Llegué a casa al rededor de las 6 de la tarde, pase comprando algo super barato para comer, una salchicha a fuera de la estación del metro, para de esa manera ahorrar dinero y comprar maquillaje, mientras estaba en la tienda, no sabía que elegir, la mujer que atendía el lugar intentó asesorarme señalando que productos debería comprar pero, todo lo que me señalaba era algo extravagante y fuera de mi presupuesto así que opte por hacer una llamada al grupo de amigos que tenemos por chat con mis dos únicos amigos, Sing, un alfa promedio y Yut, un Omega dominante, aunque Yut sabía por mucho más que Sing sobre este tema no quise dejar fuera ninguna opinión, así que durante la llamada les conté de cuanto era mi presupuesto y que quería lograr y con lujo de detalle, Yut guió la conversación y me dió nombres específicos de cada cosa, en el tono y la marca, tomé cada cosa que me dijo, pague por ellos y antes de terminar la llamada ambos me dijeron que no tardará en llegar a casa porque ellos llegarían en cualquier momento para saber la razón de esta decisión.

Ni bien llegué a casa le devore esa salchicha barata de dudosa calidad, tomé un baño rápido, me puse ropa cómoda y terminé a tiempo antes de que sonara el timbre, abrí la puerta sabiendo con anticipación quienes eran, Yut y Sing, me hice a un lado para dejarlos pasar y pude notar como Yut traía una bolsa con cepillos y demás artículos para el cabello.

Sing simplemente me miró con una gran sonrisa y preguntó:

¿Quien es?- dijo con alegría y felicidad mezcladas-

¿Quien es quien? - dije con algo de confusión -.

No te hagas el desentendido, te conocemos desde hace 10 años y jamás te has querido maquillar - habló sin dejar su sonrisa-.

Yo no supe que responder porque tenía razón, nos conocemos desde niños, cuando apenas llegué a Nueva York desde Japón, ellos fueron los únicos que al contrario de sentir asco y actuar como todos unos xenófobos se acercaron a mi con la curiosidad e inocencia de un niño de 11 años y jamás se apartaron de mi lado, me conocían muy bien, como no soy nada sociable y como me importa muy poco la opinión de los demás sobre mi apariencia.

No sé de qué hablas, sucede que me salió una oportunidad de trabajo que nadie puede rechazar, es la oportunidad de mi vida que puede impulsar mi carrera, debo ir lo mejor presententado posible, es una gran empresa, de las más grandes de Estados Unidos y necesito destacar - me excusé sin mirar a ninguno a los ojos -.

Ambos se miraron entre sí, se rieron y arremetieron contra mi.

Eso ni tu te lo crees -Dijo Yut con toda la seguridad del mundo- tal vez te podríamos creer si no te la pasaras diciendo que un Omega ni debe destacar por su apariencia, sino por su talento y esfuerzo -hizo una pausa, camino directo a mi, levantó su mano derecha y la colocó en mi mejilla izquierda, pelliscandola y diciendo- y sobretodo, te creeríamos sino estuvieras tan rojo como un tómate-.

Lleve mis manos hacia mi cara y ¡Estaba tan caliente! No podía creer que estuviera así de sonrojado, no podía ganar ese debate, me tenían así que no me quedo de otra que contar todo lo que había pasado el día de hoy.

Ambos me escucharon atentamente y dijeron

¡Nuestro pequeño Eiji se ha enamorado!- gritaron mientras se agarraban de las manos como dos fanáticas que tienen a su artista favorito enfrente de ellas-.

Yo solo me quedé pensando... ¿Amor? No lo sé, jamás lo había experimentado, por lo menos de esta forma, amaba a mis padres y a mis dos amigos con toda el alma pero no de parecía a lo que sentía por el señor Ash... Probablemente, acababa de tener mi primer amor y es un amor a primera vista.
No objeté nada acerca de lo que mis amigos acababan de decir, tenían razón, solo pude sonreír y sentir como mis mejillas de sonrojaban ligeramente.

Entonces, Sing y yo nos quedaremos a dormir aquí esta noche para poder levantarnos temprano y arreglarte mañana en la mañana y no aceptamos un no como respuesta - Dijo Yut con un tono autoritario y sabía qu aunque quisiera no podría rechazarlos- así que vamos ahora mismo a tu armario y si no encuentro algo que me guste mandaré a traer ropa desde mi casa y tendrás que aceptarla si o si.

Asentí con la cabeza y subimos a mi habitación, Yut comenzó a indagar a detalle mi armario, tomó unos jeans negros tallados que hace mucho tiempo no usaba, precisamente porque son muy ajustados, prosiguió a tomar una camisa blanca a botones, hizo que me lo probara, me miró de arriba abajo inspeccionando minuciosamente, tomo su teléfono e hizo una llamada, salió de la habitación, Sing y yo solos nos quedamos mirando el uno al otro, el levantó sus hombros y manos en señal no saber el motivo de la llamada, a los dos minutos Yut regreso y dijo:

Llamé a casa, nos traerán accesorios para completar tu atuendo-.

Pasaron al rededor de 30 minutos, y llegó un auto el cual traía una bolsa con el encargado de Yut y ropa extra para el, supuse que era ropa cosa para dormir. Sacó las cosas y eran unos zapatos negros aparentemente nuevos y unos aretes en un tono café. Me dijo que eso completaba mi atuendo y que me vería espectacular.

Ya teníamos todo, platicamos los tres un buen rato, Sing pidió pizza junto con algunas bebidas y Yut puso su cuenta de Netflix en mi laptop, aunque no era muy grande se podía ver bien, era vieja pero cumplía muy bien sus funciones. Todos estábamos en la sala de estar, yo coloque muchas sábanas sobre el suelo, justo en frente del sofá para que pudiéramos entrar los tres y dormir juntos.
Aunque mucha gente podría tacharnos a Yut y a mí como unos descuidados, debido a que somos dos omegas durmiendo junto a un alfa, en el mismo espacio, nosotros confiabamos plenamente en el, el jamás nos pondría una mano encima, al contrario, el siempre nos cuidaba, un una ocasión, cuando apenas teníamos 14 años estábamos los tres en una salida común, a Yut le llegó su primer celo, estábamos con muchos alfas al rededor que de empezaron a acercar a Yut, Sing no lo pensó dos veces, cargó a Yut y corrió lo más lejos que pudo con el en sus brazos, cuando estábamos alejados de la multitud los dejó en un callejón dónde no había nadie cerca y me encargo de cuidar de el mientras el iba a comprar inhibidores para Yut, se fue lo más rápido que pudo y regreso casi sin aliento con los supresores, claro que yo ya había hablado a la familia de Yut para pedir ayuda y como se esperaba, no tardaron en llegar, los padres de Yut abrazaron a su hijo y agradecieron profundamente a Sing y desde entonces, tanto como Yut y yo sabemos que le podemos confiar muestra vida sin ninguna duda.
Sing se autoproclama nuestro hermano y dice que somos sus almas gemelas, que como el mismo explica, las almas gemelas no siempre se aman de manera romántica, a veces llegan en formas de amigos incondicionales.

De esa forma, los tres nos divertiremos un rato, nos dormimos en la la sala de estar y nos levantamos temprano al día siguiente para poder arreglarme correctamente.