Mi rutina había cambiado, ahora elegía una bebida diferente cada día, ella me atendía cada vez, su linda sonrisa perlada, sus ojos avellana, que se enmarcaban con unas pecas esparcidas de manera linda sobre sus mejillas, sus cabello castaño semi ondulado que siempre llevaba en una cola alta, toda ella gritaba inocencia y pureza.

—Joven Yoongi —se paro frente a mi —tengo mucha curiosidad de saber ¿Qué es lo que lee? —me sonrió —siempre veo una portada diferente y no veo similitud, ¿Qué género le gusta más?

—Creo que no tengo un género favorito, leo todo lo que me parezca interesante, una buena sinopsis puede atraparme.

—¿Me recomendaría algún libro en especial?

—Claro, es más, mañana te lo traeré.

—Mil gracias, bueno deje continuo mi turno, mi jefe se molesta si me distraigo.

Uno sabe que prestar un libro es correr el riesgo de que no vuelva, pero con ella no era así, cada libro que le prestaba, cada libro que devolvía, incluso me platicaba las partes que le parecían interesantes, hasta que un día ella me regaló uno.

—No debiste.

—No es nada, compré dos quiero que lo leamos a la par y para poder discutirlo juntos, en la tapa del libro anoté mi teléfono, por si lo termina antes.

Un Saludo...

Un Libro...

Un número...

Un mensaje...

Una cita...

El amor de una joven hermosa y sin corromper, mi Catherine.