Algunos meses después...

La casa se encontraba en silencio. El cantar de las aves rodeaba todo el lugar, y el sonido de algo friendose junto con un olor delicioso comenzó a inundar sus fosas nasales. Despacio, abrió los ojos y vio el lado de la cama donde Jimin estaba dormido, pero este se encontraba vacío. Se estiró en la cama y observó su alrededor, la habitación era iluminada por la leve luz solar que entraba a través de las cortinas de la habitación. El sonido que las aves emitían lo relajo y una sonrisa se dibujo en sus delgados labios, recordando lo que había pasado la noche anterior.

Puso ambas manos sobre sus muslos cubiertos por las sabanas y suspiro, después de un año y medio al fin las cosas habían mejorado entre ellos.

Después de enterarse que había perdido a su pequeño, Jimin había entrado en una terrible depresión, junto a eso se sumó la preocupación por la salud de YoonGi, ya que este había sido operado del corazón y lamentablemente entro en un estado de coma. En un principio las cosas no habían sido nada fáciles. Meses después de su operación, YoonGi despertó y Jimin comenzó a ir con un psicólogo. A pesar de eso, la relación entre ambos estaba decayendo, ya no hablaban como antes, o bueno Jimin ya no era el mismo. YoonGi se recuperó, y trato de vivir la vida de un completo desconocido. Suni le había ayudado, en un principio el trabajo en el hospital había sido cansador para él, pero era un gato, y era astuto. Con el pasar de los meses, YoonGi pensó que quizá lo mejor era dejar a Jimin y que sea feliz, porque según él a pesar de que el verdadero YoonGi haya muerto, su cuerpo presente seguía dañando a Jimin.

Hablo con Suni, le pidió consejos y Suni solo le dijo:

—Habla con él, dile como te sientes y que él no es el único que sufrió por la perdida de su hijo –tomo su mano–. Se que a pesar de que aquel pequeño no era tú hijo, tú lo querías como a uno propio y lloraste en cuanto te enteraste de su muerte. Quizá no estuviste con Jimin en cuanto se enteró de aquella tragedia, pero ahora lo estás, y eso cuenta.

La relación con Hoseok había mejorado, pero no era como antes. YoonGi se cuestionaba a cada momento del porque de aquella actitud del antiguo YoonGi, ¿sufrió mucho?, ¿lo maltrataron?, ¿que paso?. Pero no había ninguna respuesta. Quiso hablar con Hoseok sobre aquel tema, pero él lo evadía cambiando de tema, haciendo que olvide por completo el inicio de aquella conversación.

Jimin y YoonGi había decidido darse un tiempo. Jimin se había ido con su madre, la cual estaba más que feliz por la separación de su hijo, pero toda felicidad murió al saber que meses después Jimin decidió volver con YoonGi. La relación entre ambos mejoro en gran manera. Ahora YoonGi iba a su trabajo, junto a Jimin. Por el momento, ambos eran felices.

Suspiro, se sentó en la cama y bajo la mirada encontrándose con la cicatriz que se encontraba en medio de su pecho, subió el brazo derecho y con su mano comenzó a acariciarla. Otro suspiro, bajo la mano. Jamás en sus años de gato pensó que tendría un herida como esa, pero tampoco jamás pensó que viviría en el cuerpo de un humano.

—¿Otra vez?.

Subió la mirada y se encontró con Jimin, el cual se encontraba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho.

—Lo siento, me es inevitable no verlo.

Jimin suspiro y se acercó a él, se sentó a su lado y tomo la mano de YoonGi.

—Te ves sexy con esa cicatriz, te hace ver más rudo.

YoonGi comenzó a reír después de escuchar aquella frase. Jimin le miro, ofendido.

—¿Que es lo gracioso?, solo digo la verdad.

Soltó la mano de YoonGi y giro, dandole la espalda. YoonGi sonrió y tomo por la cintura a Jimin, lo jalo y le acostó sobre su regazo.

—Gracias.

—¿Porque?.

Giro su rostro, mirándolo. YoonGi solo sonrió y beso su frente, su pequeña nariz respingada, sus mejillas de ardilla y finalmente llegó a los rechonchos labios de su esposo.

—Por estar a mi lado, y por amarme tal y como soy. Un gato, soy un gato, pero a pesar de haberme conocido como en mi forma felina, tú mirada me lo dijo todo, me quisiste desde aquel día, al igual que yo.

Cuánto hubiera querido decir aquellas últimas palabras, pero no tenía el valor suficiente. No quería que Jimin se alejara de él. Sonaba egoísta, pero no lo era, YoonGi lo amaba tanto que le dolía el solo pensar que quizá después de saber todo, Jimin se alejaría de él.

[•••]

—Eso mi amor, vamos.

Baekhyun sonreía a su pequeño, el cual daba pequeños pasos torpes, acercándose a él. Por otro lado, Jennie cargaba a otro bebé, él pequeño Jungkook, este balbuceaba y reía junto a su padre Baekhyun.

—¡Eso!.

Festejo Baekhyun, abrazando a su pequeño Sungjin. Jungkook pataleo, feliz y estiró sus bracitos hacia Baekhyung.

—¿Quien quiere a papá?.

Baekhyun miro a Jungkook y este chillo al oír la voz de Baekhyun. Bajo al pequeño Sungjin y lo dejo gateando, tomo a Jungkook y beso su mejilla regordeta.

—Por favor, ve y prepara la mamadera de ambos, ya es hora de su siesta.

—Si, señor.

Jennie se dirigió a la cocina y Sungjin comenzó a seguirle gateando.

—¡A dónde vas!.

Un sonriente Chanyeol entro por el umbral que separa la sala de la entrada de la casa. Sungjin chillo y gateo hacia él, Chanyeol lo tomo en brazos y lo subió para arriba. Sungjin pataleo, feliz por aquella acción.

—¿Cómo están?.

—Muy bien.

Chanyeol bajo a Sungjin y lo tomo bien en sus brazos, miro a Jungkook y este le miro con el ceño fruncido.

—¿Celoso?.

Jungkook hizo un puchero y se escondió en la curvatura del cuello de Baekhyun.

—Ya, no hagas que se moleste que luego le da dolor de barriga.

—No sé porque es así de enfermizo.

—Tiene las defensas bajas, pero con el tratamiento que nos dió el doctor estará mucho mejor.

Chanyeol asintió. Después de meses de haberse enterado que era padre, Chanyeol decidió dar el siguiente paso: casarse. ¿Por amor?, para nada, ¿negocios?, quizá. Pero, había puesto solo una condición; que nadie supiera que Jungkook no era hijo biológico de ambos, o bueno al menos no de Baekhyun.. Para todos, Jungkook y Sungjin eran mellizos, lo cual era de creer ya que el parecido entre ambos bebés era increíble. Después de casarse, Chanyeol cambio, o bueno YoonGi. Su carácter huraño y déspota quedó en el pasado, gracias a las palabras, cariño, y algunas sonrisas de sus pequeños.

Jungkook y Sungjin habían calentado el hielo que tenía por corazón YoonGi, y habían sacado aquel lado que había tenido oculto por largos años. Quizá, solo quizá, eso era lo que YoonGi necesitaba. Una familia que le dé amor.

Como vieron, Jungkook hizo acto de presencia uwu 😝 xd