3: Primer día
Reflexión:
Acción y efecto de reflexionar. Advertencia o consejo con que alguien intenta persuadir o convencer a otra persona.
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27 de Marzo, 2019. 1:10 PM
Casa Chaplin
Wittersham, Condado de Kent, Inglaterra.
Esa misma tarde al llegar a su casa le contó de lo que pasó a su esposa y de los planes que crearon entre todos al no haber básicamente otras opciones, Natalie aceptó la propuesta sin pensarlo mucho, recibiría a quien salvó la vida de su esposo con los brazos abiertos y ayudaría en lo que le fuera posible; entre ambos prepararon las habitaciones de invitados para el dúo que se quedaría en la casa por una temporada un tanto indefinida, al menos hasta que el joven de ojos celestes se lo viera mucho mejor de verdad. También habló por teléfono con el padre del joven una vez que le informaron de la situación y le aseguró junto a la joven y todos los otros que las cosas estarían bien, que no se preocupara mucho y que lo mantendrían actualizado de todo.
Ahora terminó de revisar por millonésima vez que todo estuviera en orden en las habitaciones de invitados; a veces las usaba cuando Tim venía de visita con sus hijas, que a veces se quedaban toda la noche en piyamada con su pequeña Freya, y en muy raras ocasiones, el mismo se quedaba a descansar también cuando se hacía ya muy tarde para conducir de regreso —y de paso, cocinaba el desayuno como todo un maestro cocinero al día siguiente—. Sabía que el par llegaría en cualquier momento, y prefería que todo estuviese en orden para que el ambiente fuese lo más tranquilo posible... se preguntó por unos momentos si ya almorzaron o si necesitarían algo, quería y esperaba ser buen anfitrión para ambos...
Nat estaba trabajando, Freya en el jardín de niños y él se quedó organizando la casa, limpiando y ordenando, Glorious estaba tirada en su cama —lo cual era un evento un tanto raro en el día como los labradoodles (1) son bastante demandantes y energéticos— dormida profundamente, ya le dejó comida y agua nueva, luego la sacaría a pasear a menos que los otros necesitaran alguna cosa. No recibió ningún mensaje por parte de nadie respecto al paradero del par, parecía que nadie sabía dónde estaban o qué hacían, ellos tampoco avisaron a qué hora pasarían por ahí... Flint podía ser impredecible, y de lo que solía comentar de Alice, ella iba por otro nivel.
Se sentó en el sofá a esperar, con cosas llegando a su cabeza respecto a toda la situación una vez más... pensó en ella, en la cara que puso cuando se enteró que era la única persona que no sabía nada sobre la amistad de alguien con quien vivía prácticamente pegada a; en cómo le cayó un balde de agua fría a la cabeza... de alguna manera pareció capaz de comprenderlo, comprendía su incertudumbre de no saber nada sobre alguien con quien vivía prácticamente pegada cual garrapata...
¿Tom...? ¿Qué estás haciendo...? —sacudió su cabeza, no quería ni tenía ganas de recordar eso. No quería recordar la vez que Tim lo descubrió catorce años atrás — ¿Qué haces aquí tú solo...? Oh por Dios...
Sacudió de nuevo la cabeza, no quería pensar en esa época de nuevo, cuando todo era una mierda, cuando él era un desastre, totalmente vulnerable, temeroso y jodidamente ansioso por todo lo que la fama implicaba, además de ser incapaz de controlar sus demonios más profundos... respiró hondo, lo más profundo que pudo para calmar esa enorme oscuridad en su interior alimentándose de sus malos recuerdos para reflotar e intentar reclamarlo como sucedía en algunas ocasiones. Revisó su teléfono, no habían nuevos mensajes, Qué raro... pensó. Preguntó si alguien sabía algo, unos segundos después Alice mandó una foto de la puerta de su casa, Hija de–
¡Ding dong!
Glorious despertó con el sonido del timbre y ya armó escándalo por saber quién era, él se puso de pie casi al instante y fue a abrir la puerta, tal cual mostró la foto, los dos amigos estaban esperando al frente solo que ella se había quedado detrás del joven. Recibió a su joven amigo con una sonrisa enorme, dándole un abrazo y dejándole pasar; con confianza y algo de cansancio, él entró a la casa con un bolso a un lado, probablemente era su ropa. Alice por otro lado parecía nerviosa de entrar, tanto que se quedó frente a la puerta con los pies pegados al suelo mirando hacia el interior un tanto perdida por unos segundos antes de pasar adentro algo nerviosa junto a su mochila, observando toda la casa con detenimiento.
Cuando visitamos lugares nuevos, se la pasa observando cada cosa con detenimiento para entender el entorno —recordó una vez que mencionó eso —. Es muy curiosa y le encanta observar, pero tampoco quiere lucir muy intrusiva. Te descuidas de ella un segundo y ten por seguro que no la vas a encontrar, siempre busca lugares para esconderse o cosas así.
Flint se fue a una habitación cuya ventana daba a la calle mientras Glorious saltó muy alegre por todo su alrededor —como a él lo conocía ya—, Alice solo se quedó observando la sala sin parecer saber a dónde ir... parecía algo nerviosa de preguntar. Llamó su atención y la guió a su habitación, la cual era acogedora: no era muy grande pero tampoco pequeña, una cama monoplaza pegada a la pared a su izquierda, debajo de una ventana doble que daba al patio trasero, una mesita de luz a un costado con una lámpara, en el suelo una alfombra azul con detalles bordados en celeste claro, y al lado opuesto de la cama había una cómoda de roble de tres cajones anchos.
—Siéntete como en casa, Alice.
Ella entró despacio y bajó la mochila a un costado de su cama, sentándose al borde de la misma por un rato, al parecer pensando, tal vez recapitulando todo lo que pasó hasta ese momento antes de pensar en qué hacer después. Mantuvo su distancia, quedándose en la puerta. Tardaría un rato en acostumbrarse a los cambios, eso era completamente seguro; mientras tanto intentaría hacer que las cosas fueran un tanto más llevaderas para ella, como no tenía realmente idea de muchas cosas en general respecto al joven y su relación con la banda, siendo aún todo eso... desconocido.
—Yo... gracias por dejarlo quedarse contigo y... ya sabes, por querer ayudarlo... —aún sonaba algo nerviosa, retraída en su opinión, tampoco lo miraba —y también por dejar quedarme...
—Sé que probablemente tienes muchas preguntas —ella lo miró un poco —, los chicos y yo intentaremos resolver tus dudas en lo posible a medida que podamos. Ahora instálate, siéntete cómoda y si necesitas algo puedes avisarme.
Asintió ligeramente en respuesta a la vez que él sonrió y fue a la otra habitación a ver cómo se encontraba su amigo; el mismo tenía a Glorious a su lado, mordiendo un juguete chillón que tal vez trajo de regalo para mantenerla distraída de comerse sus cosas. La habitación era parecida a la de Alice, con la cama ubicado también al lado de la ventana que daba a la calle y el resto de muebles ubicados también en lugares iguales y opuestos, como si fuera reflejado en un espejo.
— ¿Cómo estás amigo? —preguntó el rubio canoso con suavidad, el joven se volteó a verlo, lucía algo tranquilo. Se le acercó y se sentó a su lado, la perrita lo ignoró, completamente distraída con su juguete chillón.
—Bien, gracias por ofrecer quedarme aquí aunque... no tenías que hacerlo... —respondió del mismo modo, con un poco de inseguridad, desviando la mirada.
—Ey, en serio es lo menos que puedo hacer por ti, Flint. En verdad te debo muchísimo que pueda estar con mi princesa... es gracias a tu ayuda que Freya no perdió a su padre.
Respiró hondo tratando de contener algunas lágrimas y una gran parte de la emoción, el saber que tuvo mucha —demasiada— suerte que hubo alguien que se preocupara por él en aquellos días aún al punto de ir a buscarlo a ese lugar donde se encontró aquellos días sin importar todo lo que hizo, inclusive ser muy desagradable con él en cierto punto cuando todo se salió de control... y aún lo impresionaba. Nunca se le quitaría eso de la cabeza, que solo por eso, solo porque él se preocupó de verdad y no se rindió, aún tenía la enorme dicha de ver a su hermosa princesita crecer...
—Ya te lo dije una y miles de veces: yo solo cuido de mis amigos.
Tampoco y tal vez jamás se le quitaría de la cabeza que, alguien que causó tales niveles de destrucción masiva como él al punto de destruir inclusive a sus dos grandes amigos de la infancia de maneras insospechadas no merecía ser salvado... que el mundo sería el mismo sin él y que todos terminarían por olvidarlo tarde o temprano, siguiendo con sus vidas como si nada pasó. El joven puso una mano sobre su espalda y lo acarició despacio tratando de pasarle algo de fuerzas, diciéndole también así que lo que sea que pensara no era para nada cierto...
—Fue una etapa bastante dura para todos, eso es innegable, pero ten en cuenta que ya pasó, cambiaste para bien, eres distinto.
Era reconfortante verlo tener confianza en él aún si hizo muchas cosas estúpidas en el pasado, aún si a él también llegó a hacerlo sufrir en cierto modo... solo le sonrió para cambiar el tema de conversación.
—En fin yo... creo que estaré por ahí si me necesitas —le dijo en un intento de desviar el tema —. Sabes que puedes llamarme cuando quieras; si no te hago caso es posible que esté en mi estudio... —el joven solo le sonrió ligeramente en respuesta —Mi psicólogo accedió a darte terapia, le conté la situación y comenzarán mañana —él asintió ligeramente —. Y... solo una pregunta antes de irme...: ¿cómo debería acercarme a Alice? —él lo miró un tanto curioso —Dame un consejo, realmente quiero que se abra y pregunte lo que ella necesite saber, la noto muy tímida y reservada...
—Toblerone —dijo así sin más —, eso o Cadbury, o Milka, chocolate en general. Le encanta, puedes empezar por ahí... si es blanco mejor, aunque le gusta más el chocolate blanco de Nestlé y Hershey's.
—Ella no es británica, ¿o sí? —preguntó en tono de broma, su amigo rió un poco negando con la cabeza
—Tiene la nacionalidad como yo, pero no, no es británica.
—Bueno, con esa duda aclarada saldré a darle un paseo y jugar con Glorious un rato antes que se ponga a comer todo lo que hay en su camino. Sabes que estaré en el patio si necesitas cualquier cosa, igualmente siéntete como en casa, lo cual es otra cosa que ya sabes, ¿no? Mi casa es tuya, no creo que abuses de eso conociéndote bien, en fin... te dejo instalarte, nos vemos después.
Llamó a Glorious y salió de la habitación cerrando la puerta, la perra tenía el juguete que le regaló el joven en la boca, saliendo de ahí feliz con la cola en alto hacia su cama en lo que él fue a buscar la correa mientras enrojeció ligeramente... mierda, por alguna razón tenía la impresión que redundó demasiado las cosas y que estaba muy nervioso a la vez que también quería ser un buen anfitrión, lo necesitaba además del apoyo de todos para recuperarse de manera favorable, lo merecía bastante, estuvo ahí cuando el suelo se cayó para todos sin dudar un momento y era su turno de hacer lo mismo por él... suspiró hondo, no quería pensar en lo malo, prefería pensar mejor en lo bueno y en que había una solución al problema, era una persona fuerte aún cuando vio y vivió una cantidad tan impresionante e insana de mierda en su vida— No, ni se te ocurra pensar en ese día... masajeó sus ojos un poco, luego sus sienes y recogió a la labradoodle para una caminata larga alrededor del patio. Ahora lo necesitaba, su cabeza lo necesitaba...
Se alistó para salir un rato a dar el paseo, le fue un poco complicado mantener a la perrita a raya con toda la energía que tenía — mordiéndole la mano de vez en cuando buscando jugar o cosas así, le puso su correa y fueron al patio por una caminata... lo bueno de vivir en el campo era que tenía bastante espacio para recorrer, podía ir a sus anchas sin problemas, sin tener que preocuparse por nada, era ideal para que su pequeña princesa corriera y se desenvolviera y para que Glorious pudiera recorrer y cansarse más... ese lugar contribuyó mucho para su recuperación luego de rehabilitarse, le inspiraba, le era un lugar bastante tranquilo y pacífico, mucho mejor que la ajetreada Londres o cualquier otro lugar de Inglaterra o del mundo incluso; eso sí, no se le olvidaba que una vez entraron a robarle a Nat sus joyas sin importar que la alarma sonó con todo durante la víspera del Año Nuevo 2015 por lo que debieron mejorar el sistema de seguridad, además de eso para felicidad de ambos, aún cuando fue muy hijo de puta, Flint se ofreció a rastrear todas las joyas robadas y recuperarlas... vaya, ahora que lo pensaba comenzó a cuestionarse si Alice sabía que esas joyas eran de su esposa o si solo aceptó robarlas (en cierto sentido, recuperarlas). Podía preguntarle en algún momento... tal vez cuando ella tuviese más confianza, debía ser algo de bastante raro que supiera tanto de ella sin su conocimiento.
Entonces chocolate, pensó, puedo ir a la tienda mañana en algún momento y comprar algunas cuantas cosas, y de paso compro algo de chocolate.
La cosa que más curiosidad le causaba de ella —aparte de las tantas cosas que Lockwood contó desde que lo conoce—, era mayormente una oscuridad latente, algo que siempre llegó a atraerlo bastante, tal vez porque él mismo poseía mucha en su interior que ahora era capaz de mantener a raya. En todos sus años de conocer a Alice por medio del joven, sabía que había muchísima oscuridad en el interior de alguien bastante joven como ella, de alguna forma solo... quería saber en cierta forma qué tan profundo se encontraba dentro de ese pozo, si sería capaz de salir de ahí como él en su momento o si... cerró los ojos un poco y suspiró hondo, aislando algunos pensamientos lejos y seguir su camino.
El tiempo daría las respuestas que necesitaba...
Al terminar de pasear a Glorious regresó a su casa por algo de agua, tenía planeado pasar al gimnasio otro rato después —oh, la cruda y conveniente implicancia de hacerse viejo— mientras tanto... no sabía si llevarse a Flint con él para que al menos le hiciera un poco de compañía o algo parecido, o tal vez se lo llevaría a correr por ahí para que se moviera, tenía la impresión que se la pasaría encerrado en su habitación todo el día de no hacerlo. Quería ayudarlo de alguna otra manera aparte de la asistencia psicológica y asilo en su casa en lo que se recuperaba de sus problemas, solo que... no tenía ni idea... nunca trató con alguien que tuviese poderes y encima deprimido, aún así tenía en cuenta la cantidad de mierda por la que pasó en años anteriores, incluso antes de conocerlo.
Entrecerró los ojos ligeramente, recordando que él mismo también llegó a ser una completa mierda cuando comenzó a salirse estúpidamente de control, recordó que llegó a estar muy celoso porque logró que Tim aceptara sus canciones siendo un completo desconocido de dieciocho años recién cumplidos pero nunca hizo lo mismo con él, tanto que llegaba a gritarle cosas y demás solo que... nunca le respondía, siempre manteniendo la calma y distancia como debían hacerlo los otros. Llevó una mano a su rostro e intentó apartar esos malos recuerdos una vez más de su cabeza antes que su juicio se viera nublado por una y muchas estupideces, para luego ir a darse un cambio de ropa por algo más cómodo y propicio para entrenamiento antes que Freya y Nat regresaran a casa; antes de irse fue a ver que sus inquilinos estuviesen cómodos... encontró a Alice leyendo unos libros en un escritorio que no sabía de dónde salió mientras tenía un par de headphones azules dándole la espalda a la puerta, de tanto en tanto anotando cosas... oh, parecía estar estudiando. Decidió dar media vuelta y salir despacio para ir a ver al joven, invitándolo a dar una caminata...
