Cap. 8 un beso
Infinity- One direction
Caminábamos o mejor dicho Samuel me arrastraba hasta aquel bosque. Su tacto era cálido y sus manos duras. Mi corazón estaba alterado y mis lágrimas caían sin permiso por mi rostro. Esto de llorar frente a el se me estaba haciendo costumbre y creo que no quería estar aquí en estos momentos, y quien.
- Espera- gemí tratando de soltarme - estoy cansada y no entiendo nada
- No hay nada que entender- replico
- Claro que si, hay muchas cosas que aún no entiendo y que tu no me...
- No debiste venir a esta fiesta, tu sabes las estupideces que les hacen a las novatas- interrumpió
- No, no lo se porque es mi primer año- grite y mis lágrimas seguían cayendo - además que te preocupa, a ti no te importo en lo más mínimo
- Por su puesto que me importas- grito
Se detuvo y me soltó. Caí sentada en aquella tierra en medio del bosque y mis gemidos se hicieron más que un susurro.
- Sabes que, no voy a volver a caer en tus mentiras- exclamé limpiándome los ojos
- No son mentiras
- entonces explícame porque sinceramente Samuel no te entiendo- pedí viéndolo fijamente a los ojos
- Si me importas, me importas más de lo que debería de ser pero tu no sabes nada de mi y lo poco que yo se de ti es por mis sueños
- No te creo, si eso fuera verdad no me hubieras dejado abandonada en aquella feria- reproche - es que así eres tu me emocionas, me tratas bien para luego volver a caer en el tipo rudo y estúpido que me lástima
- Te juro que lo último que haría sería lastimarte
- pues no te creo- replique - no has hecho nada para demostrarlo y no es que lo debas hacer pero...Agh
Una gota de agua cayo sobre mi mejillas y después fueron muchas más, tantas que terminaron empapando mi ropa y corriendo por mi pantalón. Así que me levanté y me acerque hasta Sam
- Sabes no quiero más de esto, sea lo que sea ya no quiero- solloce y Sam me tomo entre sus brazos
- No llores por favor, no lo hagas Elena
- Lena por favor dime Lena
- No puedo, no imagino si quiere separar tu nombre en sílabas- susurro - me encanta tu olor, ese aroma tan tuyo que hace que no quiera separarme de ti
Mi boca callo abierta frente a mi. Levanté la mirada y otra vez estábamos frente a frente. Su respiración seguía lenta, sus ojos estaban en ese café claro que me encantaba y sus labios eran recorridos por esas gotas de agua que envidiaba en estos momentos.
Quería besarlo y no podía evitarlo, me importaba si en los cuentos de princesas ellas debían esperar que el tomara la iniciativa, ahora era el siglo XXI y no me quedaría con esas ganas. Además siempre eh hecho las cosas correctamente ahora tenía ganas de romper algunas reglas
- yo- susurre envuelta en esa droga que era el completamente
- Nunca eh besado a nadie- exclamo sin dejar de verme
- ¿Que?- pregunte y grite al Mismo tiempo
Nunca ah besado a nadie eso no es cierto, no lo creo.
Sam se alejó como avergonzado y se llevo las manos a la cabeza. Me sentía una acosadora al haber intentado besarlo y se me hizo un hueco en el pecho al escuchar sus palabras
- yo nunca eh besado a nadie en estos años que llevo aquí, creo que jamás eh besado a nadie porque en realidad no se que es un beso y nunca había sentido la necesidad de hacerlo. Pero contigo es diferente, tu me llamas a querer más de ti a querer probar tus labios y sentir tu tacto aunque sea unos segundos. Elena tu eres...
Me puse frente a el otra vez y lentamente me fui acercando hasta que sus labios estuvieron junto a los míos. Fue un beso sencillo sin movimientos sólo un pequeño choque de labios pero sentí como mil destellos recorrían mi cuerpo, el estómago me dolía y mis piernas se aguadaban.Mis hormonas saltaban en fiesta, mi piel se erizaba, mi cuerpo temblaba y sus labios sabían a vainilla fresca
Abrí los ojos al mismo tiempo que Sam y no pude decir nada. La lluvia caía con más fuerza, Sam me veía un poco asustado o aturdido no sabía bien la mezcla de emociones que había en su rostro
- Lo siento- me disculpe alejándome - no se que me paso, yo...
- No te disculpes por algo que no esta mal- regreso a mis labios pero se detuvo justo antes de volver a topar con los míos
- Lena- la voz de Luke se escucho a lo lejos interrumpiendo -Lena-repitió con más fuerza
- Es Luke- replique buscándolo con la mirada - creo que...
