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VI. Transgresor parte III


Lan WangJi llegó a casa abatido. Sentía los músculos sacudirse, temblando por la tensión contenida.

Necesitaba dormir. Necesitaba ver a Wei Ying y disculparse con él al no cumplir la promesa hecha.

Wei WuXian se mostró ilusionado a lo largo del mes con la idea de visitar el observatorio. La noche anterior apenas había logrado conciliar el sueño por sus planes acordados.

Lo lamento. Él no era la clase de hombre que faltaba a su palabra. Espero que el obsequio en su mano lo compensase.

Tardó en hacerse en la entrada de la auspiciosa residencia Lan, donde vivía en compañía de Wei WuXian. En el pasado, el JingShi había sido el hogar familiar de la línea sanguínea Lan. Al menos hasta que la misma fue asesinada por su padre.

Lan WangJi aún maldecía a su padre, QingHeng-Jun por permitir que su madre muriese bajo las conspiraciones de los ancianos más cerrados de mente.

Trato de no pensar en ello.

Wei Ying pareció feliz cuando le llamó desde el pasillo. Apareció de la nada con una sonrisa divertida dibujada en sus facciones.

Lan WangJi dudo hubiese demasiada diversión en un sitio del cual nunca podía salir a raíz de la contaminación de la metrópolis, y el temor latente de que fuese visto por algún agente en contra de la dictadura Lan.

El adolescente se arrojó a sus brazos sin darle tiempo de reaccionar.

Wei WuXian moría de aburrimiento hasta la llegada de Lan WangJi. Dejó todo al escuchar sus pasos; mantas, zapatillas, sus libros de horror, todo fue abandonado. Molestar a Lan WangJi y gozar de sus atenciones eran las pocas cosas en la vida que le hacían sentir realmente un ser humano.

El resto de empleados observaron el actuar de Wei Ying como una tontería imprudente pero se abstuvieron de decir nada en honor de su maestro.

Lan WangJi cedió sus pertenencias a los empleados, malabareando el peso de Wei Ying en sus manos. Y ambos se dirigieron a la segunda planta, disfrutando de la compañía del otro.

Los ojos de Wei WuXian resplandecieron como estrellas caídas del cielo solo para él, y Lan WangJi se contuvo de besar sus labios.

El joven le preguntó por su día, en apenas un breve intercambio de palabras se expuso lo ansioso que estaba de verlo.

"Yo también te extrañe, Lan Zhan" Wei Ying enlazó sus dedos y jugueteó con los mismos. "Apenas desperté quise que estuvieras aquí"

Wei WuXian se aferró a él, escondiendo su rostro en la curva del cuello. Por supuesto no dijo lo incómodo que resultó contener el hormigueo en la piel debido al crecimiento de brotes . Y la angustiante necesidad nacida en la boca del estómago a espera de que WangJi ayudase en la podada . Ese día optó por dejar su cabello caer sobre sus hombros, ocultando el camino de brotes y ranúnculos que adornaban su nuca, al igual del enraizado que trepaba por su antebrazo.

En igual medida, Lan WangJi pensó en el adolescente desde que abandonó la cama. Se permitió inhalar el intoxicante aroma floral con el cual Wei Ying lo perfumaba ; y esa fragancia a galletas de navidad y miel que alteraba su corazón.

Lan WangJi imaginó escenarios hipotéticos en los cuales Wei Ying, aburrido por su enclaustramiento, se dirigió travieso a la cocina para robar masa de galleta, charlar con los empleados mientras horneaban, bebiendo el té de la tarde en compañía de sirvientes dedicados a él.

"Trajeron la ropa de invierno que solicitaste el otro día" Comentó Wei Ying. "Quería mostrartela"

A ojos de Lan WangJi, el joven parecía feliz del regalo anticipado hecho a su nombre, y Lan WangJi, sin límite alguno se permitió sentir sus delgadas piernas pálidas que se enrollaban en él, así como la sensación de medias de seda que le envolvían los muslos.

Wei WuXian no mostró objeción cuando la mano de Lan WangJi subió por debajo de su falda, hasta la altura de la cadera y apretó la carne magra habida ahí.

Se aferró con más fuerza a su cuello, y balbuceó: "... Lan Zhan , no debiste... Tu regalo... "

Acariciando su rostro, trazando círculos suaves contra su piel.

