Confianza.

¿Cómo se obtenía?

A base de la sinceridad, de saber que los secretos y cosas privadas que puedas decirle al otro, serían guardados. Que cuando estuvieras en problemas, esa persona estaría ahí para ayudarte, apoyarte, y darte los consejos necesarios.

¿Cómo se rompía?

Cuando uno escondía cosas, hacía algo que lastimaba al otro, y lo traicionaba.

Y de esa manera, se había roto la confianza entre él y yo.

Porque él me ocultó la verdad, mi confianza se rompió. Y porque yo me fui cuando él pensaba que no lo haría, su confianza se rompió.

Ahora éramos dos extraños, que conocían las pieles del otro, pero era imposible volver a sentirnos.

Él me buscó.

Fue meses y meses, que pasó buscándome, yendo de club en club hasta callejones y rincones oscuros, preguntando a la gente y mandando a su personal. Pero nunca lo logró.

Yo había desaparecido, así como nuestra felicidad.

Escuché por las calles, las personas murmuraba que había enloquecido, que llevaba de 3 a 5 humanos por noche y los destrozaba. Había empeorado.

Y me ponía a pensar, en la oscuridad, que hubiera sido mejor si me quedaba, y lo controlaba, que yo podría haberlo ayudado.

Pero esa nunca fue mi responsabilidad. Yo no tenía por qué cuidar de él, ni intentar solucionar sus problemas.

Él se había hundido, y yo con él, aunque fue un milagro que haya salido de ese pozo.

—¿Sigues esperando? — pestañeé varias veces para salir de mi ensoñación, y miré la puerta, donde la figura del chico se presentaba. Volví a mirar desde el balcón.

—No realmente, pero me acostumbré a apreciar la vista.

Al principio sí. Me quedaba mirando por el borde noche tras noche, creyendo que en algún momento él volvería a aparecer, que me tendría en sus garras de nuevo, y aunque sintiera un miedo inmenso de que eso sucediera, lo seguía haciendo. Seguía esperando.

Sus pasos no se escuchaban, pero lo sentí acercarse hasta ponerse a mi lado.

—Sí, es linda— concordó conmigo, apoyando sus antebrazos en el balcón —Desde que llegaste se convirtió en tu lugar especial.

—Fue el único lugar donde ustedes me dejaban sola— dije con un deje bromista en mi tono de voz, él bufó una risa.

—Teníamos que asegurarnos que no intentarías hacer algo, estábamos preocupados.

—Lo sé— nuestros tonos eran calmados, estábamos en un ambiente relajado. Respiré profundo, llenando mis pulmones del aire que entraba desde la ciudad y lo solté segundos después.

—¿Seguirás aquí? Saldré con Jungwoo y Mark a un bar.

—Sí, estaré aquí— Él asintió, aunque sabía que no le gustaba el que me quede sola, respetaba mis decisiones.

—Bien, nos vemos más tarde, intenta descansar tu mente, Leia.

Sonreí de costado, mientras él se iba de la habitación.

—Y tú intenta descansar tu hígado, Haechan, tomar tanto no es bueno— subí un poco el tono de voz aunque no fuera necesario, él me escuchaba con claridad incluso si susurraba.

—¡El alcohol no me hace efecto!— exclamó con su tono aniñado característico antes de dejarme sola.

Volví a enfocarme en la vista nocturna, con la Luna como mi compañera.

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Dios mío, ¿a dónde se supone que iba a ir? Las lágrimas seguían bajando por mis mejillas y sujetaba un bolso, había corrido sin mirar atrás.

Estaba muy lejos de la casa de Jaehyun, estaba segura, porque ni siquiera yo sabía dónde me encontraba. Tampoco estaba en mi ciudad.

Olvidé lo rápida que podía ser como vampiro.

¿Podría ir dónde mi familia? Tenía a mis abuelos maternos.

No, no era buena opción, estuve desaparecida por dos años, y si volvía, mi abuela me quemaría viva.

Todavía no controlaba del todo bien mi sed de sangre, y tampoco podía ocultar el color de mis ojos.

Si mis ojos cambiaban a un rojo intenso en medio del almuerzo, todo el pueblo donde vivía mi abuela iría a sacarme de la casa y me colgarían en un árbol mientras bailan y gritan como animales.

Y tampoco lo soportaría, mi mamá era un vivo retrato de mi abuelo, ¿cómo podría verlo a la cara sabiendo que mi pareja asesinó a su hija?

Tendría que esconderme.

No había manera de que pueda dejarme atrapar por Jaehyun una vez más, ese sería mi fin total.

Miré a mi alrededor, una carretera vacía, ni siquiera había alguna gasolinera a lo lejos que pudiera darme el consuelo de encontrar algo.

No necesitaba dormir, pero con el tiempo me iría cansando por la falta de sangre.

Jaehyun me dijo que dormía de vez en cuando, cuando realmente lo necesitaba porque su especie no no era como los humanos, así que tarde o temprano yo tendría que hacerlo.

¿De dónde conseguiría sangre?

Debía moverme con cuidado, no sabía hasta qué punto tomar de la sangre de alguien para no matarlo, muchas veces hice un desastre y no puedo ignorar el hecho de que maté a algunas personas por no saber controlarme.

¿Eso también era mi culpa?

Ya había dejado de sollozar, pero mis ojos y cabeza dolían de todo el llanto que solté por horas.

Nadie me detuvo cuando salí de la casa, nadie se atrevió a volver a hablarme.

Seguí caminando por una carretera vacía, con el amanecer saliendo lentamente y a mis espaldas.

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Aún ahora, después de tanto tiempo, los recuerdos seguían golpeándome.

Pero había aprendido a vivir con eso, era algo que nunca me dejaría tranquila y lo acepté, no podía decir que estaba del todo bien, porque era mentira.

Jamás podría recuperarme totalmente de todo lo que Jaehyun me hizo.

Rompió toda pureza e inocencia que tuve y me convirtió en una asesina.

Sin embargo, intentaba sobrellevarlo. Era lo que me quedaba.

Salí de la habitación al amanecer, con los brazos cruzados y un gesto neutral.

Haechan debía seguir en el bar, así que no esperaba verlo en unas horas más.

No tenía mucho que hacer, estuve escondiéndome, y aunque estuviera muy lejos de ese lugar, seguía con miedo.

¿Era miedo? ¿Qué tanto tuvo que herirme para que ya no quiera verle?

Mi cabello había crecido bastante, me llegaba debajo de la espalda, y estaba saludable. Seguía siendo la misma físicamente pero en el interior había cambiado completamente.

Una suave melodía sonó en la casa, mi nuevo hogar, y sentí la tranquilidad habitual que siempre sucedía a esta hora.

La helada noche se fue y ahora el sol iluminaba los pasillos y se sentía más cálido.

Respiré profundo, y un nuevo aroma llegó a mis fosas nasales.

—¿Todavía no llega Mark?— preguntó la persona que apareció en frente mío, con un café en sus manos humeando.

—No, dudo que aparezca hasta las 10— respondí y él rodó sus ojos.

—Mientras no llame la atención como la última vez, no hay problema— notó que miraba su café y él igual lo vio antes de ofrecérmelo. —¿Quieres?— el olor a cafeína llegó más fuerte a mí cuando estuvo cerca.

—Siempre tomas café, a pesar de no sentir nada.

—A veces me gusta creer que soy como ellos— bromeó encogiéndose de hombros, agarré la taza antes de darle un sorbo pequeño, sintiendo el calor del agua.

—Mínimo ponle azúcar.

—Como si sintieras si tiene azúcar o no— me sacó la lengua juguetón, y se rió cuando yo se lo devolví. —Ven, vamos a la cocina, te prepararé una taza.

—Nunca dije que quisiera— Y a pesar de mis palabras, seguí sus pasos al otro cuarto.

—Tus ojos me dicen lo contrario— agarró la caldera que seguro hace poco fue apagada, y sacó una taza de la alacena. Seguí sus movimientos con mis ojos mientras apoyaba mi cadera a un lado de la isla. —Va a ser el mejor café que podrías haber tomado en tu vida— exageró, demasiado concentrado en poner el café en la taza a una cantidad exacta.

—Podría asegurarte que no— dije con diversión, viendo sus manos moverse como si estuviera haciendo un platillo gourmet.

—Podrías, pero no lo harás— y fingió que ponía azúcar como los chefs en una posición de su mano extraña, eso me hizo reír finalmente y su sonrisa también apareció.

Me dio la taza encima de un platillito, y se sentó en una de las bancas en frente mío, mirándome con atención.

Probé un sorbo, y aunque realmente no supiera a nada, fingí sorpresa y tapé mi boca con una mano.

—¡Oh!— él levantó sus cejas —Es delicioso.

—Lo sabía, nadie se resiste a mis habilidades culinarias.

Blanqueé los ojos, sentándome en otra banca y los dos estuvimos tomando el café en un silencio acogedor, con la música ligera de fondo.

Sin embargo, sabía que esta tranquilidad no sería posible por mucho tiempo, solo estaba alargando el asunto.

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gente, siento si no estoy actualizando seguido, es que conseguí vida social y estoy ocupada en eso😗.

Les explicó que esto ">>>" es cuando la narración está en presente, y esto "<<<" cuando la narración va al pasado, a lo que sucedió con Leia luego de que se fue de la casa de Jaehyun.

Espero que lo vayan disfrutando, yay.