En lugar de trabajar para la mafia y responder a un capo, Selina uso sus habilidades para trabajar por sí misma. Siempre había sido escaladora, por lo que decidió solo trabajar para empleadores temporales. Siempre entraba, sacaba los objetos de valor y salía sin que nadie se diera cuenta. Estudiaba meticulosamente sus objetivos durante días y aprendía sus horarios para que ella no se viera interrumpida en el robo. Por un breve tiempo, se juntó con una mujer llamada Tabitha, cuya arma preferida era un látigo, al igual que Selina. Después de algunas súplicas por parte de Selina, Tabitha accedió a enseñarle a Selina todo lo que sabía sobre el combate. La entreno para empuñar el látigo y termino moldeando a la joven ladrona en una guerrera despiadada. Hasta que un día, Tabitha desapareció sin dejar rastro alguno. Selina nunca pudo averiguar qué le sucedió realmente a su mentora. En la calle abundaban los rumores de que la había matado un gangster, tal vez el Penguin o el recién liberado de prisión; Roman Sionis, que ahora se hacía llamar Black Mask.

Selina tuvo que olvidar la desaparición de Tabitha como si nunca hubiera sucedido, sin querer enfrentar el dolor que sintió por haber sido abandonada nuevamente. Una vez que Selina ahorro lo suficiente para conseguir su propio hogar, alquilo un departamento en el corazón del East End de Gotham donde ahora vivía con Holly Robinson. Con su carrera criminal en ascenso, Selina necesitaba una tapadera, así que comenzó a falsificar documentos y credenciales.

"Estoy en la universidad y estudio fotografía" era la excusa perfecta para llevar siempre su cámara de alta definición a todas partes. Durante un tiempo, Selina filmaba en película y revelaba las fotos en un pequeño armario que se había convertido en un cuarto oscuro. También consiguió una computadora portátil y una cámara mucho mejor, pero los viejos hábitos eran difíciles de eliminar. Después de haberse encontrado varias ocasiones con Batman, ya sea durante una lucha o algún robo frustrado, llego a ganar renombre y fue conocida como "Catwoman" en los medios, justo como ella quería.

El modus operandi de Selina era robar las mansiones de la gente rica mientras que sus ocupantes estaban fuera de la residencia, pero la caza de presas fáciles había perdido su atractivo recientemente. Los susurros de un nuevo señor del crimen que se levantaba en el inframundo hicieron que Selina se sintiera intrigada por lo que escucho.

Aparentemente, este gangster tuvo un encuentro desagradable con Batman que lo cambió para siempre. Algunos pensaban que era un genio criminal, otros decían que era un loco hambriento de poder. Este nuevo señor del crimen pasó a llamarse Joker y, si los rumores eran ciertos, dirigía su operación desde un club de striptease que alguna vez fue propiedad de la mafia, el "Grin And Bare It". Selina conocía a más de unas pocas de las chicas que bailaban allí y siempre estaban hablando sobre lo que podría haber en la caja fuerte de Joker en su oficina.

En el momento en que Selina escuchó la palabra "caja fuerte", supo que tenía que ser ella quien la robara. Catwoman se puso a trabajar planeando como haría este trabajo. Joker no era solo un asesino con unos pocos matones; sus hombres también estaban locos y eran conocidos por ser leales más allá del punto de la cordura. Después de escuchar rumores sobre la paranoia de Joker, Selina supo que tenía que planificar este trabajo de manera diferente. Dado que siempre era mejor atacar a un objetivo desde adentro, Selina le pidió a una de sus amigas bailarinas que la ayudara a conseguir un trabajo como camarera.

En poco tiempo, Selina estaba sirviendo bebidas a los hombres de Joker en el "Grin And Bare It" todas las noches. No lo vio por primera vez hasta que llevaba unas semanas trabajando allí. Selina había asumido que los rumores sobre su apariencia eran solo eso, rumores. Cuando él salió de su oficina esa noche cerca de la hora de cierre, ella finalmente lo vio. El cabello verde, la piel decolorada y los labios rojos...

