Taehyung reviso por una última vez aquella hoja y la guardo en el sobre. Puso el sobre en su traje y giro, viendo a Hoseok en una camilla, este lo miraba fijamente.

—Despertaste.

—Lo que me dijiste, ¿es verdad?.

—Hobi, ahora no es momento...

—¡Es o no verdad!.

Taehyung brinco en su lugar al escuchar aquel grito. Miro asustado a Hoseok, jamás lo había visto así.

—L-lo es.

—No puedo creerlo –nego, sonriendo para no llorar–, no creí que YoonGi sería capaz de eso.

—No debi de contarte esto, mira lo que cause.

—No, Taehyung. Ambos sabemos que tarde o temprano me enteraría.

—Pero no así. Mira cómo estás, y...y YoonGi no está en las condiciones de hablar...

—Si lo está –se sentó en la camilla–, y ahora mismo voy a hablar con él.

—¡No Hoseok!. A-ahora no estás en tus cinco sentidos. Ma-mañana quizá.

—No, Taehyung. Tiene que ser hoy, ahora.

[•••]

—¿Está bueno?.

—Bastante. Está muchísimo mejor que esa horrible comida del hospital.

Jimin se carcajeo al ver la expresión de asco que hizo Suga.

—¿Estas bien?.

Aquella pregunta tomo por sorpresa a Jimin. Jugo unos segundos con su comida, no sabía cómo decírselo a YoonGi.

—¿Re-recuerdas que tenía algo maravilloso que contarte?.

—¡Cierto!, lo olvide por completo. Pero me dijiste que tenías que averiguar bien y estar cien por ciento seguro.

—Asi es –dejo a un lado los palillos y bajo sus manos, posandolas sobre sus muslos. Nervioso–, ha-hace una hora me llegaron los resultados.

—¿Y?.

—YoonGi, yo... tú vas a...

El sonido del timbre lo interrumpió. YoonGi bufo y Jimin respiro nuevamente.

—I-ire a ver quién es.

Suga asintió. Despacio se puso de pie y se dirigió a la puerta de su casa. En cuanto llego la abrió despacio y vio a las personas que se encontraban detrás de esta.

—¿Namjoon?, ¿Jin?.

—Jimin, ¿cómo estas?.

—Bien. Pasen por favor.

Jin entro primero y seguido Namjoon. Jimin los guío hasta el comedor, dónde un sonriente YoonGi los recibió.

—¡Namjoon!.

Todos los ahí presentes se sorprendieron. Jimin, Jin y Namjoon se vieron.

—¿Que paso?, ¿dije algo malo?.

—No, Yoon. Es solo que nos sorprendiste al aver llamado a Namjoon por su nombre.

Suga cayó en cuenta de que era cierto. Lamió sus labios pensativo.

—No importa, lo bueno es que sabes quién soy –hablo un sonriente Namjoon–.

El ambiente cambio a uno alegre. Los cuatro se habían situados en la sala para beber un poco de té. Por suerte no hubo mención del accidente, aunque tampoco era necesario mencionarlo, ya había quedado atrás.

—Vinimos a visitarlos porque...

—Queremos que sean los padrinos de nuestro hijo –completo Jin–, esperamos y acepten.

—¿Nosotros?.

—¿Hay alguien más aquí? –le sonrió Jin–, escuchen. Se que todos pasamos por malos momentos en estos últimos dias, pero ahora no es momento de recordar. La vida nos está dando una segunda oportunidad, tenemos que aprovecharla al máximo y remediar nuestros errores.

—Yo se más que nadie eso –hablo YoonGi–, y créanme cuando les digo que cambiaré. Esta vez no serán promesas vacías, esta vez llenare ese vacío que deje, con amor.

Los tres allí presentes aplaudieron. Al parecer, ya no quedaba casi nada de aquel YoonGi del pasado, ahora era Suga.
El sonido del timbre interrumpio su celebración, pidiendo disculpas, Jimin se levantó y fue a abrir la puerta.

—¿Hoseok?, ¿que hacen aqui?.

—Necesito hablar con YoonGi.

Aquel tono de voz no le agrado en lo absoluto. Miro a los ojos de Hoseok y pudo ver odio en ellos, conocía esa mirada y ya sabía lo que se avecinaba.

—No creo que sea el momento.

—Hoseok, vámonos por favor –rogo Taehyung–.

—No, Taehyung. Si no quiere que pase por las buenas, será por las malas. Permiso.

Empujó a Jimin, haciéndolo a un lado.

—¡Hoseok, basta!.

Antes de que avanzará un poco más, Jimin tomo a Taehyung del brazo. Taehyung miro para atrás y se encontró con un Jimin serio.

—¿Le dijiste, verdad?.

—No quise hacerlo, te lo juro. Es solo que...

—Tranquilo, debe ser difícil guardar esta clase de cosas. Pero, no es momento para hablar de ello ahora, tanto Hoseok como YoonGi no están en una buena condición para hablar de esto.

—¡Dónde estás YoonGi!.

Jimin cerro la puerta y se fue corriendo a la sala, detrás de él fue Taehyung. Ambos se encontraban preocupados.

Por otro lado, Namjoon se puso de pie y observó a Hoseok, el cual iba furioso ante ellos. Jin también se puso de pie, preocupado, ya que nunca había visto a Hoseok de esa manera. Mientras que YoonGi se quedó quieto, sin hacer ningún movimiento, a kilómetros pudo sentir la presencia de Hoseok y la molestia que este emanaba.

—¡Tú, desgraciado!.

Quizá lanzarse sobre YoonGi, pero Namjoon lo detuvo.

—¿¡Que rayos te pasa!?.

—¡Déjame!. ¡Deja que mate a este mal nacido!.

Jimin y Taehyung llegaron a la sala y presenciaron los gritos que Hoseok daba. En cuanto quiso lanzarse otra sobre YoonGi, Jimin se puso delante de este.

—¡Ya basta Hoseok! –rogo–, ahora no es momento de hablar sobre ello.

—Tú...¿Tú lo sabías?.

Miro herido a Jimin. No podía creerlo, la persona que los acompañó en su pena, la persona que alguna vez creyó era su hermano, lo apuñaló por la espalda.

—Lo siento, pero no podía...

—¡Tú estuviste dándome tu apoyó, viste mi dolor!. ¿Y no dijiste nada?.

Jimin bajo la mirada, triste. Si, había hecho mal en callar, pero ya no había como dar marcha atrás. Prefirió callar y rogarle a Taehyung que también callara. Pero, las mentiras tienes patas cortas.

—YoonGi no podía... él es tu hermano.

—¡Era mi hermano!. Porque yo no quiero a un asesino como hermano.

Suga no comprendia nada. ¿Que era todo lo que estaba pasando?, ¿él que tenía que ver en todo eso?, ¿él anterior YoonGi era capaz de hacer eso?, esas y muchas más preguntas rondaban por su cabeza. Pero, sabía que si no hacía nada, las cosas continuarian. Tomo del brazo a Jimin y lo hizo a un lado.

—Sueltalo, Namjoon.

—¿Estás seguro?.

—Si, por favor. Déjalo.

Namjoon asintió, despacio dejo a Hoseok y se fue a lado de su esposo.

—Bien, ahora que ya estás libre, anda, golpeame. Descarga toda tú rabia –hablo, serio–, te soy sincero al decirte que no se de lo que estás hablando. Pero, si hice algo que te hirió, o hizo daño. Merezco que me golpees.

—Pero, Yoon...

—No Jimin –le miro–, ve con Namjoon.

—Pero...

—Por favor.

Jimin nego en silencio. YoonGi miro a Namjoon y le hizo una señal con la cabeza. Namjoon asintió, quiso dar un paso pero Jin se le adelantó. Se puso en medio de ambas parejas y bufo.

—Se están comportando como dos chiquillos. ¿Que es eso de querer golpear a tú hermano?, ¿y tú dejar que lo haga? –miro a ambos Min–, no se que fue lo que pasó, pero estoy seguro que lo mejor no es solucionarlo a golpes. Hablen, no peleen. Ya tuvimos suficiente con el accidente, nadie quiere ver a nadie en el hospital.

—YoonGi, mato a mi hijo.

Soltó Hoseok, sorprendiendo a la pareja Kim y a Suga. Hoseok miro con rabia a YoonGi y se acercó.

—¿Lo recuerdas YoonGi?. Una noche como cualquiera, tú, conduciendo. Y de pronto ¡pum!. ¿ Lo recuerdas?.

—Hoseok...

—¿No lo recuerdas?, ¿que tal y te refresco la memoria? –se burlo–, dejaste a mi esposo e hijo botados en medio de la calle. Taehyung desangrándose y mi hijo muriendo dentro de él.

—Te juro que...

—¡No jures nada!. Lo que hiciste no tiene perdón de Dios, ni la mío. ¡Jamás te perdonaré esto, YoonGi!. Mataste a lo que más deseaba, a mi hijo.

—Taehyung, yo no...

—Lo siento YoonGi, pero esto no puede quedarse así –nego. Se puso al lado de su hermano–, mañana por la mañana levantaré una denuncia. Te denunciaré por asesinato y por golpear a Jimin.

—¡Ya para, Hoseok!.

—¡No, Jimin!. Este desgraciado tiene que pagar por todo él daño que nos hizo, porque sabes. Está paraplejidad es poco, comparado al castigó que se merece.

No podía creerlo, Jimin no podía creer todo lo que estaba pasando. Después de tanto tiempo, había comenzado a ser feliz junto a YoonGi y ahora le venían con esto. YoonGi un asesino. Nego en silencio, dolor era lo único que sentía en su corazón. Pero, muy pronto su abdomen había comenzado a doler.

—¡Ah!.

El grito de Jimin había llamado la atención de todos. Jin se acercó a él y le ayudo a sentarse.

—¿Que sucede, estás bien?.

—N-no...no se, de pronto...¡Ah!.

El dolor era más agudo que lo hizo encorvarse. Jin, preocupado miro por todos lados a Jimin, hasta que llegó a la parte trasera.

—¡Lla-llamen a una ambulancia. Jimin está sangrado!.

Esto ya se puso serio 😨, ¿Hoseok molesto?, es algo que se ve muuuuuuuuuuuuuuuuy pocas veces.

Psdta: en la imagen Hoseok está pensativo, no molesto xd.