Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

¿Cómo la conoció?

Las calles ese día estaban llenas de gente, muchos en sus asuntos, buscando llegar a sus destinos lo antes posible.

Iba a llover pronto, y los estudiantes corrían fuera de los establecimientos de educación, felices de haber terminado las clases del día.

Jaehyun caminaba sin ningún rumbo específico, lo único que hacía era juzgar a los humanos que tenían una vida tan miserable.

Ni siquiera le gustaba caminar por ahí, pero su muñeca le había hecho enojar, y después de arrastrarla por el jardín mientras se desangraba, decidió salir a despejar su mente, y dejar que sus sirvientes limpien el desastre y se deshagan del cadáver.

En un principio no la vio, la multitud era lo suficientemente grande para mantenerlo distraído, pero ella pasó por su lado a paso rápido, y de alguna manera, su olor lo golpeó más fuerte que el de los demás humanos.

Volteó, y como si fuera obra del destino, la gente disminuyó, dejándole ver a la chica que caminaba con la mochila entre sus brazos.

Su aroma activó sus sentidos en un segundo, y no pudo evitar ir detrás de ella, solamente para ver su cara.

Fueron varias cuadras que caminó sin que la chica se dé cuenta, hasta que se encontró con otra persona, una chica de su misma edad, quizá.

Se quedaron hablando en una esquina, y cuando ella volteó para ver si ya llegaba su bus, Jaehyun pudo verla.

Era linda, sin duda alguna. Pero se notaba que era menor, una niña, sin experiencia ni nada de lo que necesitaba él.

Quiso irse, pero sus pies lo mantuvieron ahí, escuchando la aburrida conversación que tenía con su amiga.

Y en un principio, solo fue mera curiosidad lo que hizo que Jaehyun se quede. Estaba aburrido, sin una muñeca para distraerse y con muchos años por delante.

Y solo por eso, quiso jugar al detective.

Solo quería saber por qué tenía ella ese aroma tan peculiar que nunca lo sintió en otro humano más en tantos siglos.

—Se llama Kang Leia— su asistente llegó a su oficina, dándole el archivo con la información de la chica —tiene 17 años.

Tal como lo pensaba, era una niña.

Aunque no pareciera, él tenía sus límites y principios, no se metería con una menor, por eso elegía a sus muñecas con mayoría de edad, y mínimo, 23 años.

Pero podía verla un poco más, ¿no?

Solo iba a verla una vez cada dos semanas, para ver si ese olor seguía en ella.

La veía desde lejos y por quince minutos, hasta que se aburría y se volvía a ir, buscando divertirse con la muñeca que tendría en ese momento.

Con los días pasando, empezó a verla más seguido. Sin darse cuenta, los quince minutos se volvieron cuarenta y cinco, y era una vez por semana.

Leia era una chiquilla normal, que se concentraba en sus tareas y tenía padres amorosos. Aunque no se quedaba callada y le divertía ver cómo se metía en problemas por contestarle a los profesores que querían humillarla de vez en cuando.

Ocho meses, y él seguía viéndola desde lejos. Sus muñecas empezaron a ser reemplazadas con más frecuencia, resultando ser más aburridas de lo que creía.

Jaehyun nunca lo dijo en voz alta, pero estuvo esperando a que Leia cumpla 18 años, para acercarse más.

En su cumpleaños, la vio en un club junto a sus amigas, celebrando su mayoría de edad.

Fue la primera vez que la vio con vestido, y con su aroma siendo más fuerte y embriagador.

Y mientras mordía el cuello de una mujer y le quitaba toda la sangre, solo podía pensar en Kang Leia.

Pero no importó cuanta sangre bebió, él necesitaba algo más. Algo que no iba a conseguir de los demás humanos.

Cuando vio a Leia con un chico en una cita, su pecho se contrajo y su sangre hirvió con un sentimiento que nunca antes había experimentado.

No fue difícil descubrir lo que era.

Celos.

Con esa motivación tóxica que estaba desarrollando y de la que no se daba cuenta, decidió actuar.

Ya no era curiosidad lo que tenía, ahora quería más, mucho más.

Se aseguró de que nadie sepa de la existencia de Leia, quería guardarla como su pequeño y hermoso secreto, porque mientras ella más crecía, más hermosa se volvía, y había invertido mucho tiempo como para dejar que alguien se la lleve.

En la graduación, él estuvo en la parte de atrás, asegurándose de que nadie lo vea. Sonrió lascivamente cuando la vio subir al pequeño escenario para recibir su certificado, notando rápidamente la mirada de sus compañeros sobre ella, y los susurros que hacían otros chicos, halagando su linda cara.

Pero ellos eran unos idiotas, porque Leia ya tenía dueño.

Se controló para no matar a los chicos que intentaran acercarse a su futura muñeca, porque no debía levantar ni la más mínima sospecha. Leia debía seguir creyendo que todo era normal.

Planeó el secuestro por meses, asegurándose de que todo salga bien, porque no podía permitirse ningún fallo a este punto.

Ya conocía la personalidad de Leia, tenía en cuenta lo que podría hacer cuando se encontrara con él, y también lo mucho que lucharía.

Actuó antes de que la admitan en la universidad. Esperó con paciencia a que baje del bus, porque sabía que estaba arreglando sus documentos para poder seguir estudiando.

Sintió su aroma desde cuadras atrás, y con la muñeca actual que tenía en ese momento, se fue al callejón.

La chica de 28 años estaba asustada, temblaba y quería gritar, pero la mano del vampiro sobre su boca se lo impedía.

En realidad no podía considerarse muñeca como tal, la había agarrado cinco días antes con el objetivo de capturar a Leia.

—Shh, espera un poco, bonita— susurró sobre su oído.

Cuando el olor de Leia se empezó a hacer más fuerte, soltó a la chica.

—Corre.

Y ella hizo caso, intentando correr, pero era claro que no lograría nada.

En cinco segundos, Jaehyun la alcanzó y le agarró del cuero cabelludo, jalándolo y provocando un grito de la chica.

La lanzó al piso, escuchando el golpe de su cabeza contra el cemento, y se puso encima de ella. Sus colmillos crecieron y expuso su cuello, con la sangre corriendo a gran velocidad.

El aroma de Leia acercándose le hizo entusiasmar y sentir excitación, con lo que encajó sus colmillos en el cuello de la chica, abriendo la piel con facilidad y empezando a sacar la sangre como un dulce jugo.

—¡Ahgdgyf…!

La chica intento hablar, pero se empezó a ahogar con su propia sangre, gracias a que Jaehyun encajó sus dedos en el otro costado, donde no mordía.

—¡a-ayuda! ¡Ayhsgdbew!

Fueron dos minutos, donde él ya de pie, miraba con calma a la mujer intentando escapar.

—Me estás aburriendo— dijo, ya cansado de los absurdos intentos de esa mujer para irse.

Y en un momento, ya estaba encima de ella, mostrándole sus caninos. Fue ahí, que Leia se hizo notar.

La primera vez que Leia y Jaehyun se miraron a los ojos.

—Gracias por ayudarme, fuiste una buena muñeca temporal— le susurró Jaehyun a la mujer antes de matarla.

Funcionó, el plan había resultado exactamente como él esperaba.

Porque ahora, en medio de la calle, él la tenía en sus brazos.

Kang Leia dormía tranquilamente, aunque fuera con un poco de sangre saliendo de su cabeza, y él se sintió volver a nacer con el tacto de su suave piel.

Jaehyun había esperado a Leia por dos años, desde que tenía 17 a poco de los 18, la vigiló todo el tiempo, y la cuidó, a su manera.

Ella planeaba irse a la Universidad, con sede en otra ciudad, pero, ¿por qué él lo permitiría? Había dejado muchas cosas de lado para poder armar su plan y esperar al momento adecuado.

En el auto de regreso a casa, la abrazo como si fuera el tesoro más preciado que encontró nunca. Y probablemente era eso, un tesoro único.

Estaba agotado, había tenido que controlar a las personas cercanas para que no se acerquen.

Había tenido que controlar a los padres de Leia para que se queden en su casa, a pesar de haber escuchado los gritos de su hija.

—Hermosa Leia— susurró, quitando un mechón de cabello de su cara.

De cerca era más preciosa todavía, ¿cómo era eso posible?

Les dio órdenes muy específicas a toda la servidumbre de su casa. Si antes eran vigilados, ahora más que nunca, y todos ellos se preguntaban quién era la chiquilla que apareció de repente.

La nueva reina.

Dentro de la retorcida mente de Jaehyun, todo se veía como un paraíso perfecto. Leia se enamoraría de él, y él la protegería de todo.

Incluso de él mismo.

Serían una pareja perfecta, la envidia de los demás vampiros, y él podría ser feliz después de toda una vida con amargura.

Mientras ella no se enterara de todo lo que él oculta, las cosas estarían bien.


N/A

Bueno, ya que muchos querían saber cómo conoció realmente Jaehyun a Leia, se los traigo.

Y aparte, vengo a promocionar descaradamente mis otros libros:

Un ángel.

¿Era la palabra correcta para describirlo? Tal vez se quedaba corto ante lo que realmente es él.

Un ángel que llevaba armas y golpeaba a la gente que atacara a su familia. Ese era Mark Lee.

Y me enamoré por error.

Este es de Mark, lo había subido antes, pero lo borré porque no me gustó cómo lo fui escribiendo.

Lo volví a escribir desde el principio, y está muchísimo mejor.

Su voz tenía un tono suave, no era tosco ni grave, podías confundirlo con un ser celestial.

Era su mejor arma, porque cuando lo utilizaba, un crescendo se alzaba a tu alrededor, y solo esperabas escuchar las arpas del cielo para poder ser llevado.

Pero así como era una belleza, era también lo más peligroso con lo que te podías encontrar.

"No lo escuches, tápate los oídos."

Este es de Doyoung, y estará disponible próximamente, pero todo depende de si les llega a interesar la historia para que la suba cuando termine con Catharsis.

Espero que les den una oportunidad así como se la dieron a Favorite y Catharsis, graciassss😭.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro