Su cuerpo se está deformando con el parásito en su interior, yo no quería tocarla, me sentía asqueado incluso su personalidad había cambiado, entre más crecia su vientre la imperfecciones de su imagen me llenaba de irá.

—Todo se esta llendo al carajo, ella ya no es mi Catherine, incluso si regresa a su cuerpo del inicio, ese engendro me robara su atención.

Pase el cuchillo desde su mejilla hasta su vientre algo abultado.

—No entiendo cual esa razón de querer deformar su cuerpo con algo que es tan molesto.

La mujer gemía tratando de encovarse para cubrir su vientre, su mirada era de terror y súplica, supongo que tenía miedo por el parásito dentro de ella.

—Mira Eugene, toma esto como un ganar ganar, yo me quitaré este enojo para seguir siendo el esposo feliz, y tú no tendrás que vivir como una madre soltera.

Camine hasta tomar el espejo grande que se colgaba en la pared.

—Es que solo mírate, esa imagen asquerosa de tu vientre creciendo —sacudi la cabeza —tienes un hermoso rostro y tú cuerpo se ve que era divino —arroje el espejo —¡¿Por qué arruinar todo?!

Fui por el cuchillo nuevamente y lo clave en su vientre, escuchando el alarido ahogado por la mordaza y su llanto por encima de este, empezó a brotar agua y sangre, los parásitos lo arruinan todo, clave mi cuchillo con furia tantas veces hasta que ya no escuché la respiración de la Eugene.

—Arruinan todo, hasta lo hermoso de arrebatar un vida —mire la sangre que se mezclaba con el líquido del saco amniótico —ese rojo está arruinado.

Estos meses había evitado dormir con ella, no podía sentir deseo, aunque podía fingir bien mi disgusto, no podía ir más allá de un beso en la mejilla, use mi trabajo para estar llegando tarde, cuando llegaba a casa ella está dormida.

La única manera en que podía dormir con ella era taparle el cuerpo y solo ver su rostro, trataba de no pensar en lo que pasaba, sin duda fueron los meses más estresantes para mí.

—Esta lloviendo de manera horrible.

—Anunciaron que es una especie de tifón.

La veía caminar por la sala mientras se tocaba el vientre.

—¿Te sucede algo?

—Me he sentido muy inquieta, me ha dolido algo la cadera, pero no es un dolor insoportable, igual estoy tranquila aún falta para que tenga el parto.

—¿Quieres que llame al médico?

—Tranquilo estaré bien, me voy a dar un baño para ver si así me calmó un poco.

Solo asentí y seguí trabajando en mi laptop, escuché como preparo todo para meterse a bañar. Pasaron como 10 minutos cuando escuché que dio un grito enorme, salí corriendo hacia el baño.

Mire la tina llena de agua roja, se sujetaba de ella mientras pujaba.

—Llama al doctor, estoy teniendo el bebé.

Marque un par de veces ella seguía pujando en la bañera, al fin el doctor me contestó, me dijo que llegaría lo más pronto posible, le dije que no había presentado dolores solo una molestia.

“algunas veces las contracciones son muy leves y no llegan a doler”

 Al parecer Catherine había iniciado el trabajo de parto y no sabía, escuché que pujó de nuevo, ví que metió las mano al agua y de ella sacó una creatura llena de sangre, a pesar de la repulsión que había sentido todo este tiempo, no podía dejar de ver lo hermoso que se veía esa escena, Catherine decía algo mientras enjuagaba al bebé.

—Es una niña Yoon, una niña.

Tome una de las toallas del baño y me acerque a sujetar a la bebe, sus pequeños ojos se fueron abrieron de apoco cuando me miró sentí una emoción enorme, Catherine seguía diciendo algo pero yo estaba embelesado por la nueva clase de belleza que acababa de descubrir.

—Ella es perfecta Catherine, incluso más que tú, es hermosa —acaricie el rostro de la bebe —una creatura tan perfecta como tú debe tener un nombre igual de bello.

“Angélica”

—Si, te llamaras Angélica.

—Yoon no me siento bien , Yoon.

Gire a ver a Catherine y la bañera estaba cada vez más roja, la mire con la bebe en los brazos, Catherine estaba perdiendo color, me imaginé que se estaba desangrando es un efecto que he visto antes, salí del baño mi hija no puedo ver algo así. Al poco rato llego el médico y me confirmó que Catherine había muerto, al parecer es algo que pasaba más seguido de lo que imaginé una mujer puede morir en el parto, pero mi hija estaba bien y eso es lo importante.

Mientras cambiaba a la pequeña y le daba su comida no podía dejar de imaginar que esto es mi recompensa por todo lo que sufrí estos meses, su rostro tan apacible y no había llorado más de lo necesario.

Mi Angélica me daría un nuevo comienzo la criaria para ser todo lo que su madre no logro.

Un ser al fin perfecto

Un amor nuevo

Una nueva obsesión

Mía

Mi bebé

Mi nuevo mundo…

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Este era el otro final que tenía planeado para Catherine, no se cuál me resultó más satisfactorio, pero igual quería subirlo o no podría estar tranquila.