En ese punto, Selina pensaba que su apariencia consistía en tinte para el cabello y mucho maquillaje. Ella no creyó la historia que circulaba sobre Batman en su primer año arrojando a Joker a una tina de ácido en Ace Chemicals. Joker podría estar disfrazándose para construir su reputación, tal como lo había estado haciendo Selina en todo ese tiempo. Ella lo observo desde la barra mientras cruzaba la habitación. Joker susurro algo a uno de sus matones e inmediatamente regreso a su oficina sin decir una palabra a ninguno de sus otros empleados.

Una vez que el club cerro, Selina escucho a un cantinero hablando con uno de los matones de Joker. El secuaz favorito de este; Johnny Frost saldría de Blackgate y los chicos tenían la intención de darle la bienvenida a casa con una fiesta. Selina sonrío para sí misma mientras recogía su abrigo y su bolso para irse a casa. La próxima vez que viniera a este mugriento club, sería como Catwoman.

Debido a su horario de trabajo nocturno, Selina dormía desde las últimas horas de la madrugada hasta muy pasado el mediodía. Se despertó una hora antes de la puesta del sol como un animal nocturno y se estiro lujosamente antes de salir de la cama. Primero, empaco el traje morado, los guantes, las gafas y la máscara en un pequeño bolso de mano junto con su látigo enrollado. Luego se puso el vestido de cóctel negro con tirantes que servía como uniforme para las camareras del club. Selina tiro su bolsa de maquillaje frente a un espejo y se maquillo como las otras camareras, de la misma manera que lo había estado usando durante semanas. Por un momento, Selina sintió la tentación de volver a pintarse los ojos con delineador oscuro, pero eso era para Catwoman, no para Selina Kyle, la mesera de buenos modales. Con su maquillaje aplicado, Selina agarro un cepillo y tiro de su largo cabello oscuro, pero al estarse peinando, le vino a la mente la idea de que tenía que cortarse el cabello ya que para ella le sería más fácil pelear si había una lucha cuerpo a cuerpo. Así que agarro unas tijeras y se cortó las puntas del pelo hasta que quedaron un poco arriba del cuello, dejando solo un mechón de su fleco libre.

Su disfraz tenía que ser perfecto porque se estaría desviando de las reglas del club cuando se trataba de calzado. Selina necesitaría las botas de su disfraz para algo más práctico. Los hombres de Joker registraban todas las bolsas de las bailarinas y camareras que entraban en el club. Los hombres del señor del crimen fueron minuciosos, pero no lo suficiente como para querer averiguar si la bolsa de Selina estaría llena de "artículos femeninos". Ella se rió un poco mientras metía a la bolsa algunos de esos artículos para mantener a los hombres de Joker sin curiosidad alguna. Finalmente, se sentó en su cama y se puso las botas de cuero hasta la rodilla con tacón bajo. Después de meter su equipo para abrir cajas fuertes en una bota, Selina hizo una pausa para mirarse en el espejo, sonriendo a su reflejo y pasando sus manos por el vestido.

-No está nada mal para una ladrona como yo. De hecho, yo no estoy nada mal – Selina se sonrió a si misma – Suertudo el tipo que robe mi corazón, aunque... tal vez yo se lo robe a él primero.

Selina reviso dos veces cada pieza de su disfraz y equipo a pesar de que sabía que no podría estar más preparada. Satisfecha, Selina arrojo las llaves en su bolso y salió del departamento apagando las luces al salir, y obviamente se despidió de Holly.

Le prometió a la niña que cuando regresara, poseería todo lo que Joker guardaba en su caja fuerte y su reputación se dispararía a la ladrona más notoria de Gotham. Una vez que llego a la calle, Selina hizo una pausa para respirar el aire fresco de la noche antes de escabullirse entre las sombras para llevar a cabo su plan.

***

Cuando Selina hizo su plan para robar a Joker, pensó que la noche estaría llena de acción y suspenso. En cambio, la noche la sorprendió de otra manera. Selina se encontraba aburrida hasta la médula, llevando bebidas de la barra hasta las mesas llenas de matones borrachos. Los hombres de Joker ni siquiera registraron su bolso como solían hacer cuando llegaba al trabajo todas las noches. Nadie se dio cuenta de que llevaba botas en lugar de los zapatos negros que iban con el uniforme. Por alguna razón, el regreso de Johnny Frost tenía emocionados a los hombres de Joker. Selina reunió toda la información que pudo mientras trabajaba en la fiesta y tomaba los pedidos. Fiel a su misteriosa reputación, Joker permanecía encerrado en su oficina para frustración de Selina. Ella nunca haría este trabajo si el señor del crimen no salía. Nadie lo había visto y probablemente no saldría a la superficie hasta la llegada de Johnny Frost.

Selina sirvió otra ronda de bebidas en una mesa y sintió una mano no deseada en su trasero. Ella dejo escapar un gesto de sorpresa y rápidamente retrocedió ante el matón que la estaba agarrando. Lucho contra el impulso de empezar a noquear a los hombres con su bandeja de bebidas y se apresuró a regresar al bar.

-¿Estás bien? – pregunto uno de los clientes en la barra –Saben que no pueden tocar a las camareras...

-Estoy bien – Selina dejo su bandeja en la barra para que pudiera llenarla con otra ronda de tragos. Vio al cliente en la barra y no pudo dejar de prestarle atención, pues el tipo media como dos metros y era bastante robusto. Una gran barba y un bigote se acomodaban en su rostro, mientras que venía vestido con su saco de lana y un suéter de cuello de tortuga y traía una boina en su cabeza. También hablaba con un acento irlandés, por lo que ella creyó que también pertenecía a los matones de Joker – ¿Crees que Johnny pueda llegar? – ella pregunto casualmente –

-Tú también, eh – se rió el individuo, algo divertido por la pregunta de Selina – Sé que es bastante guapo, pero te lo diré ahora mismo, el verdadero amor de Johnny son "el polvo de ángel" y las balas.

-Solo era curiosidad. Ya que la fiesta era para el... – Selina le siguió el juego, agradecida por la información – Es una lástima, ya que esperaba atraparlo esta noche – Se apoyó en la barra para hacer que su escote sobresaliera, captando toda la atención del matón irlandés –

-Buena suerte con eso – dijo el individuo mientras que el bar tender se las arregló para servir los tragos sin derramar una gota de licor – Probablemente irá directamente con J.

-Es bueno saberlo – Selina tomo la bandeja y le guiño un ojo – Tal vez pueda conseguir un pase detrás del escenario.

-Ten cuidado con el – el irlandés miro a Selina de arriba abajo apreciativamente mientras ella se alejaba – Las otras chicas te cortarán el cuello si creen que estás buscando a Johnny.

-Vaya... – Selina hizo una pausa para tocarse la garganta dramáticamente – Tal vez pruebe suerte con el jefe.

-No hagas eso – el hombre de repente se puso serio – J se dedica a los negocios y no aprecia las distracciones tanto como yo.

-No entiendo tu preocupación por mí – Selina dijo con curiosidad. Definitivamente le intrigaba el hombre – Y tu galán... ¿Cómo te llamas?

-Soy Matches Malone.

-Ese no es un hombre muy común – respondió ella antes de volver a lo suyo – Gracias por el consejo, no te metas en problemas – Selina dijo por encima del hombro mientras se alejaba, moviendo las caderas –

Siempre déjalos con ganas de mas, Selina. Pobre tipo, se veía de los buenos. Pero... ¿Por qué me dio la sensación de que ya nos habíamos visto antes?

Después de varias horas más de mantener su fachada, Johnny Frost finalmente hizo su entrada. Abrió la puerta principal de una patada y la traspaso con los puños en señal de triunfo. El irlandés no se equivocó, el soldado más leal de Joker era un chico guapo. Selina casi perdió la concentración por un momento al mirarlo. El club se quedó en silencio, luego los hombres de Joker se pusieron de pie y levantaron sus copas. Como si fuera una señal, la puerta de las escaleras hacia la oficina de Joker se abrió y emergió el colorido señor del crimen. Esa noche, él lucia un esmoquin completo con colas, un sombrero de fieltro negro que gritaba "¡Gangster!" y una corbata violeta brillante. Llevaba un bastón con la cabeza de un bufón en el mango para completar el look.

Nadie dijo una palabra mientras Joker se pavonea hacia el centro de la habitación y se detenía apoyándose en su bastón. Al ver a su jefe, Johnny bajo la cabeza y puso un puño sobre su corazón. Joker tomo un trago de la bandeja de una camarera cercana y lo levanto en el aire.

-Por Johnny Frost – Joker sonrío con alegría – ¡El hombre que el gobierno no pudo retener y el infierno no quería tener!

"¡Por Johnny!" gritaron el resto de los matones haciendo eco mientras esperan que Joker diera una señal de que el brindis estaba completo. Selina miro alrededor del club, sorprendida por el respeto y la lealtad que estas personas tenían por Joker. Demasiado tarde, Selina se dio cuenta de que Joker dirigía a su banda como a una secta.

-Gracias, cariño – le dijo Johnny a Selina al pasar después de tomar un trago de su bandeja – ¡Maldita sea, es bueno estar en casa, J!

-Y como no si habrá strippers gratis y alcohol toda la noche – le respondió el hombre del cabello verde –

Los hombres de Joker se animaron y brindaron por Johnny una vez más antes de beber. Johnny se abrió camino entre la multitud para finalmente llegar al lado de su jefe. Joker asintió con la cabeza a su secuaz favorito y los dos se fueron al VIP.

Selina espero unos minutos para asegurarse de que realmente se hubieran ido, luego se metió en el armario del conserje en la misma pared que la oficina de Joker, mientras que todos estaban distraídos o borrachos. Rápidamente se quitó el uniforme de camarera y se puso el atuendo de Catwoman.

Una vez que se había subido el cierre, Selina se soltó su cabello y se puso la máscara con las orejas en la capucha. Finalmente, Catwoman salió del armario y entro directamente a la oficina de Joker sin ser vista. Se aseguró de que la puerta estuviera cerrada con llave detrás de ella, luego se dirigió directamente a la caja fuerte.

-Hola, hermosa – le dijo Catwoman a la caja fuerte mientras buscaba las ganzúas en su bota – ¿Lista para volver a casa con mamá?

Encontró rápidamente la caja fuerte. Analizo rápidamente el artefacto, aquella caja fuerte era de última tecnología y contaba con diez sistemas distintos de seguridad. Eso le llevaría más tiempo del que tenía previsto pero ya estaba allí y no iba a marcharse.

Saco del cinturón de su traje unos auriculares de estetoscopio, que le transmitiría la más mínima vibración del mecanismo interno. Apoyo la oreja en el frio metal escucho atentamente. Empezó a dar vueltas a las tres ruedas, esperando oír el click característico. Tardo cinco minutos para el primero y se necesitaban tres.

Maldita sea. Mi suerte se me está yendo. Ojala y no aparezca el fenómeno aquel.

El segundo click salto más deprisa, tres minutos, allí comenzó la suerte, y los otros tres solo se le resistieron dos minutos cada uno. Y entonces vio los fajos de billetes.

Eran más de diez y pesaban como media libra cada uno. Selina pensó que con todo ese dinero podría llevarse a Holly de Gotham e incluso podrían tomarse unas vacaciones en un buen hotel de cinco estrellas. Hasta podría hacer una sustanciosa donación al convento donde Maggie se encontraba.

Ya no lo pensó más y lo tomo todo. Todos los fajos de dinero cayeron en su bolso y Selina salió al pasillo. Primero tomo un abrigo de un perchero y se aseguró de que no hubiera nadie hasta que salió del lugar, dirigiéndose hasta las escaleras de incendio en el callejón.

Al estar ya a salvo, se puso el abrigo y se quitó la máscara, pareciendo solo otra chica que tenía un "trabajo nocturno" que salía del local de trabajo. Tomo un taxi, y estando a bordo le dio al chofer muy alegremente un billete de cien dólares.

Estaba tan feliz de que todo le hubiera salido como lo había planeado. Estaba tan emocionada de contarle a Holly las nuevas noticias, pero no contaba con que la noche terminaría de manera diferente.

Nada me puede detener. Le quite todo a uno de los mafiosos más peligrosos de la ciudad, tome como un millón de dólares y me veo de lo más guapa. Aun no me la creo.

Nada me puede salir tan bien...