Era temprano, desde la partida de Wonwoo se sentía un aura pesada en el café, incluso Mingyu por momentos recargaba la cabeza en la pared y hacía sonidos de sufrimiento.

Se extrañaban sus chistes malos.

Dos caras jóvenes aparecieron en la puerta, parecían discutir mientras los tres chicos gatos presentes en el café afinaban el oído escuchando su conversación, especialmente Joshua, quién centró su atención en el de cabello color caramelo cuando observó orejas saliendo de su cabello. Genial, pensó el pelirosa, al momento en que sonreía suavemente.

El de cabello ciruela abrió la puerta con enojo, y lentamente se acercaron a la barra mientras seguían discutiendo en voz baja.

—No seas nena Hansol, ¡pregunta! —se escuchó decir al más bajito. Jihoon rio y se acercó a ellos, intentando no reír más de lo que los presentes ya lo hacían.

—Gmm... —se oyó del más alto.— ¿Ustedes buscan personal? —«santísimo Satán, que suerte tengo» pensó el pequeño.

—Estamos un poco faltos de personal, necesitamos un mesero, pero si ambos quieren pueden entrar los dos. —Jihoon no decía mentiras, experimentaron un ligero aumento de clientes y Wonwoo se caracterizaba por hacer cantidades bastante altas de perdidos en muy poco tiempo. El azabache les era necesario, Joshua por momentos se sentía asfixiado por tanta gente y Mingyu por ratos quedaba en blanco, su aspecto era tan terrible que asustaba a los niños como para suplir a Wonwoo.

—¿C-cuando... podríamos empezar? —preguntó tiernamente el de cabello ciruela. Jihoon miró a Joshua, quien desde lo lejos le asintía sonriente. Probablemente había escuchado todo gracias a su audición gatuna.

—Hoy, si les es posible.

•••

—¿Por qué no hacen pedidos por teléfono? —preguntó de forma inocente el chico de las mejillas bonitas, sobre nombre que le apodaron después de una hora de trabajar allí.

—Deja de entrometerte, Seungkwan. —contestó el felino de cabello caramelo, después de rodar los ojos.

—En realidad... —comenzó a hablar el pequeño, miró a Seungcheol por un segundo, quién le devolvió la mirada y luego siguió hablando. —Nunca lo habíamos pensado.

—Hansol... —habló Joshua mientras salía de la oficina del café con papeles en mano. —Aquí dice que tu apellido es Chwe. —sonrió hacía el menor, este lo miraba confundido. —Mi acta de nacimiento dice que mi madre también era Chwe.

—Eso no es posible. —contestó el contrario haciendo que todos los presentes pongan atención a la plática que al parecer solo ellos mismos entendían. —¡Primo! —el cabello caramelo extendió los brazos, con un gesto de felicidad, nadie entendía nada.

—No es por ser chismoso pero... —habló Jun mientras se acercaba a la barra, detrás de él caminaban Soonyoung y los dos felinos. —¿Qué tiene que ver el apellido?—Hansol y Joshua sonrieron.

—Solo hay una familia gatuna con ese apellido, eso significa que Hansol es mi pariente directo.

—Qué pequeño es el mundo. —susurró Seungkwan, haciendo reír a Jihoon.

—Oigan... —Mingyu salió de la cocina, llamando la atención de todos. —Jeonghan está molesto porque nadie está haciendo su trabajo. —Jihoon rodó los ojos y caminó hacia el menor.

—Desde que el innombrable se fue, estás un poco insoportable amigo. —le susurró el cabello calabaza, mientras palmeaba su espalda. Mingyu suspiró, las palabras del pequeño eran tan ciertas después de todo, se reprimió a sí mismo por ocupar sus días de descanso para sufrir mientras veía películas y comía helado en pequeños botes.

•••

—Siento que el café se ve muy triste. —dijo el menor, mientras el felino rodaba los ojos.

—¿Puedes dejar de criticar el café, Seungkwan? —contestó Vernon con mirada reprochante, el contrario solo se llevó la mano al pecho y cambió el rostro fingiendo sentirse ofendido, lo que hizo reír al de cabello caramelo.

Jihoon sonrió, definitivamente esos chicos le caían bien.

Ya sé que me quieren matar, perdón :'v pero es que por alguna razón me dio agotamiento mental post-escuela, y no tengo ganas de nada :'v :'v