Capítulo 12: Salidas nocturnas, cabina de fotos, autopsias y persecuciones
Capítulo 13: Salidas nocturnas, cabina de fotos, autopsias y persecuciones.
PARTE I
Alexa
—¡Alexa Wood! Tiempo sin verte, cariño – grita Italia mi madrina que hoy luce fantástica con un vestido negro sin mangas y largo, ella volvió a cortar su cabello hasta la altura de sus hombros, en el preciso momento que ella ve que las puertas del ascensor se abren, sus ojos se iluminan, corro a sus brazos y como es común en Italia se tensa es anormal que yo la abrace, ella me devuelve el abrazo, ella también abraza a Dean e ignora a Matt, –, Dios, pequeña, luces hermosa, ¿estas segura de casarte con ese hombre? – pregunta incrédulo, señalándome y niega con la cabeza en desaprobación de mi boda – te ves despampanante – dice abrazándome y besando mis mejillas –. Bienvenidos a safety net – dice señalándole el lugar a mis acompañantes.
—Un gusto conocerla – dice Matt, dándole la mano a mi madrina – me alegro de tener el placer de por fin conocerla, Alexa me ha hablado maravillas de usted.
—Aunque yo de ti no he escuchado muchas cosas buena – le dice ella – un gusto conocerte, Matt, espero no se te ocurra volver a romper el corazón de mi ahijada – dice dándole suaves palmadas en la mejilla –, Porque esta vez nadie va a detener mi furia contra ti y los tuyos.
—Le doy mi palabra, señora Falcone, que lo que menos quiero es romper el corazón de su ahijada.
—Eso espero – le dice con desconfianza – bienvenido.
Ella pasa a saludar a Dean, al igual que en Hera aquí no se permiten cámaras, celulares, micrófonos o grabadoras, para entrar al lugar tienes que ser parte del selecto grupo de confianza de los Falcone.
Safety net es un exclusivo club nocturno ubicado en uno de los rascacielos perteneciente a la familia Matters que desde hace cuatro años se asociaron con Italia para que ella administrara el lugar, lo que mayormente llama la atención del lugar y asombra a todos sus invitados es la maravillosa vista que el lugar tiene hacia toda la ciudad. Es un lugar elegante, extravagante y selecto, los cuadros y antigüedades robadas le dan un toque de distinción al lugar.
El lugar es igual a sus dueños misterioso, elegante e intrigante, un digno lugar para mi madrina Italia Falcone y sus dos hijos, mi madrina es una mujer de aproximadamente cuarenta y cuatro años, que por genética aparenta ser menor, la primera vez que Italia y yo nos vimos a los ojos tenía trece años, yo andaba en busca de redención y perdón.
A pesar de que mi madrina no este de acuerdo en muchas de mis decisiones, ella las apoya y me protege de mis arrebatos, ella fue la que me ayudo a lidiar con mi carácter, ataques de ira e impulsividad, sin medicación, me enseño a defenderme y a perfeccionar cada una de mis habilidades, ella me levanto del fango y me dio un poco de calidez humana y empatía.
Respiro hondo y miro a mi madrina, ella y yo somos igual de altas, sus ojos son grises, es delgada y esbelta tiene el tipo de cuerpo de una modelo de pasarela, Italia está acostumbrada a llamar la atención de los hombres por su impresionante belleza, inteligencia y astucia, ella siempre ha administrado este tipo de sitios, ella nunca me ha puesto peros con mi decisión de invitar a Matt, ella se encontraba curiosa por conocerlo desde hace muchos años aunque en su cabeza le hace eco de que Matt sea hijo de Gerald.
Observo el lugar y los cambios que tiene, hace un mes mi madrina decidió renovar su decoración con una importante agencia de decoración de interiores, ya no tiene muebles blancos, ahora tiene muebles rojos, el piso de mármol ahora tiene una alfombra negra, la barra del bar se encuentra pintada de rojo sangre, detrás de ella destellan luces led, iluminando la licorería, observo a uno de los asistentes y allí se encuentra Antoine el ex de Belén que hoy esta acompañado por su mejor amigo Alexandro, hay un sofá grande de color rojo en él que Dean se sienta a fumar y hablar con unos conocidos, Matt en cambio camina hasta uno de los ventanales a apreciar la vista. Espero él no tenga un momento de estupidez y caiga desde aquí, sacudo mi cabeza y decido encarar a mi madrina.
—Gracias, Italia – le digo pocas veces la llamo madrina en público – voy a ir a hablar con Antoine – le informo y ella me detiene.
—Oye, ¿Cómo esta esa exnovia suya? – me pregunta de casualidad.
—Bien, va a casarse con Axel pronto y está embarazada – le digo en un susurro y ella me observa asombrada.
—¿Esa chica sigue siendo tu amiga? – me cuestiona aterrada.
—¿Cuándo fue mi amiga? – la cuestiono a ella y rueda los ojos al ver que no obtiene una respuesta de confirmación de mi parte.
—Dime, Alexa, ya apareció ese pajarito que se les perdió en la compañía – me pregunta con naturalidad.
—No te hagas la loca con el tema, cuando sabes que Wes te informo que ese pajarito quiere reunirse conmigo – la recrimino molesta – Italia, te pedí que me dejaras hacer esto sola, que no te involucraras.
—No vas a reunirte con esa mujer a solas – me contesta estupefacta por mi necedad –, no conoces sus intenciones o las personas con las que ella se encuentra trabajando, por mucho que quieras saber la verdad, no voy a ponerte en riesgo de nuevo – dice en negativa y me cruzo de brazos –. El día que vayan a reunirse nosotras tendremos un plan elaborado, te llevaras a mis hombres, no podemos darles la ventaja a ellos en estos momentos.
—Puedo cuidarme...
—Vuelves a decirme eso y serás la segunda persona a la que tus amigos vean caer al vacío – me responde altanera –, luces demasiado asombrada – dice riéndose – para ser inocente, palideces con el tema, como si hubieras sido la causante de su muerte – me dice con tranquilidad – fui yo quien altero las grabaciones de las cámaras de seguridad de Hera esa noche, tú estabas muy ocupada huyendo a New Zelanda, mientras yo me quedaba aquí en New York limpiando tus desastres.
—Todo estaba controlado – digo como una niña regañada y ella pone sus manos encima de mis hombros.
—No había nada controlado, fuiste impulsiva, no te costaba nada controlarte esa noche, no debías golpear a esa mujer.
—E...
—No puedes matar o golpear a todos los que te provoquen, Alexa, ahora deberías agradecerle a Mar y a Tony por limpiar tu nombre, que esto no se volviera en una persecución de brujas – me dice guiñándome el ojo, ella y yo observamos a Matt que mira al cielo con las manos en los bolsillos.
—Debería alejarme de él – le comento cambiando de tema y ella niega con la cabeza, comienza a organizar mi cabello – es un chico bueno.
—No vas a alejarte del hijo de Gerald y menos ahora, él es fiel a ti y en este mundo pocas personas nos son leales – me recuerda –, es momento de que dejes de controlarte, rompe ese compromiso con Liam y acepta todos los tratos que Matt te proponga, deséalo, amalo, folla con él, acepta ser su esposa y deja que te embarace.
—¿Por qué voy a embarazarme?
—Porque él jamás va a entregar a la madre de su hijo a la policía a pesar de sus horribles actos, sé de lo que te hablo, mi querida Alexa, es momento de que juegues tu mejor papel el de la mujer que necesita protección.
—¿Sigues pensando que las mujeres necesitamos de un hombre para ser poderosas? – la cuestiono molesta – porque nunca he necesitado de un hombre para estar bien.
—Solo escuchas lo que deseas escuchar – dice relinchando –, es momento de que dejes de correr y pienses en sentar cabeza de una vez por toda – por fin su voz suena molesta – ¿tienes algún sueño? Porque desde que te conozco nunca he escuchado tus metas, tus sueños o tus miedos, eres una chica que va por el mundo sin nada.
—Ya lo perdí todo – le recuerdo molesta – solo tengo una motivación – me quejo.
—Sí, la de ser el verdugo de todos, eso no es sano para nadie, Alexa.
Y uno de los meseros me entrega una copa de vino y respirando hondo le respondo.
—Italia, tengo sueños, metas y propósitos como cualquier ser humano en el mundo, pero no puedo consumar mis sueños hasta terminar con todo esto – le respondo en un susurro –, por ahora no tengo tiempo de pensar en eso, no he vuelto de la muerte para dejar a los culpables queden impunes – le digo con decisión –, ya conoces mi plan.
—Claro que conozco tu plan suicida al pie de la letra – me recuerda con aburrimiento e ironía – y que también estoy dentro de él, con tal de salvarte.
—No sirvo para ser la pareja de nadie – respondo e ignoro sus últimas palabras.
—Pues fuiste su novia y no te fue nada mal – me recuerda ella – él está aquí por algo, Alexa, no pierdas tu oportunidad de ser feliz, por tu terquedad.
—Es mi venganza personal – digo y le sonrió – dime que todavía tienes la cabina de fotos.
—Todavía conservo esa mierda, solo me quede con ella porque me recuerda a ti – exclama y vuelve abrazarme, nos alejamos y corro a saludar a Antoine y Alexandro.
Antoine y yo tenemos una pequeña charla, donde él y yo hablamos de temas sin importancia, él luego se va donde Dean a molestarlo, mientras me acerco a Matt y lo abrazo por la espalda, él no se sobresalta, él conoce mi tacto, mi olor mejor que cualquiera, poniéndome de puntitas pongo mi barbilla sobre su hombro, lo abrazo dejando que su olor inunde mis fosas nasales, vuelvo a darle un beso en el cuello dejando mis labios marcados sobre su piel.
—Gracias por aceptar mi bandera blanca – murmuro en su oído y su pecho se mueve porque se ríe de mi comentario – No me gusta la idea de que estes de pie aquí, ya hemos visto que las muertes suceden de maneras muy absurdas últimamente.
—En mis planes no se encuentra morir hoy – me dice convencido – porque mejor no nos divertimos, aquí hay música en vivo, las personas están comenzando a bailar y de verdad me muero por tomarnos fotos juntos en esa cabina.
—Si quieres puedo pedirle a Italia que ponga alguna canción de Rihanna o Beyonce, para que bailemos juntos – por el reflejo del vidrio lo observo sonreír y su sonrisa me contagia para darle una pequeña sonrisa sin mostrarle mis dientes.
—No te da miedo que le informen a Liam y decida armarte un escándalo – comenta sin una pizca de arrepentimiento.
—Aquí nadie hablara con Liam, Axel o Belén, los únicos testigos seremos nosotros tres – le respondo.
—Tampoco me importaba si le informaban, estaré allí para defenderme o defenderte.
—Vamos – le pido y cambiamos de locación a la pequeña pista de baile improvisada, Italia pone una canción romántica – Italia a veces se pone bien graciosa – murmuro y Matt vuelve a sonreír.
Él toma la iniciativa, pone su mano alrededor de mi cintura, con su mano derecha toma la mía, da unos pasos al frente cortando la distancia entre nosotros, pongo mi mano izquierda sobre su hombro izquierdo, comenzamos a bailar, hago mi mayor esfuerzo por no mirarlo a los ojos, a veces nuestras miradas se cruzan, evito cada una de las miradas de Matt, lo que menos quiero en estos momentos es añorar algo que nunca vamos a volver a tener o recuperar, me concentro en mis pasos y bailar aquella canción lenta, sin pensar en todo lo que Matt provoca en mi interior.
—Italia también se debe encontrar a la expectativa de que aceptes cada una de mis propuestas, niña sucia – dice convencido y niego con la cabeza, nos movemos a la izquierda, luego a la derecha, la canción es tipo vals – Alexa no es coincidencia que la vida nos haya puesto en el camino del otro de nuevo, esta vez vengo por todo.