"Wei Ying, no debe preocuparse por eso" tranquilizó, revolviendo sus cabellos, encontrando el camino de flores cual sarpullido que el joven trató de ocultar. Bajó su caricia lidiando con la mueca de infelicidad en su rostro.

La amabilidad en las palabras de Lan WangJi causaron un nudo en su estómago.

"¿Estás seguro que podemos permitirlo?" Inquirir Wei WuXian. "Siempre dices eso pero... me temo que ya no quede nada pronto. Lan Zhan, prométeme que si pasa cualquier cosa me lo dirás"

" mmhm "

Aquel asentimiento fue suficiente para calmar las inquietudes del joven Wei. No podia luchar ni resistirse contra el rostro petreo de sonrisa dura pero madura, de inteligentes ojos de color extravagante que le seguían incluso en sueños.

Lan WangJi era más hermoso que las esculturas famosas que vio una vez en su visita al museo. Su corazón latió con fuerza incapaz de escuchar su voz en plenitud. Y pensó que era estupido.

Después de un tiempo el segundo maestro Lan habló: "He estado pensando..."

"¿Sobre qué, Lan Zhan?"

"Mudarnos a una casa más modesta. Vender esta residencia. Y ahorrar parte del dinero si eso hace sentir más tranquilo a Wei Ying" Confesó sin interés real.

Aunque aquella había sido la casa familiar durante años, y lindas memorias de infancia se suscitaron en compañía de su madre; la verdad era que Lan WangJi carecía de vínculos afectivos por la propiedad.

No se sentía como un hogar aún cuando Wei Ying vivía con él. Jamás se sintió lo suficientemente cómodo para decir 'Estoy en casa' . Era más una galería de arte invaluable. Sin vida, ni personalidad, como una casa de muñecas elegante donde vivía una mentira de domesticidad.

Lan WangJi fue reacio a vender durante un tiempo; aferrado a las memorias que albergaba con su madre. Abrazándolo durante las noches de tormenta, cantando para él cuando tenía fiebre, aferrando a su madre cuando su padre le gritaba y lo golpeaba a pesar de solo tener cuatro o cinco años.

Ahora que era un adulto era consciente de la desgarradora realidad en la que vivía su madre.

Llorando en la privacidad de su habitación y haciendo nada más que permitir que su esposo corrompiese a sus hijos.

Demoler y quemar ese sitio hasta los cimientos no borraría los años de palizas y abuso que cometió su padre pero resultaría liberador para su alma corrompida.

"...¿ Vender ?" se escuchó después de unos minutos. La voz atenuante le trajo de vuelta a la realidad. Wei WuXian lo alejó de los fantasmas de su pasado.

"... mmhm , podríamos mudarnos a un lugar con aire fresco y campos abiertos" Apretó el cuerpo de su Floricultor un último instante antes de dejarle caer contra la cama.

Wei Ying se quedó perplejo.

¿Realmente existían lugares como esos en un mundo tan devastado como el suyo?

"¿Campos abiertos?"

"Si" El adolescente aguardo paciente a que Lan WangJi añadiera algo más. Ante la ausencia de reacción, el segundo jade añadió: "He escuchado de casas económicas a las afueras del territorio"

"¿Es cierto?"

Mintió

" Mmhm , podría pedir un cambio en la sede. ¿No sería del agrado de Wei Ying salir de casa de vez en cuando?"

El pensamiento fue apaciguador. En Wei Ying paseando y jugando al aire libre como si se tratase de una dríada de invierno. Rodeado de campos verdes y flores silvestres.

***

Lan Zhan, estaba bromeando ¿cierto?

Era un juego ¿no?, se preguntó Wei WuXian.

No entendía demasiado de cómo funcionaba el mundo real ya que era un adolescente confinado a casa; pero hasta él comprendía que cosas como un cambio de trabajo y la compra de una casa no era un asunto para tomarse a la ligera. Al menos no en una nación en devastación como la suya.

"Me he percatado que Wei Ying no parece feliz. Debe ser desolador permanecer encerrado en la clínica, y estarlo aquí también."

Wei WuXian sabía que no era culpa de Lan WangJi. Le dolía cuando el hombre se dirigía a él como si el peso del mundo fuese por su incompetencia. No fue su culpa que la sección sur estuviese contaminada a causa de la industrialización. Pero el adulto no pareció entender razones.

"La postal de Wei Ying fue convomedora"

La vista del adolescente se nubló. Las raíces se extendieron en su garganta formando un nudo y las flores amenazaron con caer de sus ojos.

"Yo podría acompañar a Wei Ying a dar un paseo al atardecer, y podrías compartir sobre tu día" animó Lan WangJi, apretando la mejilla hasta hacerle sonreír.

"... Y yo podría recibirte todos los días al llegar a casa y trenzarías mi cabello mientras te leo" Añadió Wei WuXian.

De pronto su conversación se convirtió en un intercambio de promesas y deseos de un corazón anhelando tiempos mejores.

Sobre bailar con la música de un antiguo radio, y noches en vela bebiendo chocolate caliente frente a la chimenea. Los pétalos de Wei WuXian fueron derramados sin vergüenza mientras continuaba; se anhelaba el ver la nieve en invierno y flores iluminando la habitación durante la primavera.

Habría color y luz en aquel hogar construido con sus propios esfuerzos.

Un lugar al cual llamar hogar.

"... Habría sólo los favoritos de Wei Ying para cenar cada día"

Wei WuXian descansó en su pecho arrullado por el sonido del corazón de su Come flores .

Aquel intercambio de promesas parecía un juego. Un agradable juego que no quería que terminará nunca.

"...Te cuidaría cuando enfermes" complementó Wei Ying.

" mmhm , eso estaría bien" alegó el adulto cambiando su peso en la cama para envolver al joven en sus torneadas extremidades.

"Te quiero, Wei Ying" confesó.

" ¡Lan Zhan! Ten cuidado con el frágil corazón de este pobre" chilló frenético en nada más que balbuceos inentendibles salidos de sus labios. "Lan Zhan, ¡Te mereces el mundo! ¡Eres demasiado bueno!"

Lan WangJi negó. No era bueno en absoluto. Era horrible y egoísta mantener a Wei Ying oculto del mundo, dependiente de él.

"Ahora acércate, Lan Zhan hay algo que he querido probar desde hace mucho tiempo" señaló el joven palmeando con paciencia el sitio aledaño a él al borde de la cama.

Lan WangJi se acercó. Aunque no lo suficiente. Wei WuXian se movió a gatas a través de la pieza.

Lo beso.

Animado a rozar sus labios dulces y rosados. Era la textura más suave y maravillosa experimentada jamás, creado para compartir ese momento.

Como si todo el destino y las cosas crueles en las que Lan WangJi se vio envuelto lo dirigieran ahí. Si el tiempo tan solo pudiera detenerse. Si pudiese quedarse congelado así para siempre. Si no tuviese que amanecer al día siguiente, tentado a separarse de nuevo por la mañana.

Nunca se había quejado acerca de su rol como mandatario. Ni las tareas sucias asignadas, pero, por primera vez sintió que no deseaba abandonar aquellos brazos que le rodeaban durante la noche nunca más.

Esa sensación ¿era normal?

Lan WangJi no lo entendió, y tampoco quería encontrar razones. Saber que solo era él y Wei Ying en aquel momento; compartiendo un roce de labios contra labios, contra la piel expuesta en la nuca y el cuello.

Sentía el corazón en la boca del estómago, en un martilleo frenético de deseo angustioso que no le abandonaba ni siquiera cuando sus labios y sus lenguas estaban unidas.

Wei WuXian no fue indiferente a su toque; siempre era transparente en su sentir y sus deseos.

Lan WangJi se sintió sobresaltado y deseoso de romper la barrera del autocontrol.

Su cuerpo entró en cortocircuito cuando finalmente se animó a abrir los ojos. Encontrando la mirada de asombro genuino en Wei Ying, quien le observaba anonadado por el apasionado intercambio.

No lo alejó de su persona, ni se movió en absoluto. Cuando se separó vislumbro sorpresa; el pasmo que se pintaba en su mirada expresiva. Wei WuXian se animó a juntar sus bocas de nueva cuenta para unirlos en un beso significativo.

Se aferró a su cuello con pasión desmedida, en búsqueda de afecto e intimidad. Ansiando derretirse contra la piel del otro hombre.

Lan WangJi lo sostuvo por la cintura y concluyó en cuán loco lo volvía. 

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