Cinco minutos después, se encontró yendo caminando para el gimnasio a un par de kilómetros de distancia al lado del joven, quien permanecía algo callado e ido en pensamientos, con las manos en los bolsillos mirando al suelo... era un poco incómodo, no lograba encontrar un tema de conversación para tener más que seguir caminando en silencio bajo el cielo gris y clima fresco de Inglaterra, nada comparado a otras cosas, por lo que se le ocurrió intentar hablar un poco de la banda a ver qué salía de esa conversación, si le emocionaba regresar aunque fuera en el backstage como el quinto miembro ultra secreto, volver a trabajar con ellos como una banda completa y no por separado —cabe destacar era una de las cosas que en más de una ocasión comentó disgustar—, incluso preguntó por varios países donde podrían ir de gira... tal vez regresar a Latinoamérica, amaron ir allá durante Strangeland —aún si las cosas estuvieron descontroladas en muchos sentidos— siendo un lugar muy pintoresco...
—Eso sí, es más recomendable que vayan allá a finales de año, más o menos por noviembre-diciembre —comentó el joven con las manos en los bolsillos —; es más cálido en esa época, a menos que vayan a México, ahí es otoño y seguro hará algo de frío. Ya me veo a Jesse atragantándose con unos cuantos tacos...
— ¿Le gusta la comida mexicana?
—Sí, pero solo la de México, no le sabe igual de otros lugares —el ex-rubio levantó una ceja aparentemente —. Dice que los hechos en otros lugares no saben igual que los tacos hechos en México, y tiene un buen punto. En fin, ¿qué otras opciones tienen para Latinoamérica?
—Bueno... está Chile, también Argentina, Brasil...
— ¿Paraguay? —preguntó algo curioso
—Ah, ¡si! También allá, el público es fenomenal, tengo muy buenos recuerdos de esa visita...
— ¿Incluido firmarle los pechos a tus fans? —preguntó cruzando los brazos y una expresión seria, su amigo enrojeció pretendiendo no saber de qué estaba hablando —Eso fue honestamente muy de alguien de secundaria. Y tú eras un adolescente de treinta y tres años, por algo Nat no te quiso dejar sin supervisión durante Carried By The Wave cada vez que podía hacerlo... —su canoso compañero miró a otro lado avergonzado —En fin, tampoco estabas en un buen lugar, solo te arrastró el espiral de locura.
—Luego de casi siete años de aquella vez, ¿quién de ustedes fue que le dijo a Nat de eso? —preguntó a la par que intentó calmarse, sintiéndose algo avergonzado por sus acciones aquella vez —Rich se echó la culpa aquella vez, ¿realmente fue él quien lo hizo?
—Solo hay un adulto responsable en la banda, y ese es Rich. Sí, fue él quien le dijo a Nat sobre esa vez y te enfrascaste en seguir echándole la culpa a Tim... —desvió la mirada una vez más —Y ya sé, estabas fuera de control en aquel tiempo y no dudo que cuando le echabas la culpa era porque lograste conseguirte alguna porción de cocaína —no tuvo una respuesta —. En fin, dejando ese tema de lado, si regresan por allá seguramente Alice querrá darles un tour por la capital; ella encantada de hacerlo, solo pídanselo y aceptará sin problemas.
—Oh, ¿ella conoce la capital de allá?
—Bueno, ella es paraguaya. Orgullosamente latina y probable te lo friegue en la cara de vez en cuando, feliz de también tener la nacionalidad inglesa... —sonrió un poco —en fin...
Tom volvió a mirarlo un poco mientras seguían caminando, con las manos en los bolsillos a la vez que preguntó curioso cual niño pequeño, casi sin pensarlo.
— ¿Tú alguna vez me dijiste si ella estudiaba algo? ¿Alguna carrera universitaria? Probable sí lo hiciste pero se me olvidó, ya sabes que no siempre estoy prestando atención.
Flint lo miró un momento, tal vez curioso de saber cuál era su interés tan súbito en esos detalles.
—Sociología. Me dijo que tal vez tomaría otra carrera al terminarla... aún no sabe cuál tomar, si algo relacionado a comunicación, filosofía o ciencias políticas, o si hará un postgrado de sociología... le gusta mucho lo que tenga ver con ciencias sociales y humanidades. También es buenísima con ciencias naturales y salud, de hecho a Helena seguro le hubiera encantado que siguiera la carrera de medicina y más porque sabe muchísimo del cuerpo humano, enfermedades y esas cosas, pero no le apasiona tanto... llegó a considerar incluso veterinaria, solo que es muy sensible al sufrimiento de los animales —tomó una breve pausa, luego prosiguió —. También pudo ver cualquier carrera que incluya ciencias exactas y más porque así le sería aún más fácil ayudarme con los inventos, le daría más credibilidad y demás, pero no le gustó la idea... ¿por qué la pregunta? —solo se encogió de hombros en respuesta, indicando simple curiosidad —Si le contaras seguro se identificaría mucho contigo por eso...
—Con todo lo que me contaste respecto a su vida a lo largo de los años, realmente no lo dudo... —que alguien se identificara con la oscuridad del otro era difícil —Pero no creo que le cuente. Es algo que no le diré a nadie más y se irá conmigo a la tumba...
—Nunca se sabe... tal vez ella se abra contigo en algún momento... —tomó una ligera pausa a la vez que suspiró —A veces las cosas pasan, tal vez en algún punto simplemente hablen, tal vez establecer un poco de confianza... desahogarte...
Su voz se fue apagando con lo último y luego regresaron a un cierto silencio en lo que quedó pensando, ¿en qué? Ni él tenía idea, de hecho eran bastantes cosas al punto que no era nada, tal vez solo las tenía revueltas, no estaba seguro, era lo más probable... así que, solo siguieron con el camino.
Luego de otro rato, llegaron al gimnasio; pasaron dos horas ahí, con el joven sentado, esperándolo para terminar sus actividades en lo que no bajó su teléfono por un largo rato, posiblemente planificando cosas o tratando de tener sus pensamientos en orden en lo que él siguió sus rutinas de entrenamiento... de tanto en tanto se hacía ideas de cómo sería esa vida que su amigo llevaba por años, tantas cosas que escuchó —inclusive, algunas cosas turbias— y vio en ciertas ocasiones sobre la caótica vida de ambos —y de hecho tampoco le sorprendía que terminó llegando a un colapso nervioso esa noche, tarde o temprano debió pasar en su opinión con la cantidad de cosas que tenía guardado— al punto de genuinamente esperar que en algún punto pudieran encontrar estabilidad para llevar una vida más tranquila.
Y mientras tanto algo más que pensó es que, si debía ser realista, tardó bastante en iniciar el espiral de locura con todo lo que sabía le pasó en su vida, lo cual solo en más de una ocasión demostró que tenía la fuerza suficiente para continuar por su cuenta de alguna forma con su vida aún si el suelo le tembló de manera catastrófica en más de una ocasión — algo que... bueno, no le pasó a él después de... suspiró hondo y siguió con lo suyo, tratando de concentrarse y no desviarse por completo, de regresar a sus pensamientos previos. Con suerte, con su intervención de hace unos días y el comenzar a llevar la terapia sería el freno que podría salvarlo de caer de cabeza a un descontrolado espiral de locura, salvarlo de no cometer los mismos errores que él o Tim...
