Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10

Estaba vestida para la ocasión, tal como se ameritaba. Mina se encargó de peinarme y recoger mi cabello en un moño bien arreglado, con un maquillaje oscuro en los ojos, y un rosa pálido en los labios.

Me dejaron en el restaurante donde Jaehyun me citó, y prometieron que estarían cerca. Aunque no tanto, porque el vampiro podría ver eso como una amenaza.

Haechan se quedó en el asiento de copiloto esperando hasta que el auto volvió a avanzar, perdiéndose entre las calles.

Cuando entré al restaurante, lo vi más vacío de lo normal, con luces tenues y una música jazz de fondo.

Y él estaba ahí, en una mesa justo al medio de todo, como si él fuera la única atracción esta noche, lo único que valía la pena ver.

Pero eso cambió cuando me senté a su lado, y sentí toda la atención en mí, aunque sólo fueran sus ojos los que me veían, pareció que yo fui la única que brillaba ante su punto de vista.

Me dolió en lo más profundo de mi corazón saber que me seguía queriendo tanto y podía verlo con facilidad.

—Estás hermosa.

Fijé mi mirada en el mantel de la mesa, asintiendo a su cumplido.

El mesero nos trajo vino, y lo sirvió en dos copas. Jaehyun me tendió mi vaso y acercó el suyo para que brindemos.

Copié su acción, escuchando el sonidillo de los vidrios al chocar.

—Cumpliste 27 hace poco— comentó, dejando el vaso en la mesa.

—Así es —comenté con voz suave.

Los chicos me habían hecho una pequeña celebración, con pastel y globos, me cantaron y festejaron conmigo. Había sido un día bonito, y lo disfruté bastante, porque se sintió como si estuviera con un grupo de amigos común, riendo y hablando con el pasar de las horas.

Me hizo recuerdo a una vida normal, con la diferencia de que, ante diferentes emociones, los ojos de ellos se prendían con diferentes colores.

Igual que los míos.

Antes los alejaba de mi raza, y les ponía una brecha por las tantas diferencias que había. O por lo menos, lo hacía con Jaehyun, cuando creía que era el único que existía.

Pero ahora yo reaccionaba igual que ellos, mi cuerpo de la misma manera, y mi cerebro ya no era el mismo. Ya no existía ese muro que puse inconscientemente, porque yo había dejado de ser humana.

—¿Qué hiciste en tu cumpleaños?— entrelazó sus manos por encima de la mesa, apoyando sus codos en el borde.

—Festejé. —dije con tono obvio, él levantó sus cejas, esperando algo más, y supe a lo que se refería —Sí, Jaehyun, estuve con Taeyong y su grupo.

Apretó sus labios y asintió, tomando su copa para beber otro sorbo.

Parecía que quería saber qué hice exactamente con los chicos, pero era muy orgulloso para preguntarme. O simplemente, no quería saber la respuesta.

Nos quedamos en silencio, sin que ninguno se atreva a preguntar nada más, porque las respuestas podían llegar a ser muy dolorosas.

Pero había esperado cinco años, era tiempo para mí.

—Me debes algunas respuestas— murmuré, haciendo mis ojos brillar en un fuerte naranja.

Él asintió, sabiendo de lo que hablaba.

—Adelante, puedes preguntar.

¿Por dónde empezaría? Tenía muchas dudas, pero necesitaba que esta cena sea lo más corta posible, porque aunque haya soñado con Jaehyun tantas veces, y ya no fuera una gran amenaza para mí, seguía sintiendo el peligro en su aura.

Y llegó unos platos con carne y ensalada. Supuse que Jaehyun lo pidió antes de que yo llegue, así que no pregunté nada, solo me dediqué a alistar mis cubiertos para comer.

Me acobardé. No estaba lista para preguntar, aunque fueran tantos años, era recién que podía ver a Jaehyun, y recibir la cruda verdad de golpe se sentía como si pudiese destruirme.

<<<

—¿Por qué me ayudaron?— le pregunté a Haechan.

Estaba con las piernas dobladas encima de la cama en la habitación que me dieron. Muy apenas había dejado entrar al moreno luego de días, porque era el único al que conocía de los demás, quienes eran unos extraños que decidieron traerme.

¿Cómo podría confiar en ellos? Eran completos desconocidos, que mágicamente quisieron darme apoyo y protección. Sólo podía pensar que estuve dos años viviendo atrapada entre las garras de otro vampiro que no sentía remordimiento por sus acciones.

—Seguimos los pasos de Jaehyun— empezó Haechan, sentándose en el piso alfombrado con vista a mí —Sabíamos este juego que tenía, las “muñecas”— hizo comillas con sus dedos —, pero también sabíamos sobre ti.

—¿Sobre mí?

Haechan resopló, pensando en sus siguientes palabras.

—Nos dimos cuenta que había algo extraño. Las mujeres que Jaehyun elegía solían ser mayores, más arriba de sus 25 años, lo que considerarías alguien más madura, supongo. Tú fuiste la primera en ser tan joven, y obviamente, eso encendió una alarma entre nosotros —pasó una mano por su cabello castaño, despejando su frente —Pero, también era porque sabíamos lo que les hacía a esas chicas cuando le aburrían. Sabíamos que las mataba… hasta las torturaba antes de quitarles la vida, hay vampiros que decidieron continuar sus vidas aquí y también matan gente, pero no es lo mismo, Jaehyun está a otro nivel—apreté mis dedos, recordando a JaYoon. —Sabíamos que estaba mal, y contigo decidimos por lo menos, hacer algo. Debimos hacerlo antes, pero ninguno se atrevió por la posición que ocupa él, fue Taeyong quien dijo que era suficiente.

