hoy puedes quedarte con él? – me pregunta a la expectativa.
—No, sigo organizando lo de la exposición de arte, lo siento.
—También es tu hijo – me recuerda.
—Voy a enviarles dinero y tu hermana puede pasar por él en la noche, solo es un día más.
—Lleva un mes conmigo y tú solo vienes a cerciorarte que siga vivo, una vez a la semana, como si fuera algún animal a punto de morir al cual abandonaste en la veterinaria.
—Hablamos de eso luego, Steve, no quiero discutir, hoy es un día excelente en el trabajo.
—Azul, bloquéame al menos de Instagram, para que no vea cómo te diviertes con otros hombres y mujeres, hazme ese favor a mí y a tu hijo.
—Lo hare – presiono mis labios.
—¿Al menos dile que lo amas? – me pide frustrado y bufo.
—Él es un bebé, no entiende nada, adiós – cuelgo antes de que me dé un sermón y veo mi fondo de pantalla donde se encuentran con mi hijo en brazo de Alexa y Aisha – que hipócritas, me estaban recomendando clínicas de abortos unos meses antes y ahora lo exhiben como las tías más orgullosas del mundo.
Mi celular vibra con un nuevo mensaje de Alexa.
Alexa: Azul, has vivido algo fuera de lo normal, ¿últimamente?
Me quedo pensando en el fin de semana pasado, llevaba dos días de fiesta e ignorando llamadas relacionadas con el bebé, por primera vez en año no vine a la galería por estar de fiesta, acepte drogas, me olvide de todo y fui feliz, estaba eufórica. Me encontré con un muy drogado Andrew Lee y decidí seguir la fiesta junto con él, nos reíamos, divertíamos y follamos, él me dio luego un porro de marihuana con la excusa de abrir nuestros apetitos, me invito por unas hamburguesas que yo pague y luego volvimos a follar en su auto.
Fui a una farmacia por una pastilla del día después y por fin discutí con Steve y mis padres mandando a todos a la mierda y exploté contra ellos. De camino a mi casa algo loco paso. Dos chicas caminaban juntas de la mano, lo raro no era que ellas eran pareja, sino que una sé quedo mirándome y puedo jurar que era ella, Charlie, los mismos ojos cafés, el cabello rubio, aunque su cuerpo era diferente, era esbelto como el de Alexa o Aisha. Soy fiel creyente de las actividades paranormales, creo en cada cosa conspirativa y rara que leo, ¿pero que los muertos salgan de la tumba a dar paseos? Eso es exagerado hasta para mí.
No le comenté de esto a nadie, es bastante loco y raro que un muerto, simplemente salga de su tumba a dar un paseo de la mano de su pareja. Para no olvidarme de ese detalle pinte la escena que me dejo sin palabras.
Era una Charlie mayor, es como si para ella no se hubiera detenido el tiempo, se encontraba más delgada, no usaba la típica ropa color pastel, ella vestía atrevido, como si quisiera copiar el estilo de Alexa, sus labios por primera vez estaban pintados de un rojo intenso, allí fue que dude que fuera ella, Charlie siempre se quejaba de los labios rojos de Alexa. su lenguaje corporal era extraño y tal vez sea el efecto de las drogas, pero creo que ella estaba nerviosa, aterrada y asustada. Cuando sus ojos se cruzaron con los míos me vieron con temor y recuerdo que ella arruino mi familia, por primera vez quería golpearla, abrazarla e insultarla.
Tal vez en parte me alegraba que no haya tenido una muerte tan espantosa. Sin embargo, seguía odiándola por arruinar a mi familia. Cuando llegué a mi casa y a la mañana siguiente pensé ir con la policía, me detuve pensando que ellos dirían que estaba loca o que era una adicta. Respiro hondo y decido llamar a Alexa.
—No te aburres de enviarle tu número a las personas cada vez que lo cambias, Alexa, tengo 20 números diferentes registrados con tu nombre, Alexa – me quejo – y sí me paso algo extraño, luego de follar con Andrew.
—De verdad que ninguna de ustedes conoce de la palabra limites – dice Matt con asco, jadeo al reconocer la voz varonil y profunda de Matt. Con ese acento extranjero, que no se olvida tan fácil, cuando tus redes sociales, páginas de películas y televisión, te recuerda que él está presente en el mundo – hola. Azul, soy Matt, Alexa se está bañando.
—Sé quién eres, eres el amigo que nos abandonó sin una llamada, ¿Qué fue lo que te paso? ¿Por qué te olvidaste de nosotros? – lo cuestiono asustada – voy a creerte cualquier cosa, así me digas que los ovnis de indujeron.
—Pronto les diré, ¿puedes perdonarme? Luego de Alexa, eras mi favorita.
—Eso es interesante, Aisha se va a ir de culo – digo con voz ganadora.
—Entonces, rubia a que se debe tu llamada, ¿De qué quieres hablar?
—¿Cómo sabes que quiero hablar de algo?
—Ustedes odian hablar por celular – me recuerda – solo se llamaban cuando una estaba en problemas y necesitaba a la otra lista para tener una historia lista con el fin de engañar a todos. Y para ser sinceros eres la única de ustedes que cambia la voz cuando algo sucede, Alexa sigue hablando con naturalidad, pero tiene un tic que hace que mueva la mano derecha de manera involuntaria y Aisha luego de mentir se comienza a arrancar hebras de cabello.
Eres la única de las chicas que cambia el todo de voz cuando va a decir algo extraño.
—¿Cómo un hombre tan analítico termino siendo actor? – lo cuestiono y se ríe, Matt y yo siempre tuvimos buena relación, él era mi mejor amigo, siempre me hacía reír, hablábamos de cosas paranormales juntos, íbamos al cine a ver películas de terror, cuando se fue me quede completamente sola.
—No voy a responder esa pregunta.
—Debiste ser psicólogo forense o alguna cosa loca, como un hacker en un grupo delictivo.
—Azul, sé lo básico en computación.
—Hackeaste la seguridad de BELI. S.A, pusiste a saltar a los Lee y a los Griffin de preocupación, luego llegaste con Gerald y dijiste que lo hiciste porque estabas aburrido, también hacías todo ese trabajo para tu padre – le recuerdo – conmigo no finjas ser un niño bueno que no soy los medios de comunicación.
—¿Dime que quieres hablar? ¿y como esta tu hijo? – me pregunta con voz animada.
—Él bien y antes de hablar de este tema – digo cambiando el tono de mi voz – ¿Cómo vas con Alexa?
—Me odia – dice con simpleza – y me merezco su odio y aborrecimiento, ayer los paparazis nos abordaron y casi la fotografían sin gafas, tuve que cubrirla con mi chaqueta para que su ataque no pasara a mayores, luego que estuvimos solos comenzó a llorar y perdió toda la tranquilidad con la que habíamos convivido ese día, desde ayer se encerró en su habitación. Ahora para completar su molestia he contestado su celular que ella dejo tirado en la sala desde ayer.
—Tranquilo – le digo – Alex es una persona difícil de tratar, pero va a comprender poque tomaste su celular. Alexa odia la idea que invadan su privacidad o le tomen fotos le incomoda la idea de ser expuesta al mundo. Lo importante que quería decirte es que Andrew y yo los dos follamos, nos drogamos y bebimos mucho. No me juzgues, Andrew es un asco de hombre, pero sus habilidades en la cama nadie se las critica.
—No te juzgo, solo me asombra que hayas escogido al peor de los hombres y te hayas aferrado a él – contesta y parpadeo constantemente, no digo nada ante sus palabras a pesar de que hayan calado hondo en mi ser.