Solo pensar que ese mismo joven lo salvó unos cuantos años atrás estaba en problemas era... raro, más porque siempre le pareció muy parecido a Tim de alguna forma a la vez que a veces parecían compartir la misma neurona, al mismo tiempo que podía ser su propia persona y sentirse cómodo con él. Y no era raro ese parecido que tenía con el pianista si de todos modos lo veía como un hermano mayor así como Jesse, tanto que se le terminó por pegar esa finura en su forma de lucir, con su cabello largo generalmente atado de forma prolija en un rodete, la barba corta y ordenada, teniendo muchos modales a la hora de hacer las cosas e intentando de forma constante ser elocuente y claro —mayormente al hablar de ciencia o cualquier rama científica, intentando, casi sin éxito, ser lo más simplista y claro posible—; pero, nunca se imaginaría que llegaría al punto de estallar de esa forma.
Sí, tal vez tarde o temprano terminaría estallando, solo que jamás se imaginó realmente que sería capaz de llegar a tal extremo de locura por más que solo fue el principio... a veces el amor simplemente dolía demasiado, más cuando las cosas terminaban de una forma tan abrupta y sin ser esclarecidas en su momento, sumado al hecho de ser consecuencia de una enorme cantidad de cosas que se acumularon con el paso de los años que se tragó por completo a tal punto que eso fue la gota que colmó el vaso.
Un montón de oscuridad y problemas que estallaron en su cara y que ya no era capaz de controlar. No tenía otra forma de describirlo; ahora estaba calmado, ¿por cuánto tiempo? En el fondo seguía sensible por más que intentara aparentar calma en esos momentos, y realmente seguía preocupado que pudiera desbordarse mucho más de lo que ya lo hizo; esperaba que la terapia lograra ayudarlo al menos a lograr estabilizar de nuevo su suelo para seguir adelante, llegar a términos con una buena cantidad de cosas (turbias) que les llegó a contar años atrás.
Thomas Chaplin tal vez podía ser una persona malhumorada, con un carácter más o menos huraño, socialmente incómodo, intolerante en muchos sentidos, junto a un ego tan grande que ni su enorme frente era capaz de cubrir, con ganas tremendas en otras ocasiones de preferir quedarse en la casa cuidando del jardín como un viejo jubilado —uy, debía comprar fertilizante para su huerta ahora que lo recordaba—, sin mencionar su humor malísimo y negro con olor a cloaca de vez en cuando, chistes tan malos que ni gracia tenían y canciones propias con potencial enorme pero mal llevadas en términos de producción; pero, si tenía la oportunidad de ayudar a alguien cercano a que no se fuera derechito a la mierda y mucho menos tomar malas decisiones de las cuales se arrepentiría por el resto de su vida, entonces lo haría.
Al terminar con sus rutinas un par de horas después estaba listo para regresar a la casa, aunque...
— ¿Cómo que tienes trabajo? —preguntó
—Sí, tengo algunas cosas pendientes y tengo que terminarlos para dentro de una semana —respondió, no evitó suspirar hondo y recordar que otro rasgo que bien compartía con Tim (y Jesse) era cierta... obsesión al trabajo —. Debo entregar algunos prototipos a los socios, hacer algunas pruebas y...
— ¡No, no, no! —interrumpió, respiró un poco hondo y prosiguió —: A ver, se supone que viniste para tomar un descanso y despejar tu mente, eso incluye despejarte del trabajo, los inventos y todo lo que tenga que ver en general. ¿Acaso no hay otra persona que pueda cubrirte mientras tanto? ¿O no puedes avisarles que estarás indispuesto por tiempo indefinido?
—Tú sabes cómo son las cosas —respondió algo agrio —, no es que tenga muchas opciones respecto a mi trabajo con las empresas.
—Pero no creo que te cancelen, jamás encontrarían a alguien igual de genial que tú y que no cobre tanto por los prototipos que tienes —su amigo desvió la mirada —. A ver, ¿quién más compactó vehículos en una llave antes que tú?
Él se calló un momento.
—Nadie...
— ¿Quién más diseñó varios prototipos de autos voladores que no requieran de algún combustible fósil y de vez en cuando basados en las películas de Hombres de Negro?
Desvió la mirada, con cierto aire de modestia.
—Nadie...
— ¿Quién más diseñó un motor de motocicleta que utiliza la adrenalina como combustible? ¿O un jodido reactor ARK de esos de las historias de Marvel? ¿O un sistema GPS basado en el ADN de las personas para tener una ubicación más exacta sin importar dónde esté, qué tan profundo bajo la tierra se encuentre o qué tan lejos se encuentre del planeta? —sí, él creó todas esas cosas y algunas más —Y la lista sigue y sigue, seguro lo sabes y también que ya entiendes mi punto. Estarás bien, nadie te va a cancelar si decides tomarte un descanso como de todas formas la posibilidad que encuentren a alguien así de inteligente es de muy baja a nula.
—Tampoco es una probabilidad nu...
— ¡No me contradigas Lockwood! —interrumpió, levantando el dedo índice —Estoy total y completamente seguro de lo que te dije así que no contradigas mi instinto. Nos iremos a casa y les avisarás que tienes problemas personales y te tomarás un descanso indefinido. ¿Okay? Okay. Fin de la discusión.
No tenía nada de malo ser modesto en algunas ocasiones, o todo el tiempo; pero a veces parecía molestarle cuando alguien era así porque le daba ese sentimiento que era para que besaran sus pies o algo así, igual sabía que era parte de su personalidad por más que a veces debía darse algo más de crédito en lo suyo y reconocer sus logros. Esa modestia, en su opinión, parecía otra cosa que se le pegó de Tim por más que de hecho ya era así cuando lo conocieron (y de hecho, también era mucho más energético y alegre en contraste a su forma actual de ser).
— ¿Al menos podría trabajar en el álbum o algo? Porque siento que me volvería loco si ni eso pudiera hacer.
Abrió la boca para decir algo, luego pareció pensarlo unos momentos.
—Solo en el álbum porque al menos supondré que será mejor distracción, ¿está bien?
La expresión de "mejor es nada" de su amigo dijo todo. Zanjado el asunto, regresaron a la casa nuevamente a pie, ahora en silencio, cada quién en su mundo por un buen rato, en un ambiente tranquilo y sin mucho movimiento.
—Entonces... mañana empiezo con la terapia... —habló Flint — ¿Y cómo es? Digo, las preguntas y demás cosas... el espacio...
Tom lo miró con las manos en los bolsillos.
— ¿Qué Alice no va a terapia? —preguntó algo extrañado, creyendo que le pudo preguntar a ella en el pasado, su amigo asintió un poco — ¿Nunca se lo preguntaste o quieres otro punto de vista? —No tuvo respuesta, suspiró un poco, colocando sus brazos tras su cabeza —Bueno... al principio son preguntas sobre quién eres, tus familiares y otras cosas. Se crea un ambiente de confianza para que puedas desahogarte con el tiempo y luego trabajas en ello con el tiempo...
— ¿Y en qué punto se volvería algo... psiquiátrico? —preguntó un tanto curioso
Bajó los brazos de regreso a sus bolsillos, pensando bien sus palabras a la vez que hacía algunos gestos faciales.
—Hmm... eso ya dependería de qué tan grave es el diagnóstico.
— ¿Y cómo es el diagnóstico? Digo, ¿te hacen alguna prueba para saber si tienes algún problema? —el rubio asintió — ¿Qué clase de pruebas?
—Es más un test donde vas respondiendo con cómo estuvo tu estado de ánimo durante los últimos días... dependiendo de eso hacen un conteo y sacan una conclusión... —se rascó un poco debajo de la nuca —creo que iba así... es un poco más complejo de lo que suena, además hace tiempo no lo hago como estoy estable desde hace mucho, igual me dijo que en algún momento corro el riesgo de recaer teniendo en cuenta mis antecedentes.
