Durante últimas semanas, la salud de papá empeoraba.

No podía culparlo, era un hombre rebelde que, aunque no podía comer dulces, lo hacía a escondidas y se sentía inmune a los monstruos; esos monstruos que llaman enfermedades. Aquel monstruo arrebataba cada día su fuerza, sus ganas de vivir... su sonrisa.

Sabía que tarde o temprano nos abandonaría; de alguna forma, tanto a mamá como a mí, nos brindaría tranquilidad, pero el dolor que sentíamos por perderlo, era inevitable.

—Ya podrá descansar —dice ella, y tiene razón.

Es mejor perderlo a continuar sufriendo con él.

Es la última noche juntos, solo puedo limitarme a mirarlo, mientras aquella máquina muestra sus últimos latidos con ese bip incesante de aquella máquina a la que está conectado.

Tomo la taza de té con ambas manos, mientras me aferro a esa poca fuerza que tengo en mi interior.

El bip se alarga... y esa es la señal de su partida.

¿No les pasa que están tristes y escuchan música triste para estar más triste?

En mi caso, sí xD

Pues esa misma situación fue el resultado de este escrito. También participé con este relato en un concurso fuera de wattpad (que no gané :'v) el relato debía contener las palabras tranquilidad y taza, y un límite de palabras de 140; para el día en que la escribí, estaba bajo de nota y aproveché esa tristeza para escribir.

Recuerdo que vi el concurso como a comienzos de marzo del año pasado y dejé pasar unos días porque no se me ocurría nada; finalmente, la inspiración llegó cuando estaba en un mal momento jajaja y la inspiración vino de una historia real: la muerte de mi papá, así que es un relato muy personal y escrito con mucho amor :')

Gracias por leer :D