—Bueno como te decía. Venia caminando en dirección a mi casa y tal vez fue producto de mi imaginación o una ilusión por las drogas, vi a Charlie – le susurro –. Ella estaba acompañada de una chica que no puede distinguir. Siempre he pensado que Corina y Charlie se fueron de una manera muy extraña del mundo – le explico.
—Si Charlie estuviera viva, ¿Por qué volvería a la misma ciudad que la vio morir alguna vez? – se pregunta a sí mismo.
—Para atormentarnos, tal vez ella volvió de la muerte, para jodernos. Dios tal vez soy esquizofrénica – digo convencida.
—No te vez como una persona esquizofrénica – me dice con voz de aliento.
—¿Has tratado a un esquizofrénico en tu vida? – le pregunto.
—No y supongo que una persona con una enfermedad mental, tienen patrones de conducta que se manifiestan a lo largo de su vida. Lo tuyo debe ser producto de las drogas, Charlie murió y al igual que a Alexa te pusieron una trampa, para desestabilizarte, los Lee las quieren doblegar, ten cuidado, Azul no les demuestres debilidad
Tal vez los Lee te están molestando del mismo modo que lo hacen con Alexa. Ellos quieren doblegarlas, ten cuidado, Azul. No le demuestres tus miedos a tus enemigos.
—¿Crees que Hendrick nos esté poniendo trampas? – pregunto asustada y miro a la puerta cerrada, no creo que pueda soportar su presión mental – ¿Por qué haría eso? – pregunto aterrada, nosotras le juramos lealtad a esa familia, ¿Por qué ahora desean exterminarnos?
—No lo creo, soy fiel creyente que ese hombre es una rata que haría cualquier cosa con tal de descubrir los secretos de Alexa y eliminarla de su camino.
—Ellos siguen en la competencia para elegir al nuevo CEO de la compañía – le cuento – él no esta nada contento que Alexa, piense en Ken como el posible remplazo de Richard. Hay algo que recuerdo luego del ataque, Alex solo quería protegernos a nosotros, como si ella supiera que estaba pasando algo malo a nuestro alrededor, ella nos daba muchas ordenes, ella solo quería que estuviéramos bien, Alexa ha pasado la vida entera protegiéndonos y que todo esté bajo control.
—El ataque estuvo muy bien ejecutado, no dejaron pistas, nunca hubo un testigo en un barrio elitista de Portland donde al mínimo ruido los vecinos llamaban a la policía – dice él.
—Casi nunca hay testigos en un asesinato.
—Pero alguien tuvo que alertar a emergencias – contesta él – alguien allí a fuera las espiaba, las conocía y quería aniquilarlas y ejecuto el plan perfecto en su contra ¿Cuántas personas habían dentro de la casa esa noche? ¿a cuantas personas lastimaron ustedes alguna vez? – me pide y me rasco la cabeza – responde, tal vez yo pueda ayudarles a resolver esto. No necesito largas respuestas o nombres.
—Dentro de la casa siempre estuvimos Charlie, Aisha, Alexa y yo.
—¿Y Belén donde estaba? – me interroga.
—Con sus padres en la fiesta todos la vieron, esa fue la noche que ella presento a Antoine como su novio y a Belén no le permitían estar cerca de nosotras por demasiado tiempo, sus padres también le tenían prohibidas las pijamadas.
—Ok – dice con voz extraña –, ¿en el momento del ataque cuantas personas lograste identificar?
—Dos – contesto pensativa – en el momento que vimos que alguien interrumpió en la casa nos dividimos en busca de ayuda, Aisha me dijo que huyera por la ventana, Alexa y ella siempre estuvieron dentro de la casa, la primera en quedar inconsciente fue Aisha ya que la apuñalaron en tres ocasiones.
—¿Y tú dónde estabas? Y no me digas mentira por favor – en estos momentos son consciente del sonido de las teclas de un computador.
—Matt – como le explico – recuerdas el jardín y el hoyo que Clary hizo para construir algo.
—Aja el que Clary dijo que haría una fuente.
