Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 11.

Sin apenas darme cuenta ha llegado diciembre, lo que quiere decir que también van a volver las fiestas universitarias.

Esas fiestas que tanto odias.

Es que no entiendo por qué extraña razón a la gente le gusta estar hasta tarde escuchando música a todo volumen y bailando.

Y bebiendo, que te olvidas de lo más importante.

Así es. Pero eso no es lo peor: lo que más odio es la obligación de arreglarse.

-Elvira -me llama Martín-, venga, quiero presentarle a alguien.

Me alejo de Simón, con quien estaba jugando a las cartas, y me acerco a su hermano, quien está acompañado por una chica.

-Esta es Jimena -me la presenta-. Es mi novia.

La chica rubia asiente, corroborando así su afirmación.

-Elvira, encantada -le doy corto abrazo y le dedico una sonrisa.

-Esta noche han organizado una fiesta en mi universidad, ¿querrías venir?

¿Tú? ¿Y fiesta? Incompatible.

-Eh... no me gustan mucho las fiestas, pero gracias... -me apresuro a responder.

-He venido expresamente para invitarte -insiste Jimena.

-Y para verme -añade Martín.

-Para eso también, amor -dice ella antes de darle un pequeño beso-. ¿En tres horas estarás lista?

Qué remedio...


Al principio había intentado ir en chándal, pero Jimena, al verme así, me hizo volver a mi casa para cambiarme de ropa.

Y claro está, bajo su supervisión.

-Este vestido te queda muy bien -señala-. No sé por qué no quieres ponértelo.

-Odio los vestidos -susurro mientras intento desabrocharme la cremallera.

-Quejica -dice.

-Ayúdame a quitármelo, que la cremallera se ha quedado enganchada -me acerco un poco a ella, intentando conseguir colaboración por su parte.

-No, esto es el destino. Venga, ponte estos tacones y vamos.

Pongo los ojos en blanco y aunque contra mi voluntad, acabo arreglándome para la maldita fiesta.


Por suerte los chicos también han venido.

Y por desgracia están pasando de mí porque han encontrado un balón de fútbol y prefieren jugar en la parte trasera del edificio antes que estar conmigo.

Por qué será que no me extraña....

-¿Pero qué haces aquí tan sola? -Jimena aparece delante de mí.

-Estoy bien -respondo.

-Ven, te presentaré a alguien -me agarra del brazo y tira de mí a través de la gente.

-No hace falta...

-Tú a callar -me regaña-. ¡Adam! -tras su grito un chico joven, alto y apuesto se acerca a nosotras.

-Usted dirá -saluda a Jimena tras meter las manos en los bolsillos de su pantalón.

-Lo voy a dejar con mi amiga Elvira -me empuja un poco para que me acerque más a él-. Sólo te pido que te portes bien, ¿está claro?

Adam asiente y le dice que no se preocupe, que con él estoy segura.

Típica frase de idiota creído.

Jimena, antes de irse, no duda en guiñarme un ojo. Le dedico una mirada enfadada, queriéndole decirle que no estoy en absoluto de acuerdo con la decisión de dejarme con él, pero finalmente acabo hablándole.

-¿Qué tal? -le pregunto.

-Bien, ¿y tú? -me sorprende gratamente su amabilidad.

-Bien también -respondo de forma secante.

Hay que trabajar esa sociabilidad.

-¿Bailamos? -propone.

-Yo no bailo -le respondo.

-Yo sí -tira de mi brazo hasta que me tiene en mitad de la pista.

Retiro lo de que es amable.

-¡Yo no! -grito antes de darle un manotazo y de volverme a la barra.

Una vez ahí me pido una cerveza y comienzo a beberla. La verdad es que Adam es un chico bastante atractivo. No es mi tipo, pero hay que reconocer que hay algo hipnótico en la forma en la que se mueve al bailar.

Y por eso me quedo mirándolo más tiempo del que jamás voy a admitir.


Diez canciones después y con unas cuantas cerezas en mi cuerpo y otra en la mano, ya estoy empezando a moverme un poco al ritmo de la música.

Se me van las ganas de bailar cuando veo que Adam se acerca a mí, empujando a algunas personas para poder llegar a mi lado.

-Llevas mucho rato mirándome -comienza.

-No seas egocéntrico.

-¿Acaso me lo vas a negar? -continúa Adam.

-No, pero que te mire no quiere decir nada -intentó alejarme un poco de su lado.

-Yo creo que sí.

Pongo los ojos en blanco y dejo la cerveza en la barra.

-Lo dudo -me cruzo de brazos y lo miro fijamente.

-¿Te apetece ir mañana a dar una vuelta? -deja caer mientras da un paso hacia mí.

-¿Eso va a ser una cita? -le pregunto.

-No veo por qué no -responde mientras se acerca más a mí.

Lo alejo sin muchos miramientos y finalmente le digo que venga a buscarme a mi casa mañana directamente.

N.A.

¡Ya hemos pasado de las 100 lecturas!  Qué locura.  Mil gracias a todxs.

¿Qué opináis de Adam?

-Es buen chico.

-¡Elvira, aléjate de él!

Comentad en la opción que más os guste, os estaré leyendo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro