Tengo hambre
Karen: Este capítulo se me hace muy bah, porque no sabía como narrarlo.
Desde aquí empieza lo interesante chavatz 7u7
Alguien lo observaba.
Mingyu podía sentir claramente una mirada posarse sobre él. Tal vez se estaba volviendo loco.
Lo único que podía ver era la ventana y la luz que se colaba dentro de su habitación. Su vista periférica solo le permitía ver esto. Pero la mirada venía de espaldas a él. Y le tomó un solo segundo voltear.
—¡¿QUÉ MIERDA?! ¿QUIÉN RAYOS ERES TÚ? —Había un chico arrodillado frente a la cama mirándolo y su tono de voz pareció asustarlo por un pequeño momento. Mingyu se aferraba a la cabecera de la cama y sangre caliente coloreó sus mejillas tras darse cuenta que lo único que lo cubría era el edredón grueso.
—Tu gato. Tú me adoptaste. ¿Recuerdas?
—¡No! Yo adopté a un gato, no a un... chico gato... —Mingyu se dio cuenta por primera vez de que el chico tenía orejas del gato. Estiró la mano para tocar las orejas del chico pero recibió un fuerte golpe en la mano por respuesta.
—Tengo hambre. Dame de comer.
•••
—Y bien... ¿Qué te gustaría comer? —ahora se encontraban ambos en la cocina después de que Mingyu se ponga algo de ropa. El chico gato corrió directo a la cocina después de que su dueño le ordene y se apresuró a ocupar una silla.
—No sé, solo dame algo. —el chico miraba fijamente las acciones torpes de Mingyu, lo cual, lo hacía sentir más nervioso aún.
—No sé mucho sobre ustedes los chicos gato. Ni siquiera sé como te llamas o si incluso tienes nombre. —dijo mientras seguía con su intento desesperado por buscar comida en su cocina.
—¿Mi nombre? Ah... yo... me llamo Wonwoo. —pausó apenas Mingyu le asentó un trozo de pizza congelada en frente. —yo tampoco sé tu nombre...
—Me llamo Mingyu. —este sonrió lo cual hizo que Wonwoo sonriera también. —Espera... ¿Esa es mi ropa, Wonwoo?
Wonwoo... sonaba increíblemente bien cuando Mingyu lo decía...
—Ah... es que... yo... —Wonwoo rápidamente se levantó de la mesa y comenzó a correr.
Mingyu hizo vagos intentos por atraparlo al principio. El chico gato rápidamente tomó forma gatuna otra vez y recogió todos los rincones de la pequeña casa. Mingyu era un manojo de risas cada vez que chocaba con algo.
Mingyu no había reído así en mucho tiempo.
Tal vez tener un chico gato no era tan malo después de todo...
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