—Me enterraron viva en ese lugar, si no es por Brad estaría muerta en estos momentos.
—Mierda – jadea y escucho como golpea algo – Azul... Lo siento, ¿Qué paso con Charlie en todo ese tiempo?
—La perdimos de vista – le contesto – tal vez Alexa que estaba en la casa la haya visto.
—¿Robaron algo de la casa? ¿forzaron a una de las chicas a decirle las claves de la caja fuerte? – me pregunta y niego con la cabeza.
—No, Alexa fue atacada dentro de la casa, sin embargo, ella nunca nos dijo si le pidieron información sobre la caja fuerte o la forzaron a decir donde estaban las joyas de Clary. Nadie sabe realmente que paso esa noche o que querían esos hombres. Tal vez la orden fue matarnos.
—Lo siento mucho, me hubiera gusto estar allí y ayudarlas...
—Tal vez te hubieran matado, como a él – le confieso – me alegro de que hayas estado lejos.
—Eso no quita que me sienta culpable por irme y abandonarlas.
—Azul – el celular debe estar en altavoz – ¿Qué sucede? – me pregunta Alexa con voz tranquila.
—Nunca te hice esta pregunta, pero el día del ataque ¿robaron algo dentro de la mansión? – me pregunto y cuando Alexa se demora en contestar, es porque se debate entre decirme la verdad o mentirme.
—Irónicamente no se robaron nada de la casa – contesta y jadeo aterrada –. Clary les mintió a sus padres y a los medio diciendo que el ataque a la mansión había sido un robo que salió mal. Ella encontró todos sus collares, efectivo, documentos importante y joyería todo estaba igual como si en casa no hubiera pasado nada. Solo entraron a atacarnos y raptar a Charlie.
—Podía ser una iniciación a una pandilla o una secta – digo con mi cabeza palpitando por el dolor – o algo relacionado con Andrew.
—O una venganza – dice Matt – o alguien muy despiadado pago para que las asesinaran.
—Por primera vez voy a defender a mi hermano, no fue por su culpa, llevaba más de dos meses en un centro de rehabilitación y seamos realista Clary siempre a pagado las deudas y cagadas de Andrew.
—Y si ella se cansó de pagar y decidió decirle a Andrew que se las arreglara por si solo – supone Matt – y los traficantes decidieron vengarse por eso. Tal vez esos hombres estaban dispuestos a secuestrar a Odette en busca de presionar a los Lee para que pagaran todo el dinero que Andrew les debía – comenta Matt con voz molesta – Alexa, era la futura heredera Lee, no Charlie ¿Por qué llevarse a la hija del único miembro de la familia que no tiene dinero? – pregunta él con ironía – saben porque, porque Charlie era la persona más importante para Charlie y Andrew. No Alexa y ellos sabían que Andrew haría lo que fuera por ella.
—También recordemos que las personas no relacionan a Alexa directamente con los Lee y con Charlie si lo hicieron, Clary la presentaba como su hija, tal vez las hayan confundido, al apagar las luces de la casa se llevaron a la que no era – comento pensativa.
—Andrew se sentía muy culpable de su muerte – recuerda Alexa – y siempre me culpaba.
—Andrew siempre ha dicho que es culpable de algo, pero no tengo idea de que, siempre que esta por confesarme, pierde el conocimiento – le confiesa Alexa.
—Fui a buscarte esa noche, necesitaba hablar contigo – confiesa Matt, me quedo paralizada y escucho a Alexa soltar un pequeño grito – una mujer que alegaba ser el ama de llaves me dijo que no estabas, no le creí y allí fue cuando te vi – me imagino a Matt mirando a los ojos de Alexa – tu cuerpo estaba pálido, te estabas desangrando, no podía tocarte o moverte, porque la barra de metal había atravesado tu cuerpo – Alexa debe estar tragando saliva – llame a Brad, pero ya alguien había llamado a emergencias y la policía cuando nosotros intentamos ayudarte ellos ya estaban allí.
