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•Cats• parт two

Bill me trataba mucho peor que antes y eso ocurrió desde que conocí a Tad.

El me trataba muy bien, me dejaba darle mimos y hasta dormir con él en los lugares mas cómodos de la casa, algo que no hacia con Bill o mas bien no me dejaba.

Un día note a Bill mas molesto de lo normal así que decidí preguntarle que ocurría.

El no me dijo nada pero seguí insistiendo, si sabia lo que le ocurría podría hacer algo para alegrarlo. Pero en cambio.. Recibí un arañazo, caí al suelo intentando pensar bien en lo que acababa de ocurrir, sabia que era molesta pero.. No creía que era tanto como para que me lastimará.

El intento acercarse, pensé que para volver a lastimarme así que instintivamente me aleje de él, temblando como gelatina.

Di un salto hacia la ventana y torpemente me aleje de la cabaña, de lo que yo considero mi hogar, pero no sabia por que, en esos momentos no me sentía bienvenida.

Termine entrando en lo profundo del bosque, pensé en ir con Tad pero seguramente se enojaría con Bill y haría algo de lo que arrepentiría, o tal vez no. Se que fue culpa mía, no debí insistir tanto, era obvio que en cualquier momento se cansaría de mi comportamiento.

— Gatita.~

Escuche la voz de alguien, levante la mirada para encontrarme con una niña de aproximadamente 12 años, era tierna y no parecía peligrosa.

— Oh pobresita, ¡estas lastimada! No te preocupes.. Mi abuelito te va a ayudar.

Se acerco a mi con la intención de cargarme pero me aleje, no podía ir con ella, tenía una familia con la que volver y no podía simplemente cambiarlos.

— Oye, no escapes de mi. — Acerco nuevamente sus manos para agarrarme, esta vez con menos delicadeza. —

Maullaba y le daba arañazos en los brazos, ella solamente soltó una pequeña risita, tenia miedo. — Calma~ Calma~ Mi abuelo te curará y yo, te enseñare como comportarte.

— ¡No! ¡Sueltame! ¡Bill! ¡Bill! — Lo llamaba desesperadamente, pero era inútil, él no me escucharía por lo lejos que estábamos de la cabaña y.. Tampoco creo, que quiera ayudarme, él me odia después de todo.

— Veo que ya te calmaste, ¿ves? No te cuesta nada, pero recibirás un castigo por arañarme. — Canturreaba ella, comenzó a caminar hacia quien sabe donde, pero era él camino contrario al pueblo.

[...]

Paso una semana desde que llegue a esta extraña casa, su abuelo.. Mas que curarme empeoró mis heridas. Ella me dejaba encerrada en lo que parecía ser su habitación y me daba patadas cuando hacia lo contrario a lo que ella decía.

Era exactamente lo mismo que lo antigua vida, no me alimentaban bien, apenas si me daban agua y lo único que hacian era golpearme. No era lindo.

Extrañaba las caricias de Dipper, extrañaba las siestas que tomaba con él tío Stan, los paseos que daba con él tío Ford o como él los llamaba, aventuras, pero lo que mas extrañaba.. Era a Bill, por que aunque fuera poco, me consolaba inconscientemente cuando me sentía mal, si, me lastimaba pero se que se arrepentía eso lo veía en su mirada, solamente.. No sabe como expresarse. No vi sus ojos cuando me lastimó, no se si se arrepentía o no, pero aun así lo extraño, los extraño a todos.

— ¡Star!~ — Me llamo Molly, aquella niña que me recogió — ¡Ven! Tengo un regalo que darte.

Dude un poco pero si no le hacia caso me daría una patada, así que tuve que salir de la habitación y bajar las peligrosas escaleras para así llegar a la sala, que era iluminada por una sola luz, donde se encontraba ella.

— Oh ya llegaste, ven, acercate así te daré tu regalo. — Se arrodillo en él suelo para que me acercara y así lo hice, me sente frente a ella y sonrió, me dio miedo —.

Cerré los ojos al ver como sacaba algo de su espalda y acercaba sus manos con aquel objeto a mi cuello, me puso lo que parecía ser un.. ¿collar?.

Lo mire detenidamente, era uno de púas, odiaba esos collares pero lo que significaba este collar era que ahora ya era suya, ya era su mascota y eso me aterraba.

— ¡Eres oficialmente mía, Star! — Me llamo por ese nombre nuevamente, pero ese no era mi nombre, mi nombre era Mabel, él nombre que Dipper me dio. —

— Ahora puedes volver a la habitación, yo iré con mi abuelo.

Y como dijo, fue a la habitación de su abuelo dejándome a mi sola, mire la habitación, me levante y comencé a caminar por la casa buscando alguna ventana abierta.

— Cerrada.. Cerrada.. Cerrada.. — Llegue a la cocina, salte hacia la mesada donde vi lo que podría ser mi pasaje a casa. — ¡Abierta! — Me tape la boca con mis patas, no quería llamar la atención de Molly o su abuelo. — Fiu..

Sin esperar mas, camine hacia la ventana para con cuidado pasar por esta, salte al suelo pero no me espere encontrarme con aquel enorme perro negro de un solo ojo, y no, no es que hubiera nacido sin uno como era él caso de Bill, si no.. Parecía arrancado, ¿habran sido ellos? ¿Tan malos eran?

