PRÓLOGO
Estabas aburrida haciendo zapping en la televisión, pensando en que excusa le pondrías a Natasha la próxima vez que te llamara para entrenar, cuando una voz habló.
—Tony ha llegado junto a los vengadores y los hermanos Maximoff —Friday, el sistema inteligente que Stark había creado para sustituir a Jarvis, quién ahora era Visión.
—Voy —respondiste.
Rápidamente subiste a tu habitación para cambiarte el pijama de Hello Kitty que llevabas puesto. Te pusiste una falda morada a cuadros que habías comprado recientemente y morías por estrenar, una camiseta de tirantes corta y una chaqueta de cuero negra. Para el calzado optaste por unas botas altas negras.
Bajaste hasta el piso en el que ellos se encontraban, Thor y Steve estaban sentados en un sofá, Clint y Natasha en otro, y luego estaba tu padre ocupando un sofá entero, que sorpresa. Viste a María Hill de pies al lado del sofá de Tony, pero no viste a los gemelos.
—¿Se te han pegado las sábanas? —vaciló Stark.
—No, pero no iba a salir en pijama para conocer a los gemelos, que por cierto, ¿Donde están?
—Vendrán enseguida, han dicho que querían hablar solos un momento —contestó María.
No tenías pensado quedarte ahí de pie así que les hiciste una señal a Thor y a Steve de que se movieran y te hicieron un hueco entre los dos.
—¿Algo más?, ¿Un café tal vez?
—No, Tony, aunque un masaje me vendría bien -dijiste mirando a Thor, quién puso su mano en tu nuca—. Gracias, rubito.
—No la malcríes —se quejó tu padre.
—Por mucho que me malcríe no llegaré a tu nivel, puedes estar tranquilo.
Se escucharon algunas carcajadas por los vengadores ante tu comentario, menos por Stark quien puso los ojos en blanco.
—Ahí vienen los gemelos —dijo Clint señalando en su dirección con la barbilla.
Te levantaste rápidamente girándote en su dirección, y mientras pensabas en como presentarte caminaste con seguridad hacia ellos. Te encantaba socializar, tal vez era una cualidad que habías sacado de tu padre, esa facilidad para conocer gente nueva.
—Hola, me llamo Ray —dijiste extendiéndole una mando a Wanda, quien respondió al apretón de manos y se presentó a ella y a su hermano.
—¿Ray no es nombre de chico? —preguntó el platinado, y seguidamente recibió un codazo de su hermana, quién lo regañó con la mirada.
—De hecho me llamo Raya pero prefiero que me digan Ray —respondiste aguantando la risa por la mueca de dolor de Pietro.
—Bien, ahora que ya os conocéis, quiero que sepáis que haré una fiesta de bienvenida para vosotros dos el viernes. Nadie tiene permitido faltar, así que si alguien tenía algún plan le tocará joderse.
—Steve, ¿Cómo permites que Tony hable así? Dile algo por el amor de Dios —dijiste con una mirada indignada, aún que por dentro estabas luchando por no reírte.
—¿En serio se lo habéis contado? —preguntó Rogers con cara de pocos amigos.
—Lo siento, abuelo, me entero de todo —le giñaste un ojo.
✪
Habían pasado unas horas desde que viste a los gemelos. A primera vista parecían unos adolescentes normales, pero la verdad era que ninguno lo era. El chico podía correr extremadamente rápido, y la chica tenía telequinesis y poderes telepáticos. Es decir, él era rápido y ella rara. Pensabas que sería una pasada tener esos poderes, jamás llegarías tarde a ningún sitio y si te daba pereza levantarte para coger algo, solo usarías tus poderes y listo, era una fantasía total, pero unos golpes en la puerta te sacaron de tus pensamientos.
Te levantaste para abrirla, y te sorprendiste al ver a Pietro ahí de pies.
—¿Te has perdido? —preguntase alzando una ceja.
—Estaba buscando el gimnasio, pero me he perdido, así que he ido a un piso aleatorio y al ver tu nombre escrito con purpurina en la puerta he suponido que está era tu habitación —dijo con un acento muy marcado.
—Supuesto.
El chico alzó una ceja con confusión.
—No se dice suponido, se dice supuesto —le corregiste.
—Ah, perdón, aún estoy aprendiendo.
—Lo he notado, ¿Y tu hermana?
—Le están haciendo unas pruebas.
—Vale, pues como no tengo nada mejor que hacer, vas a tener el privilegio de ver mi gimnasio personal, vas a flipar speedy.
Caminaste por el pasillo y entraste al ascensor, él se quedó unos segundos intentando averiguar que era "speedy", pero al verte en el ascensor llegó a tu lado en cuestión de milisegundos.
Al llegar al piso tenías que poner un código para poder entrar, no te gustaba que te interrumpieran durante tus entrenamientos personales así que los únicos que tenían la clave eran Nat, Tony, Steve, y por supuesto, tú.
Al abrirse la puerta de seguridad, Pietro se quedó con la boca abierta al ver un gimnasio con una zona de circuitos llena de todos los tipos de obstáculos que pudiera imaginarse, a un lado había una zona para pelear y en el otro unas cuantas máquinas de deporte y un saco de boxeo.
—¿Todo esto es tuyo? —preguntó asombrado.
—Sí, digamos que ser la hija de Iron Man tiene sus ventajas —dijiste mientras cambiabas tus botas por unas zapatillas de deporte y dejabas tu chaqueta en un pequeño banco que había.
—¿Vas a entrenar con falda puesta? —preguntó con una expresión sugerente.
—Cielo, siempre llevo pantalones puestos —dijiste levantando un costado de tu falda y dejando ver unos pantalones cortos negros.
Fuiste al circuito y empezaste a hacerlo, dar un par de saltos sobre unas mini torres, escalar una pared con una cuerda, caminar sobre un pequeño tubo metálico, y de repente aparecieron unos robots de forma de un óvalo tumbado que tenían unas manos con forma de "C" le distes unas patadas para librarte de ellos y te subiste a otro para llegar a la siguiente zona.
Terminaste y te dirijiste pavoneándote hacia donde estaba Pietro.
—¿Qué? ¿Mola o no mola?
—Es una pasada —dijo mirando detenidamente todo el gimnasio.
—Te dejo entrenar aquí por hoy, si quieres algo mándame un mensaje —dijiste dándole un papelito con tu número de teléfono apuntado en él—. Hasta luego, Maximoff.
Saliste de ahí sin darle tiempo a responder pero antes de volver a tu habitación pasaste por la cocina para comer algo
—Hola Srta. Stark.
—Visión, no tienes porqué llamarme así y llámame Ray.
—Trataré de recordarlo, Srta. Stark.
Te parecía adorable la forma en la que Visión hablaba, en cierto modo apenas tenía 2 semanas de vida así que era como un adulto bebé.
—Vis, ¿Sabes dónde están las galletas que estaban en este armario? —dijiste señalando un armario en el que solo había migajas y una bolsa de cereales.
—Hace 1 hora, 24 minutos y 37 segundos vi Clint comiéndose unas galletas con chispas de chocolate.
—Muchas gracias visión, si no te importa voy a matar a un halcón —dijiste mientras salías de la cocina en busca del arquero, dejando a Visión confundido ya que aún le costaba entender el sarcasmo.
—¡Barton! —gritaste en cuanto lo viste tirado en el sofá hablando con Thor y Steve— ¡Vas a decirme ahora mismo que ha pasado con mis galletas! —dijiste poniendo énfasis en "mis".
—No tengo idea de que hablas —respondió este.
—¿Ah no? —te acercaste a él y señalaste las migajas que habían en su camiseta— ¿Friday? Donde esta el arco de Clint.
—Está en el laboratorio 3, sobre la mesa de trabajo de Banner —contestó.
—¡De eso nada, a mi nena no la tocas!
—Oh sí, ojo por ojo diente por diente —diiste saliendo corriendo hacia el laboratorio con Clint pisandote los talones, pero para tu mala suerte Steve fue más rápido y logró ponerse delante tuya agarrándote de los hombros.
—Nadie va a romper el arco de nadie —dijo el rubio mirándote seriamente a los ojos.
—¡Venga ya! ¿Vas a ponerte de su lado? Vivo en una dictadura —hiciste puchero, sin realmente conseguir nada.
—No estoy del lado de nadie, además, son las once y media, a la cama Ray —dijo Rogers para desviar el tema.
—¿Ahora eres mi niñera? Creo que soy lo suficientemente mayor para irme a la cama cuando yo quiera.
—Si eres mayor para irte a la cama cuando quieras y también lo eres para no estar metiéndote en juegos de niños pequeños —touché.
—Pff... —te giraste para mirar mal a Clint pero te diste cuenta de que no estaba— ¿Steve? ¿Estabas distrayendome para que Clint se fuera?
—En mi defensa diré Tony me hecha después la culpa de las trastadas que hagáis si yo estoy presente.
—Os odio a los dos.
—Ya nos odiaras mañana, buenas noches.
—A ver si con suerte no despierto —dijiste por lo bajo, aún que Steve te escuchó de igual forma.
Espero que os haya gustado, es la primera historia de Marvel que hago así que no quiero cagarla poniendo alguna fecha o algún dato mal, si veis que he escrito algo mal o que algo no tiene sentido en cuanto al UCM avisadme por favor <3
-Maider
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