Y la verdad sí que había mejorado mucho desde la última vez que se hizo el test a finales del 2017 donde se notó un aumento en su autoestima, además de una mejor capacidad de autocontrol (que no lo dejaba excento de ganas de pelearse con otros vía Twitter de vez en cuando) entre otras cosas...
Dime Tom, ¿cuándo fue la última vez que hablaste con Tim? —recordó que le preguntó, sin él saber bien la respuesta.
Creo que fue hace un par de años... —respondió con la mirada baja, mirando a sus manos cruzadas sobre sus muslos —La última vez que lo vi fue en el Festival de Battle del 2015, ¿por qué?
Recordó cómo se enderezó tras el escritorio en una posición más seria, acercando el asiento giratorio contra el mueble.
Creo que sería una buena idea que volvieras a hablar con él —dijo con un tono calmado colocando los brazo sobre la superficie —. Es una persona muy importante en tu vida, y ahora que mejoraste mucho con tu personalidad, creo que sería bueno que intentes reconectar y hacer las paces con él, así también haces la paz con una parte de ti mismo.
Para noviembre decidió contactarlo luego de casi dos años de distanciamiento voluntario (esa era otra historia) con la intención de invitarlo a pasar Navidad con él y su familia por más que sabía que era alguien adverso a las festividades de Fin de Año (un "Grinch" como dirían muchos), el cual pasaron en un ambiente tranquilo e inicialmente incómodo por supuesto, con Lilac, Anna y Freya de visita mientras se pusieron al día en ese ambiente raro que en su opinión era "romántico" frente a la chimenea; días después fue a visitarlo a su casa para escuchar algunas de sus canciones, quedándose enganchado con una de ellas...
No evitó llevarse una mano y presionar el puente de su nariz en lo que otros miles de pensamientos aparecieron...
Carajo, su mente no tardó en hacerse un lío.
Decidió dejar de ver en el pasado un rato y volver al presente.
Por lo menos regresaron al fin a la casa luego de una larga caminata, buscando darse una ducha y seguir con sus quehaceres en lo que su amigo regresó a su habitación en silencio, con cierto aire de melancolía e inseguridad — o al menos eso era lo que pudo percibir. Agarró un pequeño bloc de notas y comenzó a anotar lo que faltara en la casa, yendo primero a la cocina (preferentemente en la nevera), luego arriba en su habitación para curiosear entre sus cosas y las de Nat, pasando a su baño, la habitación de Freya, también su baño, las cosas de limpieza, comida para Glorious, el baño de invitados...
Sus ojos se prendieron con cierto brillo de curiosidad en esos momentos, su amigo estaba en su habitación, probablemente preparando algunas cosas, ¿qué había de su amiga? Tenía curiosidad por hablar con ella al menos un rato en algún momento, tal vez podía intentarlo en ese momento, ¿cierto? Ver cómo estaba e intentar entablar una conversación para conocerse y romper algo el hielo al ser su primera interacción un tanto incómoda y más al haber sido en una situación desfavorable de un amigo en común.
Al menos cuando se fueron parecía que estaba estudiando, tal vez ya terminó sus actividades y estaba haciendo otra cosa; Nat aún estaba trabajando y Freya todavía no regresó de la escuela, por lo que le daba un rato para intentarlo antes que su princesa le exigiera toda su atención. Despacio fue a la habitación de Alice para ver qué hacía, abriendo la puerta despacio y encontrándola vacía y con la ventana abierta... lentamente hizo su ingreso a la habitación sin encontrar más el escritorio que usó antes de irse que tampoco tenía idea de dónde lo sacó, Creo que esto me va a traer más de un dolor de cabeza... pensó un momento. Era hora de prepararse mentalmente para poder aguantar las cosas raras que pudieran pasar, básicamente; con eso decidió ir a ver de nuevo a su amigo, viéndolo arreglar algo de ropa para darse un baño al parecer.
— ¿Qué sucede Chaplin? —preguntó en un tono suave y sin mirarlo.
—Solo vine a revisar que no necesites nada... —respondió —intentando ser buen anfitrión y demás, espero no ser pesado con eso... —bajó un poco la mirada, no era muy bueno para esas cosas
—No, no lo estás siendo —dijo aún sin mirarlo —. Así que no te preocupes por eso... de todos modos, ¿quieres hablar de algo? ¿O solo vienes a ver cómo estoy?
Se mordió un poco sus mejillas que enrojecieron ligeramente con un poco de vergüenza de preguntarle sobre la joven otra vez.
—Quería saber si querrías algo especial para cenar —mintió —, no tengo problemas en cocinar cualquier...
—No tienes por qué darme el gusto... —interrumpió, volteándose a mirarlo —Sigo siendo yo de todos modos... —La verdad no lo entendió muy bien que digamos —sigo siendo Flint... no porque no me sienta bien significa que debas tratarme así... —¿acaso veía su amabilidad de esa forma? —No tengo problemas con lo que sea que quieran preparar, no te preocupes por mi... podrías ver si Alice tiene algún antojo especial esta noche.
Frunció los labios ligeramente.
—Fui a verla hace un momento y... no está... —su amigo lo miró un momento, luego desvió la mirada —digo, estaba estudiando hace rato por lo que pareció pero ya no está.
— ¿Te fijaste si dejó la ventana abierta?
—Sí, estaba abierta.
—Debe estar recorriendo el patio trasero como no había nadie, entonces. Si es que no fue a recorrer el bosque, probablemente le guste pasar un buen tiempo por ahí más que quedarse encerrada aquí dentro.
Tom parpadeó un momento en lo que sintió algo en su mente hacer un extraño "click" entre la pregunta y la respuesta.
— ¿Insinúas que saltó por la ventana?
—Insinuar no es lo mismo que asegurar que salió por la ventana. No dudo que entre de nuevo por ahí, de todos modos hace lo mismo siempre que puede.
No evitó curvar una sonrisa involuntaria al escuchar eso, recordándole así mismo cuando era niño, recordó las veces que llegó a saltar por la ventana en casa de los padres de Tim por puro placer y por mera ocurrencia de su mente inquieta y traviesa, encerrándose a veces en el baño y escapándose por la pequeña ventana sin ninguna dificultad. Por supuesto que después de eso siempre recibía escarmientos de sus padres por escaparse de esa forma y casi darle un susto de muerte a sus tíos, siendo defendido por Tim para que no fueran tan duros con él en sus castigos.
Tim era una de las razones por la cual creció como un niño malcriado, siempre cuidándolo y consintiéndolo de niños, muchas veces incluso robándose algunas galletas de su mamá que eran para sus pacientes en el consultorio, generalmente para hacerlo sentir mejor después de una caída o de algún escarmiento de Richard (tal vez su constante mal humor también venía de ahí) que también intentaba corregirlo debía decir, muchas veces haciéndole más caso a él que a su hermano menor TomRO.
En algún momento debería ir a visitarlos de nuevo, eran sus tíos y realmente quería mucho a ambos... por más que se exponía bastante a que su tía le pinchara los cachetes como de antaño sin importarle que ya fuera un cuarentón, y de todos modos también era un hecho seguro que les encantaría conocer a Freya, donde tampoco descartaba se salvaría de algunos pinchasos en el rostro. El pensamiento fue tal que se estremeció un poco, masajeando sus cachetes con la yema de los dedos al revivir la agonía de las veces que las personas lo pincharon por considerarlo adorable e incluso más al recordar lo colorado de su rostro después de eso, sintiéndose avergonzado.
No por nada Rich llegó a llamarlo Tomate por un tiempo hasta que dejó de considerarlo divertido. De hecho, el recordar eso también lo puso rojo una vez más, desconectándose de la realidad un buen rato en lo que su amigo levantó una ceja en confusión; al darse cuenta de eso enrojeció incluso más, alegando que no era nada a la vez que se retiró, Puta mierda, pensó pasándose una mano por todo el rostro, respirando hondo a la vez que intentó calmarse un poco e ir al baño a lavarse la cara para bajarle al ardor de la vergüenza. Eres muy dramático Chaplin, pensó de nuevo. Unos cuantos pinchazos de niño tampoco es para tanto... aunque igual se hizo la idea que su tía Maggie pincharía sus cachetes sin piedad alguna si lo viera.
Antes de hacer cualquier otra actividad, revisó la hora en esos momentos, viendo que eran las cuatro de la tarde y Freya no tardaría en llegar de la escuela por lo que procedió a prepararle su merienda; lo bueno era que no faltaba demasiado para que las vacaciones llegaran, más o menos a mediados de mayo-principios de junio estaría libre. Pero ahora tienes que practicar para tu recital de canciones de Queen con la mini-gira y también tendrás las grabaciones del nuevo álbum, que probable tome el verano entero. Carajo, era cierto, Además, tienes a Flint encima además de Alice. Respiró hondo ante ese recordatorio tan súbito de su mente, sin darse cuenta cómo prácticamente todo se le acumuló de golpe más el problema inesperado.
Bueno, algunas cosas eran gajes del oficio por lo que solo le quedó cooperar e intentar ser optimista de que las cosas saldrían bien. Aún no sabía cuánto tiempo se quedarían ni cuánto tomaría para su amigo recuperarse aparte que sería un proceso lento que todos acompañarían de cerca para que no se sintiera solo en medio de eso... por un rato pensó en las preguntas del joven sobre el asunto de la terapia, notándosele inseguro de si era una buena idea, probablemente para intentar retractarse en algún momento por más que sería tarde y más porque hizo un trato entre varios en intentar desprenderse de la mierda y seguir adelante.
Fuera de eso, le preparó un sándwich tostado de queso a su princesa más algo de jugo de naranja a sabiendas que regresaría muy hambrienta, seguro con tarea e igualmente con muchas energías, rebosando siempre de eso sin faltas. De todos modos, por algo era su pequeño rayo de sol y también su pequeña terremoto... no iba a negar que era igual a él a su edad, la única diferencia era que Freya es mucho más terrible y traviesa, además de ser más segura y decidida. La sangre no es agua dijeron, cuando Tim la conoció hace dos años notó en su expresión que lo vio en ella al punto de tratarla igual a cuando eran niños, solo que la edad pareció hacerlo mucho más dulce que en aquellos tiempos lejanos.
Es idéntica a ti —le dijo en cuanto se fue a jugar con Anna y Lilac a otro lugar de la casa, sus ojos brillaron con nostalgia incluso —, la misma cara, mismo cabello, misma energía... me atrevo incluso a decir que es una mini-tú.
¿Una mini-yo? ¡Claro que no! —respondió cruzándose de brazos —Mi princesa será mucho mejor persona de lo que fui en toda mi vida, estoy completamente seguro de eso.
Hasta ahora creía fervientemente en eso, por más que no pudiera evitar malcriarla demás en ocasiones. Era su princesa y su más grande orgullo, y de hecho ya demostró en más de una ocasión ser distinta a él, por lo que su más grande meta en la vida terminó volviéndose que no sufriera lo que sufrió y que pudiera ser feliz; también intentaría no sobreprotegerla y dejarla vivir la vida con todo lo bueno y lo malo, estar ahí cuando se sintiera triste o necesitara hablar con alguien, dejarle en claro que no debía guardarse nada porque le haría mucho daño... cosas que aprendió un tanto tarde en su vida, tomaría todo su dolor y se lo llevaría para que pudiera ser plena.
En medio de sus pensamientos escuchó la puerta del frente abrirse junto a algunos chillidos muy alegres, encontrándose abrazado fuertemente por una pequeña de cabellos largos, rubios y rizados de cinco años, rostro ovalado, brillantes ojos verdes y mejillas rosadas, junto a una nariz pequeña como la suya más una sonrisa alegre y bastante mañosa.
— ¡Papá! —exclamó la niña con mucha energía.
— ¡Hola princesa! —exclamó alegre, alzándola en sus brazos con ella chillando feliz — ¿Cómo le fue a este hermoso rayo de sol en la escuela hoy? —preguntó cariñoso, con sus ojos verdes brillando de felicidad
— ¡Muy bien papá! —respondió — ¿Y tú? ¿Ya vinieron el tío N-woo y su amiga? ¿Dónde están? ¡Quiero verlos!
Él rió un poco en respuesta, con su pequeña muy alegre.
—Primero la princesa debe ir a cambiarse de ropa y luego merendar un rato, ¿está bien? —le dijo en tono amable y dulce
—Pero quiero ver a mi tío —dijo mañosa —, por favor papá...
—La señorita primero irá a dejar sus cosas y cambiarse de ropa antes de saludar a su tío —escucharon una voz femenina tras ellos, viendo a Nat entrar a la cocina —, y no quiero excusas ni "peros", Freya. Hazle caso a tu papá, puedes saludar a tu tío después.
La pequeña le hizo caso, bajando de los brazos de su padre y yendo rápido por las escaleras a su habitación en lo que su esposa se le acercó con una sonrisa, él bajó la mirada un poco y se acercó a besarla cariñosamente.
—Hola Nat... ¿cómo estás? —preguntó aún con el tono dulce en su voz, una que hasta ese punto solo reservó a su familia
—Bien, ¿y tú? ¿Cómo has estado Tom? —ella lo miró a los ojos sonriendo — ¿Ya llegaron los invitados?
—Sí... Flint está en su habitación y Alice... bueno, ella no tengo ni idea de dónde se metió —claro que levantó una ceja en respuesta —. No estaba en su habitación cuando regresamos y me consta que así fue cuando nos fuimos; él dice que probablemente está explorando el campo y que saltó por la ventana —ella se contuvo algunas risillas en respuesta —. ¿Qué?
Nat negó con la cabeza.
—Creo que se llevarán bien ustedes dos.
No dijo nada como le dio un beso cariñoso y se dispuso a ir a darse un cambio de ropa, ahora con Freya corriendo por las escaleras y su madre diciéndole que no lo hiciera de nuevo para no caerse, pasándola totalmente por alto en lo que regresó a la cocina para merendar, comiendo bastante hambrienta, algo rápido y sin muchos modales que digamos; nada más al terminar volvió a preguntar por su tío muy alegre, el rubio la alzó en sus brazos y se la llevó a la habitación, tocando primero la puerta antes que nada.
Al recibir la indicación de pase, la pequeña abrió la puerta y fue a tirarse a los brazos de su tío bastante alegre con un grito de felicidad más un "¡Tío N-woo!"; el joven la alzó en sus brazos, notándolo muy feliz de verla al punto que sus ojos azules adquirieron un brillo de alegría... y la verdad no lo culpaba, Freya lo quería mucho y se notaba también que a él le encantaban los niños; muy en el fondo creía que tal vez era porque también querría una familia propia, o tal vez veía a alguien más en ella. Cualquiera fuera la realidad, siempre se daba el rato de jugar con la pequeña o enseñarle cosas, logrando en muchas ocasiones mantenerla quieta y concentrada a la hora de aprender algo.
— ¿Cómo está la princesa de la casa? —preguntó con una sonrisa sincera aún con ella en sus brazos
— ¡Muy feliz tío! —exclamó ella — ¡Te vas a quedar a vivir con nosotros! ¿Vino Cecilia contigo? —preguntó alegre, el joven la bajó con ella dando algunos saltitos en su lugar
—No, solo vine yo —respondió acariciando su cabello —, pero cuando tenga tiempo iré a buscarla para traerla a jugar contigo, ¿está bien? —ella asintió sin parecer tener muchos problemas
— ¿Puedo quedarme contigo? ¡Por favor! ¡Por favor! —insistió bastante mañosa — ¡Léeme un libro de ciencias! ¡Sobre los volcanes y esas cosas! ¡O sobre animales!
