Capítulo 1: que la sangre brote de la heredera.
Capítulo 1: que la sangre brote de la heredera y salpique el rostro de los culpables e inocentes.
Alexa
1 de noviembre de 2017.
"Solo mis mentiras pueden salvarme del infierno que me consume"
Respiro hondo mientras por fin dejo caer la última fotografía en mi tablero, cada hilo rojo se envuelve, se entrelaza con un oscuro secreto y una venganza que consume cada uno de mis valores, ¿esperanza? Tal vez ella es la única que me motive a continuar por ahora. En este tiempo sola y alejada de todos entendí que mis mentiras son las únicas que me mantienen en pie.
Dejo caer mis brazos a los lados y observo mi obra de arte, notas, documentos, fotografías, lugares todo finamente entrelazado, trago saliva y pienso ¿así se siente la paz? ¿así debe sentirse la venganza? Como un vacío constante que inunda tu alma y tu ser.
Los últimos meses han sido caóticos no he vuelto a recibir notas de parte del remitente anónimo, es como si esta persona se estuviera tomando unas "merecidas vacaciones" luego de atormentarme por tanto tiempo, dejo salir un suspiro, camino hasta la ventana cuando escucho su risa, una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios al ver los copos de nieve caer sobre el cabello oscuro de Alaia, que se ríe y patina con Tessa de manera divertida, es el sonido de su risa el único que puede darme este sentimiento de paz, cerrando los ojos contemplo el sonido de su risa con algo de esperanza de que mi final sea diferente. Simplemente por ella.
Una posibilidad pasa por mi mente, la única teoría viable y confiable. Era mi familia, ¿fueron los causantes de todo esto? Las notas, las muertes de esas mujeres, de quitarme a Alaia, ¿Por qué siento que me faltan páginas en esta historia? Y que esto no acabado todavía.
La voz de Alaia me trae al presente y por primera vez en mucho tiempo en mis labios se dibuja una sonrisa sincera y real, ¿esto se siente la tranquilidad? ¿Por qué, a pesar de estar tranquila, me siento ansiosa? Respiro hondo, sigo mirando a Alaia, pude protegerla por fin pude cuidar a alguien sin destruirla al final.
Y por fin me atrevo a leer la última nota que me llego el día de la presentación, la leo.
"Nunca me fui, sigo aquí, esperando por ti, búscame estaré esperando por ti"
Rompo la nota y tiro los trozos de papel en la papeleta de la basura, ignorándolo, ¿Quién eres? Mi problema con esta persona no es que diga que es mi amigo, sino saber que tiene en mi contra, tiene el mismo efecto negativo que me provocaron Corina y Ellen en mi vida, me pregunto ¿Qué estarás dispuesto hacer con tal de destruirme?, ¿hasta dónde eres capaz de llegar con tal de tenerme de rodillas? Y lo más importante ¿Por qué me odias? Respiro hondo y me recuesto en mi silla y miro la carpeta frente a mí, es el expediente de Matt, por fin me atreví a leer algunas páginas.
Y aunque suene tonta, hace dos minutos lo cerré porque no quería invadir su privacidad. Quiero que sea él quien me diga la verdad, ¿Por qué esta mentira se siente tan bien? ¿Por qué cada uno de los engaños de Matt me hace tan bien? Gruño y continuó en lo mío. No puedo andar pensando en Matt todo el tiempo.
Tengo que llevar mi venganza a cabo y desaparecer de la vida de todos como lo tenía previsto en un principio, Matt, Alaia o mis sentimientos por ellos no puede arruinar mis planes, tomo el informe de Kendrick Grand uno de los médicos que estuvo allí atendiéndonos, él tiene información importante para mí y en unos días iré a visitarlo.
No me gusta el término asesina en serie, no creo que cumpla con el perfil de una asesina serial, creo que me falta mucha mierda en mi vida para ser catalogada "asesina en serie" tampoco creo que sea una sicaria, debería buscar un término mejor para definirme, porque hasta el momento son las terminologías que la prensa usa para referirse a mí y ninguna me gusta. Al final de cuentas Orazio jamás me ha llevado hasta el límite, él siempre ha sido muy precavido cuando se trata de mí y delegarme tareas, para eso tiene a Alessio que anda explotando cosas y organizando cacerías. Aunque me gusta participar en esas cacerías, no me considero ni sicaria, asesina, matona o cualquier término referente a mí.
Y se preguntarán porque digo eso.
Bueno hace cuatro años comencé a trabajar con los Falcone, la única manera de tener dinero era esa, Orazio y mi madrina me pagaban cantidades de dinero absurdas por ser una especie de espía, la verdad me divertía demasiado. Ser mitómana en este caso tenía sus ventajas, ellos nunca me atrapaban, era hermosa, jugaba con sus mentes, actuaba con tanta inocencia, sumisión que me volvía su perdición o como Dalton solía decir "un inalcanzable misterio que ellos jamás podrían poseer"
Por eso terminé convenciendo a operaciones especiales que era una víctima en el momento que me encontraron con un vestido de novia, ensangrentada y llorando en una esquina de la iglesia en mi boda, aquel comandante me vio a los ojos como si fuera su propia hija, aterrada, asustada y comprada por un traficante de armas y personas.
La única persona que dudaba de mis palabras era él Zenith Bianchi, siempre se mantuvo a un lado, observándome de lejos y analizándome, nunca cambiaba la historia, cada una de las versiones que le di a los oficiales eran sólidas, cada palabra que salía de mi boca valía la pena.
Ellos deberían estar agradecidos conmigo, le di la ubicación de uno de los edificios de Dalton Fischer donde estaban sus armas y algunas chicas, cierro los ojos al pensar que a la mayoría de esas chicas las ejecutaron, tal vez fue mi culpa, porque si hubiera actuado antes ellas estarían vivas.
Trago saliva y cuando siento unos pasos demasiado delicados, suaves y casi silenciosos, giro la cabeza, observo a la razón número uno de porque volví a Estados Unidos en un principio, le doy una pequeña sonrisa, escondo todo lo que puede ser peligroso para ella, me gusta que en su cabeza conserve la idea de que su mamá es una buena persona, una mujer ejemplar y una exitosa escritora.
Me gusta que ella sienta que valgo la pena. Ella corre a sentarse en la silla que se encuentra a mi lado, comienzo hablarle sobre el nuevo cuento que estoy escribiendo, en general empecé a escribir cuentos por ella, para ella siempre estaban dedicados mis cuentos. Aunque esta no es la manera correcta para estar con ella, aquí estábamos juntas y conviviendo.
Después del disparo que dio en el chaleco antibalas que llevaba ese día, fui dramática, me puse una bolsa de sangre falsa y comencé a llorar, fue épico, diez de diez a mi actuación. Lo único malo fue el impacto del golpe contra mi espalda ya lesionada, por eso fui al hospital, estuve tres días internada, luego me di de alta, yo solita y luego me robé a Alaia, legalmente ella es mía y puedo irme con ella a donde yo desee.
***
Me siento culpable en cuatro malditos años, no pude estar con ella, que ella este conmigo es un riesgo, hay muchas personas buscándome, allí afuera un loco amenazando mi armonía, ahora que lo pienso bien, Alaia debería estar con Matt, no conmigo, aunque quiera ser egoísta debo ser sensata y aunque me gustaría ser fría sobre nuestro vínculo, no puedo ser mala cuando se trata de ella.
—Mami – todavía me acostumbro a esa palabra, alzo la vista del libro que finjo leer y la veo mover sus manitas – ¿estás segura de que aquí no hay osos? – dice mirando por la ventana de la cabaña, le doy una pequeña sonrisa.
—No cariño, me aseguré de que esta zona estuviera fuera de osos, pero si en algún momento llegara a pasar, yo te voy a proteger de los osos. Ahora debemos hablar – le digo y ella se vuelve a sentar —, quiero que hablemos sin mentiras y sin rodeos.
Ella traga saliva, discutir con una niña de cuatro años que piensa que es más inteligente que la mayoría de los adultos es una odisea, me pongo a pensar ¿es normal? Porque según Clary yo era así de niña obstinada, imprudente y me creía un genio, tal vez yo era la genio de las estúpidas cuando era niña, sin embargo, Alaia no, ella tiene una explicación lógica, el cerebro de mi hija es diferente ella es una cerebrito. Eso me explico Matt la otra vez. Según sé ella ya lee y escribe, a su corta edad ya habla un poco de español y francés. Al igual que yo tengo problemas de la vista y debo usar lentes.
Me mordisqueo el labio inferior y ella se cruza de brazos, mientras da vueltas en la silla, me alegro de que Matt la haya mantenido siendo una niña, quiero que Alaia viva cada una de sus etapas de vida sin preocupaciones, no quiero que ella madure antes, como me toco a mí y a las chicas, puedo ser un poco egoísta y pedir paz, una infancia normal para mi hija. Rezo por eso y si para que Alaia sea libre, feliz y normal debo alejarme de ella lo haré.
—Lo siento – le digo – perdóname por ser tu madre.
—Ale...
—Espera, escúchame, no importa que tan inteligente seas, eres una niña y muchas cosas todavía no las entiendes y tampoco vas a entenderla de la noche a la mañana. Quiero que tengas en claro algo, te he escrito cartas cada mes desde que me entere de ti – digo tocando mi vientre – y si por alguna circunstancia del destino desaparezco, quiero que las leas todas, conserves cada uno de mis libros y cuentos que han sido dedicados a ti, nunca dudes que te amo.