—Ya me lo habías dicho, citas, noviazgos, propuestas de matrimonio, bebés, revelaciones de sexo – digo en modo de broma y sus ojos brillan, su emoción provoca que sonría – si me llego a casar debes tener mínimo 10 millones para complacer cada uno de mis caprichos, ¿Cómo piensas conquistarme? ¿Cómo piensas ganarte mi perdón? porque no he olvidado que me abandonaste, Matt y me culpaste de homicidio – le digo con voz dura.
—No te acusaba de haber asesinado a Corina – dice juntando sus labios con los míos, observo sus labios, mis labios se secan y respiro hondo, alzo la mirada y por fin mis ojos gris verdoso observan el verde de sus ojos –, Alexa solo quiero saber que debo hacer para defenderte.
—Responde a mi pregunta, ¿Qué vas a hacer para ganarte mi perdón? – ambos giramos mientras bailamos.
—Todo lo que este en mis manos, Alexa, haría cualquier cosa con tal de protegerte – Matt pone sus dedos sobre mi barbilla, haciendo que alce mi rostro y por fin nuestras miradas conecten – pondría mis manos en el fuego por ti, dame la oportunidad de demostrarte mi fidelidad – me pide con seguridad, sus labios se mueven contra los míos.
—¿Eres capaz de todo por mí? – le pregunto con voz ronca y afectada, él asiente con la cabeza.
—Haría cualquier cosa por ti, Alexa, ya lo hice antes y volvería hacerlo de nuevo – me responde.
—Joder – es lo único que alcanzo a decir cuando sus labios se rozan con los míos, con voz ronca, varonil y seductora, Matt me dice.
—Niña sucia, me encuentro hambriento de ti, permite que tus labios quiten la necesidad de los míos y por primera vez corresponde a mis besos, quítame la sed esta noche – me pide suplicante, mis labios se secan aun más, sus manos se presionan sobre mis caderas, abro los labios y con valentía asiento con la cabeza hacia él.
—Por favor – susurro con necesidad, abriendo los labios dejando salir aire por la boca – bésame, esta vez corresponderé a tus besos – digo rendida.
Matt pone sus manos sobre mis mejillas, no puedo evitar sonreírle, cosa que hace que suspire, nos miramos a los ojos y Matt por fin me besa, Matt Keys vuelve a besarme como si fuera la primera vez. No le impido besarme, tampoco me quejo, simplemente muevo mis labios, el beso es descoordinado, apasionado, Matt presiona las palmas de sus manos en mi espalda baja y con la yema de sus dedos roza mi trasero, nuestras lenguas se enredan, mis dedos juegan con las hebras de su cabello, la intensidad del beso aumenta, los dos queremos más pero en estos momentos ninguno pide o exige profundizar el beso, nos besamos con necesidad, anhelo y deseo, por primera vez acepto ser vulnerable en sus brazos, por primera vez acepto que la ausencia de Matt en mi vida había dejado un vacío en mi alma que nada, ni nadie había podía llenar.
Aunque todavía me siento culpable, confundida de su abandono, que luche por mí, no quiero que Matt la tenga fácil conmigo, que piense que me tiene en sus manos. Quiero que Matt me demuestre lealtad, por eso esta noche le permito que me bese y disfruto de su beso, tanto como sea necesario. Cuando nos alejamos, Matt vuelve a poner sus manos sobre mis mejillas y presiona nuestras frentes, él deja besos cortos en mis labios.
—Acepta ir conmigo a Los Ángeles – dice suplicante – por favor, Alexa.
Respiro hondo y niego con la cabeza.
—No lo sé, Matt es peligroso que nos vean juntos – le digo, todavía jugando con su cabello – voy a casarme – le recuerdo – no podemos fingir que mi anillo de compromiso no existe.
—Dime la verdad – me pide con los ojos cerrados – ¿lo amas?
—No, pero con el tiempo, la convivencia y los hijos harán que lo ame – Matt me toma de manera posesiva, presionando mis senos contra su pecho, él bufa sobre mis labios enojado.
—El amor no funciona de ese modo – se queja.
