Narra T/N:

Cuando volví a abrir los ojos ya era de día y estaba lo suficientemente claro afuera, iba a darme vuelta en la cama para seguir durmiendo un rato más, pero repentinamente recordé todos los acontecimientos de la noche pasada y sobresaltada, salté de la cama y me vestí a toda velocidad para dirigirme al campamento y llevar a cabo mi plan antes de que sea demasiado tarde para salvar Neverland.

Al salir de mi habitación me encontré a Félix a punto de tocar en mi puerta, éste al verme bajó la mano que tenía empuñada para tocar y me dedicó una pequeña sonrisa.

-Justo estaba por ir a despertarte, vamos, te toca entrenamiento hoy.

Titubeé un poco pero accedí asintiendo con la cabeza mientras mis labios se curvaban en una sonrisa; salimos rumbo al campamento para desayunar y después ir al área de entrenamiento. Al llegar no pude evitar mirar con recelo a Wendy, que estaba sentada con Pan en un tronco y actuaba "normal" pero sin embargo miraba hacia todos lados nerviosa; creo que me quedé demasiado tiempo observándola porque Félix se me acercó claramente incómodo y me susurró al oído.

-Si sigues viéndola así, le harás un agujero en la nuca -Creo que fue con la intención de aligerar un poco el ambiente, cosa que no consiguió en lo absoluto-.

Una vez que salí de mi trance y me di cuenta de que Wendy también me estaba mirando con insistencia, seguí a Félix con la cabeza baja hasta un rincón del campamento donde agarré una manzana y comencé a mordisquearla sin ánimos, busqué a Sebastián con la mirada pero no lo encontré, desde ayer no sabía nada de él y eso me preocupaba mucho ya que era mi amigo pero en estos momentos no podía darme el lujo de buscarlo porque Neverland corría peligro, además él es fuerte y sabría como defenderse de cualquier cosa. Cuando terminamos de desayunar ambos fuimos a que me ayudara con mi manejo en las armas.

En el trayecto, estaba debatiendo internamente por contarle a Félix lo que había visto la noche pasada o guardarme todo para mi, pero decidí que lo mejor era decírselo disimuladamente.

-Félix, tu sabes cosas sobre magia no?

-Si, un poco, porque la pregunta?

-Pura curiosidad mía; oye alguna vez oíste acerca de un collar que sea tan poderoso como para destruir mmm- piensa T/N, piensa, no puedes decir "isla" es muy obvio- aldeas enteras?

-Si, he escuchado una leyenda acerca de eso, se llama "el Cristal de la Perdición" y todo aquel que lo posea tiene la capacidad de destruir lo que sea, ya sea una cosa, ciudad o persona en sólo cuestión de segundos si así lo desea el dueño de este, pero a cambio de el poder que te ofrece el cristal pide un alma, ya sabes, toda magia viene con un precio. No pensarás ir a buscarlo y crear destrucción por ahí, verdad? -volteó a verme con los ojos entrecerrados pero en broma-.

-No! Claro que no, no soy tan mala como para hacer eso, pero, si me interesa su funcionamiento, hay alguna forma de detener al cristal o algo así?

-En realidad eso no lo sé, creo que  te toca investigar por tu cuenta, pero será en otro momento porque ahora es tu entrenamiento.

Estuve tan concentrada en obtener información de Félix que no me di cuenta que ya habíamos llegado al área de entrenamiento, el antes nombrado se acercó a un arco y un carcaj de flechas para después volver hacia mí y entregármelo.

-T/N, Pan me dio instrucciones de enseñarte a usar el arco y las flechas, así que empecemos ok?

-Esta bien, no creo que sea tan difícil.

Me dirigí hacia una esquina en donde se encontraba un tiro al blanco y traté de imitar la posición que había visto hacer a los Perdidos cuando iban a tirar una flecha, coloqué esta en la cuerda y la tensé, pero al momento de tirar no avanzó más que unos cuantos centímetros.

-"No creo que sea tan difícil" - dijo Félix poniendo una voz muy aguda-.

-Oye! Yo no hablo así -me crucé de brazos y fruncí el ceño-.

-Sólo era una broma - se disculpó- ven, voy a ayudarte.

El rubio se puso en posición y dio justo en el blanco con una de sus flechas.

-Lo ves? Es muy sencillo.

Intenté hacer lo mismo y fallé nuevamente, volví a intentarlo y volví a errar el tiro.

-No Félix, no puedo, esto no es para mí -dije molesta, tiré el arco por ahí y me quité el carcaj dejándolo también en el suelo-.

-Vuelve a intentarlo -escuché una voz que venía detrás de nosotros-.

Me giré para enfrentar cara a cara al inconfundible chico que vestía de verde.

-Ya me escuchaste no? No puedo hacerlo, esto no es lo mío.

Se acercó firmemente a mi y me dijo mirándome a los ojos.

-Sólo vuelve a intentarlo si?

Obedecí a regañadientes y volví por el arco y las flechas, de mala gana y matando con la mirada a Pan, me puse en posición, estaba a punto de lanzar la flecha cuando me tensé al sentir unos brazos que  se posicionaban junto a los míos, luego, su cuerpo detrás mío y su aliento en mi oreja.

-Voy a ayudarte, porque para empezar, tu posición está mal -corrigió la postura de mis brazos y piernas, luego me abrazó por la cintura -ahora ¡tira!

Y lo hice, para mi sorpresa la flecha cayó en el medio de mi objetivo, chillé de alegría en mi lugar como una niña pequeña, mientras Peter me veía triunfante.

-Te lo dije, todo es cuestión de fe -se recargó en un árbol que estaba cerca, observándome-.

-O puede ser que soy muy buena en esto y no lo sabía -dije jugando un poco con él-.

-Como quieras -se encogió de hombros y se dio media vuelta para irse, pero lo detuve-.

-Amm Peter?

-Si? -volteó por unos instantes esperando mi comentario-.

-Gracias, de verdad -sonreí levemente recibiendo el mismo gesto de su parte-.

-Bueno, me tengo que ir, sigue practicando.

Se fue y me quedé pensando que estaba más amable de lo normal, eso me gustaba; agarré mi arco e intenté un par de tiros pero en realidad por alguna razón quería estar con él y acercarme, así que guardé mis cosas y me fui al campamento.

Al llegar todo estaba en orden y los chicos estaban un poco callados pero no le presté importancia, tal vez estaban aburridos o cansados; seguí de largo hasta llegar a la cabaña de Pan y empecé a subir los escalones y al legar hasta arriba tomé la perilla dispuesta a girarla y entrar, pero escuché una voz que se aproximaba y me alerté, así que rápidamente me fui a un costado de la cabaña y me agaché justo a tiempo para ver salir a Wendy de ahí con Pan atrás de ella, me parece que estaban discutiendo.

-No quiero seguir haciendo esto -Peter se cruzó de brazos y dejó de caminar para recargarse en el marco de la puerta-.

-Desde cuando quieres algo? Por si no lo sabías eres sólo un clon y me sirves a mí, yo te invoqué para que tomaras el cuerpo de Pan -Wendy salió muy enojada de la cabaña, observando sólo su colgante pues ya no se molestaba en guardarlo en su bolsillo-.

-Lo sé, pero esa chica no tiene nada que ver contigo, deberías dejarla en paz.

-¡No! Absolutamente todos los habitantes de esta isla van a sufrir, incluso si hay alguien que no tiene nada que ver, por el simple hecho de estar aquí va a lamentarlo -me sorprendí, esta chica está completamente loca- así que ve allá a hacer lo que te ordené, ¡ahora!

La copia de Pan suspiró y empezó a bajar las escaleras con la cabeza gacha, Wendy volvió adentro de la cabaña, dejándome muy confundida, ¿Clon de Pan?, ¿Invocado para tomar el cuerpo de Peter? ¿Qué clase de persona hace eso? Un minuto, entonces no he hablado con él, si no con su copia.

Eso me desanimó, entonces salí de mi escondite y bajé los escalones cuidando de que nadie me viera por aquí, estaba de camino al campamento sin decir ni una sola palabra en el trayecto, y fui directamente a sentarme en un tronco, de verdad pensé que Peter y yo estábamos empezando a llevarnos bien, pero parece ser que sólo su clon puede ser amigable.

-Oye, te sientes bien?

Subí mi mirada para encontrarme con la cara de un preocupado Félix, traté de sonreír pero creo que me salió más como una mueca y él lo notó.

-Hey, ¿por qué la cara larga? -tomó asiento a mi lado, esperando a que dijera algo-.

Inhalé hondo y me volví hacia Félix.

-Eres mi amigo no?

-Claro que si, por qué la pregunta?

-Entonces puedo confiar en ti, necesito decirte algo urgente, pero -volteé a todos lados asegurándome de que nadie nos estuviera viendo- Aquí no.

Arrastré al rubio por una buena parte del bosque hasta llegar a un claro, donde lo solté y me posicioné en frente de este.

-Ok, tal vez lo que estoy a punto de decirte sonará muy loco pero es la verdad -me acerqué a él y susurré en su oído- Peter no es él es una copia creada por Wendy y ella quiere destruir la isla.

Mi amigo se me quedó viendo algunos momentos buscando alguna pista o rastro de que fuera una broma, pestañeó un par de veces y luego reaccionó.

-Entonces, dices que Pan no es Pan, si no un clon de él y que Wendy lo está utilizando para destruir la isla -dijo, tratando de analizar y procesar lo que yo había dicho- Interesante.

-Escucha, yo lo vi y escuché todo, de verdad, acaso no confías en mi?

-Por supuesto que confío en ti, solo que tu historia es difícil de creer -se rascó la cabeza nervioso-.

-Lo sabía, no me ibas a creer, creo que tendré que hacerme cargo yo sola -me separé y di media vuelta dispuesta a irme de ahí-.

-T/N espera, - volteé hacia él, dio un suspiro y me vio a los ojos -te creo, ¿Cómo frenamos todo esto?

Inmediatamente sonreí y corrí a abrazarlo, enserio es mi mejor amigo, nos separamos y nos pusimos a idear un plan.

-Bien, hay tres puntos principales que tenemos que atender; investigar como destruir el collar de Wendy, evitar que destruya Neverland y recuperar al Peter Pan original.

-Cual collar?

-El Cristal de la Perdición, Wendy lo tiene y planea destruirnos a todos con él.

-Ohhhh, por eso me preguntabas si sabía algo de magia -al parecer mi rubio amigo apenas estaba uniendo puntos- Tiene sentido para mí.

-Entonces, este es el plan...

Después de armar y cubrir todos los puntos del plan, decidimos regresar al campamento y actuar como si nada hubiera pasado; al llegar a este todos estaban muy agitados  yendo y viniendo de un lado para el otro, preparando todo para la fogata en la noche, entonces Félix se fue a supervisar todo como siempre, pero yo había decidido que era hora de darme un baño así que antes de que el rubio se alejara le pregunté en dónde podía asearme, pues la última vez que lo hice fue en la cabaña de Pan.

-Pues en el lago, como todos aquí, enana.

Me dio las indicaciones para llegar hasta el lago y fui a la cabaña por un poco de ropa para cambiarme, seguí las indicaciones de Félix y llegué hasta un lago bastante amplio con rocas en la orilla, sin embargo no me sentía cómoda estando aquí, así que seguí caminando mientras seguía el agua para tratar de encontrar un lugar que me ofrezca más privacidad. Para mi buena suerte encontré un lago un tanto escondido detrás de unas rocas y un poco de vegetación, me fui quitando la ropa cuidando que no hubiera nadie cerca y me metí al agua, no estaba ni fría ni caliente, era relajante estar ahí; después de rato salí y me cambié con la ropa limpia que había traído, y mientras trataba de secarme el cabello, una ráfaga de viento recorrió todo el lugar pero lo más extraño es que me mientras pasaba el viento me pareció escuchar un leve susurro que pedía ayuda y, con esa extraña sensación regresé al campamento.

Era noche de fogata pero no quise quedarme, ya que Félix y yo decidimos que mañana pondríamos en marcha el plan para salvar Neverland y debería descansar.

Narra Peter:

Cada día que pasa estando aquí encerrado me debilita un poco más, estoy desesperado así que intenté mandar una señal de auxilio por medio del viento que es lo que puedo hacer por ahora sin gastar demasiada energía, espero que alguien allá afuera lo haya escuchado.

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Que onda? Estoy de vuelta!!!
Tuve un bloqueo de escritor terrible pero al fin, terminé el cap, espero les haya gustado y ya saben, voten si fue así!
Nos vemos pronto!