Es la primera vez en años que digo esa palabra "te amo"
—También te amo – dice tragando saliva y corriendo a mis brazos – y nosotras ya no nos vamos a separar, recuerda.
—Lo recuerdo – le respondo abrazándola.
—La tía Em era agradable, un poco loca y como es la palabra.
—Plástica, falsa – respondo y Alaia se ríe.
—Algo así, ella me cuidaba mucho cuando papi no estaba, pero también se aburría fácil de mí, me dejaba con mi abuela o su mamá, te prefiero a ti, debe ser eso de la sangre y la conexión que habla Tessa a cada rato, eres bonita, inteligente y paciente a veces – me río – aunque estoy agradecida con la tía Em, me siento mejor contigo. Ale.
De verdad que los niños tienen un amor ciego por sus madres.
—Alaia, deja de adularme – le pido y ella me abraza, al parecer mi hija suele ser muy cariñosa conmigo y todavía no me acostumbro a las muestras de cariño de su parte.
—Papi también debería estar aquí – dice con ilusión – él nos ayudaría mucho.
—Con tu papá no quiero hablar por ahora – le digo.
—Per... Tenemos que volver algún día – dice con esperanzas —, no podemos quedarnos aquí toda la vida.
Su vocecita me recuerda a la de las ardillas de Alvin y las ardillas, pero a mí se me hace demasiado linda y tierna, entonces no me quejo de la voz de mi hija, la tomo en brazos a pesar de lo pesada que es y la llevo hasta la cocina donde Tessa se encuentra cocinando, Alaia juega con mi cabello mientras canta una canción de Disney, recuesta su cabeza en mi pecho, ella y yo cambiamos de tema a uno más animado y alegre, ella me dice que quiere bajar a la ciudad, como con ella soy una consentidora le cumplo el capricho le digo que en la tarde Tessa y yo la llevaremos a la ciudad.
Me alegro de que Tessa haya sido la que cocinara para nosotras, ella entretiene a Alaia mientras me sumerjo en mis pensamientos, mis huesos se entumecen un poco al pensar en Matt ¿Cómo se encuentra? ¿Qué estará haciendo sin nosotras?, ¿él va a perdonarme por robarme a mi hija?, ¿me matará?
Estaba aterrada cuando desperté en ese hospital, llena de pensamientos dispersos, no sabía qué hacer, que decir lo único que puede hacer fue salir del hospital, robarme a Alaia a la salida del instituto fue demasiado fácil, Tessa hizo el resto como traerme su pasaporte, identificación, documentos importantes, como puede falsifique la firma de Matt con el documento del permiso y saque a mi hija de Estados Unidos, huimos primero a Inglaterra, luego Alemania y por último terminamos en suiza en una pequeña cuidad rodeada de zonas verdes cuando no está nevando, prácticamente ella y yo vivimos en las montañas.
Quisiera volver a New York, pero no quiero enfrentarme a la ira de Matt, es que él podría matarme si así lo decide, prefiero evadir la realidad y quedarme aquí antes de ir a casa, enfrentarme a todos, pero ¿Cómo protejo a Alaia de todos? Todavía estoy haciendo un plan, lo único que pudiera ayudarme es que Emily volviera y decidiera seguir fingiendo que Alaia es suya por un tiempo más. Pero ella se fue hace meses.
Dios, ¿será que piensan que he muerto? Tal vez ellos deben estar bailando sobre mi supuesta tumba, debería volver y arruinar su celebración. Cierro los ojos y abro los ojos cuando Alaia me toca el brazo, con temor me señala mi plato y veo que puso todos los tomates en mi plato y casi lloro, recordando que a Matt tampoco le gustan los tomates y siempre los ponía en mi plato. A pesar de tener los ojos empañados en lágrimas, me concentro en otra cosa.
Como leer el mensaje de Orazio.
Ogro Falcone: Espero hayas disfrutado tus vacaciones, Alexandra, es momento de volver, preciosa. Hay un monstruo llamado Matt que amenaza con destruir la ciudad si no vuelves pronto con su más preciado tesoro. Aunque no quiero meterme en tu vida personal, la cual me importa muy poco, te aconsejaré algo.
Alexa: para no importarte mi vida, andas muy al pendiente de ella.
Ogro Falcone: No me importa tu vida en lo absoluto, Alexandra, solo digo que debiste ser más inteligente a la hora de secuestrar a la hija de un experto en tecnología, que se dedicó la vida extrayendo información, amenazando personas con exponer sus secretos y siendo hackers, él no tardara mucho en encontrarlas, si ya no lo hizo.
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