—¿Nos salvaste? – murmura Alexa – me salvaste – susurra – lo que hiciste fue maravilloso, eres nuestro héroe – dice entre dientes con un poco de resentimiento en la voz.
—Hable con los oficiales y le di la descripción de aquella mujer, alerte a los vecinos y ellos ayudaron dando algunas pistas. Uno de ellos informo que Charlie había sido arrastrada de la casa en un auto por uno de los secuestradores.
—¿Por qué no fuiste al hospital? – indaga a Alexa – ¿Por qué huiste? Siempre me cuestionas por huir, pero tú te fuiste como un cobarde.
—Alexa, se agradecida – le pido molesta – por sus palabras y juzgar a Matt.
—Le agradezco su ayuda, pero no lo perdono por irse y abandonarnos.
—No hice mucho, solo avisé lo sucedido y me hubiera gustado quedarme, pero las circunstancias de la vida hicieron que huyera.
—¿Qué circunstancias? – lo interrogo Alexa – ¿Qué paso? – lo cuestiona y antes de que Alex, lo incomode le digo.
—Matt, lo agradezco. Gracias a ti las tres estamos vivas y en vez de cuestionar tus decisiones, debemos es agradecerte. No juzgarte.
—Niña sucia...
—Tengo cosas que pensar, vives pidiéndome sinceridad y hostigándome para que te enseñe a que te enfrentas conmigo y tú decides mentirme. Gracias por aparecer y salvarnos, gracias por ayudar a mis amigos, eso no quita que seas un embustero – le dice Alexa con acidez – quieres lealtad, demuéstrame que eres leal a mí, demuéstrame que no solo quieres follarme, abandonarme y mentirme de nuevo, ¿Cómo quieres que sea sincera? Si todos a mi alrededor me dicen mentiras – su voz se rompe – cuando todos me dicen engaños y me ocultan cosas – ella se queda en silencia, solo escucho la respiración agitada de Matt – no me toques – le pide con dureza – Azul, ya que Andrew y tú tienen una un apego insano, habla con él y hablen de sus pecados, graba cada una de tus conversaciones, me las envía.
Le voy a decir algo, pero ella me cuelga.
***
Azul, eres pecado.
Dime ¿todavía le tienes miedo a la noche?
Los jardines ocultan tus secretos.
Vicios, engaños y mentiras.
Pronto los jardines dirán la verdad sobre ti.
Dime, Azul, ¿Qué te aferra a Portland?
Me quedo mirando las flores de colores, junto con la nota que tiene dibujada de una chica sonriente que se encuentra acostada sobre un jardín de tulipanes, riendo, siendo feliz y libre, trago saliva y mis manos tiemblan por el temor del significado de esta nota, el llanto de Aaron me trae a la realidad y en vez de darle atención a mis pensamientos me concentro en mi hijo, maldito seas Steve que me obligaste a traerlo, luego de decirte que hoy era un día importante en el trabajo, me pongo a su altura y él se ríe, a él le causa felicidad mi infelicidad.
—Tu padre es egoísta, por dejarte aquí conmigo – le susurro y se ríe mientras se cubre el rostro con la manta rosada que le compre hace dos semanas – se bueno y vas a recibir muchos regalos de parte de mamá.
Con el ramo de flores todavía en mi mano y moviendo el coche de Aaron sigo caminando a la entrada de la galería de arte. Al encontrarme a Hannah una de las trabajadoras me acerco a ella y le entro a Aaron.
—Vas a quedarte con él esta noche.
Y antes de que ella me responda huyo de ella en búsqueda de Barbara que no se encuentra sola, ella se encuentra al lado de Dean y Brad este último tiene un ramo de flores que cuando me ve de manera incomoda me lo entrega. Y aunque me gustaría decir que lo único incomoda de aquella noche fue encontrarme con Brad de nuevo.
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