Cuando gire Samuel no estaba, era como si hubiera desaparecido. La lluvia seguía cayendo y yo estaba ahí en medio del bosque parada como una gran estúpida, confiando en el y dándome cuenta que no servía de nada
- Sam- masculle con el corazón agitado y mis lágrimas queriendo escapar
- Lena dios- mascullo Luke poniendo su mano en lo hombro - ¿como estas? Te eh estado buscando desde el incidente
- Estoy bien- mentí buscando por todos lados que Sam apareciera
- Te acompañare a tu habitación, es mejor que te cambies oh mañana tendrás un fuerte resfrió
- si claro
Camine como una zombie hasta mi habitación. Luke me aconsejo que me cambiara y luego se retiró diciéndome algo que no logre escuchar sólo vi sus labios moverse y yo asentí agradeciendo.
Me cambie la pijama como perdida, mis pensamientos estaban revueltos con todo lo que estaba pasando y no sabía ni como reaccionar o que hacer con Sam. No se porque me afectaba tanto lo que pasara con el o porque a pesar de todo seguía confiando como estúpida en su palabra.
Suspire y al momento recordé as heridas que Sam tenía en la espalda.
Abrí mi computadora con prisa pero no sabía bien que buscar. Puse miles de nombres en el buscador y ninguno me llevaba a lo que quería en realidad.
- Heridas, heridas- susurraba - alas- grite casi cayéndome de la cama
Eso era, alas, esa era la palabra que necesitaba. La coloque en el buscador y me aparecieron diferentes figuras. Después coloque historias o mitos sobre ángeles.
En ese momento el buscador me dio más de cincuenta mitos o historias sobre aquellos seres. No podía leer todas así que fui eligiendo una si y una no.
La lluvia comenzaba arrullarme y mis ojos pesaban del sueño. Observe el reloj y pasaba de media noche.
Estaba a punto de darme por vencida hasta que una pequeña frase me hizo abrir los ojos más de lo que podía
- Ángeles guardianes. Ángeles en Preston- el encabezado era demasiado para mi así que comencé mi lectura
Preston Nueva Inglaterra. Data del año 1345. Los ángeles guardianes suelen ser llamados. A cada uno se le asigna un humano que cuidar, ellos son invisibles ante sus ojos luchando contra cada demonio que vive en ellos pero se les concedía ser justos cuando la maldad en su humano era más fuerte en su mundo.
Los ángeles de Preston son aquellos que fueron enviados a la tierra para luchar cara a cara contra los demonios que en ella habitan y conocer un poco más sobre el mundo que protegen. Respiran de una manera lenta, viven como humanos pero aún conservan la inocencia pura de sus almas. Ellos otorgaban el permiso a los ángeles guardianes para volverse visibles ante su humano. En la historia de los ángeles o guardianes de Preston uno de ellos cometió el mayor error de todos: se enamoró de su humano y en su afán por vivir junto a ella la descuido provocando que demonios se apoderaran de su alma y logrando así que ella se convirtiera en las más cruel, despiadada y poderosa Reyna del abismo.
Su dolor fue inmenso, pero su primer castigo fue más; el superior lo envío a matarla pero justo cuando estaba apunto de hacerlo Januel decidió tomar todos sus demonios dentro de el y clavando la espada en su corazón murió dejando que su amada viviera....
Deje la lectura un momento y por mi cabeza pasaron un sin fin de pensamientos pero lo lograba llegar a una conclusión exacta. Guarde la página y decidí ir a la mañana siguiente por un libro a la biblioteca.
De pronto el sonido de mil hojas siendo pisadas se dejo escuchar del lado del bosque haciendo que mi cuerpo tenblara. Gire y la silueta de un hombre en el fondo se hizo notar. No era Luke, tampoco Samuel este se veía más grande de lo que ellos o cualquier chico eran.
Me fui acercando lentamente a la ventana y fue entonces cuando sucedió: sus ojos brillaron como dos brazas rojas al fuego
- Dios- gemí cayendo sobre el piso y sintiendo como mi cuerpo se pesaba sin dejar que moviera el más minúsculo músculo en el
Cerré los ojos esperando que quien fuera cruzar aquella frágil ventana y llegara hasta mi. Pero no escuche ningún vidrio romperse sólo el sonido chillante de mi puerta abriéndose de golpe y unos pasos llegando hasta mi.
- Elena- escuchaba una voz en el fondo pero mi visión era borrosa - Elena
Sentí como mi sangre quemaba por mis venas, mi cabeza parecía que iba a explotar y en mi interior una serie de gritos se desbordaba pero por fuera estaba tan quieta como muerta. Si, creo que estaba muerta.
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