—Tampoco abandonando a quien amas – le recuerdo y me río sin humor – me abandonaste, Matt – el frunce el ceño como si tuviera un debate interno – sabias lo que me paso, conocías sobre el ataque a mi casa y nunca fuiste por mí, ¿tanto me odiabas? – pregunto y odio que mi voz salga tan herida.
—Si te odiara no te estaría besando esta noche, Alexa, voy a explicarte las razones de porque me fui esa noche, pero debes darme tiempo – me pide.
—Estoy muy confundida, estábamos bien – digo poniendo mi mano contra mi frente – teníamos planes juntos, juraste protegerme y luego simplemente huiste.
—Estaba protegiéndote de mí – me dice con voz dura – estaba protegiéndote de toda la mierda que había dentro de mí, Alexa permíteme volver y ser tu aliado.
—No lo sé, estoy muy confundida – digo con voz débil y cansada – porque contigo no funciono, porque a ti te creo todo lo que dices, ¿Por qué confió tanto en ti? Tu eres quien me hace vulnerable y clavara el puñal en mi pecho.
—La única que puede acabar conmigo, eres tú – me recuerda – tienes todos mis secretos y engaños en tus manos.
—Dios – digo jadeando, recordando los documentos y las carpetas sobre los hermanos Coleman, mordisqueo mi labio inferior y Matt aprovecha para decir.
—Acepta ir conmigo a Los Ángeles – me suplica de nuevo – Alexa, te prometo que no te hare sentir incomoda, será un simple viaje de amigos.
—Voy a ir – digo resignada – iré contigo a Los Ángeles, recuerda que no soy una mujerzuela, Matt, soy una mujer comprometida.
—Jamás he pensado que seas una mujerzuela, Alexa – me recuerda robándome otro beso – tengo varias habitaciones en mi apartamento, tranquilamente puedes tener una. Nada de tocarte sino quieres.
—Gracias, ahora por favor, vamos a esa cabina de fotos – le pido y él me besa concediéndome el capricho.
—Hasta que por fin van a la cabina de foto, Italia ya estaba pensando darle una habitación en su casa – nos dice Dean.
Dean entra con Alexa, como todavía tenemos gafas, Dean hace una sonrisa sin mostrar sus dientes, Alexa baja un poco sus gafas, sonriendo de manera coqueta sin mostrar sus dientes al igual que Dean, capturan la primera fotografía, entro y nos tomamos una los tres, Donde Alexa me abraza por el cuello, sonríe, luego Dean nos deja solos, poniendo mi mano derecha sobre su mejilla derecha, dándole una pequeña caricia con mi pulgar, dejo mi mirada sobre sus ojos, ella me da una pequeña sonrisa sin mostrar sus dientes y entre abro mis ojos cuando la veo sonreír, mi corazón bombea con fuerza y mis mejillas se sonrojan. Amo cuando Alexa sonríe, porque sé ve feliz, tranquila y relajada, en estos momento no es Alexa contra el mundo, Alexa me besa en los labios y la cabina de foto captura esa fotografía también.
***
3 de mayo de 2017.
Después de pensarlo bien y confirmarle a Matt sobre mi viaje, el compro un vuelo para mí a esta misma noche, también le pedí permiso a Matt para ir a patinar con Alaia, él me lo permitió, mi mañana fue muy divertida, llevaba tiempo que no reía de la manera en que lo hice hoy, también tuvimos nuestro momentos de drama, pero todo bien y puede controlarlo con agilidad, nada paso a mayores, ella me pidió que nos tomáramos fotos y no me pude negar a su mirada suplicante, nos tomamos varias fotos y por segunda vez en un periodo corto de tiempo, permití que una cámara capturara mi rostro. Alaia Keys me invito a comer un helado, dejando mis temores y nudo en el estomago me comí todo el helado y compartimos juntas gomitas acidas, también la invite almorzar, ella estaba deseosa de comer pasta y eso hice, no conté calorías o me amargue me senté a comer en silencio con ella.