Miré las uñas de mis pies, porque estaba descalza. El clima aquí era cálido, así que no había necesidad de abrigarme mucho.

Ese pensamiento me hizo darme cuenta que en el fondo, muy adentro, seguía teniendo costumbres humanas, o lo más parecido a eso. No importa que hiciera un frío comparable a la Antártida, no lo sentiría.

—¿Por eso viniste?

—Me enviaron a mí para saber quién era la chica que Jaehyun secuestró, era el más adecuado por la relación que en un momento tuve con él— sus ojos se vieron abatidos y con remordimiento, quise preguntarle a qué se refería pero habló de nuevo—Tengo que confesarte algo.

Volteé a mirarle con curiosidad, preguntándome por qué parecía tan avergonzado de repente.

—Dime.

—La vez que fuiste a esa fiesta… cuando te enteraste de la muerte de tus padres… —fruncí el ceño ante la mención de ese tema —, no las conoces todavía, pero eran dos chicas de nuestro grupo.

Le miré con la cara en blanco, sin saber qué responder o cómo pensar.

Recordaba esa vez, yo había entrado al baño para hacer mis necesidades, y dos chicas afuera hablaban de las noticias que escucharon.

Ahora que lo pensaba, era muy extraño que se hayan puesto a hablar de un asesinato tan grave en medio de una fiesta.

—Queríamos que sepas la verdad, te lo merecías, pero no podíamos acercarnos mucho cuando Jaehyun estaba encima de ti todo el tiempo. Así que armamos ese plan, te estuvimos vigilando desde afuera, y cuando saliste, ellas entraron convenientemente al baño para hablar de eso en voz alta.

—¿Ustedes planearon eso?

—Sí. Y lo lamento, porque no salió como queríamos… en parte, porque igual descubriste la mentira de Jaehyun. Pero él se las arregló para hacerte creer que la culpa lo tuvimos nosotros…

Sí. También recordaba que Jaehyun me dijo que otros vampiros lo hicieron, que alguien más cometió el crimen y no fue el hombre que vivía conmigo.

—¿Y las otras veces? Me encontré contigo luego.

—Buscaba la manera de poder hablarte, pero siempre que estaba cerca, Jaehyun aparecía, y tenía que irme. En el bosque lo supimos todo gracias a Yuta, su habilidad son las visiones.

—… ¿Así como la de Crepúsculo?

—Sí, como la de Crepúsculo— dijo en un tono un poco cansado, dándome la impresión de que le preguntaron varias veces sobre esto —Desde que salió la película le decimos Alice a Yuta… le queríamos poner Yutalice, pero suena como shipp, y a Yuta le gusta Rosalie, así que no pudimos llegar a un acuerdo—arrugó su nariz.

Solté una pequeña risa, la primera desde que llegué aquí, y los ojos de Haechan brillaron con alegría, dándome calidez en el pecho.

Creo que de todos, quien más se había esforzado en hacerme sentir mejor, fue Lee Haechan. Se mantenía a mi lado como un perrito guardián, y sacaba varios temas de conversación que no incluyeran a Jaehyun.

También podría tener que ver el que fue al único que dejé acercarse a mí.

Le había tomado cierta confianza ya que lo conozco desde hace tiempo, y me ayudó cuando estaba atrapada.

—A veces las visiones de Yuta suelen variar, sobretodo con Jaehyun y su casa, uhm, probablemente te cuente sobre eso luego— sacudió su cabeza —Como sea, cuando se trata de Jaehyun, las visiones que tiene suelen ser poco antes del suceso, días antes, o incluso después. Mark y yo estábamos cerca, y Yuta nos llamó diciendo que algo malo te iba a ocurrir si no íbamos inmediatamente—se rió entre dientes, dándome la impresión de que estaba recordando —Estábamos de compras, y tuvimos que dejar nuestras bolsas en un baño público para ir al bosque. Fue fácil encontrarte por el aroma a sangre que salía de entre los árboles.

Sangre.

Podía recordar el intenso dolor que sentí cuando se me rompió mi pierna al tratar de escapar, había hasta escuchado el sonido de mis huesos quebrarse al caer al suelo.

Lo único bueno que saqué de eso, fue que opacó el dolor de mi brazo que tenía una navaja clavada.

—Gracias por eso— dije luego de unos segundos —era obvio que ella no iba a salir con vida, pero al menos tú y Mark evitaron que las cosas fueran más fuertes, creo.

Ladeó una sonrisa, asintiendo a mis palabras y dándome seguridad con solo su presencia.

Lo veía y no creería que tiene muchísimos años más que yo, era curioso cómo funcionaban las cosas de dónde él venía.

¿Ahora yo pertenecía a ese lugar? ¿O también era una extraña cómo aquí?

Me daba miedo pensar que ya no tenía un lugar al cual llamar hogar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro