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24

|Antes|

Me gustaba estar en los brazos de Jaehyun, finalmente había encontrado la paz que necesitaba dentro de alguien que no me haría daño nunca más.

Ahí juntos, acostados sobre una manta en el jardín, mirábamos el cielo.

—Tiene forma de tortuga. —señalé de repente, mirando una nube que pasaba con lentitud.

—Estás ciega— respondió divertido, fruncí el ceño, volteando a mirarle —Claramente es un escorpión.

—¿Cómo-…? ¿A qué lado ves un escorpión?

—Ahí, su cabeza— con su dedo índice empezó a dibujar sobre el aire —, sus patitas, y su cola, ¡mira su cola!

—El ciego es otro, y se le dice aguijón.

—Como sea, es un escorpión—se encogió de hombros, cerrando sus ojos y dando así por terminado el tema.

La calma en la casa era admirable, después de todo lo que había pasado, ahora lo único que se podían escuchar eran risas y discusiones divertidas entre Jaehyun y yo.

Aunque todavía olía el miedo del personal hacia mí, me había acostumbrado a tenerlos cerca y a que no debía tocarlos.

Pero claro, todo era con Jaehyun ayudándome, él siempre se preocupó porque no mate a nadie inocente.

Volví a mirarlo. Su cabello castaño había crecido y bajaba un poco por su nuca, los mechones ya cubrían sus cejas y era increíblemente atractivo así. Su piel era tan blanca y perfecta, totalmente envidiable para cualquier mortal, porque aparte de eso, tenía dos hoyuelos que lo acompañaban cada que hacía una mueca con sus mejillas.

Era como estar en un cuento de hadas, tener el placer de ver a Jung Jaehyun desde tan cerca, sin ningún miedo o temor, solo una absoluta comodidad, de saber que era amor lo que sentíamos.

—Puedes tomarme una foto si quieres— comentó, aún con sus ojos cerrados.

—No lo necesito, te veré por el resto de mis días— dije con gusto.

Volteó su cabeza, y sus párpados se abrieron con lentitud para mirarme, el iris naranja brillando con amor para mí.

—Y estoy muy agradecido por eso— susurró.

Sonreí enormemente, plantándole un beso en sus rosados labios, gesto que le hizo sonreír también.

—Eres muy hermosa, Kang Leia— comentó, sentándose en la manta y girando su cabeza para mirarme.

—Y tú eres jodidamente perfecto, Jung Jaehyun— volvió a reírse por la manera en la que le contesté, suspiré con suavidad, volteando a ver el cielo de nuevo, con nuevas y pequeñas nubes pasando —¿Te gustaría irte de aquí?

—¿A qué te refieres?

—Tipo… no sé, tal vez a Europa, viajar a otro continente, ser mochileros— dije lo último con diversión.

—Nunca lo pensé— contestó con un tono calmo —Éste siempre fue mi hogar, y… no soy el tipo de persona que cambie de casa seguidamente.

Me incorporé, sentándome igual, con la diferencia de que puse mis manos detrás de mi espalda para apoyarme atrás ligeramente.

—Pero esta vez lo haríamos juntos— respondí —seríamos solo tú y yo, viajando por cada país, y creando bonitos recuerdos.

Escuché su risa gruesa, y sus hombros moverse a causa de eso.

—Le prometí a las personas de esta casa que les daría protección eterna, si me voy, corren peligro por el simple hecho de vivir aquí y atenderme— su voz era dulce, y me explicaba con calma —Y como te dije, este ya es mi hogar, le tengo mucho cariño a la casa, y es más perfecto porque estás tú.

Su mano acogió mi mejilla, y yo me apoyé en su palma, como si fuera un gatito recibiendo amor.

—Está bien— contesté bajito, contenta de sentir la piel de Jaehyun —, no importa, podremos crear nuestro propio universo aquí— y me separé de su mano, emocionada porque se me había ocurrido nuevas ideas —¡Ya sé!— me puse de rodillas, y escalé encima de él, poniendo mis piernas a cada lado de su cuerpo—Podremos tener un gatito, siempre quise uno —él tomó mi postura anterior, con las manos apoyadas atrás de él —Y pondremos muchas luces de colores cálidos, para que se vea más acogedora nuestra casa— su sonrisa me hacía sentir demasiado feliz —, y también una fuente de agua.

—¿Una fuente de agua?— enarcó una ceja.

—Sí, será con angelitos desnudos que tiren agua por su boca.

Su risa grave entró como una melodía a mis oídos, y deseé poder escuchar eso toda la eternidad.

Deseé quedarme en ese momento, riendo junto a Jaehyun.

—Provocativo, me gusta.