Antes que pudiera darle una respuesta clara, la pequeña salió corriendo a buscar uno de los libros de ciencias que tenía por ahí en su habitación y diciendo de esa forma que le haría caso ya quisiera o no, haciendo reír tanto al padre como a su amigo.
—Estuvo preguntando desde el domingo cuándo vendrías, realmente se emocionó de escuchar que te quedarías un tiempo con nosotros —habló riendo un poco —. Hoy por la mañana insistió quedarse aquí a esperarte conmigo, Nat logró convencerla de irse a la escuela igualmente... por supuesto que no le quitó la emoción de encima.
—Vaya, qué halago... —respondió en un tono bromista y a la vez sincero —de verdad es muy dulce de su parte verme así...
—Tienes la gratitud de esta familia hermano, realmente eres apreciado; hiciste mucho por todos aquí así que... —el joven desvió la mirada un poco con las mejillas rosadas —Eres demasiado modesto.
Freya regresó a toda velocidad en esos momentos con un libro de biología para niños para que le hablara sobre los animales, como le divertía mucho aprender sobre ellos. El joven se sentó en la cama junto a la pequeña de largos rizos rubios, quien abrió en una página aleatoria para que le hable sobre los delfines en lo que los dejó solos, cerrando la puerta despacio; al menos con ella presente se distraería algo de sus problemas como dirigiría su atención en entretenerla y enseñarle cosas.
Por unos momentos se preguntó si sería algo prudente revisar una vez más si Alice ya regresó o no a su habitación como tampoco quería entrar e incomodarla de alguna manera, al mismo tiempo que tenía bastante curiosidad... tenía también un montón de preguntas por todo lo que sabía por parte de Flint respecto a esa oscuridad en ella, al mismo tiempo que tampoco quería ser... ¿cómo decirlo? Metiche. Básicamente se metería a donde nadie lo llamaba a la par que su curiosidad de niño pequeño le exigía respuestas de una u otra forma; del mismo modo haría un esfuerzo de resolver sus dudas en la medida posible.
Es una locura que lograra esconder algo tan importante por tanto tiempo sin que se entere, ¿no? Pensó un momento, Tal vez logró engañarla por completo para que no se diera cuenta.
Muy en el fondo creía que tal vez aún estaba decepcionada que no le dijera la verdad, mucho menos ser la única que no sabía nada entre sus amigos sobre la "vida secreta" de quien se supone era su hermano del alma, alguien de quien raras veces se despegaba (lo cual era verídico) de su lado, al mismo tiempo que parecía entender que tampoco era su obligación decirle nada al ser su círculo de amigos y que no era algo que obligatoriamente debían compartir por más que tenía sus ventajas compartir conocidos (como lo fue en el caso del domingo por la madrugada).
Igual eso no restó el hecho a ser una situación bastante conflictiva que tal vez no estaría absuelta de discusiones en algún momento, solo que no lo veía a un nivel malo, no al nivel al que llegó con sus amigos... Ellos sí hablan entre ellos, estarán bien. Son diferentes a Tim y a mi... pensó otra vez en un cierto intento de ser optimista. Tenía fe en que las cosas saldrían bien porque al menos, de entre todas las cosas que sabía de esos dos es que la más grande diferencia era que su amistad era mucho más sólida de la que su amistad con el pianista fue. Pero enterarse de las cosas de esa manera... ¿no fue una enorme traición a su confianza? Por más que lo entienda... le escondió algo muy importante...
Muy en el fondo tenía un oscuro presentimiento que cual fuera el tiempo que estuvieran en la casa, la amistad de ambos cruzaría una prueba de fuego a un nivel completamente nuevo y mucho más fuerte que cualquier vez anterior. Nueve años de amistad era mucho tiempo (nada comparado a seguir conservando a tus amigos de la infancia, pero daba igual) a la vez que por más que fuera una historia larga, no le quitaba que siempre podía ser algo frágil y capaz de acabar en cualquier momento.
Intentando poner sus pensamientos aparte, tocó la puerta buscando saber si ya regresó de donde fuera que fue; al escuchar un positivo de su parte entró despacio y con cuidado, encontrándola acostada en la cama, sentándose a toda velocidad en cuanto lo vio entrar quitándose el par de headphones de la cabeza, poniendo en pausa lo que fuera estaba escuchando.
—Hola Alice, ¿cómo estás? —preguntó curioso en lo que observó un poco su alrededor, viendo que el escritorio donde estuvo leyendo hace poco desapareció.
—Estoy bien, ¿y usted? —preguntó educada y aún algo tímida sin mirarlo mucho a la cara.
—Ey, nada de "usted" ni "señor". Puedes llamarme Tom así como así, no hace falta que seas tan formal conmigo —sonrió sincero, sentándose a una distancia prudente —. ¿Hay alguna forma en la que pueda llamarte? ¿O Alice está bien? —ella lo miró un breve rato, para luego asentir un poco —Bueno, entonces te llamaré Alice —al menos así sería por ahora —. Vine a ver si no quieres nada específico para cenar esta noche... ya sabes, pizza, o salchichas...
—No... no quiero abusar de su hospitalidad... pueden cenar lo que quieran...
— ¿Estás segura? De verdad no es problema si quieres algo en específico... —ella volvió a negar con la cabeza en — ¿O aún estás insegura de ser caprichosa? —preguntó en tono de broma, sacándole un sonrojo algo penoso con algunas risillas, tal vez intentando soltarse sin mucho éxito —Bueno, entonces tómate tiempo para eso... de verdad si quieres o necesitas algo solo puedes decírmelo.
—Está bien, lo tendré en cuenta... —respondió rascándose la nuca, haciendo un gesto con una mano sobre su hombro derecho, como alejando algo de ahí —Y, en serio gracias por ayudarlo... creo que no podría lidiar muy bien con esto por mi cuenta... siempre fue mucho más estable que yo y verlo así es... desesperante... digo, llegué a verlo desgarbado en el pasado pero este punto es...
Nuevo, extraño, desconocido y algo desesperante para ambos lados al parecer. Sus manos bajaron sobre sus piernas a la altura de las rodillas, más o menos cerradas en puños como si así intentara contener un montón de cosas en su interior; amistoso recordatorio que aún era un relativo desconocido para ella... Vamos Chaplin, intenta mostrarle algo de soporte...
—Para nosotros también es una sorpresa y una enorme preocupación que cayera tan bajo... —ella lo miró en esos momentos —Digo... lo vimos muy desgarbado en el pasado, sabemos que ustedes dos pasaron por muchas tragedias en los últimos diez años y siento si estoy invadiendo tu privacidad por saber de estas cosas sin que me las dijeras solo... tampoco pensé que alguna vez lo vería así, parece alguien tan fuerte... realmente espero que logre salir de esta, siempre es difícil al principio...
—Pero también hay que buscar la luz al final del túnel... —continuó ella, bajando la mirada —una luz que no todos encuentran... y un lugar donde perderse es tan fácil que tal vez no vuelvas a ver la luz...
Muy, muy en el fondo sintió que resonó con eso último que dijo sin estar del todo seguro por qué exactamente más allá que parecía hablar de la experiencia personal — ¿acaso le estaba diciendo algo y no lo captaba como tal? Tragó en seco un poco, antes de poder decir algo Freya entró a la habitación cual terremoto junto a su papá, bastante alegre y mañosa buscando pedirle algo hasta que se puso algo tímida al ver a la joven al ser una desconocida de ese lado.
—Freya, ella es Alice y es la hermana menor de tu tío N-woo.
La pequeña la miró un poco tímida, saludando de la misma forma con cierta curiosidad en sus orbes verdes; Alice de su lado sacó una hoja de papel de su manga, sorprendiendo un poco a la pequeña, viéndola hacer algo de origami y darse cuenta entonces que era una pequeña mariposa en pocos segundos, para la mayor sorpresa de Freya, la mariposa de papel comenzó a batir sus alas como si estuviera viva y luego salir volando por la ventana, causando que sus ojitos brillaran más.
— ¡También eres mágica! —exclamó emocionada — ¡También haces magia como el tío N-woo!
Tanto Tom como Alice rieron un poco en respuesta.
—Bueno, ella es quien le enseñó a tu tío algo de magia, ¿no es así?
La pequeña no pudo evitar chillar muy alegremente al escuchar eso, comenzando a bombardearla con un montón de preguntas a diestra y siniestra sin parar con muchas energías que dieron la impresión que no se agotaría así como así; preguntándole quién le enseñó magia, cómo le enseñó a su tío y si podía enseñarle, haciendo que Tom debiera desviar su atención al decirle que su mamá la llamaba —por pura casualidad, Nat la llamó para ir a hacer la tarea, ella le hizo caso aunque volvió a bajar a la habitación de Flint—, haciéndolos reír un poco en lo que Nat se acercó a saludar.
—Oh, tú debes ser Alice —saludó Nat con una sonrisa, la joven se puso de pie para saludar con una ligera reverencia —. Es un gusto conocerte, Flint siempre habla mucho sobre ti —ella desvió un poco la mirada con un sonrojo —, espero que te sientas cómoda y en casa.
Ella asintió un poco en respuesta aún bastante tímida, para luego dejarlos solos una vez más en un silencio más o menos incómodo; Vamos, pregúntale algo Chaplin, cualquier cosa. Solo intenta no parecer muy intrusivo... Aunque en esos momentos no se le ocurría nada para preguntarle sin parecer demasiado curioso por cosas que probable ya sabía — Tal vez se vaya dando otra oportunidad para hacerle preguntas.
—Entonces mañana comenzará terapia... —habló ella sacándolo de sus pensamientos, la miró un momento, notando sus ojos brillando un tanto triste —Espero que pueda mejorar con eso... que se saque todo de encima... no quiero verlo sufrir así... no me gusta verlo sufrir así... no se lo merece... ya pasó por demasiado como para que ahora tenga que pasar por esta mierda...
—Del otro lado, supongo que tarde o temprano pasaría, ¿no? —preguntó, ella lo miró en respuesta —Tarde o temprano todo esa mierda acumulada, casi veinte años de estrés acumulado explotaría de alguna forma... lo mejor que podemos hacer es apoyarlo, que sepa que no está solo... hizo mucho por todos así que...
Tuvo una sonrisa pequeña en respuesta en lo que algo le dijo que era mejor dejarla sola y preguntar en otro momento sobre su escapada por la ventana entre otras cosas, poniéndose de pie para retirarse de ahí. Cayó en cuenta que aún no se dio un baño desde que llegó del gimnasio y que apestaba a chivo — Mierda, ¿hasta ahora te das cuenta? Rió un poco al pensar que besó a Nat y alzó a su princesa hecho un cerdo; con tantas cosas en la cabeza se le olvidó.
Además, tenía un montón de cosas más por delante.
Para no extender más la cosa, el resto del día pasó con cierta normalidad para todos en la casa al tener a Freya distraída con su tío al punto de no despegarse de su lado, él se quedó limpiando un rato su habitación y a Nat le tocó preparar la cena de esa noche —solían intercalarse para eso, al día siguiente sería su turno—, luego ayudaría a su princesa a cepillarse los dientes, cambiarse de ropa e intentar hacer que durmiera temprano, tarea usualmente complicada al tener a una pequeña muy energética al punto de parecer que jamás se cansaría; por algo todos sus conocidos de la infancia y su familia la veían como una mini-él.
La cena fue bastante agradable dentro de todo y más con la deliciosa comida de su esposa —no era que no supiese cocinar, en su opinión Nat era mucho mejor que él— y con Freyita bastante parlanchina, contándoles todo lo que hizo en el día, comiendo un poco desprolija y con su madre recordándole que debía tragar antes de hablar, la pequeña de su lado rió pícaramente mientras siguió comiendo mucho en lo que sus padres y su tío la escuchaban atentamente.
Lo único que le llamó la atención fue que Alice no se les unió para comer, quedándose a ello en la cocina por más que le insistieron unirse varias veces a la mesa y compartir con ellos sin éxito; Tom asumió que aún le costaba mucho adaptarse a todo los eventos de los últimos días, más con la "vida secreta" de su mejor amigo y el doble al enterarse que gente cercana sabía de eso menos alguien que compartía casi todo el tiempo con él.
Al terminar la cena se llevó todo a la cocina, viéndola lavar los platos sucios en silencio casi ajena de todos a su alrededor con un aura un tanto extraña y a la vez familiar, más o menos... melancólica podría decir. Sintiéndola un tanto lejana; eso sí, cuando se acercó para dejar las cosas de la mesa y de paso relegarla, pareció regresar a la realidad, volteándose a verlo un momento un tanto curiosa y hacerse a un lado, dándose cuenta que aparte de lavar sus cubiertos también se encargó de las cosas sucias acumuladas. Tal vez no debería preocuparse demasiado por ella, al menos no por esas cosas o algo así...
De todos modos, luego de despedirse de todos fueron a descansar, tirándose a dormir al lado de su esposa con varias cursilerías que muy posiblemente jamás diría en público, besándola cariñosamente y finalmente tirarse a dormir.
El detalle fue que cuando despertó ni siquiera estaba en su casa y mucho menos en su cama, todo lo contrario: al abrir los ojos se encontró bajo un cielo oscuro en medio de la nada, dentro de un bote salvavidas a primera vista, escuchando el sonido del agua contra los lados de la pequeña embarcación; rápidamente se sentó muy confundido y algo asustado, encontrándose en medio de un mar negro y oscuro al grado de parecer que flotaba en medio de la nada misma... miró a todos lados sin ver a nadie más cerca, sin entender en dónde estaba ni lo que sucedía, lo peor de todo era que más allá de ser un simple sueño, parecía más algo totalmente real.
Tuvo mucho cuidado a la hora de ponerse de pie al no tener mucho equilibrio ahí dentro, apoyándose como pudo contra los lados y ver su reflejo: joven, veintitantos años de pelo rubio largo y rizado... agitó la cabeza, tocándose el rostro y el cabello al darse cuenta que su reflejo y su apariencia no coincidían para nada, asustándose un poco al haber visto al joven Tom de nuevo en él, el joven que no dejaba de hundirse en la mierda y era incapaz de ver un final al túnel donde se metió, el joven que no dejaba de destruir todo a su paso... mierda, ¡mierda! Respiró hondo en su esfuerzo no entrar en pánico y pensar cómo regresar a la costa o algo parecido...
¿Pero cómo lo haría...?
Solo... volvió a acostarse en la embarcación sin entender mucho la situación, escuchando aún el sonido del agua meciendo con suma tranquilidad, así que... solo le restaba cerrar los ojos de nuevo...
Y dejarse ir...
...
(1) Labradoodle: Es creado a partir del cruce de razas entre el labrador y el caniche estándar. El término apareció por primera vez en 1955, pero no se popularizó hasta 1988, cuando este tipo de perro mestizo comenzó a ser usado como perro guía, además de ser un perro hipoalergénico. En la actualidad, estos perros no son considerados como una raza en sí misma por ninguna organización de criadores. No todos los Labradoodles son hipoalergénicos, pero es una cualidad que muchos buscan y aprecian en este tipo de perro. Otro nombre es labraniche.
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