Agradezco que Simón no pregunte nada, que simplemente me abrace con fuerza mientras me lleva con delicadeza hasta el salón.
-¿Qué pasó? -pregunta una vez me sienta a su lado.
Antes de contestar lo miro. Parece que acaba de salir de la ducha, va sólo vestido con un pantalón, ni siquiera lleva zapatillas.
-Siento haberte molestado -contesto.
-Eso no es una respuesta, Elvira -intenta volver a la conversación.
Sí, pero... ¿soy yo o ha dicho tu nombre de una forma especial?
-He visto a mi padre -resumo.
-Dijo que no sabía dónde estaba -continuó él descolocado.
-Eso creía -respondí.
Estaba a punto de volver a hundirme en sus brazos cuando mi teléfono vibró, informándome así de que acababa de recibir un mensaje.
Y era de mi padre.
¿Acaso crees que Adam es lo que piensas?
-No responda -dice Simón advirtiendo mis intenciones.
Léete esto y tus dudas se disiparán. Te quiero, hija.
Veo la conversación que me acaba de mandar mi padre sin apenas creer lo que está pasando.
-¿Qué quiere decir eso? -pregunta Simón desconcertado tras leer lo mismo que yo.
-Tengo que llamarlo -resumo antes de marcar su número.
Cuando creo que ya no va a dignarse a coger el teléfono, oigo que me saluda.
-¿De qué vas? -pregunto directamente sin devolverle el saludo.
Adam no dice nada, simplemente cuelga.
-Será... -comienzo.
-¿Le ha dicho algo? -pregunta Simón preocupado.
-Nada -respondo-. No sé que pensar -susurro.
-Esté tranquila, que estoy con usted -no tarda en acercarse a mí y en abrazarme con fuerza.
-Oye, Simón, ¿puedo hacerte una pregunta? -digo tras unos cuantos segundos.
-Ya la ha hecho -bromea él-. Sí, claro que puede -añade al ver mi cara.
-¿Qué te pasaba el primer día que nos vimos?
¿En serio crees que es un buen momento para sacar este tema?
¿Se te ocurre algún otro?
Mira que te dije que no indagaras, pero tú ni caso, como siempre.
-Mi novia me dejó -respondió tras un tiempo en silencio.
Eso quiere decir que está libre...
Y te recuerdo que yo tengo novio.
Eso no está muy claro ahora mismo.
¡No me líes!
-¿Está bien? -pregunta Simón preocupado al ver que me he quedado en silencio.
-Eh... sí, sí. Lo siento -digo con referencia a lo de su novia.
-Era tóxica, mejor así -se encoge de hombros y se gira hacia la puerta al oír unos toques.
-Ya voy yo -lo paro al ver que va a ponerse las zapatillas-. Yo ya las llevo puestas.
Me acerco a la puerta y abro.
-¿Qué haces aquí? -le pregunto a Adam, quien se encuentra frente a mí.
-Quiero que hablemos. Necesito explicarte muchas cosas.
-No hay nada de lo que hablar -lo corto.
Simón, al oír mi tono frío de voz, se acerca a la entrada.
-¿Todo bien? -nos pregunta.
-Él ya se iba, ¿verdad? -intento convencer a Adam.
-Sabes que te quiero -dice él evitando responder.
-Adam, no creo que sea ni el momento ni el lugar -comienzo mirando con cara preocupada a Simón, quien ha hecho una mueca con la última palabra del chico.
-Ven a mi casa, hablaremos más tranquilos -parece que realmente quiere hablar y explicarme las cosas.
No te fíes de él.
-Voy a quedarme aquí -respondo.
-Deje de molestarla ya -interviene Simón, poniéndose tras mí, en actitud defensiva.
-¿Y tú por qué te metes? -contesta Adam.
-Porque es mi amiga. No me hable así -dice el otro-. Pendejo -lo insulta por lo bajo.
-También es mi novia -resalta Adam.
-Eso habrá que hablarlo -digo. No sé si quiero seguir relacionándome con alguien como él.
-Ven conmigo -insiste.
-No quiero -repito.
-Ya lo creo que sí -dice él amenazadoramente.
Un capítulo corto, pero no podéis negarme que ha sido intensito, jaja.
Soy cruel, lo sé, pero os quedaréis sin saber nada más unos cuantos días (me pido vacaciones de este libro).
Se os quiere.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro