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Especial.-

Hay algo en los ojos de Taehyung está noche que le asusta.

Jungkook piensa en eso durante toda la cena, incapaz de responder a las brillante preguntas del atractivo hermano mayor de su mejor amigo o a los chistes ingeniosos del señor Kim, quien intenta que se involucre en la conversación, pero Jungkook se siente sobrecogido por la profunda e intensa mirada que su mejor amigo le ha dedicado desde el primer momento y como es normal ya para él en todo lo que tenga que ver con Tae, no sabe cómo reaccionar.

Así que pasa toda la cena con la mente tratando de concentrarse en algo que no sea su mejor amigo, sus dedos jugueteando con los cubiertos y su rostro sintiéndose caliente cuando la mirada se hace más intensa y persistente sobre él. Ignora por completo los sutiles coqueteos de Namjoon, el hermano de Tae, que ha pasado todas las vacaciones siendo torpemente inocente en sus intentos de acercarse.

Sí tan sólo Taehyung no estuviese tan metido en sus pensamientos, Jungkook ya habría cedido al encanto del mayor de los Kim.

.- ¿Quieres que caminemos un rato por la playa, Kookie? – la voz de Taehyung irrumpe toda conversación a su alrededor cuando la cena ya ha finalizado y cada quien se dispone a irse por su lado, su mejor amigo le dedica una de esas sonrisas encantadoras que a todo el mundo eclipsa – Hay una pequeña gruta que lleva a un embarcadero cerca de aquí, sé que te encantará. ¿Qué opinas?

Hay algo en su sonrisa que le impide negarse, una voz en su interior no deja de repetirle que no es la sonrisa de Taehyung, sino lo débil que es ante el mayor, ante la posibilidad de pasar tiempo a su lado y tener su atención sólo para él, sin tener que compartirlo o competir contra todos aquellos que, como él, han sucumbido a sus encantos

Y no importa que Jungkook tenga algo que todos ellos jamás van a tener: la presencia incondicional de Taehyung en su vida; siempre está sintiendo que no es suficiente, que necesita más del mayor para calmar un poco la necesidad de cariño que le nubla, que le ha llevado a tomar malas decisiones en el amor a lo largo de su joven adultez.

Taehyung es quien seca sus lágrimas, quien le acuna entre sus brazos para calmar los lamentos de su corazón herido porque se ha fijado en alguien que no vale la pena, alguien que nunca será su mejor amigo porque Jungkook no puede mentirse a sí mismo, no puede decirse que no siente su corazón acelerarse, sus mejillas calentarse y todo en su interior tensarse cuando los labios de Taehyung acarician su frente con un beso o cuando sus manos le acarician en un abrazo.

Jungkook lo sabe, sabe que busca en los demás hombres la sonrisa de Tae, su calor tan conocido y protector, sus palabras que lo reconfortan y el deseo que un simple gesto coqueto de Taehyung causa en su cuerpo.

.- Una noche estrellada, nada más perfecto – su mejor amigo menciona mientras ambos atraviesan el delimitado sendero en la playa, cerca se escucha el oleaje golpear contra las piedras – Estoy seguro que te encantará ver el cielo desde el lugar que te cuento, Kook.

.- Tae... - le llama con tono inseguro, ese que sólo le dedica a su mejor amigo porque nadie nunca le ha visto tan vulnerable como Taehyung - ¿Pasa algo? Hoy te noté serio en la cena y me preocupé – miente ligeramente, incapaz de decirle que se sintió intimidado por su mirada durante toda la velada – Sabes que puedes decirme lo qué sea, ¿no?

Taehyung no responde de inmediato, sintiendo las palmas de sus manos sudar de anticipación por algo que ha planeado durante las largas semanas de verano que llevan en ese lugar. La decisión que ha tomado, luego de pensar tanto, habla de cómo ya no es suficiente para él simplemente abrazarlo de vez en cuando o regar besos por sus mejillas cuando Jungkook sucumbía a sus ataques de cosquillas.

Luego de mucho pensarlo, Taehyung había decidido arriesgarlo todo porque Jungkook lo vale, vale enfrentarse a cada maldito miedo que lo paraliza sólo sí al final, encontrará su sonrisa.

.- Taehyung...

.- Calla y espera, no seas impaciente, Kook – le corta con suavidad, esa dedicada sólo a su mejor amigo.

Jungkook guarda silencio, formando un puchero inconsciente con sus labios sin dejar d seguir los pasos cuidadosos de Taehyung hasta un pequeño muelle con un embarcadero al final del camino. Las estrellas compiten con las luciérnagas para iluminar el pequeño terraplén de madera cuyo olor combina con el salado del mar, revolviendo su estómago con emoción cuando Taehyung se gira a mirarlo con una sonrisa, extendiendo su mano en su dirección.

.- ¿No es bonito?

La pregunta es innecesaria cuando Jungkook ya ha enlazado sus dedos, procurando no soltar un grito de la emoción que le produce el lugar y el momento. ¿Imaginó alguna vez que compartiría algo así con Kim Taehyung? Sin duda, nunca pasaría por su cabeza que años después, alguien más le propondría matrimonio en ese mismo lugar. Lugar que ahora, viendo los ojos de su mejor amigo, luce como el único lugar en el mundo donde podría estar.

.- Es precioso – responde un la voz delgada, susurrada - ¿Desde cuándo está aquí?

Taehyung se muerde la lengua, tragándose el "tú lo eres más" que por un momento estuvo a punto de salir de sus labios: .- No lo sé, Nam y yo lo descubrimos nuestro primer verano aquí y solemos venir a mirar las estrellas cada verano. Es muy lindo, vamos...

Jungkook se deja guiar, su mano aferrándose con fuerza a la de Taehyung mientras el viento marítimo los envuelve, jaloneando sus cabellos y dejando sus pieles pegajosas por la sal en el aire. Taehyung camina por el embarcadero contándole las historias de las estrellas, señalándolas sobre sus cabezas, pero Jungkook se siente incapaz de retener la información que el mayor le cuenta con tanto entusiasmo.

En su lugar, sólo puede pensar en lo afortunado que se siente por tener a alguien como Tae en su vida luego de tantos tragos amargos.

Se promete a sí mismo, sin dejar de seguir los pasos de su mejor amigo, que hará todo lo que esté a su alcance para no perderlo, no permitirá que Taehyung lo abandone como ya lo han hecho muchos otros, no cuando siente que su corazón no tendrá lugar más seguro para estar que al lado de alguien que lo cuida con tanto esfuerzo como su mejor amigo.

.- Y bien, ¿qué te parece?

El tono del mayor es suave, inseguro y eso provoca que enfoque la vista en lo que su mejor amigo parece haber preparado con mucho empeño, lo que hace que su respiración se contenga con anhelo, sin saber cómo asumir todo lo que está sucediendo: hay una manta oscura sobre la madera, junto algunos almohadones que Kook reconoce como parte del mobiliario de la cabaña donde se quedan, además de algunas trufas y lo que parece ser un suave vino.

.- Vaya, quien viese esto diría que me has traído en una cita – murmura, tratando de restarle intimidad al ambiente entre los dos con los nervios erizando cada poro de su piel – Es... increíble.

.- ¿Y sí te digo que es una cita? – Taehyung le mira con atención, con la misma intensidad con la que le observó durante la cena - ¿Aceptarías?

Las palabras mueren en su garganta, incapaz de responder a ello.

Por qué, además, ¿qué debería de responder ante una situación así? Su respuesta impulsiva no es otra que sonreírle coqueto y sentarse sobre la manta, queriendo creer en lo más profundo de sí que se trata de una broma sutil de su mejor amigo, que no es una cita de ninguna forma porque Taehyung no está interesado de esa forma en él.

Por su parte, Tae se sienta tratando de disimular su temblor, sin comprender lo que podría significar la sonrisa de Jungkook ni su despreocupada charla cuando él acaba de insinuarle su intención con todo lo que ha montado para él. No es un momento más como amigos, es el momento que él ha decidido, es el indicado para contarle de sus sentimientos.

.- Jungkookie... - susurra luego de un rato, cuando ambos están ya acostados observando las estrellas con sus cabezas juntas y las risas de su conversación extinguiéndose – Yo... - su voz se traba un momento, en lo que consigue apoyarse en su codo para mirar por completo el rostro del menor, cuyos ojos brillan con una emoción desconocida mientras Taehyung permanece a unos centímetros de él – Yo...

.- ¿Qué sucede, Tae? – su voz es un susurro, íntimo como todo el momento.

.- Yo... no bromeaba cuando dije que era una cita, por lo menos para mí – se atreve a confesarle, sintiendo su corazón golpear con fuerza contra su pecho a la vez que las yemas de sus dedos pican por tocar la mejilla de Jungkook, esa que se sonroja más con cada segundo que pasa – Lo hice porque quería decirte que me gustas. Me gustas mucho.

Jungkook guarda silencio, sus ojos fijos en los suyos por largo rato antes de que su cuello se alce levemente y sus labios, sin que él se lo espere, atrapen los suyos en un beso demandante. Taehyung jadea en el proceso, tratando de comprender lo que su mejor amigo está dándole como respuesta a lo que acaba de confesar.

En cambio, Jungkook se pregunta qué está haciendo.

Se lo pregunta porque no lo entiende, no sabe porque cede a sus impulsos cuando él tiene claro sus sentimientos por el mayor, pero también sabe que nunca podría poner en juego su amistad tan sólo por un par de citas. Taehyung es mucho más que eso: es seguridad y tranquilidad. Es el puerto en el cual Jungkook encuentra lo que nadie más en el mundo puede darle y no puede arriesgar eso tan sólo por quererlo más allá.

Jungkook lo ama, pero lo ama tanto que perderlo no está en discusión.

Sin embargo, su cabeza parece desconectarse del resto de su cuerpo, el mismo que cede poco a poco a las caricias que Taehyung ha comenzado a prodigar por su piel: un reguero de besos que erizan sus nervios, lamidas sutiles sobre su piel salada y pronto sus cuerpos se encuentran por primera vez completamente desnudos, sus pieles pegándose de más por la salinidad en el ambiente, haciendo que todo se sintiese incluso más íntimo de lo que se podía.

Sólo hoy. Sólo hoy seré egoísta, sólo hoy será mío; se promete a sí mismo.

.- Me encantas – es lo que susurra Taehyung, sintiendo que venera al único hombre que durante todo lo que lleva de vida realmente ha captado su interés, sus sentimientos por completo – Tus piernas, tus brazos, tu abdomen... - sus besos se reparten por cada rincón de aquella piel que tantas veces admiro en silencio, grabándosela en su mente como sí, de alguna forma, ya supieses que sería la única vez en que podría amarla de esa manera – Todo de ti... amo todo de ti, Jeon Jungkook.

Jungkook es incapaz de decir una sola palabra, sus labios sólo se abren para suspirar de placer y gemir el nombre entrecortado de su mejor amigo, sus manos perdiéndose en las sábanas bajo su cuerpo cuando el placer comienza a construirse de manera irremediable. Los besos pasan a ser mordidas, las caricias de las manos a ser paseos nada sutiles por sus muslos y sus caderas hasta llegar a sus nalgas, acariciando entre ellas, preparándolo.

Taehyung lo enloquece, le hace cerrar los ojos y ver estrellas incluso tras sus parpados cuando lo siente por fin invadirlo. Tan lleno, no sólo a nivel físico, sino también de una forma emocional que Jungkook nunca ha experimentado, que jamás volverá a experimentar. Sus manos se aferran entonces a esa espalda gruesa, arañándola cuando las caderas del mayor comienzan a ir más rápido, más fuerte, empujando sus cuerpos juntos como si fuesen a fundirse en uno solo.

.- Te amo, Kook... - las manos de su mejor amigo se aferra a su cabeza desde atrás, sus ojos observando fijamente su gesto de placer cuando sus orgasmo se han construido juntos, subiendo el largo camino del placer de la mano – Te amo...

Jungkook atraganta su propio "te amo" de respuesta.

En cambio, toma las mejillas de Taehyung y le dedica un largo beso, su cuerpo arqueándose contra él cuando ambos alcanzan el orgasmo y le siente venirse dentro de su cuerpo, marcándolo. Sus labios se estiran en una sonrisa que su mejor amigo no interpreta como es porque a ojos de Taehyung es una sonrisa de entrega, de felicidad.

Para Jungkook, es una sonrisa de absoluta tristeza.

Ha cometido un error, uno que no puede corregir; es lo único que Jungkook puede pensar mientras la noche muere sobre sus cabezas, con Taehyung abrazando su cintura y su respiración golpeando contra la parte de atrás de su cuello. Sus ojos pican por el llanto contenido, por las maldiciones que quiere gritarle al universo porque no es posible que su mejor amigo esté enamorado de él.

Porque no es posible que Jungkook realmente le corresponda, pero esté tan asustado.

Tan asustado que lo único que atina a hacer es levantarse con cuidado de despertarlo, huyendo como sí acabase de cometer el peor de los crimines. Ni siquiera se atreve a vestirse por completo en el lugar, temeroso de que Taehyung abra los ojos y le pida una explicación que no se siente listo para darle porque no la tiene, no la conoce.

Se repite una y otra vez que no puede ser, no porque no lo ame, sino porque amarlo significa que, en un futuro Taehyung desaparecerá.

Perderá a su mejor amigo, su único lugar seguro en el mundo y será únicamente su culpa por haber cedido a sentimientos tan cambiantes como el enamoramiento. Taehyung es mucho más, se dice a sí mismo mientras camina de regreso por la arena, abrazándose a sí mismo para entrar en calor cuando siente que todo su cuerpo se ha congelado con dolor.

Taehyung es un amor que no vale la pena sacrificar de ninguna forma, Jungkook jamás podría... Jamás podría arriesgarlo.

Él toma su propia decisión aquella noche.

Él, como hará Taehyung en unos años, se pone a sí mismo de primero.

Sin embargo, su elección se basa en que no quiere perder a la única persona que va a amarle incondicionalmente, que va a sostenerlo sin importar el qué y que le mirará siempre a él, incluso sí hay más personas en su vida porque lo sabe, Jungkook está seguro que no importa cuantas personas pasen por sus caminos, los ojos de Taehyung estarán siempre sobre él.

Jungkook hará lo mismo, sólo que de la única forma en que conoce cómo hacerlo: siendo su mejor amigo y dándole aquellas partes de su alma que nadie más verá nunca, dedicándole sus miedos, sus inseguridades y aquellos rincones de su corazón donde nadie tiene permitido entrar. Nadie que no sea Taehyung.

.- Oh, Jungkook, ¿dando una caminata en la madrugada? – la voz de Namjoon, del hermano de su mejor amigo, le sobresalta cuando ha llegado ya al camino principal de la playa. Su sonrisa de hoyuelos le encandila, le recuerda que es un hombre atractivo y que ha estado interesado en él durante todo el verano – Yo iba a desayunar algo antes de ir a caminar, ¿me acompañas?

No, no lo hagas; dice una voz en su mente.

Pero Jungkook la ignora, dedicándole una sonrisa amable al mayor mientras asiente a su propuesta. Taehyung está prohibido para él, pero Namjoon está ahí, con su sonrisa galante, sus coqueteos torpes y unos brazos que pueden resguardarlo del miedo. No sabe en ese momento que realmente lo amara, que apostará todo por él, no porque sea un amor mayor al que siente por Taehyung, sino porque será un amor que sí estará dispuesto a perder de ser necesario.

Tal vez algún día, tenga que preguntar a Taehyung qué es lo que quiere.

Tal vez algún día, lo único que espere es que Taehyung le diga que lo elija a él y entonces Jungkook no dudará en hacerlo... Lo hará porque su corazón podría soportar perder a Kim Namjoon y eso lo sabe desde ya.

Por ahorrarme un "te quiero", no conté las cicatrices que iba a costar esperarte.

Hola de nuevo,

Quiero hacer una anotación sobre este "Especial": Sé que muchos, a lo mejor todos, esperaban ver cómo fue el dolor de Taehyung de ver a Jungkook irse con Namjoon, pero sentí que eso era algo innecesario. Ya lo vimos, la historia entera se trata de ese sufrimiento. En cambio, preferí centrarme en los sentimientos de Kook porque estos no son mencionados con claridad, desconocemos el origen de sus decisiones, de las razones que tomó para elegir su amor por Nam, un amor que es real al igual que aquel que siente por Tae.

Este "Especial" es para darle una respuesta al por qué no quedaron juntos, por qué ni siquiera hay esa posibilidad: Porque Jungkook jamás dejó atrás su miedo, no se sintió capaz de sacrificar su amor por Taehyung y prefirió la comodidad de su amistad. Sí ustedes se dan cuenta, aquí vemos que, de haberlo pedido, Jungkook lo habría elegido... lo habría hecho porque Tae es para él, ese amor que no muere, que muta, pero es eterno.

Eso no hace menos válido su amor por Nam, tan sólo hace que ese sea un amor realista, basado en la posibilidad de que la vida los separe y que Jungkook pueda vivir con eso. Al final, Taehyung fue quien se alejó, no Jungkook... sí hubiese sido por él, habría permanecido como ya lo estaban. Teniendo el amor de los dos y dando su amor a ambos. 

Creo que era algo necesario de contar, que llena un tanto los espacios que la vida siempre deja. Espero fuese comprensible y, aunque tal vez no lo que esperaban, les haya gustado.

Me encantaría leer sus opiniones de la historia en general ahora conociendo la perspectiva de Kook.

Recuerden que al final, cada personaje lo vivió a su manera y, desde el silencio, los lugares comunes no existieron... Por eso al final no existió más camino para ellos juntos.

Gracias y sí gustan, en la siguiente parte les doy mis agradecimientos y comentarios sobre la historia. :3

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