A esa mujer.
Mujer de sonrisa vacía, de sentimientos nulos y de corazón ausente a mis suplicas.
Tú, rosa de oscuros pétalos que representan cada herida que yo hice, al lastimarme con tus delicadas espinas de pasado, la arrogante y distraída mente que tenía mientras me acompañaste aún en soledad.
Cada gota salada que recorrió tu cara, a causa de mi propia desgracia y egoísmo, provocó tu rotunda frialdad a mi persona.
Por eso; ódiame, pero no me olvides.
Prefiero jamás ser perdonado, a ser olvidado, Pilar mío, de mi vida y único de mis emociones, decido tu felicidad a cambio de mis lágrimas. Por eso me voy, esperando ser recordado, aún en los momentos que no compartimos, espero estar ahí, dónde podré estar contigo, ahí espero encontrarte y ser todo lo que en esta vida no pudimos ser.
L~Romero🌷
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