Me refugiaba en los brazos de Haechan, mientras él me abrazaba con fuerza y susurraba cosas que no entendía en mi oído.

Quería saber qué pasaba por su mente, pero no podía enfocarme en otra cosa que no fueran mis pensamientos y mi mente toda atolondrada.

Mis ojos estaban cristalizados, más ninguna lágrima podía salir, porque mi odio no me lo permitía.

¿Pero de verdad odiaba a Jaehyun?

No sabía si podía tener un sentimiento tan fuerte y macabro contra ese hombre, porque cada vez que lo veía, solo recordaba el daño que me hizo.

Y el dolor llegaba a opacar cualquier otra cosa.

Todavía recordaba la manera en la que me miró antes de irse del restaurante. Tan retador, queriendo que me acerque y sabiendo que no podría hacerlo.

—Creo que deberíamos cambiar de estrategia— en algún punto escuché a Johnny, hablando con los demás.

—Es cierto, esto le está afectando mucho.

—Estamos siendo muy egoístas.

—No— aclaré mi voz, llamando la atención de todos —No cambiaremos de plan.

Taeyong me miraba fijamente y con preocupación en sus grandes ojos. Lo ignoré, separándome de Haechan.

—Leia...

—Él ya sabe lo que busco— interrumpí a Haechan, con mi voz saliendo más dura de lo que planeé —Es muy tarde para dar un paso atrás.

Y salí del departamento, sintiendo que me ahogaba con tantas personas queriendo resolver un problema que solo yo podía solucionar.

Me fui del edificio sin mirar atrás, queriendo aire fresco y no sentir que cada uno de los vampiros allí me miraba.

Intenté respirar a profundidad, con un dolor pesado en mis pulmones que me hacía más difícil el trabajo.

A veces me perdía más de lo natural en mis emociones, las cuales se descontrolaron desde que encontré a Jaehyun.

Solo pensar que me estuvo vigilando desde años atrás, provocaba un escalofrío en mi columna vertebral, y las náuseas volvían.

Estuve tanto tiempo siendo una chiquilla inocente, sin saber que una criatura sobrenatural pisaba donde yo había pisado segundos atrás.

—No tienes que hacer esto.

La voz de Taeyong me sacó de mis pensamientos.

De cuclillas y mirando la calle vacía, así me encontraba, en un trance asqueroso que envolvía hasta mis huesos, queriendo hundirme en el pánico.

—Tae...

—No necesitas hacerlo.

Suspiré, sintiéndome agobiada por mis emociones.

—Pero lo necesito— contesté —Nunca podré superar todo lo que Jaehyun hizo y dejó en mí si sigo escapando— me levanté, estirando mis piernas —, nunca seré libre si Jaehyun lo es.

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La boca entreabierta de Haechan sería graciosa, si no fuera por la situación en la que estaba.

No entendía lo que pasaba, pero me movía con agilidad, ahí en el aire, como si hubiera sido de esta manera toda mi vida.

Doyoung llegó tropezándose, y de igual manera, entreabrió la boca al verme.

—Mi santo padre vampiro— dijo mirándome —¿Cómo ocurrió?

Quise contestar, pero nada salió de mi boca, en cambio, seguí batiéndome para no caer.

—No se acerquen mucho, la pondrán más nerviosa— una nueva voz, y esta vez era de Taeyong, quien se veía más tranquilo a diferencia de los otros dos.

Un chillido extraño salió de mi boca, que no pudo comunicar nada.

—No me imaginé que ella podría— murmuró Haechan con asombro.

—Leia, piensa en tu forma humana— dijo el líder, logrando que centre toda mi atención en él —es sencillo, solo piensa en que quieres cambiar, pero con calma, sin apresurarte.

Miré sus profundos ojos oscuros, y asentí.

En un segundo, caía al piso sintiéndome extraña de volver a ser yo misma.

Rápidamente Haechan se apresuró a agarrarme, ayudando a que me estabilice y pueda ponerme de pie.

—¿C-cómo...?— balbuceé.

—No es muy común que pase en personas que fueron convertidas, pero tampoco significa que sea imposible— respondió Taeyong con tranquilidad —, así como nosotros tenemos una habilidad, acabamos de descubrir que tú también.

Miré a Haechan, quien se veía más emocionado que yo, con sus ojos brillando.

—¡Es genial, Leia!

—Eres más especial de lo que parece— siguió Doyoung, sonriendo con suavidad.

Una pesadilla me despertó, como ocurría siempre. Haechan vino a ayudarme, pero yo estaba con la mente nublada, y creí que era Jaehyun, lo que causó que mi habilidad se activara a modo de defensa.

Me convertí en un murciélago.

•••

Fue con el tiempo, que aprendí a manejar mi habilidad. Muchas veces mis emociones desencadenaron la transformación, y yo entraba en pánico y me escondía.

Pero gracias a la ayuda de Taeyong, quien sabía más del tema, pude aprender a no dejar que mis emociones interfieran con mi habilidad.

Al principio era lento, sentía que mis huesos se rompían y desaparecían, dejando en su lugar un cuerpo pequeño que tenía alas.

Luego, el dolor desapareció, y el proceso se aceleró, siendo que en cinco segundos, ya me encontraba en mi forma de murciélago.

Recordaba que había tenido esta conversación que Jaehyun hace tiempo, él me dijo que tal vez yo podría tener una habilidad, pero nunca lo tomé en serio, porque ya era lo suficientemente asombroso alimentarme de la sangre de otros humanos y no envejecer.

Era raro que los humanos convertidos puedan desarrollar alguna habilidad. Me explicaron que en realidad, ellos en su mundo no tenían nada de esto, pero al llegar aquí empezaron a aflorar distintas cosas que los hicieron todavía más fuertes, fue tal vez el cambio de realidad, la poca evolución que nosotros como humanos tenemos y la adaptación. No todos los vampiros lo tenían, y esa era una de las razones por las que el grupo de Taeyong era de los más fuertes. Todos sus integrantes habían desarrollado habilidades sobrenaturales para defenderse.

Luego entendí por qué de todo lo que podía tener (o no tener en absoluto) la metamorfosis había sido mi habilidad. Mis últimos años como humana lo pasé deseando escapar con todas mis fuerzas, y eso se convirtió en realidad al poder convertirme en algo que puede volar e irse lejos.

—Tienes una habilidad increíble— le dije a Haechan un día que paseábamos por el parque cercano a la casa.

—¿Te parece?— preguntó risueño —Cuando la desarrollé, me pasé el tiempo haciéndole bromas a Mark para que crea que estaba en un acantilado o al borde de un puente.

Negué con la cabeza con una pequeña sonrisa, imaginando lo adorable que debió ser Haechan en esos momentos.

—Es algo que me pregunto— dije al aire, consiguiendo la completa atención del moreno a mi lado —Las habilidades de los demás, ¿pueden afectar a los otros vampiros?

Hizo un puchero, mientras pateaba una piedrecilla —No todas las habilidades, hay algunas que no nos hacen efecto.

—¿Cómo cuáles?

—Pues, la habilidad de Jaehyun no funciona en nosotros— le miré con curiosidad —, su control mental solo funciona en los humanos, a nosotros no nos hace efecto.

—¿Por qué?— se encogió de hombros.

—Creemos que es porque tenemos una mente más fuerte que los humanos, y no somos fáciles de manipular— lanzó la piedrecilla por última vez, dejando que ruede fuera de nuestro camino—, sin embargo, entra en contradicción con mi habilidad, ya que yo puedo hacerles ver lo que yo desee, incluso a Jaehyun. Aunque Doyoung tiene la teoría de que el control de Jaehyun solo puede ser en los humanos porque los considera inferiores, nosotros somos de su misma especie y no puede manipularnos, en base a eso se desarrolló su poder.

«En cambio, nuestras habilidades si le afectan a él porque no nos creemos mejores que el resto, supongo que la naturaleza o algo más le dio un castigo con eso.

Asentí, mirando la calle vacía y sin vida por los faroles que no funcionaban en su totalidad.

—¿Podrías hacerme ver algo?— pregunté suavemente, él levantó sus cejas.

—¿Qué quieres ver? — paró de caminar, y por consecuencia, yo también lo hice, quedándonos en medio de la calle.

—No sé... algo bonito— volteé a mirarle. Él pestañeó con lentitud, mirando mi cara antes de asentir.

Cuando volví a mirar al frente, me encontraba en frente de un lago pequeño, con una cascada que dejaba caer el agua lentamente.

El canturreo de los pájaros le daba un aire etéreo al paisaje, más los peces nadando con rapidez en el lago.

Sonreí con los labios cerrados, respirando a profundidad, y sintiendo paz.

—Este es de mis lugares favoritos— dijo Haechan apareciendo a mi lado, me senté junto a él, en una piedra grande y plana —, me gusta ver esto cuando me siento agobiado.

—Es muy lindo.

—Cuando necesites un descanso de todo, solo pídeme que te muestre esto, no apareceré, solo dejaré que estés aquí.

Me quedé mirando el agua caer, queriendo poder ser de esa manera.

Solo tener el propósito de caer y juntarme con el lago, sin problemas ni heridas.

Volví a mirar a Haechan luego de un rato, apreciando su piel morena que brillaba bajo la luz del sol que su habilidad había creado.

Conté los lunares en su cara, encontrando todo un mapa que se podía hacer, más sus pestañas largas y su nariz estética.

Cuando volteó a verme y me sonrió, me pregunté por qué no pude haberlo conocido antes a él, y haberme enamorado.

Tal vez, si me hubiera encontrado con Haechan, las cosas estarían mejor, y yo sería feliz.

Porque estaba segura, de que Lee Haechan, me hubiera hecho feliz.

N/A

Holaaaa, quisiera que comenten aquí que les parece el rumbo que va tomando este segundo libro, para saber si les gusta igual que el otro🥺.

También estoy feli, Greed de Jungwoo ganó el primer lugar en la categoría de romance en un concurso en el que participé. Por eso edité algunas partes, cambié algunos diálogos y escenas y así.

Ya lo terminé de editar, si gustan, pueden pasar a leerlo sisisi.

Gracias por el apoyo💕