Luego de nuestra mañana y parte de la tarde junta, la lleve a sus clases de pintura. Ahora que estoy en casa me doy de cuenta del tiempo que llevaba evadiendo a mi familia, evitando a Belén y su embarazo, desde que llegue de Nueva Zelanda no me he comunicado con ninguno de ellos, solo con Koah y Dalton, eran los únicos con los que deseaba y necesitaba hablar, a los demás los he dejado en lista de espera, por eso Belén se tomó la atribución de venir a mi casa a darme consejos que nadie le ha pedido, ignoro sus comentarios pasivo – agresivos, juzga mi modo de vida o vivir, me presiona para que me case con Liam, también se atrevió a llamar a mis tíos y pedirles que intervengan, hablo con Clary, tuvo hasta el descaro de pedirle a Liam que durmiera en mi casa y que me obligara a darle las llaves de mi hogar, que era momento de que él y yo pareciéramos una pareja de verdad.
Clary intento hablar conmigo antes de pasar a buscar a Alaia, ella no sabía que decirme, tampoco es que tenga autoridad moral para regañarme o castigarme. No quiero los consejos de Belén, tampoco quiero escuchar sus comentarios de mierda, su presencia me enoja demasiado.
—Matt es una mala influencia para ti – me dice Belén enojada, Matt y los Griffin siempre tuvieron una mala relación – él solo ha venido aquí a robarte y destrozar tu corazón, cuando vuelva a abandonarte vas a entenderme – me quedo unos segundos mirando su rostro un poco más redondo – es un mentiroso, vividor y un estafador, obtuvo lo que él deseaba follarse a una niña rica, estúpida y promiscua, lo mejor que puede hacer es dejarte en paz – aconseja ella enojada.
—Voy a darle el sentimiento de la duda, soy adulta y en la iglesia me enseñaron sobre el perdón y la segundas oportunidades, no quiero guardar rencor – respiro hondo, hay excepciones en la que suelo perdonar y Matt es una de esas –, desconozco las razones por las que nunca volvió a llamar, no estaba obligado hacerlo, prometió irme a buscar – pienso en algo, aquel recuerdo viene a mi mente y tiemblo quedándome pasmada con una blusa en la mano – esa noche escuche su voz, la noche del ataque, escuche la voz de Matt a lo lejos.
—Alexa, fue producto de tu imaginación, te estabas desangrando, ibas a morir, Alexa. No sabes lo que escuchabas u observabas en ese momento, él nunca estuvo allí contigo. Pero sabes quien ha estado contigo siempre, a pesar de que seas una adicta, que ha dado su vida por ti, Liam – me informa ella con orgullo –, a pesar de que su madre había acabado de salir del hospital, fue a visitarte, estuvo contigo, te cuido, iba a verte cada mañana, pasaba tiempo contigo y solo ha recibido migajas.
—Que agradezco, fue un gran apoyo, amigo... En su momento.
"Un gran amigo" que estaba demasiado feliz y contento de que fuera una sucia adicta, destructiva, débil, dependiente y manipulable.
—¿Solo eso? – chilla incrédula y bufa - ¿en serio Alexa, que está mal contigo? – me cuestiona furiosa, ¿y que quiere ella que diga?
—¿Quieres que responda? – me rio de su cara de furia –, no tengo mucho que expresar hacia Liam.
—¡Eres una patética! – grita –, el idiota de Matt te abandono, se olvidó de ti, dejo de buscarte y se ganó que lo fueras de viaje con él, que duermas en su casa y folles con él como una vil puta que eres – escupe con asco.
—Belén – chasqueo mi lengua en mi paladar –, ten cuidado con lo que dices, los abortos espontáneos son muy comunes en el primer trimestre del embarazo, por tu seguridad te pido que no me hagas enojar – le advierto enojada y ella parpadea constantemente hacia mi amenaza.
—Siempre has sido una fácil – grita y ruedo mis ojos – y con él parece que no se...
—Deja de llamarme puta, porque te la pasas en redes sociales y en tu puta iglesia hablando de sonoridad entre mujeres, el amor y el perdón y no predicas nada de la mierda que dices todo el tiempo, no soy una moralista como tú, voy a perdonar a Matt, porque me da la gana, porque es mi maldita vida y es mi decisión – le digo cruzándome de brazos.
—Eres...
—Una desvergonzada, zorra, puta, tal vez lo sea, ¿crees qué voy a perderme la oportunidad de hablar con Matt? ¿Por qué tú dices que no vaya? – la cuestiono –, ni que fuera una falsa mojigata como tú. No eres nadie para juzgarme, cuando pasaste tu primera noche con Axel, tengo entendido que él todavía era un hombre casado y todos sabemos que paso entre Aria y él, como entraste a la vida de Axel a punta de engaños.
Mi celular vibra y es un mensaje de Dean.
Dean mala influencia: Alex, Los Ángeles es un destino donde debemos ir juntos, me siento enfadado, celoso y Aisha no quiere hacer justicia por mí y Azul solo se ríe de mí, antes Azul era buena, la han podrido con su veneno.
Dean mala influencia: En otras noticias, cerré un buen negocio, mi socia me alabo en público y ahora quiere que cene en su casa y es raro, ella y yo nunca hemos estado a solas.
Alexa: Te lo dije eres un cliché, Dean.
Alexa: pd: usa condones y la próxima me advierten que Belén venia de visita.
Dean mala influencia: Brad me advirtió tarde sobre su visita.
—¿Belén que esperas para irte de mi casa? – le pregunto un poco enojada, ella jadea sin decir nada ante mi descortesía, como ella no se mueve la tomo de la mano y la arrastro por el pasillo, ella se queja me grita y me llama de cosas.
—Para ser una perra religiosa dices muchas malas palabras – comento con humor, ella jadea cuando abro la puerta y tomando sus cosas la tiro al pasillo.
—Creo que en estos momentos molesto – dice Inara Cass la hermana mayor de Aisha que trabaja en el hospital donde se llevo acabo la autopsia de Corina Lewis, ella se sorprende al encontrarse con una agitada Belén en el pasillo.
—¿Alexa estas bien? – me pregunta Inara preocupada, tomando mi mano con fuerza y alejándome de Belén.
—¿Qué haces aquí? – le reclama Belén como si esta fuera su casa.
—Oye te encuentras tomando muchas atribuciones en mi casa, ahora hasta pregunta le haces a mis invitados, cuando nadie te lo ha pedido – le digo y le doy un empujón y la saco de mi casa, atraigo a Inara a adentro de la casa y le cierro la puerta en la cara a Belén que esta por decir algo, ella me maldice cuando cierro la puerta en su cara – no soporta esa maldita moralista de mierda – le informo a Inara.
—Gracias por invitarme, tiempo sin saber de ti – me dice con una pequeña sonrisa.
—Gracias a ti por venir – le digo, ofreciéndole asiento en las sillas en la barra del desayunador, le ofrezco una copa de vino y ella bebe un sorbo – ¿entonces? – la cuestiono.
—Para ser un caso tan controversial, cerraron la investigación demasiado rápido – me respondo pensativa.
—¿Lograste robarte el informe de la autopsia? – le pregunto a la expectativa.
—Sí, pero antes de contarte cualquier cosa sobre esta mujer, quiero saber ¿Por qué te importa tanto?
—A parte de verla morir, ella me amenazo.
—¿Qué te dijo? – pregunta preocupada, dejo salir aire por la nariz, para que ella no vea el temblor de mis manos, las envuelvo alrededor de la botella, con mis uñas comienzo a deshacerme de la etiqueta de la botella, me encorvo un poco quedando con mi cara frente a la suya.
—Ella sabia lo que realmente paso el 14 de febrero – le contesto e Inara deja caer la copa de vino al suelo ocasionando un gran estruendo, ella jadea aterrada, mientras sin hacerme más preguntas comienza a explicarme sobre la investigación y causa de muerte de Corina.
Hasta que Alexa correspondió al beso de Matt
Parte uno, la segunda se sube el viernes.
Y esta de bomba.
¿Recuerdan la primera cosa que Alexa dijo sobre ella?
En aquella conversación en el yate.
Bueno no la olviden.
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