Era impactante que aparte de que existieran vampiros, también brujas.
Conocía sobre las culturas que practicaban brujería, eso era algo de todo el mundo y llamando de diferentes nombres.

Pero conocía únicamente por encima, nunca tuve la necesidad de rebuscar o ir a este tipo de lugares para algún hechizo.

Así que no me esperaba que las brujas pudieran cambiar de forma físicamente a alguien más joven, como era el caso de la mujer en frente mío.

Pero sí sabía que trabajaban con entidades oscuras para tener sus poderes, por eso eran peligrosas.

—¿Sobre qué quieren saber?— preguntó Taeyeon apoyando su espalda en el sillón.

—Jung Jaehyun— respondió Doyoung.

La sonrisa de Taeyeon desapareció e hizo una mueca que se asemejaba al asco.

—Ese vampiro— murmuró.

Presté atención a sus facciones, las cuales mostraban que no parecía agradarle Jaehyun, y bueno, no sería la primera.

—Él vino hace años, ¿verdad?— Doyoung continuó.

—Vino a este mismo lugar, en realidad— Taeyeon señaló el ambiente —conoció a mi antepasada, Grace.

Y la foto de una mujer de tal vez cincuenta años brilló desde encima de una mesa al decir su nombre.

—¿A qué vino?

Taeyeon me miró, a pesar de que yo no hice la pregunta, y me mantuve callada a un lado de Doyoung.

—Primero la sangre.

Sentí la irritación de Doyoung, y toqué su mano nuevamente para que no diga nada fuera de lugar o que nos pusiera en peligro.

Asentí, y ella me pasó un envase de vidrio, rectangular y corto.

Resoplé, sacando mis caninos y mordiendo mi muñeca, dejando salir la sangre, llenando el envase.

Taeyeon vio con fascinación el líquido espeso que bajaba de mi herida, con sus ojos abriéndose más grande y una sonrisa pequeña en su cara.

—Listo— dije chupando mi propia sangre para sanar la herida, viéndola tapar el envase, poniéndolo a su lado.

—Él quería un hechizo. —comenzó, llamando nuestra atención —Le dijo a Grace que quería algo que lo protegiera, porque habían personas que querían matarlo.

—Fue cuando se puso en contra nuestra— Doyoung comentó, pensativo.

—Para recibir, siempre tienes que dar algo a cambio— dijo haciendo un ademán al envase que tenía mi sangre —Jaehyun le prometió a Grace darle unas joyas que tenía de su lugar de nacimiento.

Doyoung frunció el ceño ante esto.

—¿Se las dio?

—Espera, vampiro, sigo hablando— Taeyeon chasqueó la lengua y Doyoung apretó los labios —En ese momento, Jaehyun había encontrado la casa en la que vive, que no era más que un terreno con una pequeña cabaña, lleno de árboles y sin civilización.

>Lo que quería era protección, y Grace se la dio. Transformó la casa en su fortaleza y sus ojos. Todo lo que ocurra dentro, Jaehyun lo sabe porque está conectado a la casa, se ligó a su habilidad de controlar las acciones de los demás, y por eso, puede controlar quién va a ver y quién no la casa.

Recordé la primera vez que salí de la casa, teniendo la sensación de que había cambiado de ambiente y llegado a otro lugar, mirando una casa toda destruida y deshabitada.

—Jaehyun mató a muchas personas, pero nunca lo encontraron las autoridades, porque él no dejaba huellas, y cuando iban a buscarlo, él desaparecía. Pero siempre estuvo ahí, lo que los policías y demás personas veían eran cuartos deshabitados, sin saber que un vampiro los miraba. — miré por un segundo a Doyoung, estudiando sus facciones —Además de eso, la casa le da poder, más fuerza y control sobre los demás. Los árboles fuera de su portón, el pasto, la tierra, cada ventana, pasillo, y habitación, es Jaehyun.

Miré mi muñeca, con las heridas que me había hecho desapareciendo casi en su totalidad, dejando otra vez mi tono natural de piel.

No era que Jaehyun fuera un vampiro especial en su clase, o con una habilidad más fuerte, pero tenía una gran ventaja que era la casa donde vivía desde hace cientos de años lo que lo volvía casi intocable.

Casi.

—¿Ahora sí puedo preguntar de las joyas?— preguntó Doyoung.

—Sí le dio las joyas a Grace, una vez que vio que el hechizo se completó. Pero algo bueno de las brujas, es que podemos saber si hay algo que esconden los demás, detrás de una sonrisa o buenos gestos. Y Grace lo sospechó de Jaehyun, por eso al hacer el hechizo, le quitó algo más al vampiro.

—¿Qué le quitó?— pregunté en tono tenue.

Taeyeon me miró con la boca entreabierta y una mirada divertida, dejando una pausa que hizo crecer más curiosidad.

—Al final, Jaehyun mató a Grace, y le robó las joyas que le había dado en un principio— continuó la bruja, dejando de mirarme —, con eso, la maldición se concretó.

—¿Grace maldijo a Jaehyun?

—¿Tú crees que no lo haría?— Taeyeon enarcó una ceja —Jaehyun siempre busca salirse con la suya, y Grace intuyó eso. Al morir, la maldición que le había puesto se activó.

—¿Qué maldición le puso?

Otro silencio donde Taeyeon nos miraba con diversión, entretenida con nuestras reacciones y el desespero que iba creciendo poco a poco por tener respuestas.

—Eso lo descubrirás dentro de poco—dijo, mirándome directamente a mí.

—Dijiste que nos darías las resp-…

—No todas— interrumpió Taeyeon a Doyoung —Además, eso en específico, no me corresponde contestar.

—¿Jaehyun te dijo que no lo hagas?— Doyoung ya estaba bastante exasperado por la actitud altanera y juguetona de la bruja.

—Odiamos a ese vampiro, es más, si lo matan nos harían un favor— contestó con desdén —No puedo interferir en el destino, Kang Leia encontrará la verdad en su momento.

Tuve que sacar a Doyoung de ahí antes de que empiece a gritarle groserías y deje toda su cortesía de lado, sabiendo que él era de poca paciencia.

Caminé junto a él por las calles, recordando la mirada interesada de Taeyeon sobre mí, como si ya supiera todo lo que me iba a pasar y estuviera esperando a verlo.

—Esto es ridículo— bufó Doyoung —Sabemos lo mismo que antes, Jaehyun está conectado a la casa y es invencible ahí, ¡Vinimos en vano!

—No sabíamos que era una maldición— contesté con voz calmada, todavía intentando unir puntos —, siento que eso nos ayudará.

—¿Cómo?

—El tiempo lo dirá.

Seguimos caminando mientras hablábamos de distintas cosas, que al final seguían centrándose en Jaehyun y el secuestro de Haechan.

No tenía ninguna paz por eso. Al contrario, me sentía con un peso demasiado grande en mi cuerpo que necesitaba sacar, porque ni siquiera sabía si Haechan estaba bien.

Un olor familiar entró a mi nariz y me quedé quieta por un segundo, activando mis sentidos.

—Creo que deberíamos ir donde esa bruja y amena-…

—Espera— le interrumpí, jalando de su hoodie, él dejó de caminar y volteó a verme.

Dos segundos después, vi a Park Suni cruzar la esquina, en compañía de su madre.

—¿Esa mujer no es…?

—Exactamente. —murmuré, haciéndole esconderse junto a mi detrás de un puesto de venta.

Pasaron por nuestro lado, ajenas de que las veíamos y siguieron adelante.

—Vamos— le dije, todavía agarrando la manga de su hoodie.

Les seguimos por un par de minutos hasta que caminaron por una calle vacía y aproveché para ponerme en frente de ellas, con Doyoung detrás de mí.

Los ojos de las dos se abrieron en grande, sorprendidas y asustadas por igual gracias a mi aparición.

—Que sorpresa— hablé primero, se miraron entre ellas —¿De compras, acaso?

—¿Qué haces aquí?— preguntó Suni, ya armándose de valor.

—Me gusta caminar— contesté con simpleza, encogiéndome de hombros.

—No eres una amenaza— dijo su mamá levantando la barbilla. Volteé a ver a Doyoung y él hizo una mueca de burla.

—Por supuesto que no soy una amenaza— respondí calmada —, no pienso lastimarlas.

—Quieres volver con Jaehyun— respondió su madre alterándose —No vas a poder, él dijo que está enamorado de mi hija, y que si te acercas, te matará.

Miré a Suni, que se veía nerviosa y queriendo irse, pero su madre seguía con el pecho inflado, queriendo encararme.

Escuché a Doyoung aguantar una risa por las palabras de la señora, dejando en claro lo divertido que era esa mentira.

—Señora, Jung Jaehyun está obsesionado con Leia— respondió Doyoung con burla.

Los ojos de Suni se apagaron por un segundo, y vi la tristeza en sus irises cafés.

—¿Cómo está Haechan?— pregunté, cambiando el tema.

—¿Quién?— Suni volvió a hablar, con curiosidad.

—Jaehyun se llevó a alguien especial para mí, lo debe tener en su casa— expliqué, apoyando mi peso sobre una pierna.

—¡El mini vampiro!— exclamó Suni con entendimiento, enarqué una ceja —Uhm, es que se nota que es más joven, por eso eh…

—Está siendo torturado— la señora habló, con un tono mordaz —deberías darle al joven Jung lo que quiere antes de que siga maltratando a ese pobre chico.

Entendí quién era la serpiente entre estas dos, porque Suni se veía demasiado ingenua como para estar en una situación así, a diferencia de su madre, que escupía veneno cada que hablaba.

—Si le doy lo que quiere, ustedes saldrán muy perjudicadas— advertí, viendo a su madre tragar saliva.

—Entonces vete, no vuelvas a verlo nunca más, nos harás un favor a todos.

Entrecerré mis ojos, pensando en esa posibilidad. Pero si yo me iba, nunca tendría paz, y los demás vampiros no serían felices.

Volví a mirar a Suni.

—No sabes en lo que te estás metiendo— le dije con un tono suave, sin querer amenazarle porque no era la atención —, si sigues así, morirás.

Tal vez Park Suni también era una víctima del destino, que justamente tuvo que caer en el dolor de Jaehyun y la codicia de su madre.

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Estaba esperando a que el anterior capítulo llegue a 200 leídas para subir este jwhwhwhehw.

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