Intente acercarme al perro pero este instintivamente intento morderme, pero la cadena que tenia se lo impidió, vaya suerte que tenia.

Mire detrás de él, había un agujero en la pared del patio por donde seguramente podría pasar, pero si pasaba por él no llegaría a casa..

— ¿Star? ¿Star donde estas? — Con apenas escuchar la voz de Molly entre en pánico, él perro miro por la ventana y yo aproveche eso para correr hasta él agujero.

— ¡Si! — Apenas entre en él agujero, me quede atorada — ¡No!

El perro noto aquello y corrió a mi dirección, tenía tanto miedo que me movía como nunca para intentar correr.

Mordió la punta de mi cola justo cuando logre salir, claro, me arrancó un pedazo de la carne y pelo de mi cola a lo que yo solté y grito fuerte.

Pero no podía quedarme quieta así que corrí, él perro quería pasar por él agujero y alcanzarme pero era demasiado grande como para pasar por el.

Lágrimas salieron de mis ojos cuando me detuve a descansar, mi cola dolía como él infierno. Mire a mi al rededor, arboles y hierba era lo único que venía, era mejor que ver aquellas paredes en mal estado.

Si fuera por mi continuaría corriendo y corriendo hasta llegar a casa, pero... Tenía tanta hambre, sed, sueño.. Quería dormir y acabar con ese dolor que sentía en él pecho. Por que, si regresaba.. ¿De que serviría? Bill ya seguiría odiando, me seguiría tratando mal y dándome esa sensación de no ser bienvenida en ese lugar.

Tal vez se mejor quedarse en ese lugar, y solamente dormir.

[...]

Mientras cierto gato estaba por arrancarse uno por uno de su suave y delicado pelaje, ¿por que? Estaba ya harto de tantos insultos que venían hacia él, ¿que no notaban que se esforzaba en encontrarla? El también estaba preocupado por ella y le importaba una mierda que comenzaran a decir que él la trataba mal. ¡Claro que sabia como la trataba! ¡Pero estaba arrepentido! ¡Los seres vivos pueden arrepentirse!

— ¡Aghhhh! — Sin darse cuenta había caminado por demasiado tiempo en él bosque, estaba buscando nuevamente a su Estrella Fugaz, esta vez, tenía la esperanza de por fin encontrarla o que viniera corriendo para así saltar sobre él, como siempre hacia —.

No estaba tan lejos del pueblo así que podía volver, soltó un suspiro.

— Mabel, ¿Donde diablos estas? Te extraño cosa peluda. — Le hablaba a la nada, pero algo llamo mi atención, mas bien un sonido.

Era padecido a un maullido, al maullido de su querida Estrella pero mas débil, sin pensarlo dos veces corrió hacia aquel sonido intentando no perderse.

Gritaba su nombre y su apodo esperando alguna respuesta que obviamente no obtendría.

Me detuve frente a un árbol, un árbol donde se encontraba tirada en él suelo aquella gata que siempre me regala sonrisas por mas que yo la despreciaba.

Me acerque a ella notando los golpes que tenia, estaba mucho mas flaca y su pelaje blanco ahora parecía negro de lo sucio que estaba. Frote mi mejilla contra su cabeza esperando que se moviera, que se levantara y me diera otra de sus sonrisas.

— Mabel, Estrella levantate — Agache mis orejas, ¿por que no se movía? ¿Estaba dormida? Ella no tiene él sueño pesado. — Por favor levantate...

Luego de intentos de que se levantara decidí cargarla en mi espalda, camine lo mas rápido que pude hasta la cabaña. Tenía miedo, un miedo que no podía describir.

Al momento en él llegue a la puerta de la cabaña del misterio maulle, atañe la puerta esperando a que la abrieran y así fue.

Era Ford junto con su sobrino, se mostraron contentos al ver a Mabel, la cargaron en sus brazos pero al ver él estado en él que estaba no dudaron en llevarla al veterinario.

Yo solamente los acompañe, acompañe a Mabel esperando él momento en él que ella despertara y poder ver aquellos hermosos y oscuros ojos.

Quería decirle cuanto la extrañe y lo arrepentido que estaba de tratarla de esa manera, de que estoy siendo dramático y odio ser así ¿pero que mas puedo hacer? No puedo hacer nada mas que decir disculpas sin sentido esperando ser personado.

¿Bill?.. — Me sentía realmente feliz al escucharla, salte encima de ella para envolterla en mis patas y darle lamidas por él rostro, ella reía débilmente pero lo único que me importaba era que estaba despierta.

Que estaría conmigo y no me importaba si me odiaba, ahora solo quería estar con ella.

— Estas en casa, Estrella Fugaz.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Bueno si soy sincera no me gusto mucho él final pero estoy satisfecha [?] •v• ¡espero que les allá gustado! Y doy muchísimas gracias por él apoyo que me dieron, esta es la primera historia que público (y que termino xd) y no esperaba tanto apoyo :'v ❤ en serio, gracias~.

Nos vemos ( ͡° ͜ʖ ͡°) jsjsjsj

❤ 🍎❤

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