No insistas en lo que hace daño.
No insistas si es en vano.
No insistas amando, si al final terminas odiando.
No insistas en conservar recuerdos, que se conserven ellos.
No insistas en donde no sentís pasión, sin pasión no hay duración.
No insistas en volar, aprende a caminar.
No insistas en retener lágrimas, solta, abrí tu mente y alma.
No insistas en quedarte donde no hay nada ni nadie.
No insistas en ser otro porque no sos otro, sos vos y el otro es otro.
No insistas intentando descubrir la luna si todavía no descubriste el mundo.
No insistas para no lastimarte, no insistas en cosas que sabés pueden detenerte y anclarte.
No insistas en vivir frustrado e insistiendo donde desde el comienzo no había posibilidad de llegar a buen puerto.
No insistas donde no hay razón, no insistas para que mañana sea un día mejor.
No insistas más, dejá de perder el tiempo, porque el tiempo no vuelve y tampoco está bueno vivir de arrepentimiento.
—Lucía Antolini.