—¡Son angelitos, Jae!— exclamé golpeándole juguetonamente en su brazo.

—¿Algo más que quieras poner en nuestra casa?— ladeó la cabeza, manteniendo su sonrisa.

—Hay muchas cosas que quiero y voy a poner— dije decidida, él asintió, atento a mí —Acomodaré todo como nos guste, será nuestro espacio, nuestro universo.

—Tú eres mi universo.

¿Así se sentía el amor?

No éramos la definición de un amor sano, ni un ejemplo a seguir para nadie en absoluto.

Pero nos queríamos, dentro de todo el caos que éramos, supimos tener un espacio para amarnos, y aceptarnos.

¿Mis papás estarían contentos?

Seguramente no. Porque no era lo que ellos hubieran esperado para mi vida, ni en sus peores pesadillas.

Daba igual, ellos eran parte del pasado. Ahora yo solo tenía que concentrarme en mi presente y futuro, que se resumía a Jaehyun.

Desvié mi mirada a la ventana, donde encontré a Camille viéndonos con fijeza.

Se sobresaltó al encontrarme también mirándola, y desapareció de la ventana, yéndose a otro lado.

Entrecerré mis ojos, concentrándome en los acelerados latidos de su corazón.

—Jae… —le llamé, sintiendo su nariz rozar mi cuello juguetonamente.

—¿Mhm?

—Tuviste muchas chicas en tu personal por años…

—Sí— respondió, todavía pasando la punta de su nariz, respirando sobre mi piel.

—¿Le gustaste a alguna de ellas?— se quedó quieto un par de segundos.

—¿Así como te gusto a ti?— dejó un rápido beso en el costado de mi cuello.

—Responde, tonto— y sentí sus dientes morder levemente mi piel, entre risas coquetas.

—Algunas, nunca me interesaron.

—¿No estuviste con ninguna?— sus manos sujetaron mis caderas, apegándome a él.

—Las vi crecer, a todos ellos, los sigo viendo como niños, hasta que tienen canas y me doy cuenta que han envejecido.

Era claro que a él no le interesaba el tema, porque estaba más concentrado en meter sus manos dentro de mi suéter y toquetear mi fría piel.

Pero a mí me había despertado la curiosidad.

[…]

Entré a la habitación donde Camille dormía, en el primer piso, alejado de mi dormitorio.

La encontré doblando su ropa, sentada en una esquina de su cama.

—S-señorita— dijo, levantándose de golpe.

—Soy una persona muy curiosa, ¿sabes?— comenté, cruzada de brazos caminando alrededor de su habitación.

—¿Necesita algo?— preguntó, nerviosa.

—¿Te gusta Jaehyun?— fui directa, no quería perder el tiempo, aunque me hubiera gustado divertirme asustándola un poco más.

Los ojos de Camille se abrieron en grande, y le vi tragar saliva.

—Señorita Kang-…

—Sabré si mientes, ten eso en cuenta.

Me paré en frente de ella, mirándola fijamente.

Camille era un poco más baja que yo, con sus mejillas sonrosadas y aspecto Europeo. Una chica tierna, que había pasado toda su vida en esta casa, estando en contacto con Jung Jaehyun.

No contestó, viéndose demasiado avergonzada.

—Oh, que adorable— comenté con una sonrisa ladeada —Enamorada de la persona a la que sirve.

—No me haga nada, por favor— pidió en un hilo de voz.

—¿Por qué te haría algo?— pregunté con confusión —, yo entiendo el amor, cariño— dije levantando mis cejas —uno no elige de quién enamorarse.

A pesar de que le decía todo con tranquilidad, ella seguía temblando y su pulso estaba acelerado.

Nunca dejarían de tenerme miedo, no importaba si les trataba bien, todo por las cosas que me vieron hacer.

—Como sea— resoplé, sintiendo estrés por el aroma a miedo que soltaba —Gracias por cuidar a Jae, Camille— di un paso atrás, dejándole respirar de una vez por todas —, eres una buena chica, ¿cierto?

Asintió, aunque entre sus gestos pude distinguir la mentira.

No le dije nada más, saliendo de su habitación.

No la creía una amenaza, era una chica que no haría daño.

Aunque no me imaginé que después, cometería semejante error (¿de verdad fue un error?) que destruyó la vida de Jaehyun, me alejó completamente y terminó matándola.

N/A

HELP, CÓMO SIGUEN AUMENTANDO TAN RÁPIDO LAS VISTAS.

Estoy subiendo este capítulo mientras estoy medio borracha con mis amigos jdjdudj. Si tienes suerte, la universidad puede ser una experiencia bien divertida JAJJAJAJA

gracias por leer 🥰

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