
Capitulo 17
—¿Estás cómodo?.
—Si, gracias doctor Kim.
—Muy bien. Desde ahora usarás el bastón para sostenerte, hasta que puedas manejar por completo tus piernas. Quizá en un principio sea agotador, pero con el tiempo te irás acostumbrado.
Suga asintió. El doctor Kim leyó algunos papeles y frunció el ceño.
—Que raro.
—¿Pasa algo?.
—Tu expediente, no está completo –se puso de pie–, espera un momento iré a ver si lo tienen en otro lugar.
Suga asintió. Lamió sus labios, nervioso. Miro sus piernas y sonrió, le daría la sorpresa a Jimin. Él pensaba que las rehabilitaciones no funcionaban porque YoonGi aún seguía en aquella silla de ruedas, pero lo que no sabía era que Suga estaba a nada de poder caminar correctamente.
El sonido de la puerta abriéndose lo saco de sus pensamientos. El doctor se sentó en el sillón y lo miro.
—¿Está todo en orden?.
—A decir verdad, no. Acabo de enterarme que tus expedientes fueron robados.
—¿Disculpe?.
—Lo siento, YoonGi. Tú mejor que nadie sabe que aquí la seguridad es muy rigurosa, pero no sé que pasó ahora. Pero tranquilo, ya están revisando las cámaras y encontrarán al ladrón.
—Gracias. Pero, sinceramente no sé quién sería capaz de hacer eso. En fin, me voy doctor Kim y gracias por todo.
[•••]
—¿Ya tiene siete meses?.
—Asi es señor.
—Muy bien, ¿algo más?.
—Si, el señor Byun lo invito a una reunión. Es su cumpleaños y quiere tenerlo presente.
—Esta bien. ¿Solo eso?.
—Si, señor. Me retiro.
Asintió. Se acomodo en su sillón y suspiro. En aquellos últimos meses estuvo averiguando cosas sobre la persona que ahora era. Park Chanyeol, el narcotraficante número uno de Corea. A decir verdad, en un principio le sorprendió y quiso huir de todo, pero después lo pensó mejor y decidió quedarse. ¿Que tan malo era ser narcotraficante?, no mucho para él, pero si tenía una gran responsabilidad sobre sus hombros.
—Dile al chófer que encienda el auto, iremos a dar un paseo.
[•••]
Ya habían pasado dos meses y Taehyung no le había dicho nada a Hoseok. En aquel momento se encontraba en casa de su primo, Namjoon.
—Es bueno verte, Taehyung. Hace tiempo que no hacemos reuniones cómo esta.
—Si, lo siento. En estos últimos meses he estado ocupado y no tuve ni tiempo para mí mismo.
—No hay problema, por favor siéntate. Iré a traer a Junior.
Junior, el pequeño bebé de los Kim. Tenía tan solo unos meses de nacido y era el mimado de la familia Kim. Taehyung suspiro y observó todo, cuanto había extrañado ir a aquel lugar y hablar con Jin. Después de unos minutos escucho unos balbuceos. Miro a la entrada que daba a la sala y vio entrar a Jin que venía con su bebé en brazos.
—Junior, te presento al tío Taehyung.
Él pequeño miro a Taehyung y soltó una carcajada. El corazón de Taehyung se aceleró y un sentimiento nostálgico se acumuló en su pecho.
—Vaya, le agradas.
Jin sonrió, pero despacio quitó aquella sonrisa y se acercó a Taehyung. Se sentó a su lado y acomodo a su hijo en su regazo.
—¿Que tienes Taehyung?.
Taehyung nego y paso su dedos por sus ojos.
—N-no es nada. Se metió polvo en mis ojos, es todo.
—¿Polvo?, por favor Taehyung. Vamos, cuentame. Sabes que no me gusta verte así.
Bajo la manos y se regaño internamente al decirle aquella excusa tonta. Tomo aire para calmarse, bajo la mirada unos segundos y después volvio a ver a Jin.
—Desde hace unas semanas comencé a sentirme mal –comenzo–. Recuerdo que lo primero fueron mareos, pensé que era porque no me estaba alimentando bien. Bueno, comencé una dieta y consumi cosas saludables. Pero ¿sabes?, eso no me basto. De pronto comencé a querer comer comida chatarra, en un día comía tres hamburguesas. Y no hablo de las normales.
—Entiendo.
—Bien, después me dieron náuseas y fue ahi cuando comencé a sospechar, me hice unos exámenes y...y...
—¿Estás esperando un bebé?.
—Si –suspiro–. Te-tengo más de dos meses.
—¡Santo Dios!. Es un milagro, no puedo creerlo.
—Ni yo –sonrio–, después de lo que el medico nos dijo, estaba empezando a hacerme a la idea de no tener hijos. No sabes lo feliz que me puse, tanta alegría no cabía en mi.
—¿Y ya se lo contaste a Hoseok?.
Taehyung nego, jugo con sus dedos y pensó unos segundos.
—Quise hacerlo hace dos meses, pero aquella mañana terminamos discutiendo.
—Lo siento, enserio.
—Gracias, pero bueno. Se que habrá algún momento en el cual pueda contárselo.
—Si, pero tiene que ser lo más antes posible.
—Lo se.
[•••]
Eran aproximadamente las diez de la noche. La ciudad se encontraba completamente oscura y era iluminada por la luz artificial de los faroles. Namjoon acababa de salir de una reunión y ahora se encontraba de ida a su auto, en el estacionamiento del edificio. Este se encontraba vacío, ya que la mayoría que tenía los autos estacionados se habían retirado temprano.
Iba buscando sus llaves en el bolsillo de su saco, los encontró y abrió la puerta de su auto, entro y se dispuso a encenderlo o así fue hasta que escucho un carraspeó.
Frunció el ceño y miro a través del retrovisor. En la parte trasera se encontraba un hombre, vestido con un traje elegante.
—Hola, Namjoom. Cuánto tiempo.
—¿Lo conozco?.
—Si, y no. Ay, es complicado –bufo–. Bueno, lo que importa es que yo si te conozco.
—Por favor, le voy pedir que se retire.
—Vaya, sigues siendo el bocón de siempre. No me sorprende –se acomodo en la silla–. Pero sabes, me agrada tú familia, está creciendo.
Supo que había tocado un tema bastante delicado al ver cómo Namjoom trago saliva. Sonrió y se acomodo el saco.
—No vengo a pelear, solo quiero hablar.
—Sinceramente no se de qué podríamos hablar usted y yo.
—¿Enserio no me...?, bueno, ya no tengo el mismo rostro...
Namjoon frunció el ceño. ¿Acaso era uno de esos matones que había metido a la cárcel y ahora quería venganza?.
—Mire señor...
—YoonGi.
—Mire, Yoon...¿YoonGi?.
Giro medio cuerpo para verlo mejor. Bueno, quizá no era el mismo YoonGi.
—Min YoonGi, ¿te suena eso?.
—Dejenos en paz.
—¡Vamos Namjoom!, ¿en serio, nada?.
—Si esto tiene que ver con que lo metí a la cárcel, lo siento pero es mi trabajo.
—Fuimos juntos a la universidad, te graduaste con honores. Conociste al idiota de tu esposo en la fiesta de graduación.
Namjoon se sorprendió al oír aquello, con el único que había ido a la universidad fue con YoonGi. Y por el momento, nadie sabía cómo había conocido a Seok Jin.
—¿Cómo sabe eso?.
—Dah, ¿que acabo de decirte?. Enserio, Namjoon. Me desesperas.
—Es que, esto que usted me dice...
—Lo se, no es creíble. Hasta yo estoy sorprendido, pero más al saber que el narcotráficante que antes era, ahora esta en mi cuerpo, a lado de mi esposo. ¿Entiendes?, me preocupa, Jimin ahora está al lado de un asesino.
Sonrió internamente al ver que había cumplido su cometido. Envenenó la mente de Namjoon, y ahora que lo tenía de su lado, lo usaría para destruir la felicidad que aquel desgraciado estaba teniendo junto a Jimin.
Jimin no merecía ser feliz. No sin él.
No sé porque, pero me agrada este sujeto 😎.
¿Cómo están?, ¿está bien el curso que lleva la historia? :).
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